CAMI DE CAVALLS

Antes que nada, manifestar públicamente que amo a Menorca tanto como el que más, y por supuesto, mucho más que algún que otro. Añadir también que no soy nacionalista ni de una ni de otra parte geográfica, con todo lo que pueda conllevar ello de sentimiento político adverso y/o perverso.

Crecí en una familia normal, de las de antes. O sea, una familia trabajadora, de aquellas en la que no sobraba el dinero, sino más bien todo lo contrario, pero acostumbrados a vivir con lo que teníamos, tampoco necesitábamos más lujos. Una familia, que a pesar de trabajar en el sector servicios, tenía sus orígenes en el campo. En el campo de antes, en el de todos. ¿Quién no había nacido en el campo o tenia familia en él?. La felicidad de entonces no entendía de crisis económicas ni de tanto invento actual. La crisis era continua y todos subsistían……

De pequeño, solía acompañar a mi padre por el campo, por la costa, al ir de pesca y como no, algunas veces de caza. E incluso practiqué artes ahora declaradas furtivas, en tiempos que no lo eran…. Y de pesca, la mayoría de veces con caña tras largas caminatas, y otras con una téquina con remos hasta divisar alguna “seña” que indicara que estábamos en el lugar adecuado.

Eran tiempos en que montados en aquella Ossa llegábamos hasta donde la responsabilidad de uno autorizaba y aparcada ésta, no encontrabas ningún obstáculo para la actividad programada. No había cotos “particulares” ni prohibidos como ahora, ni necesidad había para que se prohibieran. Y si las hubiera habido o las hubo, se respetaban y punto. Se respetaban porque la responsabilidad de uno conjugaba con la motivación del otro.

Y en estas aventuras infantiles ya conocía de la existencia del “Camí de cavalls”. Mi padre me explicaba que este camino en su día recorría toda la isla y era para que los soldados pudieran recorrerla para ir de un sitio a otro, al mismo tiempo que su paso a pie o a caballo era libre y que nadie podía prohibirlo. A la vez que me explicaba lo anterior, aprendía como tratar el camino: las barreras se dejaban cerradas, se pasaba por los “saltadors o botadors”, evitando provocar “enderrossais”, no cruzar por los campos cultivados….., etc.

Nunca, durante todos los años en que he sido aliado del campo y de la costa, he tenido problema alguno con este tema. Pero las cosas fueron cambiando con la masificación. El turismo de mochila, los incendios forestales, el desarrollo urbanístico, la invasión del campo por personas desconocedoras del medio, y como no, la llegada de personajes distintos al carácter menorquín, conjugado con la ambición del negocio especulativo, hizo que este compendio provocara que mientras unos destruían a su paso, los otros se defendían.

¿Y cómo defenderse de la marabunta que arrasa todo lo que pisa? Prohibiendo. Dejando de arreglar los caminos y prohibiendo el paso por ellos. Pasan los años, y aquellos terrenos que antes permitían su disfrute, se cierran en banda. Es más, muchos terrenos pierden su historia y pasan a ser explotados turísticamente. Dejan de ser terrenos de cultivo y pasan a ser urbanizaciones. Otros, especulan y compran. Otros quedan abandonados y sin personal que lo cuide, y aparecen los okupas del momento y destruyen sus viviendas, sus almacenes, sus paredes y sus pozos. A todo ello, el campo queda sentenciado.

Han pasado años, y la justicia ha tenido que devolver las cosas a su sitio. La justicia, el empeño de unos hombres y mujeres, de unos grupos políticos, de unas instituciones, de unos gobiernos. Y también el pulso entre propietarios y creyentes de este derecho al libre paso. Ahora, cuando nos congratulamos de este avance -que lo único que hace es devolver a la costumbre que practicamos de niños-, es hora de plantearnos los motivos que provocaron esta reacción de los propietarios. Es hora de hacer autocrítica y de entonar el mea-culpa.

