Voy a intentar no hacer comentario alguno sobre el
tema de la migración, porque no bastaría esta columna ni el periódico entero
para dejar las posiciones bien clarificadas y evitar los consabidos malentendidos
y manipulaciones partidistas. Intentaré eso sí, lanzar algunas dudas que, a los
no políticos se nos aparece de tanto en tanto.
A quienes se posicionan abiertamente por la
eliminación de las fronteras y a la libre entrada de migrantes, y a la vez
ponen límites al desarrollo urbanístico del territorio, les preguntaría por las
medidas que se deberían tomar si, por ejemplo, llegaran a Menorca cien o
doscientos mil aspirantes a nuevos habitantes.
¿Regularían la entrada al sobrepasar un número determinado de aspirantes
o por el contrario crearían las estructuras para acoger a los mismos? ¿Construirían
nuevas viviendas, colegios con sus profesores, hospitales con sus médicos y
enfermeros? ¿Contratarían más policías, bomberos, albañiles, carpinteros? ¿Ganarían
terreno al mar para dar cobijo y asistencia a los recién llegados?
Las ya famosas vallas de Ceuta y Melilla parecen más
un obstáculo que un impedimento. Y con premio.
Y digo premio porque quien logra superarla, al parecer no puede,
legalmente, ser fácilmente expulsado del país.
Vamos, que alguno dirá que aquellas vallas son discriminatorias al dejar
pasar sólo a los jóvenes robustos e impedir la entrada a los más débiles del
lugar.
Y la pregunta del millón: ¿Por qué los futuros
migrantes no entran a España como simples turistas, con su pasaje de avión o
barco y una vez ya dentro olvidaran regresan a su país de origen? ¿No creen ustedes que sería el método más
económico y más seguro para migrar? De hacerlo así, se eliminarían las mafias
que se enriquecen con el tráfico, se ahorraría tanto dispositivo policial, y
como no, también se evitaría tanto coste de rescate. Y no digamos las
donaciones a algún barco del que todos tenemos en mente.
Por cierto, si alguien aún no se ha enterado, el
Gobierno de España ya se ha despreocupado del pueblo saharaui. El Sahara al final es de Marruecos. Y tan amigos
todos. Ha tenido que venir Mr. Georgino para arreglarlo. ¿La siguiente decisión
evitará que las vallas y los ganchos sean de nuevo motivo de discusión, cuando
perdamos la titularidad de Ceuta y Melilla?
De rebote, míster Georgino ya nos ha enemistado con
Argelia. ¿Peligrará ahora el suministro del gas?
A veces, las preguntas más absurdas, son las que más clarifican las respuestas de este gobierno de Sánchez.
PUBLICADO EL 24 DE MARZO DE 2022, EN EL DIARIO MENORCA.