TITULARES (que no han sido y bien podían ser)

Más que la primavera, lo que realmente altera a Federico es el ambiente pre-electoral. ¡Y no digamos cuando ambas coinciden en el tiempo!. Y aunque esta vez sean las elecciones europeas, que aunque quieran disfrazarlas de primarias sólo sirven para el despilfarro de los caudales públicos y de destierros dorados, no dejan ocasión para salir en los papeles. Y así es como Federico se adelanta con una batería de titulares que bien podrían ser usados en campaña electoral, principalmente por parte de la oposición.

Y aunque los titulares nada tendrán que ver con Europa y su política, sí podrían incidir en el ánimo de los votantes -siempre presuntos votantes- de estos comicios de junio. O al menos, en la sonrisa irónica, por no decir cínica, de quienes se encuentren al lado opuesto del sujeto pasivo del titular.

Y no le habrá hecho falta mucha imaginación, no. Tampoco hace falta. Sólo con la verdad por delante, y sin sensacionalismo alguno, es fácil desvirtuar una verdad, poner en aprieto a otra, y provocar alguna que otra reacción que provoque otro titular más sensacionalista. Y es que la imaginación ya no es necesaria. Ni el estudio. Ni la formación. Sólo con la crisis y el agua, pongamos por caso, una serie de titulares podrían encabezar las portadas de los medios de comunicación, y sobre todo, sin faltar a la verdad.

Así por de pronto, un titular muy cercano a nuestras gentes, podría decir que “Desde que Joana Barceló asumió el cargo de consellera de trabajo del ejecutivo balear, no hay día en que no aumente el paro en Baleares”, y queramos o no, es la pura realidad. Pero podríamos saltar el charco y un poco más, y dirigirnos a nuestro invicto Gobierno Central y sin tampoco faltar a al verdad, el titular podría ser : “el ministro de trabajo declara que la vicepresidenta de la Vega, no dice la verdad”. ¿Acaso no nos avisó –el ministro del trabajo- públicamente de que sólo había dinero para las pensiones hasta el año 2025? ¿Acaso no nos dijo la vicepresidenta de la Vega que el Gobernador del Banco de España no tenía ni idea del tema de las pensiones, cuando hizo las famosas advertencias que ahora corrobora el ministro de trabajo?. ¿Quién engaña a quién?.

Aunque en este caso, ZP lo dejaría zanjado con su peculiar y rutinaria contestación: “ Ni lo uno ni lo otro. Alguien, se ha equivocado, pero el Gobierno ya está mediando para corregir la mala interpretación de unas declaraciones….”. Y es que cuando a un presidente, un homónimo suyo lo califica de poco inteligente, y éste en vez de marcar terreno, manifiesta públicamente que lo que ha hecho es elogiarlo, es que de poco, nada de nada.

Y del agua, ¿qué decir del agua?. Y no me refiero al estar con el agua al cuello, no, que ésa es otra cosa. Federico se refiere al tema de los nitratos y de las subidas –penalizaciones, de su consumo por la ciudadanía. Un titular podría ser el siguiente: “Tras la aparición de altos niveles de nitratos en el agua, el municipio aumenta un diez por ciento la cuantía de ésta”. ¿Son nitratos o pepitas de oro lo que circulan por el caudal canalizado?

Pero si nos atrevemos, podemos aumentar el cinismo del titular. Por pasiva, más que por activa, nos hacen llegar la noticia de las bonificaciones de las que muy pocas viviendas se benefician. Así, los domicilios en los que habiten cinco o más personas –las mascotas no cuentan- podrán verse beneficiados de una bonificación en la cuantía del consumo del agua. Y quienes no, pues a pagar el pato. El pato, la pata y la mala pata. Y es más, con penalización. Así el domicilio habitado por una persona, pasa. El habitado por dos justito, pero cuando sean tres o cuatro quienes habitan la vivienda en cuestión, pues penalizado. O al menos, el sistema actual así lo estipula. Es de suponer que cuatro gastarán el doble de dos, y eso lleva acarreado una penalización. Y uno se pregunta , si se hace progresiva la penalización ¿por qué no se hace también progresivas las bonificaciones?. ¿No sería más justo y equitativo esta política penalizadora?.

Pero para ello, Federico también tiene titular. ¡Faltaría más! Dado por descartado que el agua del municipio sea un bien de primera necesidad, dado que de beberla, nadie bebe hoy en día agua del grifo, ésta sólo será utilizada para la higiene, la limpieza etc. Así, quien friegue más, se duche más y quien lave la ropa más veces que otra, o sea, quien en definitiva sea más aseado o, lo que es lo mismo, menos sucio, se verá penalizado respeto a otros que mantengan su habitáculo e incluso sus vestimentas y cuerpos más pordioseros. Así un titular podría ser: “el municipio penaliza a los ciudadanos más aseados”.