Es hora de celebraciones está claro, y nadie podrá decir lo contrario, so pena de ser declarado hostil al régimen. Pero también es hora de educación, hora de responsabilidad. Y sobre todo, hora de principios. Y el principal, el que debe imperar es el del respeto con lo que ello representa. Un camí de cavalls debe seguir siendo lo que su nombre indica. Un camino para los amantes de Menorca, a pié, a caballo, y nada más. No valen excusas moteras, ni cortafuegos encubiertos, ni valen tampoco carreteras perimetrales ni accesos para salvamentos marítimos. Ni uniones entre urbanizaciones. Ni de servicios. Ni empresas que se creen a expensas de su cuidado. Ni de empresas que administren presupuestos públicos para su mantenimiento ni mejoras. De lo contrario, este Camì de Cavalls, se empezará a denominarse con el nombre de otro equino.

Quien ama a Menorca, no la destruye, dice el eslogan. El tiempo dará o quitará la razón a quienes de una forma u otra, han intervenido en el proceso. De momento, la justicia nos ha rejuvenecido cuarenta años. Ahora sólo faltará que la educación cívica de entonces, no se vea intoxicada ni suplantada por la actual.

Felicidades a todos. Sí, a todos. Porque, de momento, Menorca no es coto ni feudo de nadie en concreto. Y esto es otro tema, que es conveniente quede claro. La bandera que alcemos, la canción que cantemos, el paso que demos, debe unirnos, nunca dividirnos.

Y para canciones, la tradicional, la de los grupos folklóricos… ¡no importa inventarnos nada más...! ¡Que la conquista vino ya en tiempos de los ingleses….!.
PUBLICADO EL 25 MAYO 2008, EN EL DIARIO MENORCA.

LA JUSTICIA DEL “LLÉVESE CIEN Y PAGUE TRES”.

Me encontré a Federico en el juzgado. Me sorprendió, pero allí estaba. Y con un humor que no digamos. Federico acababa de salir de la sesión de un juicio oral, en la que él había demandado a uno de estos llamados “insolventes” por una deuda contraída. Y la indignación suya no era producto de aquel juicio que por supuesto le habían dado la razón, sino por el funcionamiento del sistema.

Resulta que tuvo que acudir acompañado de abogado que lo representara, porque claro está, a él no se le concedió el beneficio de la “justicia gratuita”, pero al insolvente –quien por cierto, había aparcado delante del juzgado con un vehículo de veinte mil euros de caché-, sí que tuvo derecho a este beneficio que entre todos pagamos.

La deuda contraída con él, quedaba a la par con los honorarios que tendría que abonar a su abogado, y no digamos si dentro de algunos meses, tuviera que reclamar la ejecución de la sentencia, porque el insolvente de marras no hubiera satisfecho su compromiso oral ante su señoría….. Y sólo esperaba que su caso no fuera a engrosar este montante de las casi trescientas mil sentencias a la espera de ejecución por parte del órgano correspondiente, aunque eso sí, todo según el ministro del ramo, era producto de la época franquista. Y añadía, que de colapso nada de nada. A lo mucho, un retraso de un par de años o más…. ¿para qué juicios rápidos, si luego tardan años en ejecutarlas?, seguía preguntándose aquel Federico dubitativo de siempre.

Pero la semana ya venía movida para Federico. Parece que va acumulando noticias para aprovechar la ocasión y volcarlas al público conocimiento. Estaba agradecido –y no podía ser de otra forma- al gobierno actual, porque tal vez, con un poco de suerte, en vez de aplicarnos una subida del veinte por ciento sobre el gasto energético, se quede sólo en un once por ciento. Y ello, ya es de agradecer, sobre todo si las pensiones suben sólo un dos por ciento. Y de los cuatrocientos euros para los pensionistas que prometió nuestro invicto presidente Rodríguez, Zapatero para más señas, nada de nada.

Y eso no era todo. Otro que sí estará contento con el colapso judicial será sin duda todos los relacionados con la trama de Marbella y alrededores. Resulta que con motivo de este colapso, se ha dispuesto que para agilizar la justicia, con sólo pagar el triple de la pena mayor, queda todo zanjado. Y si las cuentas no se equivocan, esto beneficia a quien haya cometido cuatro o más delitos de la misma índole. Es como el llévese cuatro y pague tres de los supermercados. Y no digamos, si como es el caso del ex – alcalde, en vez de llevarse cuatro, se lleva cien, pagando sólo tres. ¡Vaya chollo que se montan algunos!.

