EL CIS DE TEZANOS

Debo confesar que decir que el CIS es del señor Tezanos puede sonar fuerte, además de incierto. Decir que lo es del PSOE, un tanto de lo mismo. Sin duda, todos los presidentes del CIS han sido nombrados por los gobiernos de turno, y por ende, por las gracias políticas –o personales- que ellos han ido cosechando durante su andadura por aquellos campos.

Lo que nadie podrá negar pero, es que esta vez, el invicto Sánchez –Pedro, para más señas- o la ministra del ramo que lo nombró, han elegido para el cargo a un hombre que ha pasado olímpicamente del anonimato del que hicieron gala sus antecesores y se ha erigido –queriéndolo o no- en persona pública –y publicada-.

Y no tan solo eso, sino que el CIS pierde crédito tras cada encuesta. Hubo un tiempo en que el CIS era el termómetro de referencia para toda la sociedad. Lo que publicaba el CIS podíamos decir que iba a misa, como solía decirse coloquialmente. Ahora, las publicaciones del CIS siguen siendo esperadas, incluso más aún, pero para ser publicadas en la sección de pasatiempos y curiosidades.

Por curiosidad también, leo el comunicado de su auto-presentación como nuevo presidente del CIS. Me sorprende el párrafo en el que manifiesta que “tiene reconocidos el máximo número de sexenios de investigación que es posible en un Catedrático de la Universidad, habiendo acreditado su vocación y capacidad de colaborar y trabajar imparcial y objetivamente con personas de otras orientaciones y opiniones”. Vamos que la abuela, ni está ni se la espera.

Me sorprende y me asusta. Me sorprende porque se espera que los halagos los haga otro en nombre de uno, y no uno mismo. La antigüedad tampoco es sinónimo de buen hacer. A veces, la edad le vuelve a uno monótono y sin ganas de avanzar. Trabajar imparcial y objetivamente es posible, es más, es necesario. Lo que ocurre es que cuando uno lo que quiere es ganarse al jefe, la objetividad y la imparcialidad pueden peligrar.

Y me asusta porque cuando el mundillo político actual parece ir provocando similitudes a la España de los años treinta, y sospechas que las instituciones profesionalizadas del Estado están dirigidas más por criterios partidistas que por criterios científicos, temes encontrarte al final del camino con una república bolivariana al más puro estilo venezolano.

Lo que desconozco es si el señor Tezanos tiene claro que si desmonta mucho al PP y a la derecha, tal vez haga que la izquierda se acomode en el momento de ir a votar. Y viceversa, claro.

PUBLICADO EL 7 DE FEBRERO DE 2019, EN EL DIARIO MENORCA