Y para no cansar con tanto deporte nacional, para finalizar la lista de titulares, Federico propone mirar precisamente al deporte, a este sector donde, cuando se profesionaliza dejar de ser tan sano, tan igualitario, y como no, tan económico. Y por tanto no podía faltar el tema del baloncesto. Y allí entra en juego este montón de millones que el Govern balear ha prometido en varias anualidades –aunque descienda de categoría- a nuestro in-invicto Vive Menorca. Teniendo en cuenta que en la LEB los gastos serán mucho menos, y por tanto el ahorro mayor, por qué no titularlo como “El Govern Balear incentiva la bajada de categoría del Vive Menorca”.

Y un titular de última hora, será por supuesto este listón que ya hemos superado –desgraciadamente superado-: “Los nuevos ministros ya han empezado a trabajar duro y sin vacaciones de Semana Santa. A los pocos días, España ya ha alcanzado los cuatro millones de parados”.

¡Mejor se hubieran ido de vacaciones!.
PUBLICADO EL 27 ABRIL 2009, EN EL DIARIO MENORCA.

Y SÓLO EN UN DÍA

“Dios creó el mundo en seis días.
¿Cuántos días necesitará el hombre para destruir el mundo?
( pregunta en constante actualización)




Leído en la prensa local en un solo día: “Los ediles de urbanismo enfrentados a penas de prisión”. ¿Hasta cuando tendremos en la política a tanto presunto delincuente? ¿Por qué no exigir un certificado de pre-penales para poder presentarse uno a la política?. O más fácil todavía, ¿por qué no se hace un simple test psicotécnico en el que se valore, ya no su capacidad intelectual, sino simplemente su honradez.

Y prosiguen los titulares “la delincuencia se redujo en Baleares un 6’5 %”, y es que con tanto político imputado, no me extraña. Aunque tampoco me extraña la segunda parte de la noticia “Baleares mantiene una de las tasas más elevadas de delincuencia del Estado” ¿se referirán al ratio de políticos por mil habitantes?. Pero la noticia asusta.

Se acabó ser el paraíso de la tranquilidad y seguridad del que tanto nos jactábamos de imprimirlo en las propagandas que tantas oficinas de turismos y promotores del éste. Y la noticia asusta más cuando añade que “crecen los robos con violencia” ¡Vaya gracia!. Y sigue…. 69 –vaya numerito- ilícitos penales por mil habitantes. O sea, 6’9 por cada cien habitantes, que traducido en hogares, viene a significar un promedio de un ilícito penal por cada siete hogares. ¿Dónde está la tranquilidad de antaño?.

“Los ganaderos amenazan con organizar más protestas”, mientras, la fábrica de El Caserío observa una tenue luz que ilumina el horizonte. La noticia se conjuga con el rumor de que intuye más problemas para el sector lácteo en la isla. ¿Y ahora qué? ¿Cerramos la fábrica y perdemos todos, o “sólo” sacrificamos el campo de la señora Allés? ¿Adivinan el resultado? ¿El campo o la señora Allés?. El campo, por supuesto.

“Asinpros está en peligro de desaparecer por falta de ayudas de la administración”. ¿Se habrán equivocado los dineros públicos de dirección postal y habrán ido todas las ayudas, pretéritas y futuras, al vecino Pavelló Menorca?.

Y la marejada continúa. Ahora es el gobernador del Banco de España que da la voz de alarma. El Gobierno lo contradice. Las pensiones no están en peligro. El año terminará en superávit. ¿de cuánto? ¿Y dentro de diez años? ¿Quién engaña a quién? O mejor aún –diría ZP- ¿Quién se equivoca?.

Al mismo tiempo –mira por dónde- el mismísimo novel ministro de Fomento Blanco, dice que “con sesenta y cinco años se está en plena capacidad para trabajar”. ¡Será detrás de un escaño o de una mesa de despacho ministerial! ¿Cómo es posible que un socialista hable en pleno siglo XXI de esclavitud?.

El Fiscal General del Estado arremete contra el Cuerpo Nacional de Policía. A su vez, alaba al instituto armado de la Guardia Civil. Con una comparecencia pública con el Director General de ambos cuerpos policiales, se reconcilian posiciones. ¿A qué mano reprendió y a cuál agradeció la labor de los departamentos que dirige? ¿No sería ésta una buena excusa para unificar ambos cuerpos? ¿O es que acaso aún interesa al gobierno socialista, el disponer de una policía militarizada como es el caso de la Guardia Civil?.

El profesor Jesús Neira regresa a su domicilio. Manifiesta que volvería a hacer lo mismo. Quien esto opina añadiría, “siempre y cuando la víctima no volviera a ser la mujer que defendió….” ¿Acaso no manifestó posteriormente que defendía al agresor?. Y es más, quien esto opina, también añadiría, que espere a que se celebre el juicio…. A veces uno se sorprende de los fallos…..

