"WASAPEANDO", QUE ES PRESENTE.

Aunque muchos piensen que es gerundio, lo cierto es que el intercambiar mensajes  por WhatsApp es presente, tan presente que incluso la RAE acepta incluir entre sus sustantivos una marca comercial, españolizar al enemigo lingüístico dirán algunos.
Y muchos deberían aprender de la RAE, no tan sólo gramaticalmente hablando –que de entre estos me incluyo- sino del mérito de supervivencia.  Lo que parecía ser un reducto del castellano antiguo con fecha de caducidad y togado de unos ancianos cargados de siglos de historia, se ha convertido en un motor que absorbe, degluta y da vidilla a una lengua, a un idioma, a un algo que nos une, como pensaría el hijo del Jefe del Estado en el Día de la Hispanidad, de España o de la Raza. Y del Pilar, vamos.
Y eso tiene de bueno el idioma español.  Un mismo día, tres festividades.  O cuatro.  Y es que ya no de nombres vive el español.  ¡Que de festividades también se vive!. Aunque eso sí, de cada vez menos, y muchas de ellas, a medias.   Como si con tanta crisis, necesitáramos las fiestas para recorrer los centros comerciales para si no gastar, al menos pasearse escaparates.  Que entre tantos, alguno nos seduce.
¡Como los móviles, vamos!.  Que sin ellos no wasapeamos.  Y hoy día, no wasapear es ser un bicho raro.  Como no tener internet,  no entender de fútbol y no llevar las últimas deportivas del escaparate de marras.  Y eso que la crisis marca terreno y los bolsillos tocan fondo en peores lodos que los conocidos.
Adolescentes y pre-adolescentes, niñatos todos  armados del artilugio  de marras, muchos de ellos sin saber conjugar un verbo ni conocer refrán alguno, hacen perdidas, se encuentran en foros, mandan mensajes de texto e inventan un nuevo lenguaje que retuerce  tripas a cualquier lector atrevido.   El wasap al menos, aligera la carga negativa.  Es gratuito, o al menos ya no tiene uno sorpresas con ellos.  Es universal por cuanto la edad ya no es obstáculo en el entendimiento generacional –un corrector ayuda lo suyo-.  Y es rápido, llamativo, de moda, vamos.
Desconozco si hay más.  Si hay más lenguas, vamos. Idiomas, dirán.  Desconozco si este corrector que ayuda al entendimiento entre generaciones lo habrá en català, euskera, galego o polaco.  Y si no lo hay, seguro que lo habrá.  O lo inventará algún emprendedor de estos tan de moda.  Que al final, de tanto repetirlo, la moda y los políticos son los que ganan.

Otros añadirán que los que ganan son los que están tirando de los hilos.  Y no precisamente de la telefónica.

PUBLICADO EL 17 OCTUBRE 2013, EN EL DIARIO MENORCA.