Siempre había defendido que los nacionalismos eran de derechas. Otra cosa es que defienda o niegue su bondad o su maldad. Creo que ésta no es patrimonio de ningún grupo, ya se digan de derechas, de izquierdas o sus extremos. Es más, creo que la virtud está en la moderación. Vamos, en el centro de toda la vida. O en su proximidad, llámesele centro-derecha o centro-izquierda.
Para mí, Esquerra Republicana de
Catalunya, por mucho que se llame Esquerra, tiene dejes de derechas. Como lo son los de Junts per Catalunya y el
PNV. Y a los hechos me remito. Y a la historia, también. Bueno, a la que aún no se ha borrado.
Hace tiempo Facebook me castigó por
compartir una fotografía de las antiguas Juventus d’Estat Català comparándolas
con otra de las Juventudes del Nacional Socialismo Alemán. Desconozco si el castigo fue por insinuar el
pasado de ERC o por la fotografía alemana. Lo cierto es que la censura,
funciona. Y por si acaso no voy a
nombrar ni a la motorizada de Prieto ni el colaboracionismo de Largo
Caballero con la dictadura de Primo de Rivera. Ni los hechos de 1934 en
Asturias, por supuesto.
También nos venden que los de
derechas son racistas. Y para muestra,
un botón. Buscas información sobre
Heribert Barrera, quien fuera secretario general y presidente de ERC, y este lo
dejó claro en muchas de sus declaraciones públicas. Declaraciones que provocaron incluso la
retirada de la medalla de oro que en su día le impusiera a título póstumo la
ciudad de Barcelona, por sus declaraciones “racistas y fascistas”. Y es que para Heribert Barrera, de ERC: “Podemos
haber superado la inmigración andaluza, pero no sé si podremos con la
sudamericana y magrebí". “La Rambla de sus fantasías solo podía
brillar sin mestizos y abundancia de blancos”. Y eso por no repetir sus palabras sobre la
capacidad intelectual de los negros respecto a los blancos.
Pero HB no estaba sólo, que va. El III Reich tentó durante la II República a
los catalanes prometiéndoles la independencia de Cataluña si alcanzaban el
poder. Y no sólo Cataluña. También con
los palestinos. Y si no que les pregunten a los palestinos que opinan de Mohamed
Amín al Huseini, el gran muftí de Jerusalén que se alió con los nazis,
calificando al pueblo judío como el enemigo común. Y ahora continúa con la
trama rusa del 1-O.