155, BINGO

Uno ya pierde la noción de cómo titular los escritos y ser respetuoso con las formas.  Cuando el cinismo, la provocación, la manipulación y la mentira son las únicas formas de actuar de ciertos personajes de la política catalana, a uno le viene el arrebato de llamarles por su nombre y que recurran a los juzgados después. Pero no, el sentido común, la educación, la moderación, y sobre todo, el respeto hacia los demás, te hacen desacelerar aquel subidón de adrenalina y mantenerte dentro de las normas de juego.

Las normas del juego, las leyes, la tolerancia con el prójimo, son sencillamente parte de un único y a la vez, amplio concepto: Democracia. Así de claro, así de sencillo. Democracia a la que los secesionistas catalanes, siempre presuntamente, claro, aborrecen. O al menos, la democracia que nos hemos dado, que hemos votado, y que, les guste o no, debemos luchar para que permanezca. ¡Una persona, un voto! ¡Qué más justo!

Y la independencia, claro que sí: en los poderes del Estado. Independencia del Poder Judicial, en no adoctrinar con falsos libros de historia, independencia en el pensamiento de cada ciudadano, en la libertad de expresión, en los medios de comunicación, en la de expresarse en cualquiera de las lenguas oficiales…

Por un momento, los hechos te trasladan a la historia no desvirtuada: al año 1933 cuando Hitler asumió, democráticamente, el poder de Alemania y a las famosas policías políticas. Y también te acuerdas, ya por vivencia propia, de aquella noche en la que el Congreso de los Diputados estuvo secuestrado por aquel engaño generalizado.

Y no quieres que ello se repita. Y mucho menos en Cataluña, en España. Y te aborrece ver ciertos especímenes de la política mintiendo descaradamente al populacho. Y te asquea ver a otros populistas seguirles el juego en busca de su propio interés. Y aplaudes, eso sí, a quienes por una vez, han dejado atrás sus intereses políticos y sus ambigüedades, y han hecho causa común en la defensa del estado democrático y de la unidad de España.

Los secesionistas deben tener claro, que este ya famoso y desconocido hasta el momento, artículo 155 de la Constitución de todos, les ha tocado por suerte, dígase por Bingo o por la Grossa, como dirán esos señores de la barretina y del caganer. Y no ha sido por suerte del destino, sino más bien, por la ley de las probabilidades. Y es que, habían fotocopiado todas las participaciones. Vamos, que sí o sí, les tocaba.

Pues eso: artículo 155 ¡Línea y Bingo!
 
 
PUBLICADO EL 26 DE OCTUBRE DE 2017, EN EL DIARIO MENORCA.
 



BALEARS 2.030

Uno pensaba  hablar del sexo de los ángeles, por aquello de alejarse del espectáculo bochornoso que dan los nacionalistas catalanes, pero la urgencia ha propiciado una mirada al ombligo propio. A Baleares,vamos.

Y es que entre bomberos que apoyaron la consulta ilegal catalana y quienes desde Baleares les gustan incendiar los comentarios, vamos apañados.  Ahora, ya tenemos fecha propuesta: año 2.030.  Diez arriba, diez abajo, tanto les da.  Y añaden, “en cuando exista masa social que lo requiera”. Y aparece la pregunta: ¿a la masa social la fabricamos, la incentivamos o simplemente esperamos por si aflora?

Hablan de consulta, pero nada hablan del método.  ¿Será  al más puro estilo catalán, a imagen y semejanza del régimen bolivariano, o civilizado, Europeo, vamos?

Y trece años no son nada.  Y tres, mucho menos.  Sólo con hacer  un “copia y pega” del nacionalismo catalán, tenemos el proyecto redactado.  Adoctrinamiento en los colegios, guetos y señalamiento.  También habrá que pensar en recomponer la historia.  Tal vez, aquellos moros que el rey Alfonso III,  hizo “desaparecer” cuando “poblaron la isla de “bona gent catalana”  convendría que los vistiéramos de españoles, aunque España por aquel entonces no existiera aún. De esta forma, el odio, el rencor, hacia todo lo que sea español encontraría una base histórica en que basarse.

De momento les faltan los perroflautas y los de extrema izquierda.  En Balears, por suerte –hasta el momento- no tenemos la CUP ni nada que se les parezca.  Los nacionalistas, por definición histórica, son de derechas. Los partidos, llamémosles, constitucionalistas, españolistas y demás, son mayoría.  Otra cosa es que algún dirigente, con sus guiños, pueda traicionar al resto.  Pero, de traidores, siempre ha habido.  Como de corruptos, vamos.

Hablan estos señores de una consulta para la independencia, pero uno desconfía.  Y desconfío porque los dependientes no pueden, saben o quieren ser independientes.  La duda y la desconfianza se refleja en los vínculos catalanistas de este grupo.  ¿Independencia de España y dependencia de Cataluña, o de ambos? 

Muchas dudas en este intento pirotécnico para ocupar algunos reglones de prensa y algunas llamadas en las búsquedas en el Google.  De momento, sólo humo.  El problema serio será cuando empecemos a oír la mascletà.  Y no precisamente la valenciana. 

De momento, ya han conseguido que Caixabank no vaya a Palma, por aquello del reto nacionalista. 


A eso se le llama hacer patria –y en minúscula-.


PUBLICADO EL 19 DE OCTUBRE DE 2017, EN EL DIARIO MENORCA.

