Y es que cuando uno tiene razón, hay que dársela. Y a Solbes se la tienen que dar cuando dijo que no se ha interiorizado todavía lo que vale un euro, o lo que es lo mismo, que los españoles no sabemos cuánto gastamos. ¡Que un euro no son cien pesetas!. Y eso que Zapatero anuncia en plena precampaña que los españoles estamos mejor formados que nunca. O sea, que los jóvenes son más inteligentes que los mayores.
Pero la razón de Solbes sólo será media razón. La otra media habrá que quitársela de inmediato. Que un euro sean cien pesetas para los españoles no es de ahora, es desde el mismo momento de la implantación del euro. Y eso fue debido porque justo sonó la última campanada que nos hacía más europeos, los precios se redondearon al euro. Así, las tiendas de todo a cien pasaron por decreto a todo a 1 euro. Y no digamos de todos los demás artículos –incluidos los de primera necesidad-……
Mientras tanto, los españoles nos pusimos como meta los mil euros. Así Carolina Alguacil inventó el término “mileurista” y pasamos a querer ganar mil euros mensuales, y aunque no los ganáramos, lo que sí conseguimos fue llegar a pagar mil euros por una hipoteca. Y mientras las hipotecas subían, subía todo lo demás. Era un ciclo lógico, un ciclo de la oferta y demanda. Mientras hubiera quienes superaran los mil y dos mil euros, mientras hubiera demanda, abría oferta. Oferta inflacionista, claro. Y el Gobierno, no dijo nada. Cuánto más gasto, más impuesto. Cuanto más impuesto, más beneficio, más presupuesto….. Y las arcas se llenan….. y se vacían…., con tanto cheque-bebé, cheque-casa, cheque-ordenador, etc.etc.
Y las pensiones de viudedad, las de jubilación, las de los contratos “basuras” cambiados de nombre, siguen siendo sub-mileuristas. Y muchas de ellas, ni alcanzan la mitad. Pero la economía va bien. O al menos, eso queremos dar a entender. ¿Quién es capaz de decir lo contrario observando el gasto cotidiano de todos los españoles?. ¡Y ahora en vez de ochocientos mil empleos, Zapatero nos va a hacer dos millones! ¡España va bien!. ¡Lástima de los que se han perdido en Baleares en el último mes!.
La banca tiene los mejores beneficios de los últimos años. Los comercios aunque menos, siguen en saldo positivo. Pero la mosca ya la tienen detrás de la oreja. Algunos piden que se restrinja la entrada de nuevos comercios ¿dónde está la libertad de comercio, la libre elección de trabajo?. Algunos no quieren dejar de ganar, no quieren competencia más barata. Algunos quieren como no, mantener el control sobre los precios …. , y eso no es muy democrático que digamos…., pero ya se sabe, una cosa es predicar y otra muy distinta, dar ejemplo.
Ahora, el Govern, presuntamente, eso sí , se ha dado cuenta que ha habido “supuestos indicios” que hacen pensar , supuestamente hablando, que ha habido algún “supuesto acuerdo” para aumentar los precios…. ¡Qué inteligente que son los del Govern! ¡Y nosotros sin darnos cuenta!. Ahora sólo faltará que arreglen el tema del transporte aéreo y todos más felices. ¿Cómo puede valer un pasaje a Palma de Mallorca, más caro que uno que va desde Madrid a Bulgaria, pongamos por ejemplo?. Y eso que se habla del servicio público. ¡Si llegan a tildarlo de servicio privado no digamos la que nos esperaba!.
Pero la culpa no la tiene ni Zapatero, ni Solbes, ni mucho menos, el Govern. Por lo menos, no la tienen toda , no. Y ya se sabe, que cuando la culpa se reparte, queda mejor. Así, uno se pregunta ¿por qué en Barcelona un mes antes de Navidad ya se encendieron las luces navideñas? ¿por qué las luces navideñas se instalan mayoritariamente en las zonas comerciales, cuando la electricidad la pagamos entre todos los ciudadanos contribuyentes?. ¿Se imaginan el ahorro de energía –este ahorro que tanto intentan inculcarnos- si sólo se iluminaran los días festivos?. Pero claro, una cosa es predicar el espíritu navideño, y otra muy distinta el negocio que se hace empleando este término.
