SENTENCIAS DE CONFORMIDAD (y 2)

 

Terminaba el escrito de la semana pasada preguntando si había inocentes condenados y si culpables absueltos.  La respuesta es clara, de haberlos, haylos.  Y añadía que sin duda los primeros son los menos, y los segundos, los más.  Vamos, como en política, en que las minorías quedan marginadas.  Y acalladas.

Estadística y verdad, aquí quedan desvirtuadas.  Las estadísticas no pueden realizarse porque ello implicaría que sólo pudieran conocer los datos reales quienes intervienen bien como actor o como víctima.  El resto, en los casos de sentencias de conformidad, de conocerlo, sería prevaricar, sin duda.  Y la verdad, ¿qué verdad?  La verdad jurídica no tiene porqué coincidir con la verdad material, la que realmente ocurrió.  Y aquí otro dilema, para otro día.

¿Qué ocurre con este mínimo tanto por ciento en la que la verdad jurídica no coincide con la verdad material? ¿Qué ocurre cuando la conformidad a la que se llegó antes de un juicio viene “forzada” por el miedo a que la interpretación de los hechos por parte de un juez no coincida con lo que realmente ocurrió?

¿Puede ocurrir que algún inocente acepte una condena de culpabilidad por miedo y por el mero hecho de así evitar entrar en la cárcel, por si el “fallo” judicial lo condenara a prisión? Y sin duda, algún caso habrá.  Estadísticamente minoritarios, claro está.  Y sólo ellos y su familia lo conocerán.

¿Y qué puede conllevar ello?  Una carrera larga y psicológicamente dura.  Años y años de instrucción, miles y miles de euros entre abogados, indemnizaciones, multas y demás.  Antecedentes penales que te marcan de por vida, una barrera para el acceso a según que trabajos y, por si fuera poco, una mancha social que te señalará de por vida.  Y todo ello, por un dudoso y mal funcionamiento del sistema.  Presuntamente, eso sí.

Y sin derecho a reclamar, porque eso sí, hay aceptación de la culpa.  ¿Qué mejor verdad que una “libre” confesión?  Verdad jurídica, claro está.  Que la material es otra cosa.

Con mejores y más medios humanos y materiales y una mayor profesionalidad, sin duda se lograría que esta mínima estadística fantasma, se viera invertida, con más culpables condenados y más inocentes absueltos. 

O lo que es lo mismo, igualar o equiparar la verdad jurídica a la verdad material.  Y no basta la dedicación de jueces y fiscales, no.  La policía judicial, los abogados, las leyes, todos tendrían que remar al mismo tiempo.  Y en la misma dirección. 

Y mientras, algunas familias quedarán marcadas de por vida.


PUBLICADO EL 25 DE ABRIL DE 2024, EN EL DIARIO MENORCA.

SENTENCIAS DE CONFORMIDAD (1)

 

Hace unos días, navegando por la red, topé con un artículo en el que se instruía de lo beneficioso que era llegar a un acuerdo entre el fiscal y el acusado antes de entrar a juicio, vamos en lo que técnicamente se denomina “sentencias de conformidad”.

En el artículo mentado se ponía de ejemplo la rebaja en la petición por parte del fiscal de una petición de pena de 42 a sólo 6 años de prisión.  Según el artículo en cuestión, estos acuerdos benefician a todas las partes intervinientes.  Al acusado porque así se beneficia de una rebaja en la condena.  Al perjudicado porque así queda demostrado lo que denunció.  Y, por último, al fiscal porque así logra una condena sin necesidad de tener que realizar el trabajo de demostrarlo.  Y añadiríamos, también al juez y al sistema, porque así logra una sentencia firme con la que todos están contentos y sin posibilidad de recurso alguno.

Ni qué decir que nunca he estado de acuerdo con las sentencias de conformidad.  Sin duda, es la demostración de que el sistema hace agua por todas partes.  La acumulación de casos por lo arcaico del sistema, por la falta de medios y personal, ha hecho que el sistema busque un método para simplificar y acelerar los expedientes.  Y si tiene beneficiarios, que los tiene, sólo son el culpable y el fiscal.  El inocente, o pierde o deja de ganar.

Igual ocurre, aunque eso sería tema para otro escrito, en las declaraciones de inocente, o simplemente la absolución por falta de pruebas, que se hacen en los fallos judiciales.  “Fallos”, irónico nombre, ¿no?

Algunos interpretarán el acuerdo como un chantaje.  Otros, una rápida salida a un conflicto que dura demasiado tiempo.  Y a los más, una ocasión para salir mejor parado del entuerto.

España, nación pionera de la picaresca, el saber popular raras veces se equivoca y además posee gran surtido de refranes y frases que resumen de forma jocosa la vida cotidiana.  Una de ellas, la más conocida tal vez en temas judiciales, nos dice, a modo de maldición que se le echa al enemigo, el deseo de que “tenga juicios y los ganes”.  Allí ya queda reflejado los entresijos de la justicia.

Otro que va a la par, y de plena vigencia en la actualidad, nos dice que “Más vale un mal acuerdo que un buen pleito”.  Vale, aceptamos pulpo, pero ¿qué ocurre cuando uno se ve forzado a un acuerdo, como mal menor, siendo inocente?

¿Hay inocentes condenados?  ¿Hay culpables absueltos? Sin duda los primeros son los menos, y los segundos, los más.

Y continuará el próximo jueves ….

PUBLICADO EL 18 DE ABRIL DE 2024, EN EL DIARIO MENORCA.

