Que las políticas son mediocres no tengo ninguna
duda, al menos las españolas. Iba a
añadir “y asimiladas”, pero no. Porque
las menorquinas, las vascas, las mallorquinas, las catalanas y demás también
son españolas, les guste o no. El
término aglutina a todas. Y aquí no
añado tampoco las terminaciones -os, -es, sencillamente porque el término es
femenino.
Les falta de todo, inacabadas, ambiguas, hacen agua
por todos lados. Parece un coctel de
frutos secos en que se te mezclan los arándanos con los cacahuetes y almendras
sin pelar. O todo a nada te vienen a decir.
Es como si para comprar una vivienda el promotor te hiciera comprar el
edificio o la planta entera. Y no.
Dice el diccionario que mediocre es algo mediano o
regular, tirando a malo, en cuanto a su calidad, valor, interés, etc. Pues bien, así estamos. Políticas de mala calidad, o cuando menos,
con una calidad mejorable. Da la
sensación que los políticos, -as, -es (ahora sí), estos seres privilegiados que
juegan con el destino de los ciudadanos, -as, -es (ahora también), van
parcheando a medida que aparece el problema (o lo hacen aparecer). Vamos, que de previsión nada de nada.
Ahora, con mucho más tiempo en mi mochila, me dedico
a leer algún que otro libro. El último,
trata sobre la CIA en España -no confundirlo con la TIA de Mortadelo y
Filemón-. Y bueno, uno añora las
intervenciones de los americanos dirigiendo nuestro destino. Sí, porque igualmente otros poderes, ya sean
patrios o extranjeros conducen y manipulan nuestras vidas y nuestro futuro. Y
sin categoría alguna. Vamos que, si
tienen que jodernos, que lo hagan unos profesionales y no unos aficionados. O
lo que es lo mismo, si tienen que invadirnos, que nos invadan los
estadounidenses antes que los rusos de Putin o algún ayatolá. Al menos, el sueño americano tiene pedigree. Lo otro sólo cementerios clandestinos.
Es difícil mencionar alguna política en concreto.
Son muchas, muchísimas. Podríamos hablar
de la sanitaria, de la educativa, de la igualdad -las políticas inclusivas se
olvidan de las personas con discapacidades-, de la movilidad, de la seguridad,
de la vivienda, etc. Políticas mediocres
sin largo recorrido. Vamos como una
novela interactiva que el muerto llegará a ser el asesino.
Y de novelas, las que están ahora escribiendo con
eso de la memoria para desmemoriados. Vamos que, de democrática, será porque
también será interactiva, como la novela del párrafo anterior. Negra, por supuesto.
Y que nadie se ofenda.
PUBLICADO EL 14 DE JULIO DE 2022, EN EL DIARIO MENORCA.