Todo está apunto. Llegan las fiestas navideñas y todas las instituciones se preparan para la entrada al nuevo año. Los presupuestos, esta pesadilla de todo político en el poder al llegar estas fechas, están ya horneados y a punto de tomar mesa. Sólo falta que los invitados al evento tomen asiento y sobre todo, que aquel horno haya cumplido con su misión; que ni el gas ni la electricidad haya tenido algún sobresalto y que aquel presente haya sido engordado al máximo.
Y aquí está el problema, el engorde. El engorde y también, como no, el número de comensales. Un buen engorde y un mínimo número de comensales, presupondrán que llegaremos a la sobremesa con postre, café y chupito. Lo contrario, irá reduciendo calorías y tiempo de sobremesa. Y alguno, porqué no, incluso practicará el ayuno voluntario-forzoso. Y en estas presuposiciones estamos.
Madrid, por no llamarlo de otra forma, dice estar generoso y desoye toda advertencia internacional. Parece como si hubiera puesto en funcionamiento toda la maquinaria de la fábrica de moneda y el dinero ahora sale a raudales. Sus destinatarios, sin distinción de color político por el momento, se frotan las manos. Mientras, las amenazas de cierre se acrecientan y muchos ya se huelen unas vacaciones más largas que de costumbre.
Los mecanismos internacionales intentan reconducir la situación, pero se topan con las empresas bancarias que no transmiten las consignas dadas. Al final, lo mismo. Zapatero tenía razón. Crisis no había, lo que había era una total falta de confianza. Han pasado los meses y empiezas a creer que tenía razón. Y los culpables, los bancos. Principalmente, los americanos. ¡Por fin!, he coincidido con nuestro invito Rodríguez, Zapatero para más señas. Y el negocio es el negocio, pensaron y seguirán pensando los banqueros.
Y si los banqueros yanquis erraron con los ninja (1), y los bancos europeos al prestárselo a éstos, por muchas normas de Basilea (2) que existieran, sólo sirvió para que aquella bola de nieve se hiciera mayor, y fuera incluso capaz de atravesar océanos. Y aquí está aquella bola de nieve, de hielo más bien, que se va implantando en nuestra sociedad.
Y aquí está nuestra invicta sociedad, que en vez de procurar políticas adecuadas y desmontar esta crisis virtual, se aprovecha de ella. Las bolsas de plástico se racionan, se suprimen o se costea por parte del cliente, por la excusa de la crisis económica. Ni siquiera han tenido la sensatez de hablar de sostenibilidad, de ecologismo, de productos naturales, no. Simple y llanamente del ahorro monetario.
Empresas con miles de millones de ganancias, cierran sus puertas. El Estado, vacía sus ya pobres arcas, en un intento de asegurar el voto con el tan consabido dicho de “pan para hoy, hambre para mañana” . Ya no es rumor, ya no es chantaje ni amenaza: de seguir así, las pensiones se terminaron. Y el mecanismo vuelve a surgir. Los planes de pensiones vuelven a recibir incentivos. Y poco a poco, estos temores cantados, infundirán dinero a la banca. Y el dicho de siempre: la banca siempre gana. ¡Hagan juego, señores!.
Y este dinero llega con condiciones. Deberán ejecutarse por empresas que contraten a personal sin empleo. Y aquí empezará la picaresca. Me imagino a empresas que despedirán trabajadores a fin de contratar a otros sin empleo. ¡Y todo culpa la crisis! ¡Y todo culpa las subvenciones! Y aquí estamos.
Pero qué bueno es el papá Estado, que nos felicita de tal modo las navidades. ¡Qué bueno que es!. Sí, bueno, pero atento al dato, como diría otro. El Observatori de Polítiques Locals, dependiente del Departament de Cooperació Local del Consell Insular de Mallorca ha editado un estudio titulado : Finançament municipal : análisis de la despesa no obligatòria dels ajuntaments de Mallorca. En dicho trabajo se estudia el porcentaje que satisface cada municipio en cuanto a competencias que le son propias y por tanto de obligado cumplimiento, y las que no lo son, pero que por aquello del dicho “uno por el otro … la casa sin barrer”, tiene que arrimar el hombro, y satisfacer las demandas vecinas ante el escaqueamiento de la administración competente. Y así resulta que en Mallorca, los pueblos con menos de cinco mil habitantes, de su presupuesto, el 46% va destinado a sufragar gastos de los que no tiene competencias. La cifra va disminuyendo a medida que aumenta el número de habitantes, y así, con una población similar a la de Maó o Ciutadella, “sólo” representaría un 23 %. Y aquí está el regalo de las navidades: un aguinaldo, que no es paga extra, ni paga doble, por supuesto.
