LA ÚLTIMA DE LA FILA

No me he equivocado de género al dar título al escrito de hoy, ni por supuesto he seguido las directrices del superministerio de Igualdad.  Tampoco he querido referirme al extinguido grupo musical, simplemente me he referido a Menorca.  Dudas también que el título haga justicia. ¿Somos realmente los últimos o definitivamente ya nos han borrado del todo?

No creo que nos hayan borrado -al menos- del todo, porque el voto de izquierda es predominante en nuestra tierra y de ello se abastece el Govern de Armengol. ¿Se imaginan cómo llegarían a tratarnos si fuera al revés?  Ya me estoy imaginando descalificativos en las apariciones públicas de integrantes del Govern, donde en vez de tildar al oponente de fascista, lo llamaría “menorquín” -eso sí, en castellano, que la normalización aun les cuesta a algunos y algunas-.

El último agravio que nos ha hecho el Govern capitaneado por la socialista Francina Armengol -o al menos el último públicamente conocido- ha sido el anuncio del programa de detección precoz del cáncer de colon que se va a desarrollar en todo el archipiélago, a excepción de Menorca.  Vamos, a los menorquines que nos den por donde más nos duela.

Y no tan sólo eso, sino que su nefasto argumento de excluirnos es que no tienen facultativos para hacer el seguimiento.  Vamos, que la primera prueba que la realiza uno mismo y se analiza en laboratorio no la hacen porque no podrán hacer la segunda en caso de dar sospecha.  ¿Acaso la mente de la titular de la Conselleria y la de sus asesores no son capaces de buscar una solución? ¿Acaso no pueden enviar un especialista una vez a la semana a realizar las pruebas que sean necesarias?

¿Acaso lo que pretenden es esconder la mala gestión en cuanto a políticas de personal durante todos estos años?  ¿Son conscientes en la Conselleria de que podrían estar prevaricando al negar a los menorquines, a sabiendas, el derecho a la vida y a la salud?

¿Y dónde están las voces del gobierno de Menorca reclamando este derecho a la vida de sus representados? ¿Será que el cribado se realiza a partir de los cincuenta años y nuestros actuales representantes no llegan aún a la cincuentena? ¿O es que con los sueldos que cobran de los presupuestos públicos pueden disponer de una sanidad privada?

¿Se le achacará la falta de facultativos al Covid, o seguiremos desviando las culpas al catalán?  Si la sanidad fuera otro tipo de administración, la representante del Gobierno de todos ya nos hubiera mandado a una gestoría.  Tiempo al tiempo.


PUBLICADO EL 17 DE FEBRERO DE 2022, EN EL DIARIO MENORCA.