PSOE _UP ≠ PP _VOX (*)

 

Ya lo dijo Ramón de Campoamor cuando escribió aquello de que “Y es que en el mundo traidor nada hay verdad ni mentira: todo es según el color del cristal con que se mira”.  No hará falta recurrir a las teorías de Descartes ni las opuestas de Kant, o las más recientes de Nelson Goodman y sus “mundos simbólicos”, para llegar a la conclusión de que la izquierda española siempre gana.  Vamos, como la banca que nunca pierde.

Desde que Pedro Sánchez nos ha convencido de que él nunca nos ha mentido, sino que simplemente ha cambiado de posición política, uno, por fuerza, tiene que ver las cosas desde otra perspectiva.  ¿Para qué sirven los debates electorales -que tanto le gustan al Sánchez- si todo lo que diga y prometa luego puede que no se cumpla cuando cambie de posición política?  Pero bueno, Pedro Sánchez aún dice que es de izquierdas -en esto aún no ha cambiado -de momento-, y por eso es de los buenos.

Pedro Sánchez se unió con toda la extrema izquierda, vamos la parte más comunista de los comunistas, y no pasó nada.  También con los nacionalistas extremos y demás, y no pasó nada.  Y todos tenemos que verlo bien.  Al fin y al cabo, es legítimo y democrático.  Y eso, los que nos consideramos demócratas tenemos que acatarlo.  Y demócratas somos todos, menos -claro está- todos aquellos que no lo son.  Y al parecer son más de los que aparentan no serlo.

A pesar de que antes de cambiar de posición no hubiéramos podido dormir si Iglesias se aliaba con Sánchez, lo cierto es que luego dormimos plácidamente.   Ahora, cuando ha sido el pueblo quien ha cambiado de posición, Pedro Sánchez y todos sus nominados -de nómina- van y nos recuerdan aquello de las pesadillas nocturnas. Y demos gracias a que Alfonso Guerra no lo apoya que, si no, los jubilados nos quedábamos sin pensión.

Y es que, si Sánchez e Iglesias pudieron compartir palacio ¿por qué ahora no admiten que Feijóo pueda hacer lo suyo con Abascal?  No necesitas ir a Madrid para las incongruencias de estos tipos.  En Baleares pasa lo mismo.  En su momento, la izquierda nombró a Baltasar Picornell, Balti para los amigos, presidente del Parlament Balear.  De Podemos y con una sanción por resistencia a la GC.  Ahora, la misma izquierda, por sus opiniones vertidas en las redes no quiere a Gabriel Le Senne para el mismo cargo.  ¿Acaso no ha podido cambiar de posición respecto a lo que se le acusa? ¿Entendieron sus opiniones?

¿Y si son los ciudadanos quienes sí han cambiado de posición?

Demócratas cien por cien, eso sí.

PUBLICADO EL 29 DE JUNIO DE 2023, EN EL DIARIO MENORCA.

(*) título original

ZONA AZUL

 

Llevamos todo el mes que la televisión nos apedrea con gráficos y mapas en que nos dividen territorialmente en azules y rojos.  Zona azul y zona roja, y uno, cansado ya, intenta mantenerse alejado de aquellos nefastos años de contienda.  Hoy intentaré liberarme de la política, ponerme al volante y hablar de otras zonas azules; de estas rayas azules que delimitan algunos aparcamientos en la mayoría de las ciudades.  Y ya que estamos en la semana de sant Joan, pues a Ciutadella que me voy.

Y Ciutadella es la excusa perfecta porque en estos días pasados se anunció el cambio de aplicación móvil para que los usuarios de la zona azul pudieran gestionar sus aparcamientos. Lo que más me llamó la atención -tengo que reconocer que no suelo ser usuario de las zonas azules ni de las apps que lo gestionan- es que la información que aparecía en la web municipal indicaba que una de las ventajas de usar la nueva aplicación Blinkay era de que, en caso de necesitar más tiempo, ofrecía la posibilidad de ampliarlo desde el móvil, sin necesidad de desplazarse físicamente hasta el coche.  Ventaja clara en beneficio del usuario, sin duda.  Pero uno, aunque no hable de política, sigue siendo retorcido con la letra pequeña.

La “tasa para el estacionamiento de vehículos de tracción mecánica en las vías públicas municipales, bajo el control del horario regulado por parquímetros”, al menos la que consta colgada en la web municipal, data del año 2015 y en ella se estipula que el tiempo máximo del estacionamiento será de dos horas.  Y uno se pregunta, si será legal o no, una vez superado el tiempo máximo, el pagar por más tiempo mediante el uso de la nueva aplicación, o sencillamente acudir al aparato físico y volver a pagar la prórroga.

