LEY 10/2010

Sin duda la noticia que más se repetirá en esta jornada, será que hoy es el último día para entregar el DNI  para escanearlo –si no lo hemos hecho ya antes- en las entidades bancarias en que tenemos puestos al cobro todos nuestros recibos, nuestras hipotecas, nuestras ilusiones.   Meses antes ya se lo habrán notificado en sus visitas online, en el cajero, por carta o personalmente si es de los afortunados que aún  tiene tiempo para el trato personal. Semanas antes habrán recibido sms, e-mails y demás llamadas en este sentido.
Pero mañana ya será tarde.  Hace cinco años que la ley 10/2010 entró en vigor y el plazo termina ahora. ¿Pero qué dice la ley? Simplemente que las cuentas tienen que estar debidamente identificadas, que la documentación tiene que estar en formato digital y a disposición del Banco de España.  Además dirá también que las entidades financieras son cooperadoras en este trabajo y sin emolumento alguno. Ni más ni menos.  En pocas palabras, que aquella fotocopia que le hacían a su DNI cuando usted abría una cuenta en cualquier entidad bancaria para cobrar la nómina o en la que pagar la factura de la luz, el banco tenía que escanearla y dejarla archivada por si un día el Banco de España se lo pedía.  Así de simple, así de llano.
Pero eso es trabajo. Escanear una fotocopia del DNI en blanco y negro no le sirve al banco para tenerle a usted en la pantalla del ordenador cuando hace una gestión por teléfono o directamente en el mostrador. Porque esta es otra cuestión muy diferente. Una cuestión que el Banco de España no comenta.  Mejor, responde con evasivas. Y no digamos cuando, con la excusa de que tu firma también quede registrada en formato digital, en algunos casos estás firmando un documento en que autorizas a que tus datos sean traspasados a toda una lista de sociedades a las que está afiliada la entidad en cuestión. 
Y ya no digamos si, aquel DNI escaneado saliera virtualmente de aquella pantalla y se usara de forma fraudulenta por parte de alguien que tuviera acceso a dicho documento.  Aunque esta vez sí que contesta el Banco de España en el sentido de que “no pueden pronunciarse sobre la legalidad de una determinada actuación, al ser tal atribución competencia exclusiva de los Tribunales de Justicia”.   No pierdan el tiempo en preguntar si el documento puede estar barrado, porque también le responderán que “no pueden hacerle ninguna recomendación en este sentido”.  Vamos, el “no saben, no contestan”.

Pues eso, que la banca nunca pierde.

PUBLICADO EL 30 ABRIL DE 2015, EN EL DIARIO MENORCA

DETENCIÓN EXPRÉS

Para muchos, la imaginación pudo más que la realidad.  Muchos nos lo imaginábamos ya con un traje a rallas y con  bola atada al tobillo, pero no.  Fue sólo la foto del momento.  La necesaria foto que salvaba a unos y acallaba a otros.  O todo lo contrario.
Y debió ser todo lo contrario.  La falta de información no hace más que aumentar el morbo.  O simplemente es la respuesta gallega que la difumina en el tiempo.  Es como el huevo y la gallina.   ¿Qué fue primero: la detención o el registro domiciliario?  ¿Es necesaria la detención para un registro? ¿Se negó al registro y por eso  mismo se le detuvo?  ¿O por el contrario se encontraron documentos que le implicaban en conductas ilícitas y por eso mismo se le detuvo?
Ni lo uno ni lo otro.  Sino todo lo contrario. ¿Acaso alguien puede creerse que una persona que está  en el ojo del huracán desde hace meses, puede aún –si es que la tuviera-  guardar documentación comprometedora en su domicilio o en su despacho? ¿Y si no se encuentra nada que lo inculpe, por qué se le detiene? ¿Y por qué se le deja en libertad sin presentarlo ante el juzgado? ¿Acaso pidió el “habeas corpus”? ¿Por qué a la mañana siguiente el juez ordena el bloqueo de sus cuentas? ¿Se le llegó a detener o fue simplemente el título de la portada?
El título de hoy habla de una detención exprés, sí.  Una detención sin declaración letrada en sede policial –y mucho menos en la judicial- ni nada que se le parezca.  Y una puesta en libertad, también exprés. Con título compartido –podría haberlo titulado “libertad exprés”-, si se quiere.  Con camastro domiciliario y transporte incluido.  Deferencias, vamos.   
Deferencias, que no desigualdades. Guante blanco o guante negro, como aquel gato chinés que cazaba ratones.  Y esta vez ni el gato ha entrado en la cámara acorazada del Banco de España. Ni su gobernador encarcelado.
Pero el sino les sigue.  El FMI está gafado para sus dirigentes, dirán ellos.  Nos gafan a nosotros, diremos el resto.  Lo cierto es que algo falla en la elección de estos dirigentes.  Los últimos dirigentes  del FMI han sido, como mínimo, investigados por la justicia.  ¿Tienen el gen defectuoso que fabrica un perfil concreto o simplemente es el perfil quien deforma el gen?
Pedro Sánchez salta a la arena y exige el mismo trato que a Pujol.  Y de casta le viene al galgo.  Al menos, tienen en común que sus progenitores fueron condenados por tejemanejes parecidos –eso sí, en tiempos de Franco-. 

