No hay semana –día, mejor dicho- que nuestro gobierno no de ocasión para comentario. Podemos empezar por Elena Salgado quien públicamente anuncia que hará oídos sordos a las advertencias del Fondo Monetario Internacional y del Banco de España, que reclaman al Ejecutivo nuevas medidas de ajuste. Hace lo mismo que hacía Zapatero al negar la crisis. Y vaya si llegó. Pero Salgado sabe que ahora no es momento de hacer reajustes económicos, y menos cuando las catalanas están a las puertas y las municipales en las ventanas del primer piso.
Pero hay más. La noticia de que la Autoridad Portuaria deja fuera de su seno a los ayuntamientos de las islas menores habla por si sola. Pero no es la Autoridad Portuaria, no. Resulta que en el mes de agosto, sale publicado en el BOE que el Congreso de los Diputados ha aprobado una ley en la que elimina a un número determinado de vocales en el seno del consejo de administración. Se entiende pues que desde antes del mes de agosto, los socialistas –como mínimo- estaban de acuerdo en eliminar presencia menorquina, ya que a los municipios sólo les dejaba un 33 % de representación entre un número que variaba entre cero y seis. Y este treinta y tres por ciento ha quedado reducido a un representante y un poco más de medio. Y mira por donde el uno es mallorquín y el poco más de medio, se lo han comido las empresas náuticas mallorquinas… ¡que le vamos a hacer!.
Y luego hablan de las autonomías, que si somos catalanes, que si España nos tiene ocupada…. Y hablando de España, resulta que en el día de la Fiesta Nacional, de la Hispanidad, o de la Raza, según los años que tenga cada uno, se repitieron como viene siendo ya habitual en el protocolo, desde que el nieto del Capitán Lozano se deja ver por aquella celebración, los abucheos de siempre. Este año pero, se han pasado dos pueblos o tres. Y no es que defienda al pobre hombre abucheado, no. Que de pobre no tiene un pelo, y de merecérselos se los merece. Quienes no se lo merecen son los muertos a quienes se rendían honores.
Y es que una cosa es abuchear al personaje cuando éste habla, cuando este toma protagonismo, y otra muy distinta es pedir su dimisión cuando todos en silencio, rinden homenaje a quienes, en desempeño de una labor más allá de lo encomendado, han dado su vida, por esta misma España, por estos mismos españoles.
Y siguiendo con el desfile, otra bandera, y no precisamente la americana, tuvo su protagonismo. Y no es que Zapatero hiciera un nuevo desplante no. Esta vez, fue que tras el desfile, hubo periodistas que notaron a faltar la presencia de la bandera venezolana. No saben no contestan ha sido el comentario oficial. Ni hablan y mucho menos, mandan callar. ¿Será que no se la debió invitar o sencillamente que rehusó la invitación?.
Y todo se traduce en un desfile. ¿Por qué tanta autoridad que públicamente se declararía antimilitarista, se apresura a hacerse la foto en un desfile militar? ¿Por qué la Fiesta Nacional tiene su representación pública en un desfile de las fuerzas armadas, y no en un compendio representativo de sus comunidades autónomas? ¿Se imaginan un desfile de bailes folklóricos a la imagen y semejanza de aquellos Coros y Danzas de España?
Ya me imagino a l@s ministr@s, y a los presidentes de las comunidades autónomas con sus trajes regionales. Mejor no me l@s imagino. Allí se vería de verdad, el espíritu nacional o nacionalista de cada uno. A primeras, no me imagino a Montilla bailando una sardana. Quien si se lo pasaría pipa sería el de Cantabria.
Pero hay más. La noticia de que la Autoridad Portuaria deja fuera de su seno a los ayuntamientos de las islas menores habla por si sola. Pero no es la Autoridad Portuaria, no. Resulta que en el mes de agosto, sale publicado en el BOE que el Congreso de los Diputados ha aprobado una ley en la que elimina a un número determinado de vocales en el seno del consejo de administración. Se entiende pues que desde antes del mes de agosto, los socialistas –como mínimo- estaban de acuerdo en eliminar presencia menorquina, ya que a los municipios sólo les dejaba un 33 % de representación entre un número que variaba entre cero y seis. Y este treinta y tres por ciento ha quedado reducido a un representante y un poco más de medio. Y mira por donde el uno es mallorquín y el poco más de medio, se lo han comido las empresas náuticas mallorquinas… ¡que le vamos a hacer!.
Y luego hablan de las autonomías, que si somos catalanes, que si España nos tiene ocupada…. Y hablando de España, resulta que en el día de la Fiesta Nacional, de la Hispanidad, o de la Raza, según los años que tenga cada uno, se repitieron como viene siendo ya habitual en el protocolo, desde que el nieto del Capitán Lozano se deja ver por aquella celebración, los abucheos de siempre. Este año pero, se han pasado dos pueblos o tres. Y no es que defienda al pobre hombre abucheado, no. Que de pobre no tiene un pelo, y de merecérselos se los merece. Quienes no se lo merecen son los muertos a quienes se rendían honores.
Y es que una cosa es abuchear al personaje cuando éste habla, cuando este toma protagonismo, y otra muy distinta es pedir su dimisión cuando todos en silencio, rinden homenaje a quienes, en desempeño de una labor más allá de lo encomendado, han dado su vida, por esta misma España, por estos mismos españoles.
Y siguiendo con el desfile, otra bandera, y no precisamente la americana, tuvo su protagonismo. Y no es que Zapatero hiciera un nuevo desplante no. Esta vez, fue que tras el desfile, hubo periodistas que notaron a faltar la presencia de la bandera venezolana. No saben no contestan ha sido el comentario oficial. Ni hablan y mucho menos, mandan callar. ¿Será que no se la debió invitar o sencillamente que rehusó la invitación?.
Y todo se traduce en un desfile. ¿Por qué tanta autoridad que públicamente se declararía antimilitarista, se apresura a hacerse la foto en un desfile militar? ¿Por qué la Fiesta Nacional tiene su representación pública en un desfile de las fuerzas armadas, y no en un compendio representativo de sus comunidades autónomas? ¿Se imaginan un desfile de bailes folklóricos a la imagen y semejanza de aquellos Coros y Danzas de España?
Ya me imagino a l@s ministr@s, y a los presidentes de las comunidades autónomas con sus trajes regionales. Mejor no me l@s imagino. Allí se vería de verdad, el espíritu nacional o nacionalista de cada uno. A primeras, no me imagino a Montilla bailando una sardana. Quien si se lo pasaría pipa sería el de Cantabria.
PUBLICADO EL 14 OCTUBRE 2010, EN EL DIARIO MENORCA.