LA FLOTILLA PUBLICITARIA

El tema de Gaza es muy grave.  Gravísimo si nos atenemos a las imágenes y testimonios que se nos hacen llegar. Me hubiera gustado titular el escrito de hoy con el título de “la flotilla humanitaria” dado que la columna de esta semana está motivada por la autodenominada “Global Sumud Flotilla”, pero quienes me conocen y me leen saben que no puedo traicionar mis principios.

Vamos, que no voy a ser hipócrita por intentar ser políticamente correcto.  Tampoco pretendo serlo cuando a mi entender los intereses personales de esta gente prevalecen sobre el interés general que debería ser el de ayudar a la población gazatí.

Y me he moderado en el título por motivos de espacio. Mi primera intención era titularla “la flotilla propagandística”.  La segunda moderación ha sido no nombrarla como “la flotilla provocadora” al no querer herir los sentimientos de quienes de verdad sí actúan por convencimiento altruista.

Con la primera salida con barcos, barquitos y demás, ya quedó demostrado que lo primero era la publicidad, la foto.  Cualquiera con un poco de sentido común, navegante o no, sabía que la flotilla no llegaría completa a Gaza.  Lo segundo, los apeaderos, las escalas para repostar o tomar una “pomadita”.  ¿Cómo es posible que se diga que una patera tarde dos días en llegar a Mallorca desde Argelia, y barcos más sofisticados no hayan sido capaces de salir en una semana de las aguas territoriales españolas?

Y los drones.  Vamos, ¿de verdad algunos creen que los servicios secretos israelíes van a mandar drones a sobrevolar Menorca para detectar y espiar a la flotilla?  Si de verdad los servicios de inteligencia israelíes quieren conocer sus movimientos los deben estar monitorizando desde los satélites espías, así como el control de sus mecanismos de comunicación, incluso con algún infiltrado entre sus miembros.  No hay que subestimar a los israelitas.

Y puesto que entre todos los navegantes también está la activista ambiental Greta Thunberg, sería bueno preguntarle si no cree que hubiera sido más beneficioso para el medio ambiente que la flotilla saliera de un punto más cercano a Gaza por aquello de la huella de carbono.  Comprar los víveres, o lo que lleven, desde un país más próximo, más barato y rápido.  Aunque claro, la rapidez no es compatible con la publicidad.  Tal vez, ese sea el motivo y no otro.

Solo un consejo les doy, que no se entretengan y que no tarden mucho en llegar, porque con tanto cambio climático, no sea que les salga alguna tormenta de las buenas y luego no puedan alcanzar el destino anunciado, si es que de verdad quieren llegar a Gaza, claro está. 

PUBLICADO EL 11 DE SEPTIEMBRE DE 2025, EN EL DIARIO MENORCA.