NAVIDAD COMO EXCUSA

A  uno le dan ganas de marcar su territorio y declararse independiente del resto.  Habitar en una cueva y vivir de lo que pueda uno conseguir. Pero hoy en día esta vuelta al pasado no es posible. La cueva tiene dueño, está protegida por las leyes y  en cuanto al cazar y pescar, también tienen sus reglas.  Y sus tasas.

El trueque sale caro y también paga impuestos.  Seis puntos nos separaban de una foto, y once ausencias de un gobierno.  Y hasta en eso lo complicamos.  Unos alargan la mano mientras que los otros rebobinan para que la mano activa sea la suya y no la del vecino naranja.  Y no hablemos de la retórica del “no es no”.  Frase cansina y llena de personalismo.

Personalismo, personalidad más bien, la de Mariano, que haciendo gala de buen gallego, traza el doctorado del buen político en situación adversa.  Rodeado por todos los francos, es capaz de ganar tiempo y despistar al adversario.  Uno ya no sabe si  da media vuelta y sigue avanzando, o simplemente ha parado el motor y deja que el oleaje lo guíe. Vaya a la deriva o mantenga el rumbo, lo cierto es que todos vamos en el mismo barco.  Y de momento, flota. Y navega.

Mientras, Pedro Sánchez dice lo suyo. Y algunos de los suyos, dicen todo lo contrario.  A Pablo, parece se le haya parado  el tic-tac de su reloj y no aparece ni por asombro. Sus homólogas de Madrid y Barcelona parece se han dado un respiro y han dejado de ser noticia diaria.  Al menos, algo habremos ganado.

Pero el reloj sigue avanzando. Quienes no avanzan son los políticos. Ni investidura ni presupuestos. Unos prefieren ir a terceras elecciones.  Otros, también.  Pero lo cierto es que ambos lo que quieren es gobernar.  El PP sabe que la abstención le favorece. Y no rehúsan llegar en funciones a la Navidad. Es más, les debe apetecer tomarse las uvas con la alegría en el cuerpo.  El PSOE lo ve difícil ahora y mucho más, después.  “Ni contigo ni sin mí”, parece ser el eslogan de Pedro.

Y Mariano juega su mano.  Su silencio le favorece. Ahora es su turno, su tiempo, como ya lo tuvo Pedro anteriormente y no supo aprovecharlo.

Al ciudadano de a pié, poco le importan los tiempos de uno,  las ansias del otro. El teatro de todos.  La irresponsabilidad de muchos.  Al ciudadano sólo le importará tomar el turrón en casa, con su gente, y no tras una mesa electoral acompañados de apoderados e interventores. Y demás gente ajena.  Aún sabiendo que su ausencia en el colegio electoral, signifique la  pierda de un gratificante aguinaldo. 


Feliz  Navidad.

PUBLICADO EL 25 DE AGOSTO DE 2016, EN EL DIARIO MENORCA.

EL TOPE Y EL TECHO

Nos quejamos por todo.  Y con razón.  Cuando no nos dejaban pasar por el Camí de Cavalls, no paramos hasta conseguir el libre paso.  Ahora, resulta que pasa demasiada gente y tendremos que poner límites.  Las playas las queremos vírgenes y limpias, y si fuera posible vacías.  Pero queremos que vengan turistas y que gasten sus ahorros en nuestra roqueta.  Y el turismo busca la playa azul que fue portada publicitaria.

Queremos mucho turista y poco turismo por carretera.  Y la escasez provoca carestía. Llegamos  incluso a suspirar el turismo de calidad en detrimento del de mochila que en su día, abanderaba cierta cultura nacionalista. Un turismo de calidad sin grandes hoteles ni oferta complementaria, y eso sin nombrar la alergia que nos producen los campos de golf y demás elitismos que les acompaña.

Queremos energías renovables e impedimos la instalación de placas fotovoltaicas y aerogeneradores.  Queremos lo bueno de uno, y rehusamos lo malo del mismo. Queremos todo  a nuestra conveniencia. Incluso el turismo.

Y eso no es posible.  La masificación redunda en que abarata los costes, pero nos masifica también nuestra vida.  No existen dos vidas paralelas, sino que debemos convivir con ellos.  Con sus defectos.  Y con sus ventajas.  Al menos, crean puestos de trabajo, dirán algunos.  Y foráneos, dirán otros.

Queremos turismo de calidad.  Y con  ello la subida de la cesta de la compra. Y la pérdida de puestos de trabajo.  Menos turismo, menos puestos de trabajo.  Más desempleo y desigualdad social.

Queremos, queremos….  No sabemos qué queremos. Lo queremos todo y no abarcamos nada. Tal vez, alguien tendría que repensar Menorca.  Dedicar el territorio para otro tipo de explotación.  Me imagino a alguien inventar industrias con qué reinventar nuestra economía desvinculada del turismo. Me imagino a alguien pensando en la explotación agraria. O la ganadera o la ovina, y sin necesidad del traslado a la península.

Luego, cuando podamos vivir sin la presión del turismo, podremos repensar también qué tipo de turismo necesitamos, qué tipo de turismo queremos y qué tipo de oferta  turística  queremos ofrecer. 

Pero antes, habrá que reinventarse muchos puestos de trabajo.  Reinventarse y sobre todo, renovarse.  Coger arados mecánicos y alejar chaquetas y engominados.  Y esto también costará.  Que una cosa es la teoría, y otra muy distinta, la práctica.