Sea legal o no, lo que está claro es que de darse esta práctica, desvirtuaría la filosofía de estas zonas azules, que en definitiva es la de favorecer la rotación de vehículos, vamos como una distribución de la riqueza en forma de espacio de aparcamiento.  De lo contrario parecería que se ejerce como un sistema recaudatorio en vez de un sistema distributivo.  Y por supuesto, beneficiando a quien más poder adquisitivo tiene -o eso suele decirse cuando se habla en clave política-.

¿Se acuerdan de aquellas primeras zonas azules o de control horario y que se regulaban mediante relojes que se colocaban en el interior de los vehículos?  Eso sí, iban sin apps.  Pero ¡eran aparcamientos gratuitos!

Y pues sí, Ciutadella también está en la zona azul.

¡Sort i ventura!


PUBLICADO EL 22 DE JUNIO DE 2023, EN EL DIARIO MENORCA.

YOLI VETA A IRENE

 

La semana pasada no debió ser una semana demasiado buena para Irene.  Sin duda debió ser su “semana horribilis”.  Sólo faltó que Pedro Sánchez la destituyera de su ministerio de Igualdad y que le mandara cerrar la puerta al salir.  Y es que los astros debieron alinearse en su contra.  O al menos, no lo hicieron a su favor.

El Tribunal Supremo avalaba rebajar las penas por su ley del “solo sí es sí”.  La ley más chapucera de nuestra democracia que ha puesto en la calle a centeneres de presos y rebajada la pena de prisión a miles más de ellos, la dejaba retratada.  Vamos, que eso de proteger a las mujeres, nada de nada, sino todo lo contrario.  Pero eso ya debía de esperárselo.  Era de cajón, por mucho que la fiscalía -general del Estado- dijera lo contrario.  Pero bueno, ya sabemos de quién depende la fiscalía.  Y hubo más.

Y más serio para ella.  El Tribunal Supremo también la condenó a indemnizar a un ciudadano por vulnerar su derecho al honor al haberlo tratado de maltratador. ¡Vaya por Dios! ¡Suerte que en España aún hay juristas que valoran y hacen valer su independencia!

Y como suele decirse que no hay dos sin tres, pues la tercera mala noticia fue que Yoli, la vetó.  ¡Que Irene no suma! Y eso ya es más serio.  Mucho más serio.  Podemos ya sólo existe en los papeles.  En la práctica ya no está ni se le espera.

Y me entristece -o al menos, queda bien que lo ponga-.  Si de verdad Yoli la sigue vetando y al final no la deja ir en ninguna lista electoral, habrá dejado en el paro a una madre de familia numerosa y con hipoteca.  Y eso, como dirían las confluencias, no se hace. Y mucho menos siendo quien es.

Al menos, Yoli tiene suerte de no ser un hombre.  ¿Se imaginan que hubiera sido un hombre quien la hubiera puesto de patitas a la calle?  Machista sería poco.  Y de fascista ya no digamos.  Al menos, Yoli es mujer y es comunista.  O algo parecido.  Y los comunistas, de momento, venden bien.  Y de momento, las calles siguen siendo suyas.

Las calles, las listas, los cargos...  Y uno que pensaba que aquella nueva ola que vino con ganas de romper con todo y con todos, contra la casta, contra las imposiciones….  Aquel viento purificador, con sus círculos….  Y da la sensación de que una vez tocado poder se han vuelto más autoritarios que Franco ¡que ya es decir!  Y de círculos nada de nada.  De alfa a alfa, y tiro porque me toca.

¿Será por eso por lo que prefieren apoyar a Rusia en vez de Ucrania?  Vamos, que Putin al final nos parecerá un demócrata al lado de ellos.


PUBLICADO EL 15 DE JUNIO DE 2023, EN EL DIARIO MENORCA.

INTENTO DE ENGAÑO

 

Cuando oí a Pedro Sánchez comunicar su intención de convocar elecciones para el mes de julio con toda su retórica que le acompaña, me vino a la memoria una experiencia de la mili.  Corría el año 1982, el año del mundial de fútbol y de las elecciones generales que ganó Felipe González para el PSOE.  Por aquel entonces quien esto escribe no llegaba a los veinte años y era cabo 1º del Ejército de Tierra, destinado en la C.ª Plana Mayor del RI Mahón-46.

