LAS TRES “TES”


Tedros Adhanom Ghebreyesus lo dijo bien claro.  Tan claro que lo repitió tres veces y con bises incluidos: Hagan "Test, test  y más test".  Y además, mientras lo decía, la expresión del Director General de la OMS  era de enfado y de regañina.   Y nosotros, tan panchos.

Tampoco es que pudiéramos hacer mucha cosa.  Al parecer no teníamos los tan cacareados “test, test y más test”.  Y éstos por lo que se ve no vienen por Real Decreto.  Lo que si teníamos –debieron pensar- era tiempo, tiempo y más tiempo.  Y como nos sobraba  tiempo, pues eso que llegamos tarde, tarde y más tarde. 

Llegar tarde parece ser la consigna del camarada presidente.  Nos lo hizo saber en las primeras audiencias con el Rey a las que acostumbraba llegar tarde.  También en la toma de decisiones con el tema del coronavirus y  por ende, a la hora de decretar el Estado de Alarma.  

Llegar tarde –o aplazar la toma de decisiones- es un don si se es gallego, en caso contrario es una falta de cortesía,… o algo peor.  Y el camarada presidente, por mucho mundo que haya recorrido, sigue siendo oriundo de los madriles. 

En la transparencia de la información parece que también se hacen un lío en cuanto a la calidad y a la cantidad.  Sino, que se lo pregunten a la  vicepresidenta que oficialmente tardó en conocer su positivo,  cuando el resto de españolitos ya conocíamos  su resultado.

Me ahorraré cuestionar al ministro de Sanidad por su gestión de la crisis.  Algunos aún están buscando la relación entre la filosofía y la sanidad. 

También me ahorraré lo que por todos ya es archiconocido….  que llegaron los test… que estos provenían de una empresa sin licencia… que no eran fiables…  que los devolvimos, etc, etc.  Y la culpa como siempre, del intermediario. 

El Gobierno sigue echando balones fuera. Otro gol por la escuadra entró en plena portería del Jefe del Estado al marcársele –como dirían algunos “por imperativo legal”- los tiempos de sus apariciones e intervenciones públicas.  Mientras el populacho recriminaba la no aparición del Jefe del Estado ante la crisis del coronavirus, éste no podía aparecer mientras no se le autorizara desde la Moncloa.  En la visita real  a  IFEMA,  la sensación fue de que –por una vez- “más valía pedir perdón, que pedir permiso”.

Escribo en el  tercer domingo de cuarentena. Nos quitan una hora de confinamiento y dan una vuelta más al cierre. La ministra vuelve a dar positivo. ¿Seguirá su consorte en media cuarentena?  Será cuestión de puntos de vista.  Seguro.

O de clases.



PUBLICADO EL 2 DE ABRIL DE 2020, EN EL DIARIO MENORCA.