ATENCIÓN PRIMARIA

 Uno se congratula de que la solución a la “crisis” en la Atención Primaria haya llegado a buen puerto.  Y me alegro porque estos desencuentros los padeceríamos todos nosotros, los ciudadanos quienes crónicos o potencialmente destinatarios de la misma, estamos en el bombo del sorteo de la salud y de la enfermedad.

Y te alegras además por los profesionales, porque como trabajadores que son, siempre es satisfactorio que algún empleado gane el pulso contra el empleador cuando éste abusa de su poder y de su posición.   La Administración no difiere de otro empresario.  Es más, se esconde detrás de argumentos y buenas palabras y como no, con la manipulación de medias verdades y ataques sistemáticos encubiertos.  Y aunque puede haber diferencias en las formas, en el fondo tanto derechas como izquierdas actúan de forma igual.  Cortados por el mismo patrón.  Con diferente talante, puede.  Con el mismo fondo.

Sin duda, el interés de diferenciarse de Madrid ha ayudado a que Baleares haya llegado a un principio de acuerdo.  Las próximas elecciones ya en precampaña, también.  La unidad del colectivo, otro que tal.

Y la solución, para quienes sólo nos quedamos con los titulares de la noticia, ha sido al principio fácil: más dinero y menos catalán.  ¿Que hubiera pasado si el Govern hubiera estado en manos de los nacionalistas? ¿Es un parche para llegar a las elecciones sin el conflicto abierto? ¿Crea el Govern una desigualdad en la exigencia del catalán según sea uno u otro el colectivo afectado?

Y aunque me alegro de que la paz haya llegado a la Atención Primaria, mi raciocinio me dice que algo no me cuadra.  Vamos, que si el problema es que hay falta de facultativos, la solución entiende uno que sería la de aplicar políticas que ayuden a la incorporación de nuevos profesionales al IBSalut, como podrían ser:  aumento de sueldo, no exigencia catalán, acceso a viviendas,  convenios con las clínicas privadas, premiar el retraso a la jubilación y otras mejoras en cuanto a la situación personal y profesional de los facultativos.  Otras medidas ya no serían coherentes.

Si se hablaba de una disminución en el número de tarjetas por médico y del número de citas diarias para mejorar la atención, uno no entiende que por pagar un plus por cada paciente que supere el límite establecido facilite una mejor atención al mismo.  Vamos, que o bien se dará una reducción del tiempo establecido para la atención o una ampliación en el horario laboral.

El estrés seguirá existiendo.  Eso sí, acallado.

PUBLICADO EL 22 DE DICIEMBRE DE 2022, EN EL DIARIO MENORCA.