Me encontré a Federico en el juzgado. Me sorprendió, pero allí estaba. Y con un humor que no digamos. Federico acababa de salir de la sesión de un juicio oral, en la que él había demandado a uno de estos llamados “insolventes” por una deuda contraída. Y la indignación suya no era producto de aquel juicio que por supuesto le habían dado la razón, sino por el funcionamiento del sistema.
Resulta que tuvo que acudir acompañado de abogado que lo representara, porque claro está, a él no se le concedió el beneficio de la “justicia gratuita”, pero al insolvente –quien por cierto, había aparcado delante del juzgado con un vehículo de veinte mil euros de caché-, sí que tuvo derecho a este beneficio que entre todos pagamos.
La deuda contraída con él, quedaba a la par con los honorarios que tendría que abonar a su abogado, y no digamos si dentro de algunos meses, tuviera que reclamar la ejecución de la sentencia, porque el insolvente de marras no hubiera satisfecho su compromiso oral ante su señoría….. Y sólo esperaba que su caso no fuera a engrosar este montante de las casi trescientas mil sentencias a la espera de ejecución por parte del órgano correspondiente, aunque eso sí, todo según el ministro del ramo, era producto de la época franquista. Y añadía, que de colapso nada de nada. A lo mucho, un retraso de un par de años o más…. ¿para qué juicios rápidos, si luego tardan años en ejecutarlas?, seguía preguntándose aquel Federico dubitativo de siempre.
Pero la semana ya venía movida para Federico. Parece que va acumulando noticias para aprovechar la ocasión y volcarlas al público conocimiento. Estaba agradecido –y no podía ser de otra forma- al gobierno actual, porque tal vez, con un poco de suerte, en vez de aplicarnos una subida del veinte por ciento sobre el gasto energético, se quede sólo en un once por ciento. Y ello, ya es de agradecer, sobre todo si las pensiones suben sólo un dos por ciento. Y de los cuatrocientos euros para los pensionistas que prometió nuestro invicto presidente Rodríguez, Zapatero para más señas, nada de nada.
Y eso no era todo. Otro que sí estará contento con el colapso judicial será sin duda todos los relacionados con la trama de Marbella y alrededores. Resulta que con motivo de este colapso, se ha dispuesto que para agilizar la justicia, con sólo pagar el triple de la pena mayor, queda todo zanjado. Y si las cuentas no se equivocan, esto beneficia a quien haya cometido cuatro o más delitos de la misma índole. Es como el llévese cuatro y pague tres de los supermercados. Y no digamos, si como es el caso del ex – alcalde, en vez de llevarse cuatro, se lleva cien, pagando sólo tres. ¡Vaya chollo que se montan algunos!.
Y de chollos, los de la capital catalana. Aparece la fotografía de un barco cisterna y parece que la sequía se ha terminado. Las primeras noticias apuntan que las piscinas pueden de nuevo llenarse, y los jardines, por aquello de ser el mes de las flores, regarse. Alguien pero, debió darse cuenta y rápido rectificaron. No sea cosa que se les vea el plumero con lo del trasvase, perdón, canalización del agua…..¡Que cada cosa tiene su nombres!.
Quienes parecen no rectificar posturas actuales, aunque claro está, si las anteriores son los nacionalistas menorquines en un municipio de la costa, quienes el tema urbanístico se ve desde otros ojos ahora que están en el gobierno. Y es que éstos y no otros son los más inteligentes del sistema político tanto insular como español. Y si no, recurramos a las hemerotecas y constataremos que lo que Franco no pudo hacer, ellos sí que están en vías de conseguirlo. Y me refiero como no al tema del idioma catalán. Franco, aunque lo intentó, no consiguió erradicar el menorquín del uso coloquial, en cambio, con los años, los nacionalistas, lograrán erradicar del todo las raíces de este dialecto nuestro. Aunque eso sí, el catalán, ganará en salud y en parlantes.
