Cuando
Sánchez dijo que “el Gobierno tendría
varias voces, pero siempre la misma palabra” no mintió, sólo se
equivocó. Poco a poco nos iremos dando
cuenta de que nuestro camarada presidente no es un mentiroso. Ocurrió también cuando dijo aquello de que “no dormiría por las noches si aceptaba las
imposiciones de Iglesias” y poco tiempo después abrazaba un gobierno de
coalición con la extrema izquierda.
Podríamos
seguir enumerando una a una las cientos de equivocaciones –que no mentiras- de
nuestro camarada presidente. Pero uno no
es rencoroso y para ello ya habrá tiempo para que alguien escriba un libro –una
trilogía, más bien- si esta legislatura se alarga en el tiempo.
“Seguid apretando. Lleváis razón”,
eso dicen que les dijo el camarada Iglesias a las organizaciones agrarias
cuando se dignó hablar con ellas. “Apreteu i feu bé d’apretar” les dijo
Torra a los CDR. Vamos, que la extrema izquierda y la extrema
derecha por una vez, aunque sólo sea de palabra, están de acuerdo.
Lo
curioso del caso es que ambos, Iglesias y Torra, son miembros de Gobierno. Uno, timoneando a escondidas, y el otro
siendo timoneado a plena luz. Y ambos
pidiendo al pueblo que presione, que salga a la calle para conseguir sus
intereses. ¿Por qué mandan presionar si la solución depende de ellos? ¿Acaso
necesitan algún muerto para conseguir
sus objetivos?
¿Habrá
hablado Iglesias con Grande-Marlaska para que las fuerzas del orden no repriman
a los agricultores si provocan disturbios? ¿O será Sánchez quien habrá ordenado
a la Fiscalía que no actúe contra quienes incitan a los agricultores a que
sigan apretando? Por si acaso, adviertan al camarada Ábalos que no se acerque
por allí, que seguro le cuelgan el marrón.
Y
las cuentas no le salen al Gobierno progresista. Las suyas, sí, claro, las que no les salen
son las del resto de españolitos. Ahora
ya lanzan el globo sonda para que las CCAA igualen los tributos propios por
arriba. Vamos, que morirnos nos va a
salir más caro. Y ya no digamos el
viajar, que eso de volar es un lujo.
Llegará el momento en que el imperativo estará al orden del día.
“Apretad el cinturón” que vienen curvas,
y uno no sabrá si es que nos quieren delgados por aquello del colesterol, que
las maletas que llegaron de Venezuela son de tallas pequeñas, o que de verdad,
la economía está hundida. Vamos, que no
hay brotes verdes.
Al
camarada Sánchez sólo le faltará que ZP nos diga que la culpa de que no haya brotes
verdes es del cambio climático. Apaga y
vámonos.
PUBLICADO EL 27 DE FEBRERO DE 2020, EN EL DIARIO MENORCA.