Puchi camina rápido. Lleva zapatillas
de deporte. Llega al Arco del Triunfo y algunas pancartas portan escritas el
término Houdini. ¿Quién es Houdini?
Houdini no es Puchi. O tal vez
sí. Houdini fue un famoso ilusionista y
sobre todo “escapista”. Vamos, que
manejaba bien los tiempos y los trucos.
Porque el ilusionismo sin truco no existe. Y eso es bueno que lo tengamos en
cuenta. Puchi sólo no es nadie. Solo es un cobarde. Si hubiera habido
intención de detenerlo, se le hubiera detenido. ¿Será el personaje de Puigdemont
más bien un payaso? ¿O será una marioneta?
Contactas con una IA para que sugiera
algún nombre con el que podernos referir al personaje que interpreta
Puigdemont, ya sea como payaso o como marioneta.
Luzia, la IA de WhatsApp, mucho más
rápida que Puigdemont en su huida, propone los nombres de Carles Risitas
y Carles de Hilo. Luzia debió
quedar bien descansada después del esfuerzo realizado. Vamos, más que una IA sería alguna marca
blanca de la PRC.
Pero no me desagradan. Lo cierto es que a estos nombres deberían
acompañarlos todos los del elenco de secundarios, tramoyistas y demás, sin los
cuales el espectáculo no hubiera podido darse.
Ni ahora, ni antes. Porque lo del maletero también tiene guasa. Y que no
falten los ya famosos sombreros de paja.
Carles Puigdemont es y ha sido un
cobarde. Lo demostró cuando no fue capaz
ni de declarar la independencia de verdad, ni responsabilizarse de sus actos
ante la justicia. Y en su regreso light
cuando tampoco ha querido ser detenido.
Ni los demás, supuestamente detenerlo.
Vamos, cobarde uno, supuestos traidores los otros. ¿Y quiénes son los
otros?
El Gobierno de Madrid dice que la
responsabilidad es de los Mossos. Los
Mossos dicen que la culpa es del semáforo.
Y uno se pregunta ¿acaso el control de fronteras y el CNI no son
competencias del Estado?
Puigdemont es un producto en vías de extinción. Una marioneta en manos de otros. Pedro Sánchez y ERC le han pagado con su
momento de gloria los siete hilos con los que sostiene a Sánchez en Madrid. Gana Sánchez y gana ERC. ¿Y qué gana Puchi?
¿Pasará a partir de ahora a un segundo plano? ¿Entre bastidores según la jerga
teatral?
De momento, a Carles de Hilo o a
Carles Risitas -o a ambos- aún le queda la potestad de desbancar a Pedro
Sánchez o jubilarse a un retiro dorado. O
de ambas cosas, vaya uno a saber.
Y de momento como culpable, el
semáforo. El rojo del semáforo faltaría
añadir, porque si hubiera estado verde, seguro que lo detienen. Vaya por Dios, no lo detuvieron por estar “Maduro”. Tiene guasa el asunto. ¿Qué dirá la fiscalía?
PUBLICADO EL 15 DE AGOSTO DE 2024, EN EL DIARIO MENORCA.