Cuando nos invaden por activa y por pasiva con tanta política inclusiva, con tanto atentado lingüístico con las terminaciones de género inventadas por la pariente del líder comunista, con tanto uso y abuso de las terminologías machista, feminazi, feminista, fascistas y demás, observo como las soluciones más banales, más sencillas y más lógicas, no se aplican.
Y no voy a referirme a tópicos que ya deberían estar
superados, sino a temas cotidianos que vivimos en el día a día. Atrás debería haber quedado aquello de
“mujeres y niños primero”, aunque la guerra de Ucrania nos demuestre que en
algunos países aún se mantiene vigente al prohibir a los hombres salir del país
y obligarlos a combatir, mientras que las mujeres y niños-niñes-niñas pueden
salir para refugiarse del exterminio ruso.
Me refiero al tema de los aseos públicos. Si en las viviendas lo normal es que los
aseos se utilicen indistintamente por todos los géneros habidos y por haber
¿por qué los aseos públicos deben de estar separados por sexos, géneros,
apetencias y demás?
¿Qué ocurriría si en los aseos hasta ahora
utilizados por los machos alfas les quitaran los urinarios y éstos fueran
sustituidos por inodoros debidamente individualizados? ¿Qué ocurriría si además estos aseos se
construyeran de forma adaptada a personas con problemas de movilidad? ¿Acaso no
podrían unificarse los aseos actualmente llamados “masculinos” y “femeninos” en
uno solo? ¿No pasarían a ser unos
verdaderos y modernos “aseos inclusivos”?
¿Habrá que hacer algún concurso de ideas, algún
informe preliminar, contratar algún asesor o crear alguna Dirección General
para llevarlo a cabo? ¿Servirán los veinte mil millones de euros destinados
para políticas de igualdad para sufragar todo este estudio, asesor o niñera?
¿Incluirá el estudio de marras el porcentaje de
suciedad que genera cada sexo en sus actuales aseos? ¿Se recomendará en cambio
la segregación ya no por género, sino por el grado de higiene de cada usuario?
¿Se creará una especie de “policía de higiene
sanitaria” que controle la limpieza de los aseos una vez utilizado por el
usuario? ¿Se impondrán denuncias a
quienes incumplan con la buena limpieza del servicio? ¿Se harán campañas
informativas para el buen uso y disfrute de los elementos comunes? ¿Se creará
una nueva asignatura en la etapa escolar inculcando valores de limpieza y uso
adecuado de dichas instalaciones?
Vamos, que a la Montero le faltarán asesores para
llegar a todo. Demasiado trabajo para
ella, sin duda.
PUBLICADO EL 21 DE ABRIL DE 2022, EN EL DIARIO MENORCA.