Y de chollos, los de la capital catalana. Aparece la fotografía de un barco cisterna y parece que la sequía se ha terminado. Las primeras noticias apuntan que las piscinas pueden de nuevo llenarse, y los jardines, por aquello de ser el mes de las flores, regarse. Alguien pero, debió darse cuenta y rápido rectificaron. No sea cosa que se les vea el plumero con lo del trasvase, perdón, canalización del agua…..¡Que cada cosa tiene su nombres!.

Quienes parecen no rectificar posturas actuales, aunque claro está, si las anteriores son los nacionalistas menorquines en un municipio de la costa, quienes el tema urbanístico se ve desde otros ojos ahora que están en el gobierno. Y es que éstos y no otros son los más inteligentes del sistema político tanto insular como español. Y si no, recurramos a las hemerotecas y constataremos que lo que Franco no pudo hacer, ellos sí que están en vías de conseguirlo. Y me refiero como no al tema del idioma catalán. Franco, aunque lo intentó, no consiguió erradicar el menorquín del uso coloquial, en cambio, con los años, los nacionalistas, lograrán erradicar del todo las raíces de este dialecto nuestro. Aunque eso sí, el catalán, ganará en salud y en parlantes.

Y ya puestos en el tema de los nacionalistas, una indignación unánime. El asesinato de Juan Manuel Piñuel , guardia civil destinado en Legutiano, fallecía a causa de la explosión de un coche bomba activado por ETA. Y aquí empieza la comedia, por no llamarle de otra forma, de todos los políticos. Si ETA mata es porque quiere forzar un pacto, rendición del Gobierno, u otro tipo de acuerdo. Si ETA mata es porque nadie es capaz de hacer el trabajo encomendado, y me refiero con ello, a los gobiernos que ha tenido España. Si ETA mata es porque alguien le interesa mantener esta dualidad entre terroristas y nacionalistas. ¿Acaso creen que si los nacionalistas pudieran decidir su futuro, ETA terminaría de matar? ¿Pueden existir aún mentes inteligentes, creyendo que ETA es un producto del franquismo? . ETA es simple y llanamente un conjunto de asesinos profesionales. Y a los asesinos, a no ser que también se les aplique el trato del llévese cien y pague sólo tres, tendrían que pudrirse en la cárcel.

Juan Manuel Piñuel deja viuda y un crío de cinco años de edad. La misma edad que tienen mis hijos. ¿Acaso alguien es capaz de decir públicamente que hay que negociar con los etarras? ¿Les gustaría que sus hijos quedaran huérfanos por la ineptitud de los gobiernos que ha padecido España? ¿Les gustaría que mataran a sus hijos por la misma ineptitud de estos gobiernos?. Es muy fácil hablar, mantener unos minutos de silencio, y volver hablar de diálogo, cuando los muertos no son de uno. Es muy fácil hacer públicas demostraciones de dolor, cuando la muerte no te es próxima. ¿Por qué tanta hipocresía, tanta maldad, tanta mentira?.

Y la justicia, esta justicia del “llévese cien y pague sólo tres” no es responsabilidad de los jueces, ni del entramado judicial, no. Esta justicia se aplica porque unos señores que se sientan en un hemiciclo, en un momento determinado decidieron que así fuera. Estos mismos señores también decidieron en su momento que, por haber colocado sus posaderas sobre aquellos asientos, se sientan distintos a los demás ciudadanos que se dicen sus electores. Así, mientras un jubilado como Federico no tiene derecho al beneficio de la asistencia gratuita, éstas señoría, pueden mantener un bufete de abogados, con la pensión vitalicia que se lleva uno por haber “trabajado” apretando aquel botón que le evita, eso sí, levantar el brazo….., no sea cosa que se hernie uno….
PUBLICADO EL 20 MAYO 2008, EN EL DIARIO MENORCA.

EL MINISTERIO DE PROPAGANDA O EL QUINTO PODER DEL ESTADO.

Desde que el concepto de estado moderno dividiera el poder que ejerce el estado sobre sus súbditos en tres poderes independientes, ha transcurrido un tiempo más que prudencial hasta llegar a nuestros días, que ha provocado que las alarmas se dispararan.

