LOS MERCADOS NO REACCIONAN

O sí que han reaccionado, aunque no de la forma que queríamos, vaya uno a saber. El que todos creyéramos que la era Zapatero había llegado a su fin –y Rubalcaba era el apéndice ejecutor del mismo- no implica que los mercados creyeran que la era Rajoy era el futuro gratificante. Además, no debemos pretender que de un día para otro cambien las cosas económicas.

En la vida real –no me refiero a la monarquía, sino a la del españolito de a pié- a no ser que le toque a uno la primitiva o el gordo de Navidad, la economía doméstica tarda mucho en recuperarse de los golpes dados con la tarjeta de crédito. En la del Estado, tardará mucho más aún. Y más aún cuando el relevo se pretende para nochebuena. Y sin presupuestos aprobados. Y sin declaración de intenciones.

Y eso es de lo que más se le achaca a Rajoy. Una declaración de intenciones, un programa electoral –ahora ya de Gobierno- en el que se explique como crear confianza entre los españoles y sobre todo en los mercados. Todos sabemos –ya lo sabíamos antes de ir a votar- que el futuro que nos espera va a ser duro. Muy duro. Más duro de lo que hemos vivido. Y no por Rajoy, sino por Zapatero y su nefasta política. No por Rajoy, sino por la legión de ochocientos o más asesores de Moncloa, que ni asesoraban ni acertaban. No por Rajoy, sino por todos quienes se han lucrado de la crisis y de los millones de parados durante estos años de crisis encubierta y negada.

Y convencer a los mercados no va a ser tarea fácil, más cuando éstos ya no dependen de España sino del exterior. El mercado ya no se llama confianza sino respeto. El mercado sencilla y llanamente se llama Alemania. De ella –de Alemania o simplemente de Ángela Merkel – depende que nos den un balón de oxígeno o simplemente que nos desconecten la respiración asistida.

Y si durante años la sumisión la hemos representado ante un águila calva, ahora es el águila federal quien toma el relevo. Y será solo cuando hayamos asumido el rol sumiso ante el imperio alemán –no nos queda otro remedio por culpa de tanta bajada de pantalones- que la economía vuelva a emerger. Mientras tanto, deberemos agujerearnos cinturones a fin de que los pantalones no nos caigan ni nos los intenten bajar. Y esta ya es otra cuestión.

Cuestión de principios y de sentimientos. Por de pronto, los españolitos de a pié no tenemos ni sentimientos patrios ni principios de acción. O al menos no somos capaces de declararlo públicamente. Vivimos con los sentimientos escondidos, vivimos con los sentimientos delegados. Y de tanto negar, atrofiados.

Y no podemos esperar un mes a conocer la composición del nuevo Gobierno. Y los mercados, menos. España necesita ante todo, una confianza interna. Necesitamos conocer los nombres y rostros de los nuevos mandatarios. Necesitamos conocer donde recortan y donde invierten. Necesitamos saber qué dineros se dan a los banqueros y qué dineros se dan a los inversores. Y a los políticos. Y a sus asesores. Y a sus chóferes. Y a sus primos y sobrinos. Y a los jubilados, a los parados, a los funcionarios, a la educación, a la sanidad, ….

Y cuando todo esto esté declarado, cuando las declaraciones tengan además viso de credibilidad, empezarán a construirse las bases para que este lento progreso vaya tomando cuerpo día a día. No antes.

Y Rajoy deberá cambiar de táctica. Deberá tomar el toro por los cuernos y torear contra quien se oponga y se ponga delante. Y las confrontaciones serán muchas. Todos los votos de la oposición estarán en la calle. Los sindicatos también. Y sobre todo, los obreros. Los obreros de izquierdas y también los de derechas. Que la crisis afecta a unos y a otros.

Y Rajoy deberá darse prisa. Al menos, al tercer año de su legislatura, los cambios deberán notarse para bien. Al tercer año, deberá ilusionar un nuevo electorado para revalidar un nuevo periodo en que terminar el trabajo iniciado.

