Y cabeza
levantada, añadiría si el pecho fuera masculino y en singular. Pero no, hoy el escrito no va de aquellos
tiempos de mili, sino de lo necesitadas que están algunas en llamar la
atención. Y es que, en el lapso de una
semana, tres han sido los reclamos publicitarios que me han decantado por
escribir el escrito de hoy. Publicidad
simple, gratuita y provocadora. Y no
noticia, por simple que ésta fuera, claro está. Ni reivindicación, por mucho
que se le disfrace de ello.
La primera
en llegar a escena es la de un grupo que, según sus detractores, hace tiempo
que no venden ni para pipas. Y la música
gusta o no gusta. Lo otro, ya entra en
las necesidades visuales y el morbo de cada uno. ¿Habrá quien pague para ir a un espectáculo a
ver las protuberancias de una vocalista pudiéndolas ver gratis por internet? Y si a ello le añadimos el “no pasarán” y
“hacerlo por la dignidad de la mujer” ya demuestra el nivel de esta. Vamos, que hubiera calado más aquello de salir
en burka y haberse despojado del mismo durante la actuación. ¡Así sí que habría defendido a la mujer! O al
menos, a una parte de ellas.
De todos
modos, Yolanda Díaz la apoya. ¿Será la
vocalista la futura ministra de Cultura o de Igualdad? Tiempo al tiempo. De més verdes en maduren.
La segunda
en escena es la clásica de cada verano menorquín. Uno ya duda sobre quien promociona a
quién. Si ella a Menorca, o Menorca a
ella. A estas alturas, y vistos los
antecedentes de la parafernalia que le acompaña cada verano, tengo claro que
Menorca es usada para recordar que la tipa aún quiere salir en los medios pese
a los años transcurridos ¡Vamos, que nos necesita! No sé si Pedro Sánchez habrá pensado en ella
para el Ministerio de Transportes o en la Dirección General de Marina Mercante,
pero sería bueno que Francina se lo hiciera llegar a sus oídos. Dos gallos en un mismo gallinero no creo que
le gustase a Sánchez. Prepotencia e
insulto suelen hacer mala pareja.
Y como no
hay dos sin tres, la tercera quedó sólo en un susto. O al menos eso dijo la protagonista. Y a uno le cuesta entender muchas de las
tonterías que salen en las redes. ¿De verdad le avergüenza a una que se le vea
desnuda cuando hace una sesión de posado, cuando el destino de aquel desnudo es
publicarlo en las redes? ¿Será por
aquello del Photoshop? De momento, un
ministerio sin cartera le será suficiente.
Tres mujeres, tres historias. Por suerte para el resto de ellas, las mujeres siguen siendo libres de no parecerse a estas.
PUBLICADO EL 24 DE AGOSTO DE 2023, EN EL DIARIO MENORCA.