Y las alarmas se disparan cuando los mecanismos que deberían velar por la independencia de tales poderes fallan. Así, en su día, Edmund Burke ya habló de un cuarto poder del estado al referirse al poder de la prensa, que por los avances tecnológicos se amplió la denominación a todos los medios de comunicación. Así, no nos sorprenderá que muchas de las tramas que se van destapando en muchos estados sea gracias a la intervención de estos mismos medios de comunicación.

Y mientras vamos avanzando tecnológicamente hablando, las mentes de nuestros mandatarios también van abriendo horizontes en cuanto a fórmulas para bordear estos controles, disminuir los efectos e incluso intoxicar a la opinión pública para asumir la cada vez más probable tendencia hacia la unificación de poderes.

Lo hemos estado viendo durante toda la última legislatura cuando tanto PP como el PSOE se han acusado mutuamente y además lo han ido demostrando en cada intento de renovación de todo lo concerniente al Poder Judicial.

Este Poder Judicial que se entiende y se define como el tercer poder del Estado, con todas las bendiciones habidas y por haber, y del que muchos sólo identificaban con la tarea de impartir justicia e interpretar las leyes, ha pasado también por definición, también por necesidad societal, a ejercer un control ya no sobre la legalidad de los actos legislativos y ejecutivos, sino a ejercer este control sobre todo el entramado que envuelve ya no a lo legislado sino sobre los actores de ello. Así, aquella sensación de impunidad con la que durante bastantes –demasiados-años han vivido los gobiernos de turno, ha encontrado en este mismo tercer poder, un freno y un control a sus acciones.

Pero este control, este freno, esta alarma que se ha ido disparando cada dos por tres, o menos aún, cada dos por dos, ha puesto a nuestras mentes pensantes, a buscar soluciones. Y las han encontrado. Controlar el poder judicial para el gobierno de turno, significa gratificar con una manga ancha al poder ejecutivo, poder éste, que se perfila como único en el mantenimiento de su poder absoluto frente a los otros dos.

Y este control sobre la independencia de un poder sobre otro, aparece cuando se van asumiendo diferencias ya no en cuanto a interpretaciones puntuales de temas jurídicos entre sus miembros, sino hacia afinidades políticas. Si bien es cierto que difícilmente encontraremos a ningún miembro de este tercer poder que se declare afín a tendencia política alguna, también es cierto que se agrupa a estos miembros a diversas tendencias, bien por su pertenencia a asociaciones profesionales determinadas o por el apoyo que los políticos ejercen sobre los nombres propuestos para las designaciones.

Y el problema en sí, no termina con este intento de controlar al poder judicial desde su designación, no. El sistema judicial mismo, también provoca que en cierta manera pueda ser controlado desde el poder ejecutivo. El sistema judicial descansa en la fórmula de ser un sistema acusatorio y en la mayoría de las acciones judiciales que se emprenden, el ministerio público representado por la fiscalía es quien ejerce esta función judicial. El control en la designación del máximo exponente de este ministerio público por parte del poder ejecutivo también hace disparar las alarmas en cuanto aparece noticia pública de algún hecho que involucra a miembros o decisiones tomadas por personajes de relevancia pública.

El cuarto poder, la prensa, los medios de comunicación, también han sido objeto de deseo por parte del ejecutivo correspondiente. Así no se extraña uno del revuelo que se montó en su momento cuando se repartieron las licencias para la implantación de las televisiones y frecuencias de las emisoras de radio. Pero España, pongamos por caso, es un país que promete. Con sólo estar atento a nuestro invicto presidente, uno ya se da cuenta de ello. Y puestos a recordarnos del refranero, diremos que no hay cuatro sin cinco –siempre queda mejor que “no hay dos sin tres”. Y como la cosa promete, pues, en vez de cuatro poderes, ya tenemos cinco.

Y este cinco ha nacido de la nada. Por reproducción espontánea como se diría. Y a este quinto poder me he tomado la libertad de denominarlo como el ministerio de la propaganda, aunque nada tenga que ver con antiguos regímenes y demás especimenes. Ahora bien, aún está en fase embrionaria, tanto que aún no se sabe si su titular será hombre o mujer….