Y ya puestos en el tema de los nacionalistas, una indignación unánime. El asesinato de Juan Manuel Piñuel , guardia civil destinado en Legutiano, fallecía a causa de la explosión de un coche bomba activado por ETA. Y aquí empieza la comedia, por no llamarle de otra forma, de todos los políticos. Si ETA mata es porque quiere forzar un pacto, rendición del Gobierno, u otro tipo de acuerdo. Si ETA mata es porque nadie es capaz de hacer el trabajo encomendado, y me refiero con ello, a los gobiernos que ha tenido España. Si ETA mata es porque alguien le interesa mantener esta dualidad entre terroristas y nacionalistas. ¿Acaso creen que si los nacionalistas pudieran decidir su futuro, ETA terminaría de matar? ¿Pueden existir aún mentes inteligentes, creyendo que ETA es un producto del franquismo? . ETA es simple y llanamente un conjunto de asesinos profesionales. Y a los asesinos, a no ser que también se les aplique el trato del llévese cien y pague sólo tres, tendrían que pudrirse en la cárcel.
Juan Manuel Piñuel deja viuda y un crío de cinco años de edad. La misma edad que tienen mis hijos. ¿Acaso alguien es capaz de decir públicamente que hay que negociar con los etarras? ¿Les gustaría que sus hijos quedaran huérfanos por la ineptitud de los gobiernos que ha padecido España? ¿Les gustaría que mataran a sus hijos por la misma ineptitud de estos gobiernos?. Es muy fácil hablar, mantener unos minutos de silencio, y volver hablar de diálogo, cuando los muertos no son de uno. Es muy fácil hacer públicas demostraciones de dolor, cuando la muerte no te es próxima. ¿Por qué tanta hipocresía, tanta maldad, tanta mentira?.
Y la justicia, esta justicia del “llévese cien y pague sólo tres” no es responsabilidad de los jueces, ni del entramado judicial, no. Esta justicia se aplica porque unos señores que se sientan en un hemiciclo, en un momento determinado decidieron que así fuera. Estos mismos señores también decidieron en su momento que, por haber colocado sus posaderas sobre aquellos asientos, se sientan distintos a los demás ciudadanos que se dicen sus electores. Así, mientras un jubilado como Federico no tiene derecho al beneficio de la asistencia gratuita, éstas señoría, pueden mantener un bufete de abogados, con la pensión vitalicia que se lleva uno por haber “trabajado” apretando aquel botón que le evita, eso sí, levantar el brazo….., no sea cosa que se hernie uno….
Resulta que tuvo que acudir acompañado de abogado que lo representara, porque claro está, a él no se le concedió el beneficio de la “justicia gratuita”, pero al insolvente –quien por cierto, había aparcado delante del juzgado con un vehículo de veinte mil euros de caché-, sí que tuvo derecho a este beneficio que entre todos pagamos.
La deuda contraída con él, quedaba a la par con los honorarios que tendría que abonar a su abogado, y no digamos si dentro de algunos meses, tuviera que reclamar la ejecución de la sentencia, porque el insolvente de marras no hubiera satisfecho su compromiso oral ante su señoría….. Y sólo esperaba que su caso no fuera a engrosar este montante de las casi trescientas mil sentencias a la espera de ejecución por parte del órgano correspondiente, aunque eso sí, todo según el ministro del ramo, era producto de la época franquista. Y añadía, que de colapso nada de nada. A lo mucho, un retraso de un par de años o más…. ¿para qué juicios rápidos, si luego tardan años en ejecutarlas?, seguía preguntándose aquel Federico dubitativo de siempre.
Pero la semana ya venía movida para Federico. Parece que va acumulando noticias para aprovechar la ocasión y volcarlas al público conocimiento. Estaba agradecido –y no podía ser de otra forma- al gobierno actual, porque tal vez, con un poco de suerte, en vez de aplicarnos una subida del veinte por ciento sobre el gasto energético, se quede sólo en un once por ciento. Y ello, ya es de agradecer, sobre todo si las pensiones suben sólo un dos por ciento. Y de los cuatrocientos euros para los pensionistas que prometió nuestro invicto presidente Rodríguez, Zapatero para más señas, nada de nada.
