7 SEPTIEMBRE

No es San Fermín, pero para el caso, si lo fuera, el santo se le habría ido al cielo. Lo que sí es, “es dissabte de ses festes de la Mare de Déu de Gràcia”. O “es dissabte de ses festes de Gràcia” como también se le viene denominando desde hace relativamente ya algunos años en nuestro Mô-Maó-Mahó-Mahón.  El sábado, la vigilia, la víspera de la fiesta grande, como dirían en el Norte de este país, nación, patria, estado, confederación o como se le diga, y que se llama España.

Vaya, jugando con la provocación de algunos y la resistencia de otros, incluso utilizando malintencionadamente la diversidad de términos con la que referirnos a una misma cosa,  en el párrafo anterior han quedado reflejadas alguna de las barbaridades que somos capaces de inventar para separarnos de los demás, mientras la esencia perdura por trasmisión directa y conjunta a la vez. Y por separado. 

La pomada y el gin con limonada son lo mismo y saben igual.  Y lo saben tanto en Llevant como en Ponent, pero ya es tradición negar al otro.  Las fiestas patronales son en honor a su patrón, mal le pesen a unos. Y si no, que cambien lo de “patronales”.  Otras fiestas también serán posibles,  pero la lucha por negar, por simplificar, por enmascarar términos bajo la excusa de catalanizar expresiones, también ha entrado en la polémica.  Pero no por ello, dejarán de ser lo mismo para los unos, y para los otros.

Y hay que ser realistas, sin que esto tenga nada que ver con la monarquía.  Nadie duda ni niega la máxima. Las fiestas ahora de Gràcia son en honor a la Mare de Déu de Gràcia en mahonés-menorquín-balear-catalán y de la Virgen de Grácia en castellano-español, así de claro y así de conciso. Y nadie lo duda. Y nadie lo niega.  

Ya les ha ido bien entrarla doblada y bajo la apariencia de lo pagano, y de negar la religiosidad del momento.  Porque la denominación de Fiestas de Gràcia nada tiene de negación de lo religioso, simplemente es la catalanización del término. 

Por lo que se ve, los catalanes idiomática y religiosamente –y aunque les pese- son algo machistas. Y como prueba, el botón, el ojal, y la botonera entera: Sant Joan Despí, Sant Just Desvern, son términos masculinos llenos de santidad. La Mercé, Gràcia, la Moreneta, son términos femeninos y desposeídos de virginidad.

Y nuestras fiestas no es que hayan perdido la raíz religiosa, solamente han perdido esa virginidad  catalana.

No obstant aixó, desitjar-los unes “molt bones festes de Gràcia” i “molt bones festes de la Mare de Déu de Gràcia”. 


PUBLICADO EL 7 SEPTIEMBRE DE 2017, EN EL DIARIO MENORCA.