LA ROJA… Y LOS ROJOS

 

No soy partidario de llamar “rojos” a los socialcomunistas, ni tampoco fascistas a los conservadores, sencillamente porque son temas del pasado.  De un pasado que, a pesar de que tanto ZP como Sánchez se han esforzado en resucitar, éste ya debería haber pasado a mejor vida, pero debo confesar que para el título queda bien. Y para el buscador mejor aún.

Y la selección española ha vuelto a ganar.  Esta vez la masculina.  Y éste debería ser el titular, la noticia. Pero no.  Como ya ocurriera con la femenina, el Gobierno del marido de Begoña la ha vuelto a liar.  Si con la femenina fue el beso del hijo del exalcalde socialista de Motril lo que empañó la victoria, con la masculina ha sido un cúmulo de despropósitos.

Sánchez, más preocupado por su imagen que por la de la selección española, no reaccionó hasta que se dio cuenta de que el proyecto de la selección tenía futuro.  Y vaya si lo tuvo.  Y como suele ser habitual, quiso aprovecharse del mérito de los demás.  Pero el mérito esta vez tenía nombres propios.  Un equipo de nombres en el que cada uno tiene su posición en el tablero y nadie brilla por sí solo.  Y en esto no está acostumbrado el inquilino de la Moncloa.  Un equipo es un conjunto.  No un gallo en un gallinero.  Un gallo, sobre todo.

Las imágenes a veces valen más que las palabras.  La emoción compartida del monarca difiere y mucho de la pose de Sánchez.  El primero les rinde homenaje.  El segundo se pone a la cabeza de este.  Y así no, señor Sánchez.  El veto de los jugadores a la entrada de éste al vestuario viene sin duda motivado.  Motivado por los desplantes y como no, por el intento de dividir al equipo.  Divide y vencerás, su táctica. Y no le valió. Esta vez no.

Se le pagó, eso sí, con su propia moneda.  Mientras las calles de Madrid se llenaban de banderas de España y de cánticos a la selección española, el Gobierno de España subía a los altares a Yamal y Nico con claras consignas mediáticas y dejaba atrás al resto.  Intentaba dejarles atrás. Pero de medios hay muchos.  De pagados y de libres.  Las otras redes sacaban de sus archivos aquellas imágenes en las que el “presi” se limpiaba las manos tras haber tocado a una mujer migrante de color.   La imagen lo decía todo.  Lo dice todo.

A pesar de todo ello, el equipo permaneció unido.  Todos le dieron la mano, sí.  Pero pocos le miraron a los ojos.   A Carvajal lo han puesto en la diana por ser hijo de policía.  Pero Yamal, mira por dónde, no se apartó mucho del guion del resto de jugadores.  ¿Será porque su abuelo fue miembro de la guardia mora de Franco?

Y como colofón ¡Gibraltar es español!

PUBLICADO EL 25 DE JULIO DE 2024, EN EL DIARIO MENORCA.

MÁS VALE SOLO …

 

Más vale solo que acompañado, dirán los políticos.  Otra cosa será el refrán, que sin duda tendría que estar mal acompañado.  Pero no, la práctica nos enseña todo lo contrario.

Y lo dice el Gobierno, aunque según fuentes de mejor solvencia, lo que dice queda lejos de la realidad.  Y me refiero a los menores extranjeros no acompañados.  Y no diré menas porque algún finolis me llamará racista o peor aún, algo de odio, aunque esté así contemplado en varias webs gubernamentales. ¿Y por qué valen más solos que acompañados? Pues habrá que preguntárselo al mismísimo Gobierno.  Ellos son quienes ponen precio a las cosas.  Aunque, eso sí, lo paguen con tus impuestos.

Resulta que el ministro de la cosa dijo que recompensará a las CCAA con cien euros diarios por cada mena que acojan excepto, eso sí, a Cataluña que no quiere ni uno.  Y bien pensado cien euros diarios son tres mil mensuales.  Vamos, medio millón de las antiguas pesetas.  Y uno piensa, lástima que no puedan los particulares adoptar alguno de ellos.

Y parece mucho dinero si lo comparamos con el Ingreso Mínimo Vital del que tanto se llenan la boca los progresistas.  Y es que claro, de poco más de seiscientos euros que cobraría una persona que recibiera el IMV a los tres mil por mena, hay una diferencia cuantiosa.  E incluso si comparamos con el Salario Mínimo Interprofesional.

Y si vamos a las fuentes de mejor solvencia, apaga y vámonos.  El juez Emilio Calatayud valoró, y de eso ya hace dos años, en más de siete mil euros el coste mensual de un mena.  La Comunidad de Madrid, en más de trece mil euros mensuales, eso sí, para menores con necesidades especiales.  Y según el Govern casi cinco mil del ala.

Y lo curioso del caso es que, si acudimos al programa de acogimiento familiar dependiente del CIMe, la ayuda a los particulares que acojan en su familia a algún menor va desde poco más de ochocientos euros si es un acogimiento especializado o de urgencia, a la mitad si no lo es. ¿Por qué tanta diferencia de coste entre lo que cobrará la CCAA y el particular?  ¿Uno servirá churros y la otra langosta?

Y como viene siendo habitual con el Gobierno del marido de Begoña Gómez, la noticia del coste de los menas ha venido acompañada con la publicación del resultado de la auditoría que ha hecho el Tribunal de Cuentas a la Casa de SM el Rey, a petición de éste.  Eso sí, con un resultado positivo.  ¡Faltaría más!  Y es que, en Transparencia, al Rey no hay quien le gane.  Y en otras cosas tampoco.

No estaría de más que Pedro, el marido de Begoña, tomara ejemplo de Felipe VI.  Al menos sabríamos con quien viaja en el Falcon.