EL PROBLEMA CATALÁN

Pues sí, es un problema y además,  catalán.  Vamos, que lo tienen ellos, y no nosotros.  Lo triste es que siendo su problema, creado por obra y gracia de unos cuantos, o de más de unos – dos millones según el re“cuento” de las fotocopias-  nos lo quieren endosar a los demás.  Y eso no es jugar limpio.

Como tampoco es jugar limpio el que uno vote cuatro veces –como mínimo-, que menores de edad también pudieran poner papeletas dentro de los tápers  made in P.R.C, que a una se le rompan los dedos de una mano y a la mañana siguiente se hubiera recuperado milagrosamente sin haber intercedido  La Moreneta, que las urnas llegaran algunas llenas de papeletas, que haya más votos afirmativos que votantes.  Vamos, que Maduro es un aprendiz al lado de ellos. 

Y ya no digamos de la trasparencia.  Que por no ser transparentes, ni los tápers chinos lo eran.  Y no digamos de las noticias que destapaban el desaguisado y  que habían aparecido en algunas redes sociales – a la red pública  la tienen bien sumisa y adoctrinada-  y de las que  sus filiales y afines ya se han encargado de hacer desaparecer.  O de los  presuntos chantajes a hoteleros para que pusieran de patitas en la calle al contingente policial.  O el trauma del día después que causaron a algunos menores escolarizados, al explicarles, en forma de cuento, lo ocurrido –versión aumentada y catalanizada- el día anterior.

Y no me extraña esta –siempre presunta- violencia, cuando incluso a  su propio himno, le cambiaron la letra para hacerlo más cruel.  El  original empezaba así:  “Catalunya comtat gran/ qui t’ha vist tan rica i plena!/ Ara el rei Nostre Senyor/ declarada ens te la guerra. //  Segueu arran! / Segueu arran, / que la palla va cara!/ Segueu arran!...”

Y luego claman –o mandan hacer clamar- por el diálogo ¿qué diálogo, si la única condición es sí o sí a la independencia? Y les salió bien porque, de artistas –comediantes, más bien- unos craks.  Lograron lo que pretendían y más. No la independencia, porque no está tan claro que la quisieran, sino al menos salir en los papeles, dar la vuelta al mundo gratuitamente y desestabilizar al resto de España.

De momento, el tiro les salió por la culata - y no precisamente de las armas que en su día denegó el Ministerio de Defensa su compra para armar a los Mossos.  ¿Se imaginan a los Mossos patrullando con TOAs, F16, MG 42? –

De momento, el fuego ha sido amigo.  Al menos, el capital –y no el de Marx- sale corriendo salvando propio y ajeno.


Y los españoles, más unidos.

PUBLICADO EL 12 DE OCTUBRE DE 2017, EN EL DIARIO MENORCA.

BULOS VIRTUALES

Como suele pasar con el Guadiana, de tanto en tanto, aparece el bulo de que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría Antón es hija del teniente general José Antonio (Antón) Sáenz de Santa Maria.  Vamos, que intencionadamente utilizan el primer linaje de ambos –aunque uno disociado-  y  el Antón del segundo apellido de la vicepresidenta con el de pila del militar. 

Es más, la intención es que se divulgue, ya sea por whatsapp, por Facebook, y por todo donde las redes sociales pueda entrar y motivar comentarios, insultos, y como no, compartir el bulo para que se extienda a más contactos y ramificar aquella red de engaño.

Los bulos también aprovechan cualquier acontecimiento, como los últimos atentados yihadistas para lanzar sus propias alarmas, o cuando buscan hacerse eco de cadenas de apoyo a alguna causa de dudosa veracidad.  O incluso con el desaguisado  sedicioso.

Y nadie -o pocos-  van y comprueban la veracidad o no, de lo  compartido.  Y si el comentario es de nuestro agrado, ya va bien poder “pasarlo” con la excusa de que  uno no ha sido el autor del mismo. Vamos, escondiendo el miedo y tapando la responsabilidad.

El último que me ha llegado, y del  que unos reniegan  y otros aplauden, es el que concierne al progenitor y al abuelo del líder de la formación morada.  Y lo curioso del caso es que, de éste, cuando consultas por internet encuentras bastantes referencias que intentan confirman que el “supuesto bulo” pierde lo que tenga de bulo y se convierte en verdad.  Pero claro, ¿quién es capaz de afirmar sin documentación palpable y contrastada de  que el abuelo del susodicho fue condenado tras la guerra civil por actos nada misericordiosos, o incluso que su padre fue detenido por pertenencia al grupo terrorista FRAP?

Y de estos dos bulos con nombres y apellidos, lo que me asombra es el trato diferenciado que se da a ambos.  Al primero, al de la vicepresidenta, y a su vez, debidamente contrastada su falsedad, los comentarios que llegan son del tipo “de aquellos barros, estos lodos”.  En cambio, al del segundo, al del líder de los morados, y del que, de momento parece ser  más complicado demostrar  la falsedad de lo dicho, el comentario más hiriente sería del tipo de que “los hijos no son responsables de los actos de sus progenitores”.

Vamos, que aquello de que “unos nacen con estrella y otros estrellados”, tiene mucho  que ver.  Y que las capacidades, actitudes y aptitudes, son puro relleno.


Y de estrellas, o esteladas,  mejor pasar hoy.

PUBLICADO EL 5 DE OCTUBRE DE 2017, EN EL DIARIO MENORCA