CAMPOAMOR Y KENT: LA CLARA Y LA YEMA

 

De una forma casi desapercibida se ha celebrado el noventa aniversario de la aprobación del voto femenino en España.  Y uno se asombra de la poca “propaganda” que desde el poder -y más estando  comunistas y socialistas al mando de la nave matria- se ha dado a la efeméride.  Un Gobierno capaz de movilizar a miles de ciudadanos en plena pandemia por banalidades, y es incapaz de celebrar un reconocimiento de “dalt de tot” a una luchadora íntegra, feminista y republicana.

La contestación a ello la encontraremos sin duda en la historia del momento.  Tres fueron las diputadas que entraron a formar parte de las Cortes republicanas del 31.  Clara Campoamor, Victoria Kent y Margarita Nelken (esta última lo hizo un poco más tarde que las otras dos).  Y aunque parezca increíble, sólo Clara Campoamor, del Partido Radical, estuvo a favor de aprobar el sufragio femenino. Y no tan sólo a favor, sino que fue la defensora a ultranza de dicha proposición,  y frente a sus propios jefes.

Victoria Kent del Partido Republicano Radical Socialista y Margarita Nelken del PSOE, estuvieron en contra. Y con ellas parte de sus formaciones a las que representaban.

Y es gracias a la historia –la que aún no ha sido censurada ni prohibida- que conocemos que el sufragio femenino aprobado en la Constitución del 31 fue gracias a que una parte de los socialistas, buena parte de la derecha y la ERC, votaron a favor.  Y lo más curioso, es que votaron en contra parte del mismo PSOE, de la Acción Republicana, del P. R. R. Socialista y del Partido Radical.

Y lo más triste y grave del caso, es que los argumentos más extendidos entre la izquierda parlamentaria del momento para votar negativamente al voto femenino, era que “la mujer española no estaba aún preparada para esta responsabilidad”; “el inculto voto femenino estaría muy influenciado por el clero, y por tanto votaría a la derecha”; “la histeria y debilidad psicológica son cualidades innatas a las mujeres y las impide ejercer de forma racional su derecho al voto”.

Vergonzoso, aberrante y machistas deberían de haber sido calificadas tales argumentos.

Y de las tres mujeres diputadas, sólo Clara Campoamor del Partido Radical defendió y votó afirmativamente la aprobación del voto femenino.

Al menos, la historia -la que no ha sido censurada ni prohibida- nos dirá que en la II República, la lucha por la igualdad de la mujer no fue patrimonio de la izquierda. Sino incluso lo contrario.

Ahora entiendo el porqué del apagón propagandístico de la efeméride.

 

PUBLICADO EL 7 DE OCTUBRE DE 2021, EN EL DIARIO MENORCA.