Predicar y auspiciar un estado laico, es incompatible -por lo menos ahora y en España- con los intereses consumistas y el negocio de los comerciantes. Y esto, los políticos, por mucho que renuncien de la religiosidad de este momento y del verdadero espíritu navideño, lo saben. Y así, aprovechan la coyuntura del verdadero sentido cristiano de los españoles - y más en estas fechas- con la implantación de costumbres americanas y del resto de Europa, para contentar a unos y a otros. ¡Y sin renunciar a las propias, faltaría más!. Si Santa Claus, San Nicolás, Papa Noel, o el Señor Invierno, ya adornaba nuestro árbol en las navidades de antaño, donde sin duda, la obra maestra era el Belén o Nacimiento, y el árbol representaba un añadido secundario, ahora, las nuevas generaciones se guían por el consumismo.
Los organismos, instituciones y demás, tanto públicos como privados, apuestan por la iluminación del árbol navideño. Las calles se inundan por hombres de rojos, algunos incluso de verde, con barbas blancas, saco al hombro y haciendo sonar una campana cerca de los centros comerciales. Los padres y abuelos, poco a poco se ven forzados a ampliar gastos y contentar a estas indefensas víctimas del consumo, proporcionando dos noches llenas de ilusión. ¿Quién puede ya volver atrás el invento?. Y la culpa de la inflación, dicen que es del euro….. Pero no, Solbes tiene razón: todavía no se ha interiorizado lo que vale un euro. Y alguien aún añadiría: “ni lo que vale un video juego, ni lo que vale un cd de música, ni un libro, ni una bolsa de patatas fritas….”. Pero lo bueno aún está por llegar.
Lo bueno será cuando algún inspirado –por no llamarle iluminado- por eso de que se acercan las elecciones, se le ocurra decir que, ahora cuando ya ha pasado más de treinta años de la muerte de Franco, la culpa de la subida de los precios es de Franco. Y en parte, también podrá haber razones que justifiquen al iluminado. Si Franco no hubiera creado las pensiones de jubilación y de viudedad, ahora éstas no serían tan ridículas ¿no?. Si Franco no hubiera creado las pagas extraordinarias de Julio y Diciembre, ahora el pueblo llano no tendría dinero suficiente para gastárselo ¿no?. Pues tengamos cuidado, que alguno va y se lo cree, y allí, lo suelta.
Mientras tanto, como de ilusiones también se vive, este año espero poder ver la entrada de Papa Noel, y no perdérmelo como en pasadas ocasiones. Y por supuesto, espero tampoco perderme la de los Reyes Magos… que por algo son “magos”, por muy republicano que quiera aparentar uno.
Feliz espíritu navideño.
Feliz Navidad.
Pero la razón de Solbes sólo será media razón. La otra media habrá que quitársela de inmediato. Que un euro sean cien pesetas para los españoles no es de ahora, es desde el mismo momento de la implantación del euro. Y eso fue debido porque justo sonó la última campanada que nos hacía más europeos, los precios se redondearon al euro. Así, las tiendas de todo a cien pasaron por decreto a todo a 1 euro. Y no digamos de todos los demás artículos –incluidos los de primera necesidad-……
Mientras tanto, los españoles nos pusimos como meta los mil euros. Así Carolina Alguacil inventó el término “mileurista” y pasamos a querer ganar mil euros mensuales, y aunque no los ganáramos, lo que sí conseguimos fue llegar a pagar mil euros por una hipoteca. Y mientras las hipotecas subían, subía todo lo demás. Era un ciclo lógico, un ciclo de la oferta y demanda. Mientras hubiera quienes superaran los mil y dos mil euros, mientras hubiera demanda, abría oferta. Oferta inflacionista, claro. Y el Gobierno, no dijo nada. Cuánto más gasto, más impuesto. Cuanto más impuesto, más beneficio, más presupuesto….. Y las arcas se llenan….. y se vacían…., con tanto cheque-bebé, cheque-casa, cheque-ordenador, etc.etc.
Y las pensiones de viudedad, las de jubilación, las de los contratos “basuras” cambiados de nombre, siguen siendo sub-mileuristas. Y muchas de ellas, ni alcanzan la mitad. Pero la economía va bien. O al menos, eso queremos dar a entender. ¿Quién es capaz de decir lo contrario observando el gasto cotidiano de todos los españoles?. ¡Y ahora en vez de ochocientos mil empleos, Zapatero nos va a hacer dos millones! ¡España va bien!. ¡Lástima de los que se han perdido en Baleares en el último mes!.
