Los
atentados del 11M permanecen aún muy presentes en el subconsciente de algunos españoles.
Las distintas versiones de lo que pasó, las incógnitas que no se llegaron a
esclarecer, las medias verdades, las medias mentiras. Todo indica que cuando la Guerra Civil esté
definitivamente dada por fallecida y sus restos devorados por el fuego
depurador, cuando los muertos de la guerra entre hermanos y entre asesinos dejen
de ser rentables para algunos, alguien destapará aquel 11M y hará su propia
peregrinación rebuscando verdades y elevando nuevos mártires a los altares de
la cosa pública.
Con
la Guerra Civil está pasando lo mismo.
La única verdad con la que todos deberían estar de acuerdo es con el
aproximadamente medio millón de muertos y asesinados durante la contienda. La verdad científica, no interesa
actualmente. A la Historia la han eutanasiada y el engendro ha parido tantas versiones
de ella como consumidores haya.
Pero
volvamos al 11M. Los últimos rumores que han salido a la luz sobre este tema ha
sido la ocurrencia publicada en las redes sociales de que alguien de Marruecos
está chantajeando al Gobierno español con destapar información sensible sobre
el 11M. Teoría de la conspiración, sin ninguna duda para la versión oficial, pero
¿y si fuera verdad? O al revés ¿y si la
versión oficial no fuera toda la verdad? O todo lo contario.
Y
es que las teorías de la conspiración no vienen solas. Cada periodo de tiempo tiene unos detonantes
que la actualizan, la adaptan a las necesidades actuales o simplemente añaden
nuevos datos descubiertos o inventados. ¡Vaya usted a saber!
El
último detonante se inicia con Pegasus y el móvil del presidente, el cambio de
política sobre el Sahara, los pactos secretos con el reino alauita y la siempre
supuesta bajada de pantalones. Y los
rumores se acrecientan. ¿Se espió el móvil del presidente? ¿Qué información
sensible había? ¿Tan valiosa era esta información?
Si
nos damos cuenta, incluso en este asunto, los españoles estamos siendo manipulados. Si un país extranjero ha tenido conocimiento
de una información reservada, el problema ya existe, más bien, ya nada se puede
hacer. Si la información ya está
disponible en manos ajenas entonces el “supuesto” chantaje no va dirigido a
España. ¿A quién perjudicaría?
O tal vez, el tema Pegasus sea una cortina de humo para justificar el giro político, mientras la raíz sigue estando en el 11M. Eso sí, no contra España, sino contra el PSOE. O contra Sánchez quien -de momento- es lo mismo.
PUBLICADO EL 11 DE MAYO DE 2023, EN EL DIARIO MENORCA.