Ha
pasado ya un año y aunque todos hemos envejecido, para algunos parece que no
pasa el tiempo. Y no es que tengan más
pelo y menos arrugas, simplemente es que para el CIMe -o para algunos gestores
de éste- da la sensación de que se han tomado un año sabático si lo comparamos
con la misma fecha del año anterior. O
toda la legislatura, vaya usted a saber.
La
hemeroteca no suele mentir, al menos al comparar noticias y fechas. Y allí continúan las mismas excusas del año
pasado en los temas del Jaleo Bus, la ITV, la línea de bus que una Ciutadella y
demás poblaciones de la isla con el aeropuerto, el de los taxis, los accesos a
las playas y un largo etcétera que, según sea el resultado el próximo 28M,
puede que se eternicen tanto o más que la finalización de la carretera general.
Lo
curioso -o no tan curioso- es que dicha inactividad se concentra
mayoritariamente en el departamento de Mobilitat -que no de Immobilitat-.
Vamos, que lo de ponerse en marcha no
parece que sea cosa de este departamento.
Y aunque oficialmente ya se depuraron responsabilidades políticas, la
inacción parece llevarse en el ADN del programa que rige los destinos de
ciertas consellerías. Y sigue atascada la cosa. ¿Serán verdad aquellas afirmaciones que
realizó la consellera saliente en las que daba su versión sobre el caos
reinante en su departamento y los motivos y causas que lo provocaban?
La
excusa – cuando no se ataque a la persona- siempre será la misma. Los tiempos y las formas. Pero no. ¿Se acuerdan del tema de las vacas
de Milá? Más bien será la dejadez y la
incompetencia. Otro término sería aún peor. Los tiempos y las formas que impone
el procedimiento administrativo no es excusa válida que dure dos anualidades y
mucho menos cuando otro departamento de este mismo CIMe -y a manos del mismo
partido político- es capaz de -supuestamente- saltarse a la torera todo tiempo
y toda forma en la contratación -y pago- de algunos trabajos.
Pero
a pesar del reino de taifas que es el CIMe actual, la culpa es del Todo. De toto el equipo de gobierno. De la presidencia que lo permite, dirige y
nombra. Y de todo aquel que, en cierta
forma, lo aplaude. Vamos como los tres mosqueteros y su “uno para todos y todos
para uno”.
Y
ya se sabe, para algunos el CIMe representa lo que vulgarmente llamaríamos una
merienda de negros -término éste que aún está en la RAE-. Y para otros, un
lugar donde se podría trabajar para una Menorca mejor. Vamos, que sólo falta ponerse en marcha.
Come on! Let’s go!
PUBLICADO EL 18 DE MAY0 DE 2023, EN EL DIARIO MENORCA.