Y ahora viene lo bueno. Necesitamos psicólogos, similares y afines. La crisis, la llamada a la crisis, está entrando en nuestras vidas, y por supuesto en nuestras mentes. Dícese que un mecanismo de defensa es la negación. Y allí estamos. Negamos de la crisis, por activo y por pasivo. Por un lado, nos invitan al derroche, no en vano, es la única forma de levantar lo hundido –continuarán diciendo-. Por otro, intentamos darnos un último capricho. ¡Hagámoslo hoy, que tal vez mañana ya no podamos!. Y así estamos. A oscuras y alumbrando.
Mi calle, al contrario de otros años, ha aparecido sin luz que denote la Navidad. Dos bocacalles más abajo, un tramo continúa bien iluminado. Faltan días aún para las fechas propicias, pero allí está el resultado de la crisis. Unos tienen, otros no. ¿Cómo le explico a mis hijos, que su, nuestra calle, no está iluminada y la de otros, sí? ¿Cómo pueden entender que la crisis sea la culpable de ello, si a doscientos metros sigue alumbrada?
La excusa, de momento ha sido el reparto. El año que viene, de seguir así, ya no convencerá. Tal vez, entonces, la crisis dejará de ser el motivo, y será sólo la excusa.
En cambio, nuestros ministros y su presidente, ya no son excusa, son sólo el disfraz de un mal rumbo, o la falta del mismo. A la deriva. Y el pistoletazo ya ha sonado. Algunos países ya se toman en serio sus economías. Aquí, en esta piel de toro, algunos se han cegado con el fogonazo. Seguimos dando golpes de ciego. Y sin maña, además.
(1) ninja : no income, no job, no assets; o sea personas sin ingresos fijos, sin empleo fijo, sin propiedades.
(2) Normas de Basilea: por ellas, se exige a los bancos de todo el mundo que tengan un capital mínimo en relación con sus activos.
PUBLICADO EL 14 DICIEMBRE 2008, EN EL DIARIO MENORCA.
Y aquí está el problema, el engorde. El engorde y también, como no, el número de comensales. Un buen engorde y un mínimo número de comensales, presupondrán que llegaremos a la sobremesa con postre, café y chupito. Lo contrario, irá reduciendo calorías y tiempo de sobremesa. Y alguno, porqué no, incluso practicará el ayuno voluntario-forzoso. Y en estas presuposiciones estamos.
Madrid, por no llamarlo de otra forma, dice estar generoso y desoye toda advertencia internacional. Parece como si hubiera puesto en funcionamiento toda la maquinaria de la fábrica de moneda y el dinero ahora sale a raudales. Sus destinatarios, sin distinción de color político por el momento, se frotan las manos. Mientras, las amenazas de cierre se acrecientan y muchos ya se huelen unas vacaciones más largas que de costumbre.
Los mecanismos internacionales intentan reconducir la situación, pero se topan con las empresas bancarias que no transmiten las consignas dadas. Al final, lo mismo. Zapatero tenía razón. Crisis no había, lo que había era una total falta de confianza. Han pasado los meses y empiezas a creer que tenía razón. Y los culpables, los bancos. Principalmente, los americanos. ¡Por fin!, he coincidido con nuestro invito Rodríguez, Zapatero para más señas. Y el negocio es el negocio, pensaron y seguirán pensando los banqueros.
Y si los banqueros yanquis erraron con los ninja (1), y los bancos europeos al prestárselo a éstos, por muchas normas de Basilea (2) que existieran, sólo sirvió para que aquella bola de nieve se hiciera mayor, y fuera incluso capaz de atravesar océanos. Y aquí está aquella bola de nieve, de hielo más bien, que se va implantando en nuestra sociedad.