Estaba de semana y era una mañana de un día cualquiera. Detecté la ausencia de uno de los soldados en su cometido ordinario.  Por casualidad lo descubrí escaqueado en el lavadero.  A su regreso y al ser preguntado por su ausencia, recibí como respuesta que había sido llamado por el coronel.  Ni que decir que, de primeras, le cayeron cuatro días de arresto por engañar a un superior.  En desacuerdo, el sujeto presentó queja ante un mando superior, quien una vez enterado de que “el coronel no tenía su despacho en el lavadero”, optó por mantener el arresto, eso sí, cambiando el término de este.  Y la razón era obvia.  No podía arrestar por “engaño” dado que si me hubiera engañado no me hubiera enterado de ello.  Así pues, los cuatro días se mantuvieron, eso sí, pero por “intento de engaño”.

Esta lección me ha acompañado durante el resto de los años.  El argumento lo he utilizado en muchas ocasiones.  Pedro Sánchez tiene a mi entender apariencia de ser un mentiroso compulsivo.  A sabiendas o sin querer.  Pero en verdad, no nos engaña.  Intenta engañarnos, eso sí.  Él sabe que el coronel no tiene su despacho en el lavadero.  Y ya debería saber que a él sí que se le ha visto en el cuarto de pilas.  Como también descubrieron en Ferraz la urna tras el biombo.  Era un primero sí, pero de octubre.  Antaño día del Caudillo. Del caudillo Sánchez después.  El de la triada oscura, según Rosa Díez.

Un aprendiz de engañabobos dirá alguno.  Un engañabobos avispado, rematarán otros.  Lo cierto es que mientras aquel sujeto que dijo haber ido a ver al coronel tenía todos los boletos para que su vida transcurriera entre porros y el subsidio de las falsas peonadas; en otro lugar y en otro tiempo, otro sujeto tal vez hubiera intentado obligar al jefe del Regimiento a trasladar su despacho junto a las pilas del lavadero.

Por suerte, le sería difícil encontrar entre los mandos del Ejército a alguien que sucumbiera a dicha bajeza; no así de entre las filas de “su” partido, en que algún “coronel” dará la cara y más, por salvarle el trasero.


PUBLICADO EL 8 DE JUNIO DE 2023, EN EL DIARIO MENORCA.

LOS MIOS. LOS NUESTROS

 

Escribo la columna en plena jornada electoral.  Las urnas aún esperan los sobres mientras quien esto escribe celebra sus primeros comicios sin estar de servicio en un colegio electoral.  Echas la vista atrás y aunque añoras el plus salarial por participar en el evento, sobre todo echas de menos aquellas anécdotas vividas de primera mano o como simple observador, que te hacían más llevadero aquellas tediosas jornadas.

Te acuerdas de aquel ritual de los míos y los nuestros.  En verdad, era un juego del despiste en que alguna vez, quien quedó más despistado fue uno mismo. O ambos.  O ninguno. Vaya usted a saber.  Para el caso traeré a colación dos de ellas, divertidas en su momento.

El más antiguo se remonta cuando la jornada electoral se celebraba entre semana.  Fue en unas elecciones locales y por aquel entonces uno de los colegios electorales estaba situado en los bajos del ayuntamiento, cuyo espacio servía como sala de exposiciones del Patronato de Cultura y en la que posteriormente se ubicó las oficinas de la OAC.

A media tarde, cuando la votación aún estaba en marcha, una señora mayor pasea por la acera de enfrente y pregunta si ya saben quien ha ganado.  La respuesta no se hace esperar: ¡Han ganado los nuestros, señora!  Y aquella mujer mayor, con cara de satisfacción, responde preguntando: ¿Ha ganado Borja?  Allí, uno ya pisa el freno de pie y pone el de mano.  “Señora, no se si los nuestros son los suyos, ni si los suyos son los míos.  Mejor lo consultamos mañana en Es Diari”.  Y pues sí, Borja Carreras renovó la alcaldía.

La segunda de las anécdotas ocurrió en el colegio electoral de la plaza Ibiza.  Un domingo y en horario de sobremesa.  Un interventor de un partido político y a la vez concejal, sale a fumar y se acopla a mi espacio.  La incomodidad es mala compañera y uno tiene que improvisar un diálogo forzado.  Y más con los humos del cigarrillo.  Me han dicho que han oído por la radio que van ganando los nuestros”, le comento todo serio.  Una sonrisa se dibuja en su semblante. Y se interesa por la noticia.  Una respuesta evasiva, matando por si acaso al inventado mensajero, salva el entuerto.  Uno se quedó dudando si era ignorancia o inocencia.

Con los años, he pensado que tal vez el susodicho también debió verse forzado a un diálogo forzado.  Y pues sí, las ganó ZP.

Al final, con los años, y a pesar de que siempre suelen ganar los míos, he aprendido que a veces, los míos no coinciden con los nuestros.  Para muestra, dos ejemplos. Y bien claros.


PUBLICADO EL 1 DE JUNIO DE 2023, EN EL DIARIO MENORCA.