¡Para que luego digan que Franco era de derechas!

PUBLICADO EL 23 ABRIL DE 2015, EN EL DIARIO MENORCA.

PORTA AMB PANY

Dicen los viejos del lugar,  que hubo un tiempo en que las puertas de las casas no se cerraban con llave y que éstas permanecían con las llaves puestas en la cerradura.  Que muchos  años después vinieron forasteros y las costumbres cambiaron.   Que a partir de entonces las puertas se cerraron con llave,  se instalaron timbres, y nuestro carácter cambió.
Lo dicen los viejos y lo ratificamos quienes ya hemos cumplido los cincuenta y tantos, y que lo vivimos siendo niños.  Y es que, ¿dónde diantres  se colocaba uno aquel mamotreto de llave de palmo y medio?
Uno desconoce si fue por la llegada de gentes extrañas o por la aparición de la cerradura moderna, pero lo cierto es que las costumbres nos la cambiaron hasta el punto en que el código penal nos anima a hacerlo.  No es lo mismo que te quiten el dinero con la puerta abierta que con ésta cerrada.   Y ahora, lo mismo.
Vuelve a ser gente de afuera quienes nos cambian costumbres y nos condicionan a un nuevo estilo de vida.  Uno ya no puede viajar con la botella de gin  o de herbero, si no es con sobrecoste, y es que  o  lo adquieres en el duty free (se ve que aquellas no explosionan) o lo facturas  junto con el equipaje.  De mano, no gracias.
Y hay más.  Los filtros pitan a la más mínima.  Incluso descalzos. Las sobrasadas previa inspección huelen a “halufo” y pasan sin más novedad.  Las ensaimadas, otro que tal.  Colas y más colas por el miedo a que algún insensato haga saltar las alarmas.  Y mientras, lo que  sí saltan –asaltan más bien-  son las vallas que deberían aislarnos del fanatismo extremo.  
Bajo pretexto de vivir en sitios peores, son recogidos y animados a vivir entre nosotros, aunque para ello tengamos que desnudarnos ante filtros y escáneres extraños.   Son nuevas costumbres, como el de sa porta amb pany.
Y mientras los salarios se diezman, las jubilaciones se congelan  y las prestaciones sanitarias se reducen,  veremos como nuevas costumbres irán ocupando espacio en el escenario.  La religión nouvinguda  subirá a la palestra y se subvencionarán sus clases y sus templos. 
Imagen y semejanza parecen ser la clave. Pero la clave no es recíproca.  Donde fueres haz lo que vieres.  En “Las ruinas de mi convento” ya se pronosticó  hace un par de siglos. El Papa Francisco lo repite ahora. En Cataluña se detiene a un grupo yihadista.  Un menor será internado medio año en un centro de reinserción. ¿Y después?

Por si acaso, la sobrasada –o la piel, al menos-, el halufo, permanecerá  en el dintel de la puerta.

PUBLICADO EL 16 ABRIL 2015, EN EL DIARIO MENORCA.

WhatsApps

Dicen que la información es poder, y ya no digamos la manipulación de ésta. Aquí también entraría en juego el concepto de “verdad”. Que la información sea veraz o no, sea completa o parcial, sea sesgada intencionadamente o no, no tiene porqué implicar un resultado distinto. La gente obra según sus creencias, intenciones, intereses y necesidades. La información sólo le servirá de excusa, motivación u otra necesidad carencial.
La tecnología también ayuda a que esta información de siempre, se acelere.  Ejemplos como la concentración ante la sede del PP en jornada de reflexión mediante convocatoria por sms y los llamamientos de mayo en la plaza Mayor, son clara demostración que con escasa información, sólo con pulsar una tecla,  un ejército humano se moviliza.  Además, es una información unidireccional.  Dictada.
Otra llegará a ser pluridireccional, aunque la virtualidad gane velocidad ante el razonamiento.  Y en esta estamos.  Los corrillos desaparecen y los grupos ocupan sus lugares.  La prisa societal nos imponen otros ritmos.  Y los psicólogos nos aconsejan a no perder el tren innovador.  El resultado ya será trabajo del sociólogo.
Hace poco, una misiva aterriza  sobre tu mesa. Sin firma, sin membrete, como una octavilla en tiempos que la libertad empezaba a gestarse. Sólo una mano inocente la transporta desde la mochila a tu mesa. En ella te aconsejan que los padres no hagamos mal uso de los whatsapps, y sobre todo en los grupos de padres. Y nos recuerdan de que somos padres, no amigos de otros padres. Que no hagamos de “secretarias de nuestros hijos”, sí, pero que tampoco hagamos crítica sobre los profesores, sobre el entorno escolar, sobre...
Retrocedo y me posiciono años atrás cuando nadie se atrevía a comentar o discutir una sentencia judicial.  ¿Tampoco podremos cambiar impresiones sobre el trabajo de tal o cual? ¿Acaso prohibieron el contacto  de padres a la hora de entrada y salida de los colegios? ¿O será sólo al chismorreo?
Llega el momento que te identifican como la maruja del cuarto en un patio de vecinos.  Y no se acuerdan cuando recibías sms y emails tanto del colegio como de la Consellería informándote de las jornadas de huelgas unos, y de tus derechos y de los de tus hijos, en el otro.