Pero el espíritu de la letra ya está ahí, firmado y rubricado. ¿Quién no se ha percatado de las campañas informativas que desde el gobierno se lanzan antes de la entrada en vigor de cualquier ley de cierta relevancia? ¿Se acuerdan de aquellos cuatrocientos euros de antes de las elecciones? Y hay más. Inundaron nuestros domicilios con los mensajes que a partir del mes de mayo el conducir sin permiso de conducir sería penado con cárcel. Cuando uno lee el texto, ya no lo ve tan claro. Menos claro lo ve uno cuando a los pocos días de entrar en vigor tal medida, un par de fiscales salen por televisión y manifiestan que ellos, de mandar gente a la cárcel por no tener permiso de conducir, que nada de nada….¿Y entonces? ¿Quién manda? ¿El legislativo que hace la ley, el ejecutivo que la reglamenta , el judicial que la interpreta, quien la da a conocer o simplemente quien vende el producto a la ciudadanía, que al fin y al cabo son los destinatarios de tales medidas?

Y seguro que ZP no se ha dado cuenta de la necesidad de la implantación de un ministerio de tales características. No tan sólo en el tema judicial le sería útil contar con alguien que supiera decir las cosas en tono “políticamente correctas” sino que podría utilizarlo incluso para explicar estas medidas de las que actualmente “sólo él conoce” para solucionar esta crisis, ahora ya más preocupante, que nos depara un incierto futuro.

También serviría para lanzar estos globos sondas, como ahora la subida del veinte por ciento en el recibo de la electricidad. Y es que si somos capaces de controlar la voluntad ajena, habremos ganado la partida. ¿Y quien mejor que el ejecutivo, para ello? ¡Y sin que salten las alarmas!.
PUBLICADO EL 14 MAYO 2008, EN EL DIARIO MENORCA.

VEINTE AÑOS NO SON NADA

Veinte años no son nada, debe pensar el Gobierno. Pero sí, veinte años son muchos años cuando se trata de avances tecnológicos, de desgastes mecánicos y sobre todo si la vida de algunos soldados españoles está en juego.

La asesoría de imagen del Gobierno, o cuando menos, del Ministerio de la Defensa, trabaja. Trabaja mucho y bien. O al menos, de momento, da resultados. La ministra Chacón, ha suplido la “flojedad” en la entonación practicada el día de la toma de posesión del cargo, con un bien aprendido talante de contactar con sus subordinados. Y qué mejor contacto con los que arriesgan su vida diariamente en este servicio exterior en misión de paz.

Y tampoco había mucho tiempo para perder, si se quiere ganar ventaja en esta carrera de cuatro años. Un embarazo de ya casi ocho meses no deja margen para más maniobras mediáticas, aunque se renuncie luego a una licencia por maternidad. Y la visita a El Líbano y Bosnia-Herzegovina habrá servido además para alejar la mirada del populacho instigador de la solución diplomática –por no llamarle de otra forma- que ha dado nuestro Gobierno al asunto de la piratería naval. Y es que donde haya buenos diplomáticos que se aparten los demás. ¿Qué tardarán en solucionar el problema del pueblo saharaui?.

Pero no hay que remontarnos a cuestiones del pasado aunque los vehículos con los que deben trabajar nuestras “banderas” en misión de paz en El Líbano sí que lo sean.

Misión de paz, sí, pero con vehículos antiguos. Así se lo hacía saber en El Líbano el jefe de la Brigada Multinacional Este, General Juan Bautista García Sánchez, quien aprovechó la comprobación de los BMR por parte de la ministra, para recordarle que es un material que “tiene ya muchos años y está al borde de su vida útil”. Y este inofensivo comentario ha sido portada en muchos medios. No en vano, aquella llamada misión de paz, es complicada.

Las labores de reconstrucción y de ayuda humanitaria que deberían formar parte central de las tareas encomendadas a estas tropas, se ven en un segundo plano, superado por el control del Sur del país, incluido el desarme de las facciones armadas, especialmente Hizbulá y la colaboración con el Gobierno de Beirut para que el Ejército libanés, asuma el dominio de la zona. Pero la zona sigue inestable y al borde de una guerra civil, con una bien armada y dominante Hizbulá y con su vecino Israel siempre atento a las provocaciones.