Y para empezar, sería bueno que el señor Rajoy dedicara un tiempo a la reforma constitucional. A eliminar en numero los diputados y al Senado entero. A eliminar la paga vitalicia de ministros, diputados y senadores –Italia ya lo ha propuesto-. A poner tecnócratas en su gobierno –se ahorrará en asesores y no es contrario a la Constitución-. A eliminar los grandes sueldos en la administración y en las entidades bancarias – y si es necesario, nacionalizar la banca-.

De esta forma, tal vez no se arreglará la economía, pero se devolverá la confianza al ciudadano. Al fin y al cabo, los mercados no los mandamos nosotros. Son un ente virtual y con mando a distancia.


PUBLICADO EL 24 NOVIEMBRE 2011, EN EL DIARIO MENORCA.

PREGUNTAS INOCENTES.

Muchas veces los niños son quienes más te dificultan las respuestas. El otro día, Manuel tuvo que acudir a una tienda de informática a que le repararan el ordenador de su hijo, infectado por un virus que se había introducido en el organismo y lo había dejado paralizado de ratón y de teclas. Miguel, de nueve años acompañó a su padre. El ordenador era suyo y su tierna responsabilidad le brindaba la oportunidad de acompañar al progenitor en tales menesteres.

En la tienda de informática acababan de reponer un cristal que había sido violentado durante la pasada noche. Tres veces en quince días, les manifestaba el encargado de la tienda. Y tres veces que se ha detenido al autor del hecho. Presunto, claro. Y las tres veces, el mismo individuo. Presunto, también. Aquello parecía de película, pero era real. Tan real como la impotencia del comerciante. Tan real como el cristal roto y la puerta violentada. Y no presuntamente, claro.

Manuel y Miguel dejaron el ordenador, explicaron los pormenores y el niño se quedó preocupado.
.- ¿No nos lo robarán, verdad?, se dirigió hacia su padre, un tanto preocupado el hijo.
.-No te preocupes, de momento los ladrones buscan ordenadores portátiles, monitores con pantalla plana, televisores también de pantalla plana…., y no es nuestro caso. Además, ya has oído a este señor que decía que la policía ya lo había detenido.
.-Sí, pero esto no significa nada. ¿Acaso no has escuchado que en dos semanas el mismo señor le había robado en tres ocasiones? Y por cierto ¿por qué no está en la cárcel?
.-Bueno, porque aún no le habrán hecho el juicio. En la vida real, hasta que no se celebra el juicio no se sabe si uno es culpable o no. –intenta explicarle el padre sin mucho convencimiento a su hijo, de las vicisitudes del entramado jurídico.
.-Ya, pero si este señor cada vez que está en la calle, roba. ¿Cómo evitarán que robe más? Habría que encerrarlo para evitar que lo volviera a hacer, ¿no?.

El padre quería ser cauto. Quería que su hijo se mantuviera dentro del espacio de lo llamado “políticamente correcto” y que no se viera infectado con el virus de la indignación. Pero la postura tenía un límite. No había que abusar de ella. El abuso y el traspaso del límite podían desencadenar el efecto contrario. ¿Cómo justificar que el ciudadano presunto autor campe a sus anchas, mientras que los demás ciudadanos, potenciales víctimas, vivan con la incógnita de sus nuevas presuntas fechorías?.

.-Pues mira, habrá que poner más medios para evitar que robe. Poner rejas en las tiendas, cristales antirrobo, cerraduras de seguridad, alarmas, perros guardianes, etc.
.-¿Y eso quien lo paga?, le preguntó el hijo.
.-Pues el comerciante, el comprador de los productos, los seguros. En cierta manera todos participamos económicamente en ello.
.-Todos menos el ladrón. Suerte que al cabo de unos años, irá a la cárcel. ¿no?, respondió con cierta duda.

.-Bueno, no tiene porqué ser así. Al haber muchos presuntos delincuentes, la justicia no da abasto para juzgarlos a todos, así si en el momento del juicio hay un acuerdo con la acusación, se le rebaja la condena a la mitad o más. Y así, aquellos cinco presuntos años se recortan en dos. Y si es la primera vez que lo condenan, pues no van a la cárcel.
.-Así no es raro que haya tanto ladrón. Oye, y porqué los comerciantes no van a vivir a la cárcel.
.-¿Qué dices, hijo? ¿Qué barbaridades dices?, le contestó el padre, atónito ante la ocurrencia de su hijo.
.-Es que si la cárcel está vacía, ya que los ladrones se pasean por la calle, hoy en día la cárcel debe ser uno de los sitios más seguros. ¡Y además cama, comida, agua y luz, gratis!. Y allí con tanta vigilancia, no deben entrar a robar.