Llamada a la responsabilidad, de acuerdo.  Y la responsabilidad también debe ser bi-direccional.  Después de leer la misiva, me arrepiento no tener whatsapps y de no pertenecer a un grupo de padres.  Sería una forma de desmontar  un nuevo estilo de ghetto.

PUBLICADO EL 9 DE ABRIL 2015, EN EL DIARIO MENORCA.

UNA MUERTE ANUNCIADA

Uno no se explica cómo, cuando en tiempos en que los adelantos tecnológicos pueden casi transportarnos al futuro, otras cuestiones banales no tienen solución.  Estos días saltó de nuevo la noticia de que algunos canales televisivos de Cataluña dejaban de verse en nuestra comunidad balear.  Y la noticia no venía sola. Declaración de argumentos técnicos, comentarios de ciudadanos seguidores de las mismas y la típica protesta de grupos pro-catalanistas y demás.
Inmerso en la ignorancia, ya típica en mí, me cuestiono el que estos problemas técnicos no puedan ser subsanados y ya no sólo recibir los dichosos canales catalanes de marras, sino las de otras comunidades como pueden ser la valenciana, la gallega, la vasca, la andaluza y la canaria, pongamos por caso. 
También desconozco si estas otras televisiones –incluso las catalanas- pueden ser recibidas mediante satélite, mediante cable, o mediante pago.  De ser así, decirles que, o todo o nada. Y si no es todo, que los caprichos se los paguen del propio bolsillo, y que maduren.  Sobre todo que maduren, empezando a  independizarse de las barbas del papá Estado.
Mi ignorancia no me ha coartado a expresar mi opinión.  ¿Acaso no todos opinan, votan, deciden, muchas veces carentes de información, y otras, peor aún,  opinan y votan por intereses contrarios a ésta?
Y puestos ya a aparecer en la lista de los rebeldes a la causa, ¿dónde estaban quiénes ahora protestan, cuando nos borraron la recepción de los canales valencianos? ¿Acaso en aquella ocasión los problemas técnicos sí que lo eran? ¿Dónde estaban quienes ahora protestan, cuando en la última remodelación de la TDT perdimos, entre otras, la recepción del canal Explora?
¿Acaso sólo nos movemos cuando la tecnología azota desde un punto cardinal y nos mantenemos callados el resto de ocasiones?
Otro tanto ocurre con las polémicas antenas repetidoras de las señales de telefonía móvil. O del cableado eléctrico. Todo el mundo quiere teléfono móvil, chupar del Wi-Fi,  usar el skype y hacer trámites telemáticos,  pero nadie quiere la dichosa antena cerca de su domicilio, ni el cable en su fachada, ni la zanja abierta para enterrarlo. Ni el contenedor de basura.  Ni el vaciado del pozo mouras.  La farola en la fachada. La terraza frente a su domicilio, o el bar en su portal.
Aunque la información que nos bombardea estos días, nos diga que estas fechas son buenas para reflexionar, en esta ocasión, tras ella  hay otra cita, que invitan a todo lo contrario.  

Será eso, pues.

PUBLICADO EL 2 DE ABRIL DE 2015, EN EL DIARIO MENORCA.

