El escenario estaba servido al más puro estilo americano: Jardín, mesa, artistas e invitados. Y por supuesto, los medios de comunicación. El sueldo de Iván Redondo está bien rentabilizado, al menos para Sánchez Castejón. Y hasta aquí todo correcto. Los sindicatos y la patronal afín junto con el Gobierno, firmaban un documento que nada tendría que ver con las declaraciones posteriores del ministro del ramo.
Vamos, que mientras los artistas del evento anunciaban a bombo y platillo que “s'operació ha anat bé”, el ministro puntualizaba “però madona és morta”. Y eso que sólo se había acudido a la consulta del preoperatorio. ¡Cualquiera se fía entrar en un quirófano con semejantes personajes!
Suerte que la rectificación posterior del ministro Escrivá terminó con el incendio. Vamos, que la cosa se quemó del todo. Del “no fue su mejor día” al que se le “mal interpretara”, no logró –tampoco quiso- que cambiara el sentido de sus palabras. Vamos, que una cosa es ser político y otra muy distinta profesional en esto de la economía. Unos piensan lo que dicen y los otros dicen lo que piensan.
Ya me imagino las deliberaciones de los Consejos de Ministros, Ministras y Ministres. Cada uno a lo suyo y a ver quien la dice más gorda. Ni leyes ni normas, ni sentidos comunes. Para algunos –y bastantes muchos- la dictadura de los votos es más importante que las normas que, democráticamente, deben regirla.
Y Escrivá falló por dos veces. Primero por hablar y rectificar mal, y segundo, por ser incapaz de cambiar de chip. Son muchos –demasiados diría- que están anclados en que las pensiones de jubilación deben sufragarse con las retenciones a los trabajadores. Y que si no hay dinero, pues no hay pensión.
Y lo peor fue cuando salió Sánchez a defenderlo. ¿Quién se fía ya de Sánchez?
Y me pregunto ¿De dónde sacan las pensiones de los ministros y parlamentarios? ¿Acaso lo pagan de las retenciones –que no se retienen- de los parlamentarios y ministros en activo? Las ayudas de los subsidios, ERTEs, migrantes y demás ¿salen también de algún impuesto a los migrantes ya venidos, a los ERTEs aún no establecidos? ¿Cuándo se acabe el dinero recaudado para los migrantes y los ERTEs, se acabarán los subsidios?
Hay que hacer algo, está claro. Tendrán que sacar el dinero de los presupuestos o de donde les salga. También está claro.
Lo que no está tan claro es que salga de la boca de un gobierno social-comunista. Al menos, de social, no tiene nada. De comunista, cada vez más.
PUBLICADO EL 8 DE JULIO DE 2021, EN EL DIARIO MENORCA.