EL PROBLEMA CATALÁN

Pues sí, es un problema y además,  catalán.  Vamos, que lo tienen ellos, y no nosotros.  Lo triste es que siendo su problema, creado por obra y gracia de unos cuantos, o de más de unos – dos millones según el re“cuento” de las fotocopias-  nos lo quieren endosar a los demás.  Y eso no es jugar limpio.

Como tampoco es jugar limpio el que uno vote cuatro veces –como mínimo-, que menores de edad también pudieran poner papeletas dentro de los tápers  made in P.R.C, que a una se le rompan los dedos de una mano y a la mañana siguiente se hubiera recuperado milagrosamente sin haber intercedido  La Moreneta, que las urnas llegaran algunas llenas de papeletas, que haya más votos afirmativos que votantes.  Vamos, que Maduro es un aprendiz al lado de ellos. 

Y ya no digamos de la trasparencia.  Que por no ser transparentes, ni los tápers chinos lo eran.  Y no digamos de las noticias que destapaban el desaguisado y  que habían aparecido en algunas redes sociales – a la red pública  la tienen bien sumisa y adoctrinada-  y de las que  sus filiales y afines ya se han encargado de hacer desaparecer.  O de los  presuntos chantajes a hoteleros para que pusieran de patitas en la calle al contingente policial.  O el trauma del día después que causaron a algunos menores escolarizados, al explicarles, en forma de cuento, lo ocurrido –versión aumentada y catalanizada- el día anterior.

Y no me extraña esta –siempre presunta- violencia, cuando incluso a  su propio himno, le cambiaron la letra para hacerlo más cruel.  El  original empezaba así:  “Catalunya comtat gran/ qui t’ha vist tan rica i plena!/ Ara el rei Nostre Senyor/ declarada ens te la guerra. //  Segueu arran! / Segueu arran, / que la palla va cara!/ Segueu arran!...”

Y luego claman –o mandan hacer clamar- por el diálogo ¿qué diálogo, si la única condición es sí o sí a la independencia? Y les salió bien porque, de artistas –comediantes, más bien- unos craks.  Lograron lo que pretendían y más. No la independencia, porque no está tan claro que la quisieran, sino al menos salir en los papeles, dar la vuelta al mundo gratuitamente y desestabilizar al resto de España.

De momento, el tiro les salió por la culata - y no precisamente de las armas que en su día denegó el Ministerio de Defensa su compra para armar a los Mossos.  ¿Se imaginan a los Mossos patrullando con TOAs, F16, MG 42? –

De momento, el fuego ha sido amigo.  Al menos, el capital –y no el de Marx- sale corriendo salvando propio y ajeno.


Y los españoles, más unidos.

PUBLICADO EL 12 DE OCTUBRE DE 2017, EN EL DIARIO MENORCA.