Manuel quedó dubitativo. ¿Ironía o inocencia? ¿Cómo era posible que su hijo de nueve años lo tuviera tan claro, y otras personas, de las llamadas “con carrera”, no fueran capaces de poner coto a tanto abuso insolidario?

Y es que su hijo no estaba infectado de tanta hipocresía humana. Ni de lo políticamente correcto. Ni del concepto de solidaridad mal entendida. Para Miguel sólo existía lo bueno y lo malo.

Aún tenía que crecer. Crecer e infectarse.

PUBLICADO EL 20 NOVIEMBRE 2011, EN EL DIARIO MENORCA.

21 / 11 / 2011

El título de hoy es la fecha del día después. Podría ser cualquier fecha de aniversario, una cita con la ITV, con el seguro del hogar, o vaya usted a saber, pero no. Lo cierto es que a día de hoy, seguirá siendo la del día después de estos comicios que todos esperamos. No obstante, dentro de unas semanas, esta fecha ya no representará nada. Ni tan siquiera el del júbilo o el de la ansiedad en busca de empleo.

El motivo de la elección –del título, no de los comicios- ha sido por el factor de la numerología. Numerología que nada tiene que ver con los extraordinarios de la ONCE. El hecho es que si sumamos las cifras de la fecha de marras nos da el número nueve. Y el nueve, en la numerología es mágico. El nueve representa el inicio y fin de las cosas, el cambio, la vuelta a empezar. ¿Se acuerdan de la prueba del nueve? ¿Será esta una premonición?.

Habrá argumentos a favor, y en contra. Aunque también es verdad que en estos comicios lo que he echado de menos han sido aquellos anuncios de centenares de electores que daban su firma y apoyo a una determinada formación política. Electores con nombres y apellidos y sin ningún rubor de manifestar públicamente su simpatía política. Este año el apoyo no es el mismo. O al menos, muchos son los que prefieren escudarse bajo el manto constitucional que ampara el secreto del voto. Y como menos, esto puede ser interpretado como una predisposición al cambio. O al menos, a una no confrontación. ¡Y eso ya es mucho!.

Hace unos días, Alfredo Pérez me mandaba una misiva – me doy cuenta que también sabe escribir en catalán e incluso conoce donde vivo- y en ella me comenta su preocupación por el desempleo y lo mucho que va a trabajar para arreglarlo. No me dice pero, como pretende hacerlo. Nos asegura eso sí, la educación, la sanidad y una prestación para quienes no la tienen. Y yo me pregunto, ¿acaso no fueron ellos los que quitaron las ayudas de los subsidios? ¿Acaso la educación y la sanidad no es pública y gratuita?.

Pelea por lo que quieres, me insinúa en el título de la misiva. Es como si me incitara a rebelarme por tantas injusticias y abusos que desde el poder legalmente instituido recibimos los trabajadores, pensionistas y desempleados, a diario. Pelea por lo que quieres ¿ y ?. ¿Por qué no nos incitó a luchar contra los abusos de poder al inicio de la legislatura? No me convence, la verdad. Y eso que esta vez no ha salido Guerra con lo de las pensiones que nos quitarán si la derecha gana…. ¡Que ya no hay pensiones….!. Y es que la hucha –no la lucha- con tanta pelea y guerra, se ha quedado vacía.

Al mismo tiempo otra misiva llega a mi domicilio. Es la de Mariano. Esta en castellano de siempre. Me doy cuenta que también sabe mi dirección. Ya no hay intimidad. Y muy por seguro que sabe si voté en las pasadas y de hacerlo, a quien voté. Y es que con los sobres, pocos son los que se quedan en el anonimato.

