EL TORO DE GUERNICA

 

¿O debería decir mejor “del” Guernica?  Lo cierto es que la primera vez que tuve noticias del cuadro titulado Guernica fue en el colegio.  Y de eso ya hace muchos, muchísimos años.  Vamos, de cuando Franco era cabo, como solía decirse por aquellas fechas. La primera impresión fue que había un toro, un caballo y mucha gente por allí.  Está claro que algo catastrófico quería significar el cuadro, y pues sí, te lo creíste.

Con el tiempo no acababas de entender por qué había un toro y un caballo y no había, por ejemplo, una gallina, un perro o un gato.  Más adelante aún, te faltaban edificios en ruinas, aviones sobrevolando y bombas explosionando.  Una cosa era que fuera un cuadro estilo cubista, surrealista y expresionista, como consultaste más adelante, y otra que faltaran elementos tan necesarios en un bombardeo aéreo.

Suele decirse que la duda ofende.  Pues allá ellos, los ofendidos.  Lees las interpretaciones de quienes mantienen la versión oficial y la verdad, alucinas. Alucinan ellos, más bien.  Sigues pensando que el toro y el caballo, la bombilla y el quinqué, nada tienen que ver con los bombardeos aéreos.  Te siguen faltando bombas y aviones.  Y edificios en ruinas.

Sigues buscando información y te aparece un torero.  Un torero muerto y no precisamente del grupo musical de la movida madrileña.  Ignacio Sánchez Mejías se llamaba el torero sevillano fallecido por asta de toro mientras toreaba en la plaza de Manzanares, en el año 1934.  Matador de toros, presidente del Betis y amigo de poetas.

Granadino se llamaba el toro.  García Lorca escribió su Llanto. Miguel Hernández y Rafael Alberti ensalzaron su figura.  Y tal vez, Picasso plasmó en su cuadro al Granadino y al sevillano, como homenaje a su memoria.  Y en él añadió el caballo del picador, la luz de la enfermería, la mujer dolida, la espada rota, el torero muerto….

Un mes parece poco tiempo para pintar un cuadro de más de siete metros si éste ya no estaba pintado.  O esbozado.  Doscientos mil francos de la época también parecen un despilfarro.  Pero eso sí, un despilfarro real y documentado.

¿Qué hubieran dicho los críticos si en vez de pintar una cabeza de toro hubiera pintado una cabra? ¿Harían referencia al bombardeo por la aviación de la localidad de Cabra, en la que se causaron más muertos y heridos que en el bombardeo de Guernica?  Sin duda, la cabra no está en el cuadro.  Pero siguen faltando las bombas, los aviones y los edificios derruidos.

Y la ciudad de Cabra sigue en el olvido histórico.


PUBLICADO EL 27 DE JULIO DE 2023, EN EL DIARIO MENORCA.

¿PRESIDENTE O CANDIDATO?

 

Carmen Calvo en noviembre de 2018 defendió las mentiras dichas por Pedro Sánchez en el mes de mayo anterior, argumentado que las había dicho en calidad de candidato a la presidencia del Gobierno.  En pocas palabras venía a decir que a los candidatos les está permitido mentir.  Le faltó añadir que, y a los presidentes, cambiar de posición.

Otra cuestión es la que hacen algunos miembros del Gobierno, incluido su presidente Sánchez -reincidente y ya sancionado por ello por la JEC- de vulnerar el principio de neutralidad que los poderes públicos están obligados a respetar durante el proceso electoral.  Y aunque pocos han sido los medios de comunicación que se han hecho eco de ello, no por ello deja de existir.

Y de debates, muchos.  El presidente-candidato debatió con el candidato-presidente.  Más que debatir lo llamaría un careo bronco y enfadado por parte de uno de ellos.  Vamos que no llegó Pedro Sánchez a las manos porque estamos en una democracia y los votos cuentan. Restan, más bien.

Si bien es cierto que el resultado de un debate se debe a las preferencias de cada uno -vamos, como los votos introducidos en la urna-, del debate del presidente Sánchez con Feijóo, el presidente-candidato salió peor parado que el candidato-presidente.  No es de extrañar pues, que en el post debate se intente ahora enmascarar el resultado de este por parte de los  afines a Pedro Sánchez.  Vamos, que lo que le faltó a Sánchez lo intentan ahora suplir quienes ven sus subvenciones peligrar.  Y a ellos mucho menos se les debe exigir que digan la verdad, añadiría si se le preguntara ahora otra Carmen Calvo, defendiendo la libertad de expresión y de opinión.

Y eso es el ejercicio fundamental en una democracia: libertad de expresión de las opiniones de cada uno.  No en los medios de comunicación, no en las encuestas, sino en papeletas y en urna cerrada.

Otra cuestión, es la manipulación que algunos puedan ejercer sobre la opinión ajena.  Pero eso es harina de otro costal.  Ni la economía va como una moto, ni Feijóo habló de pucherazo.  ¿Pensaba Sánchez con Melilla?  Dependerá eso sí, de la inteligencia de cada uno.  Por eso mismo el interés de los gobiernos por controlar la enseñanza, la cultura y la historia de nuestros pueblos.  Incluso la lengua -y no tan solo de sus lameculos-.

Como dijera Jiddu Krishnamurti: “No puedes salir y comprar la libertad en el mercado. La libertad adviene con la inteligencia.”

La ignorancia favorece al político.  La inteligencia a la ciudadanía.


PUBLICADO EL 20 DE JULIO DE 2023, EN EL DIARIO MENORCA.