Veinte años son muchos años para un vehículo cualquiera, y no digamos si estos vehículos son máquinas de guerra -perdón, máquinas de paz-, máquinas que en la vida civil, haría tiempo que pasarían la ITV anual.

Veinte años son casi los que distan de mi paso por la mili, con aquellos Reos, Continentales, Dodges, y algún otro que parecía venido de la guerra de Corea. Y eso que eran tiempos en que el soldado valía ochocientas diez pesetas y el cabo 1ª tres mil, con rebaje de rancho incluido. Ahora, veinte y tantos años después, con más “jefes que indios” y con un presupuesto desorbitado en dietas y gratificaciones, ¿creen que priorizarán en renovar la flota de vehículos, cuando en teoría van en misiones de paz? ¿Qué ocurrió con el tema de los inhibidores de frecuencia? ¿Acaso los políticos no los llevan en sus vehículos para su propia protección?.

Mis recuerdos me llevan a una mañana, veinte tantos años atrás, en el Cap de Cavallería, donde un General Inspector presenció una marcha motorizada y su posterior despliegue en la zona. La tropa allí existente desconocíamos el cómo, el qué y porqué estábamos allí. Por de pronto, la comitiva estuvo a mi altura y el General Inspector preguntó a mi sargento el motivo de que él llevara unos prismáticos nuevos mientras que los observadores de la tropa los llevábamos anticuados y en desuso. Ante la respuesta del sargento de que los prismáticos que él portaba eran de su propiedad y no del Ejército, salió la anécdota de un brindis en un cuartel de Sevilla con el Rey Alfonso XIII, en que se le hizo saber que había un vino de mejor calidad, esperando mejores acontecimientos. Poco después, Alfonso XIII abandonaba España.

Pero los tiempos han cambiado, las experiencias nos van marcando camino, y sobre todo algunas personas pueden cambiar situaciones anteriores. Carme Chacón puede cambiar prioridades y predisposiciones. Es joven, mujer y futura madre. Tal vez, el comentario inocente del general García Sánchez haya dado en plena diana en la búsqueda de soluciones. Tal vez, alguien habrá pensado en acallar dicho comentario, pero lo cierto es que sólo quienes están en pleno campo “de paz” deberían tener derecho a expresarse en este tema.

Y si no hay vehículos nuevos, por lo menos que haya un repliegue y regreso de las tropas a sus hogares. Sus familias se lo agradecerán. Para ellas, tres o seis meses, son como veinte años.
PUBLICADO EL 12 DE MAYO 2008, EN EL DIARIO MENORCA

UN 1º DE MAYO DIFERENTE

Diferente porque hoy en día, al hablar de la festividad del primero de mayo, nuestro chip se dispara hacia manifestaciones –cada vez más descafeinadas- y en el mejor de los casos, una celebración gastronómica con el común denominador de la pertenencia a unas siglas sindicales o políticas. Y es que el primero de mayo se ha decantado hacia la exigencia del recibir, separándolo de su dualidad propia.

En el libro de Jonás ( Jonás 3, 1-10 ), Dios explica simbólicamente a Jonás que la esencia del amor es “trabajar” por algo y “hacer crecer”, que el amor y el trabajo son inseparables. Se ama aquello que se trabaja, y se trabaja por lo que se ama.

Y este pasado primero de mayo, los parroquianos de la Unitat Pastoral de Santa Eulàlia-Sant Francesc-El Carme de Maó nos trasladamos a la Isla del Rey, en el puerto de Mahón. Isla del Rey, Isla del Hospital, isla al fin y al cabo con su historia, con su presente, con su amor, con su dar y recibir, y como no, por ello mismo, con su futuro.

A la llegada, aquellos hombres que han hecho del proyecto una forma de dar amor, nos recibieron, con su promotor Luis Alejandre al frente. Tras darnos la bienvenida y desearnos una feliz estancia en el recinto, preparamos la jornada. La celebración eucarística al aire libre nos hacía más comunidad, más unidad. Y a ello íbamos. La Unitat Pastoral debía ser reflejo de intercomunicación en una sociedad que tiende al individualismo, a la competividad entre iguales, a separarnos en vez de unirnos.