Y aquí está nuestra invicta sociedad, que en vez de procurar políticas adecuadas y desmontar esta crisis virtual, se aprovecha de ella. Las bolsas de plástico se racionan, se suprimen o se costea por parte del cliente, por la excusa de la crisis económica. Ni siquiera han tenido la sensatez de hablar de sostenibilidad, de ecologismo, de productos naturales, no. Simple y llanamente del ahorro monetario.
Empresas con miles de millones de ganancias, cierran sus puertas. El Estado, vacía sus ya pobres arcas, en un intento de asegurar el voto con el tan consabido dicho de “pan para hoy, hambre para mañana” . Ya no es rumor, ya no es chantaje ni amenaza: de seguir así, las pensiones se terminaron. Y el mecanismo vuelve a surgir. Los planes de pensiones vuelven a recibir incentivos. Y poco a poco, estos temores cantados, infundirán dinero a la banca. Y el dicho de siempre: la banca siempre gana. ¡Hagan juego, señores!.
Y este dinero llega con condiciones. Deberán ejecutarse por empresas que contraten a personal sin empleo. Y aquí empezará la picaresca. Me imagino a empresas que despedirán trabajadores a fin de contratar a otros sin empleo. ¡Y todo culpa la crisis! ¡Y todo culpa las subvenciones! Y aquí estamos.
Pero qué bueno es el papá Estado, que nos felicita de tal modo las navidades. ¡Qué bueno que es!. Sí, bueno, pero atento al dato, como diría otro. El Observatori de Polítiques Locals, dependiente del Departament de Cooperació Local del Consell Insular de Mallorca ha editado un estudio titulado : Finançament municipal : análisis de la despesa no obligatòria dels ajuntaments de Mallorca. En dicho trabajo se estudia el porcentaje que satisface cada municipio en cuanto a competencias que le son propias y por tanto de obligado cumplimiento, y las que no lo son, pero que por aquello del dicho “uno por el otro … la casa sin barrer”, tiene que arrimar el hombro, y satisfacer las demandas vecinas ante el escaqueamiento de la administración competente. Y así resulta que en Mallorca, los pueblos con menos de cinco mil habitantes, de su presupuesto, el 46% va destinado a sufragar gastos de los que no tiene competencias. La cifra va disminuyendo a medida que aumenta el número de habitantes, y así, con una población similar a la de Maó o Ciutadella, “sólo” representaría un 23 %. Y aquí está el regalo de las navidades: un aguinaldo, que no es paga extra, ni paga doble, por supuesto.
Y ahora viene lo bueno. Necesitamos psicólogos, similares y afines. La crisis, la llamada a la crisis, está entrando en nuestras vidas, y por supuesto en nuestras mentes. Dícese que un mecanismo de defensa es la negación. Y allí estamos. Negamos de la crisis, por activo y por pasivo. Por un lado, nos invitan al derroche, no en vano, es la única forma de levantar lo hundido –continuarán diciendo-. Por otro, intentamos darnos un último capricho. ¡Hagámoslo hoy, que tal vez mañana ya no podamos!. Y así estamos. A oscuras y alumbrando.
Mi calle, al contrario de otros años, ha aparecido sin luz que denote la Navidad. Dos bocacalles más abajo, un tramo continúa bien iluminado. Faltan días aún para las fechas propicias, pero allí está el resultado de la crisis. Unos tienen, otros no. ¿Cómo le explico a mis hijos, que su, nuestra calle, no está iluminada y la de otros, sí? ¿Cómo pueden entender que la crisis sea la culpable de ello, si a doscientos metros sigue alumbrada?
La excusa, de momento ha sido el reparto. El año que viene, de seguir así, ya no convencerá. Tal vez, entonces, la crisis dejará de ser el motivo, y será sólo la excusa.
En cambio, nuestros ministros y su presidente, ya no son excusa, son sólo el disfraz de un mal rumbo, o la falta del mismo. A la deriva. Y el pistoletazo ya ha sonado. Algunos países ya se toman en serio sus economías. Aquí, en esta piel de toro, algunos se han cegado con el fogonazo. Seguimos dando golpes de ciego. Y sin maña, además.
(1) ninja : no income, no job, no assets; o sea personas sin ingresos fijos, sin empleo fijo, sin propiedades.
(2) Normas de Basilea: por ellas, se exige a los bancos de todo el mundo que tengan un capital mínimo en relación con sus activos.
PUBLICADO EL 14 DICIEMBRE 2008, EN EL DIARIO MENORCA.