ECHAR AL SANCHISMO

 

La historia reciente -ayer mismo- nos enseña que todo es efímero.  Que nada es eterno.  Ni las palabras valen como garantía ni son lo que eran antaño.  Ni son, siquiera.  Sánchez, nuestro amado presidente -Pedro, para más señas- nos lo ha enseñado día a día, aparición tras aparición, durante estos últimos años.  Y ahora más.

Ahora, en plena carrera hacia el 23-J, la oposición habla de “echar al sanchismo”. Y también a Sánchez, claro.  Y no es lo mismo.  O al menos uno es más que otro. No es lo mismo Franco que el franquismo.  Con Sánchez ocurre lo mismo.  Sánchez es a Franco lo que el sanchismo es al franquismo.  Y aunque parezca extraño, prefiero que primero se eche al sanchismo.  Lo otro ya vendrá por sí sólo.

Sánchez, aunque él no se lo crea, tiene fecha de caducidad.  No hay mal que cien años dure, dice el refrán.  O doscientos, para asegurarnos.  Pero su obra, tiene visos de perpetuarse por los siglos de los siglos, si solo respondemos con el epigrafiado del consumo preferente.

¿Y qué es el sanchismo? El sanchismo no es el arte de mentir, ni muchos menos.  Adolfo Suárez y Felipe González mintieron -o rectificaron- a sabiendas, y allí están en lo más alto del escalafón democrático.  El sanchismo es mucho peor. Es el arte del desmembramiento de las instituciones, del Estado de Derecho, de la separación de poderes, de la independencia judicial.  Es el arte de romper todas las estructuras democráticas, de minarlas desde dentro y preparar la voladura controlada -o descontrolada, vaya usted a saber-.  Un quintacolumnista nato.

Felipe González prefería, decía ya en los setenta, “ser apuñalado en el metro de Nueva York que vivir en Moscú”, y con ello renovaba una larga tradición anticomunista de su partido. Cuando, en julio de 2020, Sánchez dijo en el Congreso sentirse “más cerca de la España que soñaba Alberti, la Pasionaria y muchos otros comunistas que construyeron la democracia en este país” o bien desconocía que los comunistas de democracia, nada de nada, o bien sabiéndolo, su subconsciente -inconsciencia, más bien- le delataba.

Hay que echar a Sánchez, está claro. Y con las armas democráticas que nos dimos entre todos.  Pero más necesario es hacer fuera de las instituciones los virus durmientes que ha ido inoculando, de lo contrario cuando éstos despierten e intentemos defendernos, no habrá ni mascarilla ni antídoto que valga. 

Por no haber, no habrá ni urnas.  A no ser que las encontremos detrás de un biombo, en Ferraz 70, como ya ocurrió en su primera vez.

PUBLICADO EL 13 DE JULIO DE 2023, EN EL DIARIO MENORCA.

LA CONSTITUCIÓN A ESTUDIO

Siempre he pensado que si algún día pudiera -o pudieran- erigirme en dictador de la suerte de los demás compatriotas, una de las prioridades -antes de inventar banderas o géneros- sería la de incorporar el aprendizaje de la Constitución en los planes de estudio. Aprender, entender y comprenderla.

La Constitución, sin duda, nos hace libres.  A la vez, la Constitución es la gran olvidada.  La gran desconocida. La inmensa mayoría de los españoles -y lo digo sin ningún temor a equivocarme- la desconoce.  Entender y comprenderla, otras cuestiones en que falla este conocimiento.  La mayoría sólo es capaz de repetir conceptos incompletos que le han sido retransmitidos mayoritariamente por partes interesadas.  La manipulación de la Constitución por parte de algunas voces, hacen el resto.  Y así nos va.

El abuso más descarado que se ha vivido en este aspecto ha sido cuando el actual gobierno de Pedro Sánchez nos tuvo encerrados sin legitimidad alguna.  Y eso que la Constitución y las leyes que la desarrollan ofrecían el método y la forma de encerrarnos legítimamente, pero no lo hicieron.  El mando y ordeno de Sánchez desoyó a la Constitución y pocos fuimos quienes públicamente comentamos la ilegalidad de la norma impuesta.  Y más pocos aún quienes aportamos la solución legal.

La mayoría se quedó callada -encerrada más bien- por ignorancia y desconocimiento.  ¿Los hubo quienes se callaron por sus intereses de no contravenir el dictado del gobernante? ¿Quiere esto decir que la mayoría de los juristas no se percataron de la inconstitucionalidad de los dictados de Sánchez? ¿Es el nivel de conocimiento tan bajo? ¿Priman los intereses particulares de uno sobre la legalidad del todo?

Se habla mucho de cambiar el texto de la Constitución.  Unos de renovarla y adecuarla a nuestros tiempos.  Otros, de revolucionarla: romperla en añicos y hacerla nueva. Seguramente a imagen y semejanza de sus dictados.  Y uno se pregunta, ¿cómo sabe el ciudadano qué quiere cambiar de la Constitución, si no la conoce? ¿Acaso prefiere delegar en quienes, demostrado ha quedado, que debiéndola conocer, o bien no la entienden o bien no la respetan?

¿Por qué no valorar mejor al ciudadano? ¿Por qué no devolverle la voz y el pensamiento al ciudadano de a pie? ¿Por qué no entregarle las armas del conocimiento en vez de las del enfrentamiento?

Un trabajo previo -y difícil- será el de encontrar a personal cualificado e imparcial para enseñar a comprenderla.  Pero por algo se empieza. Si se quiere, claro está.

PUBLICADO EL 6 DE JULIO DE 2023, EN EL DIARIO MENORCA.