Hem vingut aquí, Senyor Jesús,
seduits pel teu sant Esperit,
confiam en la teva Paraula
que ens parla dintre el cor.

Durante la misa en aquella explanada que en su día debió albergar convalecientes de males corpóreos, se interrogó a los presentes, y en especial a aquellas jóvenes generaciones que serán nuestro futuro, sobre el significado de la festividad. Aquel primero de mayo volvía a sus orígenes y por fin se volvía a hablar de la festividad de San José Obrero. Y aquella festividad del padre de Jesús, nos envolvía en un compromiso de trabajo. Trabajo para con los demás. El dar y el recibir, volvía a estar presente. El amor, resumen, esencia de toda expresión de vida, también envolvía a todos los presentes.

Prop del teu amor volem restar,
sabedors que sempre ets Fidel.
Deixarem que ens omplis d’alegría,
i obrerem el cor.

En aquel escenario, abierto al Sol, abierto a la brisa, a las demás criaturas creadas, recordamos aquellos trabajos y aquellos pluriempleos de antaño, dedicados a la trasmisión de la palabra de Dios. Por unos instantes uníamos aquella esperanza de futuro, con la labor evangelizadora y como no, con aquel voluntariado presente en aquella Isla con el sólo propósito de dejar, de mantener, de fabricar una obra, una continuidad para nuestro futuro.

El dar y el recibir también está presente en “El arte de amar” de Erich Fromm y en tantas y tantas acciones cotidianas a nuestro alrededor. Una forma de trabajar para Dios es darlo a conocer. ¿Y cómo?. Pues con la palabra, con nuestras obras, con nuestras enseñanza, con nuestro ejemplo hacia los más pequeños, con el amor a los necesitados, a nosotros mismos. “Por sus obras, los conoceréis”, sí, por sus obras, por nuestras obras, dejaremos, daremos, el mensaje de Dios.

¡Qué fácil es trabajar para Dios! ¡Qué gratificante es trabajar para Dios!. Y cuando uno trabaja para Dios, trabaja también para sí mismo. Es el “dar y recibir” del principio. Es el yin-yang, el equilibrio, la necesidad.

Tu transformaràs les postres vidas.
En la teva pau caminarem
i aprendrem de tu com és el Pare
i Ell lens farà forts.

Es la unidad desde la diversidad, y este lema, de la unidad que nos hará más fuertes, coincidirá el slogan de otras celebraciones más materialistas de aquella jornada del 1º de mayo. Pero la unidad a que hacemos referencia no es otra que la que hace referencia a su vertiente universal, fuertes en el sentimiento, fuertes en lo esencial.

Tras la celebración eucarística vino la parte lúdica. La de conexión con el ambiente que plasmaba aquella unidad y amor desinteresado. Por una parte, Jesús, Xavi, Jordi y Elisa se preocuparon del entretenimiento, de la conexión entre los más jóvenes, del aprendizaje de la vida mediante la interrelación entre ellos. No en vano, los clubs parroquiales y los miembros de los Escoltas, dinamizan y canalizan gran parte de este ocio juvenil tan preocupante últimamente. Los ya maduros, nos dedicamos a curiosear, plasmar en fotografías y admirar un trabajo constante, altruista y desinteresado. También pudimos observar lo mucho que queda por hacer, tras lo mucho ya hecho. Y te preguntas ¿qué hubiera pasado si estos voluntarios no se hubieran puesto manos a la obra? ¿qué hubiera pasado si la administración y los desalmados que la desvalijaron, no hubieran dejado que se llegara al extremo en que se deterioró? ¿porqué la acción o la omisión del hombre, puede ser tan significativa?.

Y después, la comida, el receso, y la marcha. Un primero de mayo diferente, sí. Diferente, pero gratificante. Un primero de mayo que ya queda guardado en este disco duro individual y sobre todo, colectivo. La Unidad interparroquial, la Unitat Pastoral sigue su marcha. Y en ella encontraremos nuestra fuerza.

Creixerem units en l’esperança.
Fé de tots nosaltres homes nous
que proclamin per tota la terra
que sou nostre Senyor.


PUBLICADO EL 8 MAYO 2008 EN EL DIARIO MENORCA.