Y Mariano me dice que hay que trabajar. No me comenta pero, ni precio ni condiciones. Al mismo tiempo, se publica que IBSALUT hace recorte de personal, y eso que hay que trabajar… Otros claman por el recorte salarial, o sea, abaratamiento del precio de la hora, mientras todos los productos y servicios aumentan. Y tu que estás en peores condiciones que otros trabajadores, te ves impotente en recortar en tabaco, café ni alcohol. Ni en pasatiempos, ni en ropa, ni en calzado. Ni tan siquiera en los turrones navideños. Ni en loterías ni primitivas, ni quinielas, ni…. Estás en clara desventaja con el resto de los humanos afectados por la crisis. Y me propone que trabaje. ¿dónde, cómo, por cuánto?

Pero Mariano me da una consigna: que me sume al cambio. ¿A qué cambio se refiere? ¿Económico, social, educativo, constitucional, ….?

Uno queda dubitativo. No podemos quedarnos tal como estamos. Hay que cambiar, sí. Pero hacia donde. Uno ya empieza a dudar. ¿A la derecha o a la izquierda? ¿Quién es derecha? ¿Quién es izquierda?.

Mariano me ha convencido. Voy a cambiar. A partir del próximo lunes voy a empezar a tomar café, a comprarme caprichos, ropa, zapatos.... Así, cuando tenga que apretarme más el cinturón, podré prescindir de ellos.

¡Socorro!

noviembre 2011

LOS AUSENTES.

Federico y Mô estarán de nuevo ausentes. Son ya varias las citas con el electorado en que aquella agrupación de electores ha declinado presentarse. En cierta manera es un seguro contra el desgaste y contra la impotencia. Y más en ésta. El bipartidismo está al orden del día. Los problemas en difícil solución. Y la indignación ni sabe ni contesta.

Y es que la indignación se prepara a posteriori. Los sindicatos liman sus garras por si la derecha gana los comicios. Y los conflictos colectivos se preparan ante la cruda realidad. Más parados y menos sueldos serán el resultado de aplicar recortes, ajustes y aumento de la fiscalidad.

Nadie habla de combatir el fraude fiscal, aunque reconocen que ronda sobre el veinte por ciento. Nadie habla de combatir la delincuencia, aunque los verdaderos recortes aparezcan en las páginas de los periódicos cuando se publican los acuerdos beneficiosos para con los enjuiciados. Nadie habla de combatir el paro con el reflotamiento de la economía sumergida. Nadie habla y todos dicen. Nadie escucha y todos oyen.

Federico y Mô estuvieron ausentes de los careos, monólogos, llámesele entrevistas, que los dos principales artistas de este evento dieron por las cámaras de televisión. Y como Federico y Mô muchos otros. ¿Acaso podemos creer en la palabra de un candidato? El uno por maquiavélico. El otro por no destapar el saco sin fondo. El saco … , y las cloacas.
Eso, por no hablar de algún alto cargo ministerial en el punto de mira de la investigación, que no imputación. Y es que lo mejor es estar ausente. Ausente de la carretera, de la gasolinera, del primo de Zumosol, diría Pepiño si se atreviera. Y es que de atreverse uno sabe, otra cosa es que se considere oportuno. O inoportuno, como suelen ser algunas citas judiciales cuando se avistan los comicios.

Y Federico sigue ausente. Su numerología ya lo vaticina. Su onomástica un dieciocho de julio. Los comicios dos fechas de recordatorio. El Ausente primero y Presente después, en uno. La democracia orgánica en el otro. El trío se finiquita con Rodríguez, Zapatero para más señas. Sus credenciales, un abuelo republicano y otro sirviendo a Franco en la represión de Asturias. Y mucha memoria…., la histórica, porque de la reciente, sin historia, sin crédito, sin vía de solución.

Mô no sabe no contesta. No quiere que la identifiquen con posición en nomenclatura alguna. Tiempo al tiempo. Sin prisa, sin pausa. Sigue ausente.

Ha sido –es- una campaña corta o larga. Llevan años con ella y ya llegan a la recta final. Luego faltará cuadrar estadillos, remplazar sillas y poltronas. Crear asesores y chóferes. Y el primo del asesor. Y el primo del chófer. Y el hermano. Y el sobrino. ¡Que pena de país!.