DE IMPUTADOS A INVESTIGADOS

Dicen que la justicia es lenta, pero cuando la balanza  se inclina del lado inverso…..  Resulta que la figura del imputado, hasta hace poco era casi un privilegio.  Al  menos, nos repetían hasta la saciedad de que era un término garante de derechos.  Otro tanto les pasaba a los aforados, que incluso hubo quien sin ruborizarse siquiera, lamentaba figurar en la lista de  éstos porque sus fallos eran irrecurribles.
Ahora bien, cuando son legiones los políticos que pasean por las sedes judiciales, las imputaciones empiezan a ser incómodas –o menos garantes-.  Y si bien, no pueden evitar el entrar en sede judicial, sí esperarán salir con otra condición.  Imputar sería según el Libro Gordo de Petete, señalar con el dedo índice de la mano derecha  a alguien por alguna infracción recogida en el código penal en base a unos hechos investigados.  Ahora, no señalaremos con dedo alguno, ni a político, ni a  princesa ni a lacayo alguno.  Ahora, retrocedemos un paso y nos quedamos en la investigación.
Pero si la investigación va a más, y abrimos una causa penal y en éste escribimos el nombre y los apellidos del anterior investigado, en el momento que escribamos el nombre del susodicho en aquella pieza llamada causa, será denominado encausado.  Eso sí, con todas las garantías que el estado de derecho le reconozca.
Y de momento aquí se han parado.   Uno ya no sabe si porque no piensan cambiar más motes o si están a la espera que los juzgados avances en sus investigaciones.  La verdad es que decir que un miembro de la realeza o que un padre de la patria pueda ser condenado, penado, sentenciado, no suena nada bien.  Ni encarcelado, enjaulado, recluido, enclaustrado, ni privado de libertad.  Habrá que buscar términos menos hirientes para el decoro de esta jerarquía política.  Se me ocurre el de “privado de ciertos derechos” o tan simple como “sujeto bajo custodia judicial”.
Pero no. Seguro que alguien se basaría en algún criterio académico y diría que el término puede ser ofensivo para según quien.  Y aquí es donde  uno carga toda su artillería.  Si una separación matrimonial, se le denominó por activa y pasiva como “cese temporal de convivencia” ¿por qué no llamar  a una condena de prisión, el “cese temporal de la libertad deambulatoria”?

También es verdad que lo de corrupto suena mal.  Y ahora en elecciones, más que nunca. ¿Por qué no llamarlos “sujetos de mala praxis económica” o “entes erráticos en lo público”?  Tal vez, incluso alguno, lo enmarca y lo cuelga en la pared.
PUBLICADO EL 26 DE MARZO 2015, EN EL DIARIO MENORCA.

TIRAR LA TOALLA

La expresión que encabeza el escrito es como ya sabrán, sinónima de abandonar el carro y coger las de Villadiego.  ¿Quién no se ha planteado en alguna ocasión tirar la toalla y que sean otros los que empujen el carro?
Otros en cambio, más que facilitar el paso a los demás, se apuntarán al carro  vencedor, y seguirán  llevando ellos mismos las riendas.  Son los más listos, sin duda. Menos románticos, eso sí, pero con más posibilidades de éxito.
Los menos inteligentes, los menos listos –mejor dicho-, nos aferraremos a palabras como honradez, sinceridad, lealtad, y unas pocas más que están en la escala a extinguir como rezaría en cualquier escalafón militar, para dejar paso a esta nueva generación que parece tener las horas aceleradas  y con ellas  devorar el mundo.  Y sobre todo, a su imagen y semejanza. 
Uno no es la primera vez que tira la toalla y  vuelve para ponerse el último de la fila   en busca del sustento diario.  Aún conserva aquel camuflaje aprendido en la mili y que en tantas ocasiones ha necesitado para sobrevivir en el intento.  Ahora, de nuevo, tira la toalla, se embute aquel traje camaleónico, y espera el rancho como cualquier otro hijo de vecino.
Echa de menos a Federico y a Mô quienes por cuestiones de caracteres no salen ya  en estas páginas.  Ellos eran como  terapia, el desahogo en el que llorar y expirar sus ansiedades.  Sus miedos, y sobre todo, sus frustraciones.  Pero todo es cíclico en esta vida –para algunos, claro-.
Y la crisis también es cíclica, y en esto ya se apoyan en cálculos estadísticos y pretéritos. Y de crisis, muchas.  Variedad al antojo de uno y de los demás.  La crisis es como ya  la gripe,  en la que todos están griposos, aunque sea  un simple resfriado, una alergia o la simple resaca de una noche loca y desmesurada.
Y con ella muchos han aprendido.  Otros, sólo hemos observado.  También otros han aterrizado sin pista, sin tren e incluso sin dientes, como diría el chiste de la bicicleta.  Si retrocedemos al inicio del escrito, relacionaremos a algunos de  este pelotón, escuadrón o como se le llame, como integrantes  de aquella legión de listos que se apuntan, innovan y se suben al carro del vencedor.  No todos, pero algunos se transforman, y no con pieles camaleónicas.
Y ellos no tirarán la toalla, no.  Si cabe,  recogerán las de los demás, copiarán y pegarán las mismas,  y se harán su paseíllo, su alfombra de color, y desfilarán sobre ellas.  Y volverán banderas victoriosas, sí…..
Otros, seguirán tejiendo las toallas.

PUBLICADO EL 19 MARZO 2015, EN EL DIARIO MENORCA.