Margarita Robles, la todavía ministra de Defensa y única “miembra” con sentido de Estado en el ejecutivo social-comunista de Pérez-Castejón, se equivocó. Y no se equivocó cuando, teniendo lo que hay que tener, fue la única del banco azul que defendió al CNI frente a los delincuentes condenados por sedición, no.
Margarita Robles se equivocó más adelante, en la
presentación de la nueva directora del CNI.
Allí, Robles dijo que “los que atacan a España se van a encontrar
enfrente al CNI”. Pues no, señora ministra, las cosas no son así, al menos en
la España de Pedro Sánchez. Con los
mismos vocablos, alterando solamente el sujeto, podría haber acertado y haber
dicho que: “El CNI se encontrará enfrente a los que atacan a España”. Vamos, como si hubiera dos sujetos, uno
activo y otro pasivo. Y ahora, por
supuesto, el pasivo tiene que ser el CNI, al menos mientras Sánchez esté vivo
-políticamente hablando, claro-.
Quien no debe gozar de buena salud política, sin
duda será Margarita Robles. Sus
discrepancias con Bolaños con relación a qué departamento correspondía la
seguridad de los móviles de presidencia en el momento del presunto ataque – y
que se saldó con un impuesto empate técnico- no habrá hecho más que cavar su
propia tumba política. Y en política,
los errores se pagan.
Tampoco me preocupa que cesen a la patriota
Margarita Robles. Nunca he entendido
cómo, personas que en teoría son inteligentes, puedan pertenecer a un ejecutivo
tan mentiroso y manipulador y lo peor, seguirle el juego al narcisista por
antonomasia. O al menos, una vez conocido
el percal que se gasta el presidente, que no sean capaces de abandonar el
barco. Vamos, dejar de ser un cooperador
necesario, como se diría en la jerga judicial.
Robles también se equivocó al permitir el cese de la
anterior directora del CNI -si de verdad no tenía responsabilidad alguna-, o de
no haberla cesado en su momento -en caso que la responsabilidad sí que la
afectara-. El utilizar -o permitir que
se utilizara- a Paz Esteban como chivo expiatorio no dice nada a favor de
ella. Además, según el BOE se cesó a Paz
Esteban a propuesta de la ministra de Defensa.
Vamos, que ni sustitución ni relevo.
Y el problema no es de ahora. Es problema de la
testosterona reprimida que hay en el gobierno de Pérez-Castejón -Antonio, para
más señas-. Vamos que el dúo Sánchez-Bolaños
sigue llevando los pantalones en los Consejos de Ministras. Y si a eso se une el hartazgo de algunos con
la ministra, el cóctel está servido.
PUBLICADO EL 19 DE MAYO DE 2022, EN EL DIARIO MENORCA.