LA DISCRECCIÓN DE FRANCISCO

 

El título va con ironía, claro está.  Y el escrito también.  Uno que creía que el Espíritu Santo era quien “ayudaba” a los cardenales a elegir al futuro Papa, y va Francisco y nos dice, saltándose el secreto al que está obligado, de que en el cónclave de la elección de Benedicto XVI hubo intentos de bloquear la elección del nuevo Papa.  Y lo más importante, que su nombre fue utilizado para ello.  Y sigue, que el secreto no le obliga porque él es el Papa.  Si, ahora sí, pero en el cónclave de referencia, pues será que no.

Vamos, que discretito, lo justo.  Más bien lo contrario.  Niega la intersección del Espíritu Santo y además deja al descubierto las intrigas humanas de los cardenales.  Bueno, eso ya se les presupone.  Pero hay más.  Francisco aprovecha la entrevista que le hacen para el libro “El Sucesor” para desmentir otro libro.  “Nada más que la verdad” de Georg Gänswein se encuentra en el punto de mira de la entrevista.  Vamos, que un libro intenta desmentir al otro.  Uno miente.  O los dos.

Lo cierto es que, al referirse a su paso atrás en la votación, mantiene la tesis de que su actitud facilitó el desbloqueo.  Y miente.  O se equivoca.  No fue hasta el año 2007 en que Benedicto XVI restableció el quórum de la mayoría de dos tercios necesarios para ser elegido Sucesor de Pedro.  Algo no cuadra.

Por un momento me aparece Franco, Rajoy y Sánchez.  Franco con su “Caudillo de España por la Gracia de Dios”.  Rajoy que adaptaría su discurso diciendo “tu párroco es elegido por el Espíritu Santo en el mismo sentido que el Papa es elegido por el Espíritu Santo y no es elegido por el Espíritu Santo en el mismo sentido que el Papa no lo es” y se quedaría tan pancho.  Y, por último, y ya para rizar el rizo, aparecería Sánchez con su carismático “no he mentido, sólo he cambiado de opinión”.

El Papa Francisco se las trae sin duda.  Ahora pretende que la Semana Santa se celebre siempre en las mismas fechas.  Vamos, y yo que me alegraba que los Viernes Santos siempre caían en viernes….  Y el Domingo de Pascua, pues eso, en domingo.  Pues no.  O sí. Sí, porque seguirán siendo en viernes y domingo, lo que serán el primero, segundo, tercero o cuarto de abril, vamos según sean las necesidades del turismo, del tiempo, o de que se juegue o no la Champions League.

Y puestos a pedir, ¿por qué no celebramos que Jesús de Nazaret nació un 29 de julio y Cristo, un 25 de diciembre o el 6 de enero?   Y de paso, que los sacerdotes puedan casarse y que haya mujeres en el sacerdocio…


PUBLICADO EL 11 DE ABRIL DE 2024, EN EL DIARIO MENORCA.

BRONCA POR BRONCA(NO)

 

Hay cosas que pasan inadvertidas, y más si es en vacaciones.  Y para las que no, siempre existe un plan B para despistar.  Estos días santos nos hemos levantado con el susto del secuestro de Telegram y la avería del Falcon de Begoña Gómez y su marido.  Por suerte, el Rey, que viajó por carretera, no tuvo problema alguno.

Uno se podría preguntar por la diferencia de criterio entre los servicios de seguridad del marido de Begoña Gómez y los del Rey.  Mientras al primero le recomiendan utilizar el Falcon, al segundo le recomiendan el automóvil, o eso, o simplemente lo que ocurre es que nadie quiere perder su silla.  ¿Quién es el chulo que se atreve a decirle al marido de Begoña Gómez que no coja el Falcon? Y si no que se lo pregunten a Elena Sánchez.

Y es que la verdadera noticia de estas fiestas, a parte claro está de Telegram y del presunto intento de acallar a Alvise Pérez, ha sido la destitución de Elena Sánchez como presidenta interina de RTVE.  Y el motivo, pues presuntamente por no acatar los deseos de Sánchez, el marido de Begoña Gómez.

Y es que, a Sánchez, marido de Begoña, no le cae bien ni Pablo Motos ni su programa El Hormiguero.  Presuntamente, claro está.  Y a algún asesor de la Moncloa no se le debió ocurrió mejor solución que, costara lo que costara, contratar a David Broncano para hacerle la competencia, a Pablo y al Hormiguero.  Y Sánchez, la de la tele, pues que no, que cuarenta y tantos millones eran muchos millones.  Al final Sánchez, la de la tele, despide al director de Contenidos, impulsor del contrato. Y los amigos de Sánchez, marido de Begoña, despiden a Sánchez, la ya ex de la tele.  Conclusión, pues sencillo, una guerra desigual entre Sánchez y nombramiento de otra militante socialista para la jefatura de la Tele.  Y punto pelota.

Se ha hablado también de que había un dosier que incluía información sobre las actividades profesionales de Elena Sánchez y de su marido, Pablo Mansilla, para presuntamente “convencerla” de que debía abandonar el cargo.  Y si son capaces de chantajear a los suyos, no quiero imaginarme de lo que serán capaces de hacer con los otros…

¿Tan importante es el control de la Televisión pública por parte del partido en el Gobierno? ¿Tan importantes son las elecciones Europeas, Catalanas y Vascas que necesita el PSOE el control a su antojo de la Televisión pública? ¿De verdad la RTVE es una televisión partidista? ¿Tan malo es Pablo Motos?  ¿Qué le harán a Iker Jiménez y a su Cuarto Milenio?

Pobre entorno de Isabel Ayuso…

PUBLICADO EL 4 DE ABRIL DE 2024, EN EL DIARIO MENORCA.