PUBLICADO EL 18 DE JULIO DE 2024, EN EL DIARIO MENORCA.

DEFENDER EUROPA

 

Desde que Rusia invadió Ucrania, en Europa se han disparado las alarmas.  Europa empieza a ponerse nerviosa y más ahora que Donald Trump tiene posibilidades de volver a pilotar la nave de los EE. UU. y dejarnos solos ante el peligro.

Sabemos cual va a ser el desenlace de la contienda.  EE. UU. forzará a que Ucrania se avenga a las condiciones de Rusia, promoviendo incluso si fuera necesario la destitución de Zelenski para así alcanzar un hipotético tratado de paz.  Lo próximo, pues vuelta a las andadas.

Y si Ucrania ya está perdida ¿qué actitud deberíamos tomar ante la próxima excursión de Rusia?  La OTAN sin EE. UU. es un mero espejismo.  Y un ejército sin militares, más espejismo aún.  Está claro que faltarán soldad@s para que Europa se defienda de un posible avance ruso.  Los militares actuales son profesionales y están mucho mejor preparados que cuando nosotros hicimos la mili.  Pero al menos, en España son menos.  Muchos menos.

Y de enemigos hay muchos. Si se defiende el Norte, nos pueden atacar por el Sur.  O por el Este. Y habrá bajas que habrán de ser reemplazadas.  Y si por suerte avanzamos -y no nos invaden por otros lares- deberemos estar en condición de mantener lo conquistado.  Y si hacemos prisioneros, de custodiarlos -lo otro no estaría bien visto-.

Y si llegara el momento en que fuera necesario movilizar a la población joven para la defensa de todo: de la democracia, del territorio, de la civilización, de los derechos humanos….  ¿Dónde estarán est@s jóvenes? ¿Estarán huid@s como tant@s desplazad@s que huyeron de Ucrania para salvar sus vidas? ¿Se declararán objetores de conciencia para no tener que luchar?

Llegado a este punto, mi análisis está anticuado.  Los jóvenes españoles ya no son aquellos de cuando hice la mili.  Los responsables de la sociedad tampoco.  Incluso los valores han cambiado.  No me imagino una versión española de la defensa ucraniana.

¿Acaso el Gobierno y el parlamento serían capaces de declarar la guerra a Rusia, o al menos de movilizar el Ejército y a l@s jóvenes si fuera necesario para la defensa de España?  ¿Se imaginan a los grupos pacifistas y antimilitaristas manifestándose para que no entrásemos en guerra? ¿Se imaginan a los políticos sospechosos de participar en la trama rusa votando en contra de la defensa de España?

Seguramente, con la ironía de la que suelen hacer gala nuestros mandatarios, harían un llamamiento a los “patriotas de pulserita” para que se alistaran y los defendieran.

O todos o ninguno debería ser la respuesta y sin duda acompañada de un buen corte de mangas, con o sin banderita incluida.

PUBLICADO EL 11 DE JULIO DE 2024, EN EL DIARIO MENORCA.

MARCANDO PAQUETE

Algunos tildarán de machista el título de hoy, y si bien podría haberlo titulado “marcando el paso” entiendo que el primero se ajusta más a la realidad.

Desde que Sánchez, el marido de Begoña, alcanzó -democráticamente, eso sí- el poder del Estado, no dejamos de asistir a infinidad de desprecios de los que ha sido objeto SM Felipe VI, por parte del primero.  Y en público, claro está.

Llegar tarde, recibirle con las manos en los bolsillos, ajustarse los pantalones, no respetar la prevalencia, son algunos de los hechos que nosotros, los televidentes de a pie, nos hemos ido dando cuenta desde el “reinado” del marido de Begoña.  Luego vendrán los ninguneos institucionales hacia el jefe del Estado. Y el monarca ha encajado el golpe y no ha respondido a estos públicos menosprecios y provocaciones por parte del Gobierno y su presidente.

El año en curso se ha iniciado con un bombardeo de noticias descaradamente interesadas en dañar a la jefatura del Estado.  A los ya conocidos ninguneos a los que es objeto por parte del Gobierno del marido de Gómez, se sumaron la publicación -en algunas revistas y periódicos- de supuestos problemas conyugales dentro del seno de la Casa Real para dañar a la Institución.  Pese a tales aireos la Casa Real aguantó el envite.  Y reaccionó.

Reaccionó con un cambio de estilo en cuanto a las formas y modos.  Su entorno le ha programado más presencia mediática.  Se ha dejado ver y querer.  Y con la cercanía, con las distancias cortas, Felipe VI gana por goleada.  Todo ello propició que los actos conmemorativos del X aniversario de su proclamación como jefe de Estado tuviera el esplendor que merecía.  Lo contrario a que nos tiene acostumbrando el marido de Begoña que rehúye de todo lo que es espontáneo, no programado ni pagado. Y más ahora con la imputación de su pareja.

El reciente viaje del jefe del Estado a las repúblicas de Estonia, Lituania y Letonia, con visita incluida a los diversos contingentes españoles destinados en la zona en misiones de la OTAN, ha sido el último episodio en que a la ciudadanía nos dado la impresión de que SM Felipe VI ha tenido que dar otro golpe de puño sobre la mesa y hacer reaccionar al Gobierno del marido de Begoña.  Sin ministro de jornada asignado el rey ha realizado su papel institucional como su lema indica de:  servicio, compromiso y deber.

Mientras Albares tenía su agenda ocupada en una fiesta nocturna del Grupo Godó, tuvo que ser Margarita Robles quien viajara a marchas forzadas para tapar las vergüenzas de los despropósitos.

Eso sí, en el último día y aumentando el gasto energético y el coste económico.

PUBLICADO EL 4 DE JULIO DE 2024, EN EL DIARIO MENORCA.