Y la justicia vuelve a investigar. Y esta vez a un miembro de la cúpula. De la familia….. política, claro. Y es que la palabra misma está envenenada. Del griego “politikói” que eran los asuntos que concernían a todos los ciudadanos, obtuvo su antagonista en el “idiótikós” o privados, que eran los temas que concernían a los intereses de cada uno. Y de ahí, el idiota actual. Del que nadie quiere ser reconocido.

¡El día que llamemos a cada cosa por su nombre, pocos serán los que se atrevan a presentarse a unas elecciones!. Por si acaso, Federico y Mô, permanecen ausentes.


PUBLICADO EL 12 NOVIEMBRE 2011, EN EL DIARIO MENORCA.

MES DE DESPEDIDAS. MES DE REENCUENTROS

Noviembre –mes noveno en antiguo calendario- no pasa indiferente para ninguno de los mortales. Más bien, buscamos en él la inmortalidad. No en vano, celebramos la fiesta de nuestros difuntos con la siempre esperanza de un reencuentro en tiempo futuro. Noveno mes, mes del fin y del inicio, según la numerología.

En noviembre de hace dos años inicié la colaboración asidua con el Boletín. Meses atrás, en febrero con la fiebre de los “amorados” tuve mi “primera vez” con el Boletín, y por ende, con vosotros. Y la culpa, sin duda fue de Rafa. Meses después, aquella “primera vez” se convirtió en matrimonio consumado hasta el momento. Pero los matrimonios necesitan su espacio, su rincón, sus manías…

Cuando cada mes de noviembre rendimos homenaje a nuestros difuntos –para las estadísticas los números son fríos y lo que no se manifiesta, no existe-, nos damos cuenta de aquel vacío, de aquel espacio perdido y de difícil relleno. Pero el ser humano es inteligente. Suple aquel vacío con la imaginación y la esperanza en un futuro lleno de felicidad y reencuentro.

Así lo creo yo también. O al menos, de alguna u otra forma, espero una continuidad de algo. Y me apoyo en un experiencia propia. Una experiencia extracorpórea, como técnicamente se define. Bien, ahora, unos que se dicen científicos, por aquello de echar creencias por tierra, dicen que todas estas experiencias se deben a alucinaciones. ¿Estaría drogado cuando de pronto me observaba desde fuera de mí?

Una jugarreta del cerebro, ni más ni menos. ¿Y el que no tragara agua alguna cuando me encontraba varios metros bajo el agua?, otra jugarreta de la glotis, dirían. ¿Y la felicidad y tranquilidad reinante?, funcionamiento anormal de la dopamina. A cada pregunta, una respuesta.

Una respuesta sin respuesta, sin convencimiento. No importa. Cada uno cree según sus vivencias, sus necesidades, según su cultura…. Decía al principio que el matrimonio necesita su espacio. Cuando uno adelgaza hay que renovar armarios. Pantalones más estrechos, blusas y camisas más ajustadas. Nuestro boletín adelgaza a pasos agigantados y la capacidad en sus bolsillos mengua. Y el espacio, falta. Como en los matrimonios.

Mi conciencia, buena o mala –vaya uno a saber- me recuerda que estoy ocupando un espacio. Un espacio que a su vez también es de otros. De otros muchos. De todos vosotros.

Mi egoísmo por salir en los papeles impide a otros ver publicados sus creaciones, sus reportajes, sus fotografías, sus noticias. Y si el espacio es necesario en el matrimonio, también lo es en el Boletín. Y más cuando éste adelgaza, cuando los bolsillos empequeñecen y el cinturón se ajusta.


Han sido dos años en que mes a mes me habéis abierto vuestro tiempo, me habéis dado vuestro espacio, y todo por culpa de Rafa, vuestro coordinador, dinamizador, incansable profesional que lo es, en todo lo que se propone.

Mi egoísmo, mi orgullo, mi lealtad, mis necesidades terrenales me obligan, me aconsejan, me susurran, una retirada. O un paso adelante. O lo que viene en llamarse hoy en día, darme un tiempo sabático. Una retirada a tiempo, una victoria.

Gracias Rafa. Gracias a todos vosotros por vuestro espacio.

¡Ah!, y no olvido nuestra ya cita anual. Con toque de fabiol incluido.

