Aunque
uno no sabe por cuánto tiempo. La
gallina de los huevos de oro hace tiempo que dicen que se está muriendo, pero
en vez de llevarla al veterinario, alguien ha tomado la decisión más rápida y
momentánea. Con la siempre excusa de la
crisis y del comportamiento del mercado, ha optado por la solución empresarial con menos vistas. Ha decidido exprimirla, inducirle el parto o
tomando sencillamente el bisturí y sacar
todo el provecho en el menor tiempo
posible.. Eso sí, con la creencia, o al
menos con la necesidad de creerlo, de que el mercado está a punto de
reanimarse. O eso es de suponer. Lo
contrario, ya no sería una irresponsabilidad, sino más bien un crimen en toda
regla. Un menorquicidio, vamos.
Pero
no. El mercado no se reanima. Hace ya años que buscamos fecha y no hay ni
brotes verdes, ni amarillos ni de otro color que de vida. Es un mercado árido y sin posibilidad de
lluvia prevista. Y aún así, somos
incapaces de preparar la tierra, labrarla ni proveer semillas.
Hace
ya algunos años, cuando la crisis aún era negada, conocí a una pareja catalana,
de clase trabajadora –funcionarios eso sí-
que con su hijo acuestas y un presupuesto superior a los dos mil euros,
se aventuraron a venir de vacaciones a Menorca.
Se hospedaron en un hotel y se desplazaban mediante coche de
alquiler. Sabían de antemano que su
destino era caro, tanto en el transporte aéreo como en el del
alquiler de coches, pero a pesar de
ello, apostaron por nuestra roqueta. Hoy
día, seguro que tras los recortes y los siempre abusos, su destino sería otro.
Un
destino carísimo ya por aquel entonces
para los españoles. Y mucho más barato para los extranjeros. Igual ocurre ahora. Da la sensación de que quienes no viajan con
un turoperador tienen que pagar la diferencia de la oferta de éstos.
Incluso viajar al extranjero es más económico que venir a Menorca. Mucho más barato cuesta ir a Mallorca o a
Ibiza. ¡Y con jaleos incluidos!. ¡Para que luego digan que somos un todo!
¿Porqué no se ha protestado por el copiar-y-pegar de nuestras fiestas en la “isla hermana”?
Verano
de 2013. Un día a finales de julio, una pareja de turistas,
española para más señas, visita la costa sur menorquina con vehículo de
alquiler. El contrato de alquiler para
una semana de disfrute del vehículo le ha costado la nada despreciable cantidad
de novecientos euros. Si a ello le
sumamos el coste del transporte aéreo y la estancia vacacional… ¡estos no
vuelven!. La excusa, la amenaza del
Govern de aumentar impuestos y la huída de la flota a la península. La oferta y la demanda de siempre. Así las cosas, en Málaga no se hubieran
gastado ni doscientos euros por semana. ¡Más
de cien mil pesetas más barato!. ¡Y aún
pretendemos que vengan!.
Un
gran comunicador isleño -y mejor persona-, hace poco publicaba en su blog
personal que dos cervezas le habían costado cinco euros. Casi quinientas pesetas por cabeza. A uno le vienen a la memoria los abusivos
precios de los cafés y chocolates en los dos bares de la Plaza de San Marcos,
en Venecia. Pero, aún abusivos, Venecia
es Venecia. Y nuestra Venecia, aunque
también mojada, se encuentra desalojada
y sin demasiado futuro. Y nuestro Lido,
ni digamos.
Y
aún protestan los restauradores y demás negocios
turísticos de que la gente no acude a sus locales. ¡Una y no más, como Santo Tomás!. Pero el
negocio existe, sino seguro que alguno habría tenido la brillante idea de bajar
los precios, ganar clientes y al menos,
mantener negocio. Pero no. Los precios no bajan, los clientes se reducen
o se mantienen, y el negocio se salva. Y
mientras el equilibrio se consiga, no habrá cambios.
El
problema no es hoy, es mañana. Y la
experiencia de hoy, dictará el comportamiento de mañana. No el
nuestro, sino el de los visitantes.
De los necesitados y deseados visitantes.
Aún
así, habrá quien buscará culpas externas, ayudas internas, y sobre todo, seguro
que pedirán reformar, entre otras cosas,
el mercado….. laboral. Bajar sueldos,
aumentar jornada, recortar derechos…. Y
es que en la patronal, algunos aún no han entendido aquello de la
innovación. Será señal que para ellos,
aún no les ha afectado la crisis.
PUBLICADO EL 28 AGOSTO 2013, EN EL DIARIO MENORCA.