De momento se habla de limitar entradas.  Aforo en es Pla, en las playas, en la carretera…  O que no se muevan todos a la vez.

PUBLICADO EL 18 DE AGOSTO DE 2016, EN EL DIARIO MENORCA.

IVA Y ECOTASA

Cada cierto tiempo, cada vez que se destapa algún chanchullo de corrupción, aparece alguien quien intenta avergonzarnos sobre nuestra conciencia tributaria.  Nos recuerda que somos muchos quienes intentamos evadir el pago del IVA, y por supuesto carga sobre nuestras pobres conciencias, que con aquel dinero defraudado miles de pobres tendrían una comida caliente.

Nada dice el teórico de la moral ajena, que verdades a medias, son mentiras agravadas. De su chistera, el mago del embuste intentará dibujar una cortina de humo con la que desviar aquel odio hacia un sentimiento de culpa propia.  Y no es así, no.

No es así, y puede incluso ser todo lo contrario.  El Estado recibe la misma cantidad si usted paga una reparación con IVA o sin ella.  El dinero para pagar el plato caliente al sintecho, está allí.  Otra cosa es que el mendigo se quede sin sus alubias porque algún amigo del político se ha llevado las alubias, el plato, el cubierto y la encimera.

Y eso es así, porque el empresario es el encargado de recaudar e ingresar al erario público la recaudación. Y el Estado permite en según qué casos, pagar por estimación objetiva, o lo que se conoce por módulos.  O sea, un montante anual, y listo.  Una vez el empresario ha recaudado el total de su anualidad convenida, el resto es negocio para el empresario.  La gratificación, vamos.

Y si el empresario le permite a usted no pagar el IVA, lo único que hace es dejar de ganar una propina.  El cliente se ahorra un tributo añadido, y el empresario invierte aquella propina en mantener la lealtad del cliente. Ni más, ni menos. Al pan  pan y a las alubias  alubias.

Y ahora con la ecotasa, otro tanto de lo mismo.  Primeramente por ser una chapuza.  Lo pagan quienes se hospeden en un alojamiento turístico, sea o no turista.  Pero ojo, que el mochilero que pernocte en cualquier rincón de nuestra costa, no cotiza.  Las autocaravanas tampoco. Los yates, pues tampoco. Los jubilados del Imserso, tampoco. Los menores, tampoco.  Ah!, el residente balear que por cuestiones de trabajo tenga que viajar a otra isla, éste sí que cotiza, aunque ya abone sus tributos en la misma caja, aunque el agua que consuma en el hospedaje sea la misma que deje de consumir en su domicilio.

Y chapuza también porque sigue los mismos pasos que con el IVA.  Los establecimientos podrán seguir pagando por módulos.  O sea, propina para el empresario. Descuentos y favores encubiertos. 

Y luego,  van y se quejan si se habla de favoritismo o de afán recaudatorio.

PUBLICADO EL 11 DE AGOSTO DE 2016, EN EL DIARIO MENORCA.

CON LLAVE

Un oyente de  radio llamó la semana pasada a la emisora.  Salió en antena y propuso encerrar a los políticos en el Congreso y no dejarlos salir hasta que se alcanzara la investidura de un presidente.  Así de claro.  No dijo nada de tirar la llave ni tampoco dejarlos sin comer ni beber hasta alcanzar un acuerdo, pero seguro que a algún otro oyente, eso mismo se le debió rondar por la cabeza.

Este oyente, dicharachero, comparaba la elección del Papa con la del presidente del gobierno. Si el encierro de cardenales funcionaba, cómo no funcionaría con los políticos, se preguntaba en las ondas.  Se olvidó de una parte esencial del juego, el Espíritu Santo.  Y la elección de los congregados. 

El papel de Espíritu Santo podría  encarnarlo en el caso que nos atañe, el rey Felipe VI.  El escollo vendría con los congregados. En el caso religioso, la elección de los purpurados trae  el aval de años de estudio y labor, y solo unos pocos son los nombrados.  En España, los purpurados políticos no vendrían avalados ni por lo uno, ni por lo otro.  Y eso, precisamente eso, los hace ya diferentes.

Y la fumata, seguro que también sería diferente.  Me imagino una inspección previa de los responsables de Riesgos Laborales, de alguna comisión de Medio Ambiente, de algún informe preceptivo del Consejo de Estado, de un pleno del mismo Congreso autorizando, modificando o incluso impidiendo tal o cual producto, papel o mecanismo para la fabricación del humo en cuestión.  Y ya no digamos la discusión sobre si el color blanco o negro era discriminatorio o alternaban los colores del arco iris para guiño de algún sector del electorado.  O el informe previo de Patrimonio Nacional si tenía que autorizar o no la habilitación de una chimenea para tal fin, y en base a qué partida presupuestaria. Y ya no digamos de la negociación con el comité de empresa sobre el cursillo de habilitación que homologue el título correspondiente para el encendido, manipulación y apagado de dicha fumata y el baremo del concurso oposición para la elección de candidatos a dicha plaza.

Llegado a este punto, y vacaciones estivales por medio, uno ya duda de que los tiempos no se alargaran a después del tiempo marcado por unas posibles terceras elecciones.


Otras opciones no se plantearon en antena, pero sí en el transcurso de este diálogo con el teclado. Uno ya duda si es o no por  la intersección del Espíritu Santo, pero tal vez  una paralización del cobro de sus sueldos, animaría a sus señorías a tomar alguna decisión.


PUBLICADO EL 4 DE AGOSTO DE 2016, EN EL DIARIO MENORCA.