Gracias.



PUBLICADO en el número del mes de NOVIEMBRE de 2011, en EL BULLETÍ DEL CENTRE DE PERSONES MAJORS. Area de Acció Social. Consell Insular de Menorca

Antes de ponerme ante el teclado de mi ordenador, he dudado. Esta semana tenía muy claro que quería polemizar en el tema candente del Mahón-Maho-Maó. Si no polemizar –son los otros quienes polemizan- por lo menos opinar. Mi duda ha sido si alguien daría aviso a una conocida republicana de otra comunidad, país o principado, y que me llamara iletrado. Pero no me preocupa. No me preocupa porque no creo que la tal republicana pierda su valioso tiempo con un escrito mío. Y si quiere polemizar, el que no va hacerle caso será quien esto escribe.

Y no le voy a hacerle caso, sencillamente porque tengo el derecho constitucional a opinar, por mucho que le pese a la señora republicana. También tendré el derecho –y es de suponer que ella no, a no ser que haya una campaña masiva de empadronamientos como ocurrió meses antes de las últimas elecciones locales- de participar en la consulta sobre el tema. Y además, porque como menorquín, no voy a consentir que venga alguien de otra comunidad autónoma, país o principado a decirme cómo tengo que llamarme, qué tengo que hacer y qué no puedo decir. Y esa es la sensación que me ha dado la señora republicana de marras.

Tampoco me valen los informes hechos a demanda. Tampoco me valen dictámenes de asesores dependientes de organismos, fundaciones y demás instituciones que viven del presupuesto público o de las subvenciones de éstas. Y no me valen, porque si una cosa he aprendido de la democracia es que todo es relativo y temporal. Y el único imperio es, ya no de la ley, sino del poder del pueblo.
Y sobre todo, de sus representantes, de sus votos, de sus castigos y decisiones. Y es que todo lo que se ha erigido puede ser demolido de la misma forma. Y a la señora republicana de marras, esta parte de la democracia parece que no le gusta. O no la tolera. Pero es su problema, no el mío, no el nuestro.

Y muy por seguro que otros informes podrían confirmar tesis opuestas. Como por ejemplo haciendo hincapié en el último párrafo del Vocabulari ortogràfic de l’Institut d’Estudis Catalans del año 1913 –que por cierto data del mes de Janer, en vez de Gener-. Y es que este párrafo – presuntamente olvidado por algunos asesores a demanda- especifica que las normas de Pompeu Fabra y demás, no afectan a los nombres propios geográficos…. Y ahora, ¿quién es la verdadera iletrada?.

Pero tanto me da. A Teruel lo llaman Terol, pese a que su nombre es el de Teruel. En cambio, por imperativo del Boletín Oficial del Estado, la antigua Álava se llama Araba, y Vizcaya es Biscaia, tanto en vasco, como en catalán, gallego o castellano. Y aquí la lingüística catalana, castellana y gallega poco han intervenido.

Y Mahón puede llamarse Maó, puede llamarse Mahó, o seguir siendo Mahón, o como queramos que se llame los mahones, no una señora republicana de tierra adentro.

Tampoco le voy a darle lecciones de lingüística a la señora republicana de tierra adentro, pero sería fácil echar por tierra tanta monserga sobre el topónimo. Con sólo retroceder a los orígenes de nuestra toponimia nos encontraríamos que nuestro Mô proviene del general cartaginés Magón, y de aquí el Portus Magonis romano. Y del Magón derivó a Mahón, con el cambio de la “g” por la “h”. Y punto. Guste o no guste.

Y se vote lo que se vote, Mahón seguirá siendo el nombre de mi ciudad cuando hable en castellano. Y se vote lo que se vote, Mô seguirá siendo el nombre de mi ciudad cuando hable en menorquín. Y si la señora republicana de marras tiene alguna duda que se lo pregunte a Serrat. Él lo tuvo claro.

Yo también, por mucho iletrado que me puedan llamar.

Y siempre nos queda la coletilla del imperativo legal, que tanto gusta usar a algunos que se llaman nacionalistas.


PUBLICADO EL 4 NOVIEMBRE 2011, EN EL DIARIO MENORCA.