La banca tiene los mejores beneficios de los últimos años. Los comercios aunque menos, siguen en saldo positivo. Pero la mosca ya la tienen detrás de la oreja. Algunos piden que se restrinja la entrada de nuevos comercios ¿dónde está la libertad de comercio, la libre elección de trabajo?. Algunos no quieren dejar de ganar, no quieren competencia más barata. Algunos quieren como no, mantener el control sobre los precios …. , y eso no es muy democrático que digamos…., pero ya se sabe, una cosa es predicar y otra muy distinta, dar ejemplo.
Ahora, el Govern, presuntamente, eso sí , se ha dado cuenta que ha habido “supuestos indicios” que hacen pensar , supuestamente hablando, que ha habido algún “supuesto acuerdo” para aumentar los precios…. ¡Qué inteligente que son los del Govern! ¡Y nosotros sin darnos cuenta!. Ahora sólo faltará que arreglen el tema del transporte aéreo y todos más felices. ¿Cómo puede valer un pasaje a Palma de Mallorca, más caro que uno que va desde Madrid a Bulgaria, pongamos por ejemplo?. Y eso que se habla del servicio público. ¡Si llegan a tildarlo de servicio privado no digamos la que nos esperaba!.
Pero la culpa no la tiene ni Zapatero, ni Solbes, ni mucho menos, el Govern. Por lo menos, no la tienen toda , no. Y ya se sabe, que cuando la culpa se reparte, queda mejor. Así, uno se pregunta ¿por qué en Barcelona un mes antes de Navidad ya se encendieron las luces navideñas? ¿por qué las luces navideñas se instalan mayoritariamente en las zonas comerciales, cuando la electricidad la pagamos entre todos los ciudadanos contribuyentes?. ¿Se imaginan el ahorro de energía –este ahorro que tanto intentan inculcarnos- si sólo se iluminaran los días festivos?. Pero claro, una cosa es predicar el espíritu navideño, y otra muy distinta el negocio que se hace empleando este término.
Predicar y auspiciar un estado laico, es incompatible -por lo menos ahora y en España- con los intereses consumistas y el negocio de los comerciantes. Y esto, los políticos, por mucho que renuncien de la religiosidad de este momento y del verdadero espíritu navideño, lo saben. Y así, aprovechan la coyuntura del verdadero sentido cristiano de los españoles - y más en estas fechas- con la implantación de costumbres americanas y del resto de Europa, para contentar a unos y a otros. ¡Y sin renunciar a las propias, faltaría más!. Si Santa Claus, San Nicolás, Papa Noel, o el Señor Invierno, ya adornaba nuestro árbol en las navidades de antaño, donde sin duda, la obra maestra era el Belén o Nacimiento, y el árbol representaba un añadido secundario, ahora, las nuevas generaciones se guían por el consumismo.
Los organismos, instituciones y demás, tanto públicos como privados, apuestan por la iluminación del árbol navideño. Las calles se inundan por hombres de rojos, algunos incluso de verde, con barbas blancas, saco al hombro y haciendo sonar una campana cerca de los centros comerciales. Los padres y abuelos, poco a poco se ven forzados a ampliar gastos y contentar a estas indefensas víctimas del consumo, proporcionando dos noches llenas de ilusión. ¿Quién puede ya volver atrás el invento?. Y la culpa de la inflación, dicen que es del euro….. Pero no, Solbes tiene razón: todavía no se ha interiorizado lo que vale un euro. Y alguien aún añadiría: “ni lo que vale un video juego, ni lo que vale un cd de música, ni un libro, ni una bolsa de patatas fritas….”. Pero lo bueno aún está por llegar.
Lo bueno será cuando algún inspirado –por no llamarle iluminado- por eso de que se acercan las elecciones, se le ocurra decir que, ahora cuando ya ha pasado más de treinta años de la muerte de Franco, la culpa de la subida de los precios es de Franco. Y en parte, también podrá haber razones que justifiquen al iluminado. Si Franco no hubiera creado las pensiones de jubilación y de viudedad, ahora éstas no serían tan ridículas ¿no?. Si Franco no hubiera creado las pagas extraordinarias de Julio y Diciembre, ahora el pueblo llano no tendría dinero suficiente para gastárselo ¿no?. Pues tengamos cuidado, que alguno va y se lo cree, y allí, lo suelta.
Mientras tanto, como de ilusiones también se vive, este año espero poder ver la entrada de Papa Noel, y no perdérmelo como en pasadas ocasiones. Y por supuesto, espero tampoco perderme la de los Reyes Magos… que por algo son “magos”, por muy republicano que quiera aparentar uno.
Feliz espíritu navideño.
Feliz Navidad.
PUBLICADO EL 20 DICIEMBRE 2007, EN EL DIARIO MENORCA.