Si después de
cada cita electoral los titulares que aparecen en los medios de comunicación es
que todos los partidos han ganado; uno porque ha sacado más votos que en la
última confrontación, otro porque obtiene más escaños, y el último porque ha
salido mejor parado de lo que le pronosticaban las encuestas, nadie podrá dudar
que tras la moción de censura que ha llevado a Sánchez a la presidencia del
gobierno, esta vez, todos y absolutamente todos, han –hemos- ganado.
Sánchez, porque
por fin ha hecho uno de sus sueños realidad.
Ser presidente del gobierno de España era su ambición más a corto
plazo. Y por fin su sueño se ha
cumplido. Lo próximo, ya no depende de
él ni de Rajoy, sino de los
españoles.
Rajoy aunque no
se lo crea aún, ha ganado porque se ha quitado de un plumazo el tema catalán de
encima. Y el de la corrupción en su
partido. En pocas horas, la libertad de
ser aquel Mariano de siempre, se ha hecho realidad. Su trabajo ahora será la de intentar que la
historia lo recuerde como aquel que tripuló la nave España en un momento de
zozobra y lo llevó a buen puerto. Y
borrar toda duda de corrupción. El
método de la avestruz funciona en muchas ocasiones, pero en algunas, acaba por
sacrificarle a uno.
A los españoles,
pero sobre todo a los baleares, bien nos
vendrá que ambos gobiernos -autonómico y estatal- sean del mismo color. De un plumazo, los REBs, RABs y RUBs serán
aprobados. Las carreteras tendrán más
inversiones. Los descuentos de residente para viajar a la península aumentarán
que incluso cobraremos para que viajemos… Vamos, un paraíso en el que ni Adán
ni Eva hubieran soñado.
Pero habrá un
pero, el pero de Pedro. El reajuste que según anuncian desde Bruselas deberá hacerse
en los presupuestos para cumplir el déficit, será la excusa perfecta para
incumplir este paradisiaco momento de cuento de hadas. Ni los pensionista verán revalorizadas sus
pensiones, ni los baleares tendremos mayores descuentos para viajar. Eso sí,
seguro que los catalanes –la mitad, al menos- saldrán beneficiados. Y con ellos los cabecillas rebeldes. Será
el pago para perpetuarse en el libro de la historia.
Todos han
–hemos- ganado, sí. Incluso los
diputados y senadores que de momento continúan en sus puestos sin necesidad de
purgarse ante los suyos, como hubiera ocurrido en el caso de haberse disuelto
las Cámaras.
Por la que me
sabe mal es por Carmen, la que fuera Secretaria de Estado de Comunicación. Al menos los pensionistas estarán contentos
por ella.
PUBLICADO EL 7 DE JUNIO 2018, EN EL DIARIO MENORCA.