El título no es sinónimo de que
tenga la solución al problema de tantos migrantes, no. El título es por aquello de empezar con el
consabido lema de “políticamente correcto” que tanta hipocresía levanta en la
sociedad actual. Mi primera disposición
era la de titularlo “las mafias de las migraciones y las ONGs necesarias”, pero por cuestión de
espacio y por aquello de que a uno no le empiecen a insultar antes de hora, lo
he resumido en tres palabras -y una conjunción- .
Quienes me conocen saben muy bien
que soy un inconformista en cuanto a las manipulaciones legales –con
apariencias legales, más bien-. No obstante ello, saben también que –actualmente- la prudencia
es mi guía. Que cada palo aguante su
vela, y con ella, sus penas y sus alegrías.
Vamos, que la experiencia –cuando
uno ha recibido palos bien que el resto miraba hacia otro lado- y la necesidad de supervivencia, han
transformado aquel romanticismo en una sumisión interesada.
Esta sumisión ante la vida, no
implica que uno no disienta de todo ello.
Siempre me he preguntado el porqué de las pateras habiendo otras formas
menos lesivas. Al final uno llega a
pensar que si no lo hacen es simplemente porque uno se ha equivocado en el
planteamiento y por tanto debe ser técnicamente imposible. ¿Acaso tantas ONGs –con tantos millones de
euros en subvenciones de lo público- no habrán sido capaces de darse cuenta de ello?
El martes de la semana pasada la
sección Menorquines con acento de Es Diari me daba la razón. En la entrevista a Abdoulaye Ndiade, éste
manifestaba que había salido de Senegal con visado de turista, tal como lo
hacían antes. Había mafias,
evidentemente, a las que se les pagaban
los visados y todo el entramado. Pero sin
muertos.
Y uno se preguntará ¿por qué con
tanta ONG que vive de las ayudas del Gobierno, no hay ninguna que se le haya ocurrido informar -en
los puntos de origen- a los potencialmente migrantes, que vengan a Europa
mediante visados turísticos, en avión y con todas las garantías de llegar con
vida?
Uno no quiere ser mal pensado y
nunca pensará que no lo hacen para no perder las subvenciones, pero alguien
podría llegar a pensarlo y sin duda esta actitud nada favorecerá al
reconocimiento a la labor que
realizan. E incluso, quien sabe, en vez
de armar barcos podrían crear una compañía aérea con la que ofrecer los
paquetes turísticos.
Y entre horas, podrían incluso
aliviar la falta de conexión de Menorca con el resto del mundo mundial.
Piénselo, si les interesa, claro.
PUBLICADO EL 17 DE OCTUBRE DE 2019, EN EL DIARIO MENORCA.