¡Eureka!
dirán algunos. Sin duda los marqueses
republicanos han logrado colapsar el noticiario, desvirtuar toda realidad y por
qué no, aniquilar toda ilusión que no fuera la suya. Si fuera franquista, diría que con la salida de Franco del Valle
de los Caídos, éste se reencarnó en los de Galapagar, pero no. Franco no era tan rebuscado –ni necesitado- como para inventarse tanta estúpida excusa
para salir en el NO-DO. Ni suspender las
vacaciones por falta de atunes ni peces
espada.
Acción-reacción
es el método usado por este marquesado aún sin Grandeza de España. Este verano pasará a la historia, sin
duda. Y lo hará de mil maneras, según sea el cronista que dibuje las letras,
los guiones y los espacios. Así ha sido
siempre desde antes que alguien
escribiera que buena gente de habla
lemosina nos invadió –y aniquiló todo
moro viviente-. Y ahora más. Más y peor, si cabe. ¿Qué se leerá dentro de cien
años de lo ocurrido ahora?
Ha
sido –y es- un verano colapsado de noticias, de bulos, de improvisaciones y
como no, de intentos de romper los pilares de la convivencia. Y así estamos. Reaccionando tras cada acción, adelantándonos
en algunas, y por qué no, reprogramando y reseteando el sistema democrático al
antojo de esta nueva nobleza republicana.
Eso, por no hablar de tanta ignorancia enmascarada –y nunca mejor
dicho-.
El
jarabe democrático se ha reescrito como jarabe de palo para algunos, y jarabe
de pico para los otros. El caso Dina, la caja de solidaridad y el contubernio
antipodemita, podría bien haber sido traducido como el machismo, la corrupción
y por qué no, la dictadura bolivariana.
Pero no, cuando uno es el poder y puede, podemos decir que Franco era un
recluta al lado de estos nuevos caudillos de nuestros días. De estos nuevos Generalísimos del ejército del
pueblo, para el pueblo y sin el pueblo.
Con
tanto colapso desinformativo, decido pasar de la crítica política –y sin que
sirva de precedente- . Y qué mejor
opción que decantarme por la famosa cuestión bizantina, la del debate sobre el
sexo de los ángeles. ¿Tienen sexo los ángeles?
No
será fácil, no. Sin duda, en nuestros días, esta pregunta sería sólo una parte
del todo. ¿Debería añadir también sobre
el color de la piel, raza, tendencia e incluso si son monárquicos o
republicanas? ¿Y qué más da, tanta trampa saducea?
Pero
ello no es el problema. Ni políticas de derechas ni de izquierda, ni
monárquicas ni republicanas. La cuestión
real es que vivimos rodeados de fariseos. Y fariseas.
PUBLICADO EL 27 DE AGOSTO DE 2020, EN EL DIARIO MENORCA.