Y eso no era todo. Otro que sí estará contento con el colapso judicial será sin duda todos los relacionados con la trama de Marbella y alrededores. Resulta que con motivo de este colapso, se ha dispuesto que para agilizar la justicia, con sólo pagar el triple de la pena mayor, queda todo zanjado. Y si las cuentas no se equivocan, esto beneficia a quien haya cometido cuatro o más delitos de la misma índole. Es como el llévese cuatro y pague tres de los supermercados. Y no digamos, si como es el caso del ex – alcalde, en vez de llevarse cuatro, se lleva cien, pagando sólo tres. ¡Vaya chollo que se montan algunos!.
Y de chollos, los de la capital catalana. Aparece la fotografía de un barco cisterna y parece que la sequía se ha terminado. Las primeras noticias apuntan que las piscinas pueden de nuevo llenarse, y los jardines, por aquello de ser el mes de las flores, regarse. Alguien pero, debió darse cuenta y rápido rectificaron. No sea cosa que se les vea el plumero con lo del trasvase, perdón, canalización del agua…..¡Que cada cosa tiene su nombres!.
Quienes parecen no rectificar posturas actuales, aunque claro está, si las anteriores son los nacionalistas menorquines en un municipio de la costa, quienes el tema urbanístico se ve desde otros ojos ahora que están en el gobierno. Y es que éstos y no otros son los más inteligentes del sistema político tanto insular como español. Y si no, recurramos a las hemerotecas y constataremos que lo que Franco no pudo hacer, ellos sí que están en vías de conseguirlo. Y me refiero como no al tema del idioma catalán. Franco, aunque lo intentó, no consiguió erradicar el menorquín del uso coloquial, en cambio, con los años, los nacionalistas, lograrán erradicar del todo las raíces de este dialecto nuestro. Aunque eso sí, el catalán, ganará en salud y en parlantes.
Y ya puestos en el tema de los nacionalistas, una indignación unánime. El asesinato de Juan Manuel Piñuel , guardia civil destinado en Legutiano, fallecía a causa de la explosión de un coche bomba activado por ETA. Y aquí empieza la comedia, por no llamarle de otra forma, de todos los políticos. Si ETA mata es porque quiere forzar un pacto, rendición del Gobierno, u otro tipo de acuerdo. Si ETA mata es porque nadie es capaz de hacer el trabajo encomendado, y me refiero con ello, a los gobiernos que ha tenido España. Si ETA mata es porque alguien le interesa mantener esta dualidad entre terroristas y nacionalistas. ¿Acaso creen que si los nacionalistas pudieran decidir su futuro, ETA terminaría de matar? ¿Pueden existir aún mentes inteligentes, creyendo que ETA es un producto del franquismo? . ETA es simple y llanamente un conjunto de asesinos profesionales. Y a los asesinos, a no ser que también se les aplique el trato del llévese cien y pague sólo tres, tendrían que pudrirse en la cárcel.
Juan Manuel Piñuel deja viuda y un crío de cinco años de edad. La misma edad que tienen mis hijos. ¿Acaso alguien es capaz de decir públicamente que hay que negociar con los etarras? ¿Les gustaría que sus hijos quedaran huérfanos por la ineptitud de los gobiernos que ha padecido España? ¿Les gustaría que mataran a sus hijos por la misma ineptitud de estos gobiernos?. Es muy fácil hablar, mantener unos minutos de silencio, y volver hablar de diálogo, cuando los muertos no son de uno. Es muy fácil hacer públicas demostraciones de dolor, cuando la muerte no te es próxima. ¿Por qué tanta hipocresía, tanta maldad, tanta mentira?.
Y la justicia, esta justicia del “llévese cien y pague sólo tres” no es responsabilidad de los jueces, ni del entramado judicial, no. Esta justicia se aplica porque unos señores que se sientan en un hemiciclo, en un momento determinado decidieron que así fuera. Estos mismos señores también decidieron en su momento que, por haber colocado sus posaderas sobre aquellos asientos, se sientan distintos a los demás ciudadanos que se dicen sus electores. Así, mientras un jubilado como Federico no tiene derecho al beneficio de la asistencia gratuita, éstas señoría, pueden mantener un bufete de abogados, con la pensión vitalicia que se lleva uno por haber “trabajado” apretando aquel botón que le evita, eso sí, levantar el brazo….., no sea cosa que se hernie uno….
PUBLICADO EL 20 MAYO 2008, EN EL DIARIO MENORCA.