JUANA, JUAN, JUANO, JUANE

 

Y podríamos continuar el título con las variantes Juanu y Juani.  Al fin y al cabo no hay que trabajar mucho la mente para ser titular de una cartera ministerial y dar la nota.  Por lo visto, con sólo saber las cinco vocales uno ya puede dictar normas y ya no digamos si además domina lo del “copiar y pegar”.  Y no voy a hacer comentario alguno sobre  camas y  machos alfas, porque por mucha libertad de expresión que exista, pienso que la educación debe primar sobre todo lo demás. 

Hoy voy a intentar ser irónico y  además  políticamente incorrecto.  Vamos, que voy  a intentar ser sincero y no morir en el intento.  Y es que a mí tanto me da que existan personas que quieran identificarse como cisgénero, transgénero, transexual, de tercer género, bisexual, asexual y demás términos que  se han puesto de moda.  A algunos nos dará la sensación que es más por crear ministerios que por resolver el problema, si es que llega a tal.

Soy de la opinión de que lo más lógico, lo más sencillo, lo más ecuánime, sería que desaparecieran del ordenamiento mental y legal todo lo relacionado con las discriminaciones. Si tendemos a eliminar fronteras, a eliminar desigualdades, ¿por qué no empezamos a eliminar identidades?  ¿Por qué debemos registrar si es hombre, mujer o lo otro? ¿Acaso no nos referimos a una persona? ¿Acaso no tendrá los mismos derechos sea o se le llame una cosa u otra? ¿Qué más da si  alguien prefiere que se le llame ello, en vez de él o ella?  O elle.  O elo.

Lo mismo ocurría con  el estereotipo del pelo.  Si ya no nos asombramos al ver a una mujer con el pelo rapado ni a un hombre con coleta, ¿por qué hacerlo pues con su identidad? ¿Acaso tienen alguna desventaja fiscal o legal el que una persona se llame Manolo,  Manola o Manolu? ¿Y si dos Manolos pueden casarse juntos por qué no pueden casarse Manolu con Manole, por ejemplo?

Vamos, que da la sensación que en vez de solucionar problemas, hay quienes solamente existen para crearlos.  O lo que es lo mismo, crear la necesidad para vender la solución, como suele decirse en términos empresariales.  Así no es raro que en algunos ministerios falte trabajo, y a algún@ incluso les dé tiempo para hacer de niñeras de otros.  Y mira por donde, estos otros puede que sean los mismos.

Y lo más triste de toda esta propaganda orquestada es que algunos pocos -doctorados en manipulación- pasarán a la historia por legislar tonterías como éstas, y otros muchos que habrán servido al Estado en la sombra, permanecerán  en el olvido.

 

PUBLICADO EL 11 DE MARZO DE 2021 EN EL DIARIO MENORCA.