Se rumorea que Sarkozy menospreció a Zapatero ¿y?. Manifestar que nuestro invicto presidente Rodríguez, Zapatero para más señas, es poco inteligente, no es insulto alguno. Otra cosa sería que lo hubiera tildado de tonto, inculto, bobo o quien sabe qué. Pero poco inteligente es una apreciación muy personal de cada uno, y siempre en grado comparativo respecto a otros. Debe haber de más inteligentes que uno, y por supuesto, también de menos inteligentes. Lo grave sería conocer con quienes presuntamente lo comparaban… Además, ¿ustedes que opinan?.
Y fin. Por hoy ya está bien…, y demasiado. Y es que si nos lo proponemos, en un día finiquitamos el mundo. Ya lo dice Sarkozy…
PUBLICADO EL 23 ABRIL 2009, EN EL DIARIO MENORCA.

DICIEMBRE 2012

Parece un título de película futurista, aunque no tanto, por lo menos desde la perspectiva actual, pero de película sí. Y según cómo se mire, también de película de terror. Pero por suerte, ni lo uno ni lo otro.

¿Se acuerdan de cuando estábamos a punto de celebrar la llegada al segundo milenio? ¿Se acuerdan cuántos disparates se lanzaron…. si la fin del mundo, si un cambio en todos los niveles, si eso o aquello…? Y bueno, tuvimos que inventarnos lo del efecto 2000, por aquello de hacer un poco más creíble el tema de tanto suspense y misterio. Al final, llevamos ya nueve años en este milenio –ocho, como dirán otros- y todo sigue igual. Bueno, igual, igual, no. Zapatero es presidente, la crisis amenaza con volvernos sesenta años más jóvenes y así poder recordar aquellos tiempos en que la electricidad casi no existía, ni los televisores, ni los lavavajillas ni secadoras, pero bueno, de sobrevivir, sobreviviremos a pesar de los pelotazos de unos y de otros.

Y ahora cuando el efecto 2000 está ya superado y la crisis, esta crisis que pronto vamos a remontar según la versión oficial del nuevo Gobierno, no nos causa efectos secundarios, es cuando aparece alguno y nos remite, nada más y nada menos a Nostradamus –o Notre-Dame, para los más entendidos-.

Según los estudiosos de las profecías, o sea, de los aburridos rebuscadores entre los libros de la antigüedad, ponen en letra de Nostradamus la profecía de que el mundo, éste que debía desaparecer en el año dos mil de nuestra era, desaparecerá nada más y nada menos que el 21 de diciembre de 2.012. ¿Y?.

Pues nada. Si desaparece nada podemos hacer, sólo eso sí, una súplica al Gobierno de turno. ¡Que adelante el sorteo de Navidad de aquel año!. No sea que quienes apostamos parte de la paga extraordinaria –que no doble- en las probabilidades de dejar de ser pobres, no tengamos ocasión de conocer al menos si hubiéramos desaparecidos ricos o simplemente, un poco más pobres….

Tres años y medio es lo que nos queda, según estos aburridos estudiosos. ¿Y qué podemos hacer en estos tres años y medio?. Pues muchas cosas. Sin duda no acabaremos de pagar las hipotecas, y ni por supuesto alcanzar la jubilación. Tampoco estarán las cosas como para irse uno de viaje al extranjero. A lo mucho, irse uno a Barcelona para comprar en las rebajas, eso siempre y cuando el transporte sea aún asequible a los bolsillos de los trabajadores. Pero tampoco va a importarnos, porque de acabar el mundo, nada de nada.

Nada de nada porque falta mucho trabajo que hacer. Falta pagar la hipoteca, aumentar las arcas del Estado, mantener más sueldos de políticos y éstos, que sí saben de aburrimientos, no van a permitir que el mundo se acabe así como así. ¡Y menos un día antes del sorteo de Navidad!.

Otros adivinos de nuestros días, van publicando más curiosidades. ¿Se acuerdan de las fechas de la Memoria Histórica? ¿Se acuerdan de la fecha del inicio de la Guerra Civil española y del final de ella y la relación que tienen ambas con la fecha del fallecimiento de Franco? Si sumamos la fecha del inicio a la del final (18 – 07 -36 + 01-04-39) de la contienda civil española, nos da como resultado el de 19- 11- 75 y ¡qué casualidad! Franco falleció oficialmente en la madrugada del 19 al 20 de noviembre del año 1975. ¿Curioso no?.

Pues bien, otros aburridos se han dedicado a hacer más conjeturas. Aquí van algunas: New York City, Afghanistan, Geroge W Bush, tienen once letras. New York, es el estado número 11. El primer avión que se estrelló contra las Torres Gemelas fue el vuelo número 11. El vuelo número 77 que también se estrelló contra las Torres Gemelas llevaba 65 pasajeros (6+5 = 11). El día once de septiembre ( 1+1+9= 11). El once de septiembre es el día 254 del calendario ( 2+5+4 = 11). Las explosiones de Madrid, sucedieron el once de marzo de 2004, ( 1+1+3+2+0+0+4= 11). La tragedia de Madrid sucedió 911 días después de las Torres Gemelas (9+1+1= 11)….. bueno, y supongo que si nos lo propusiéramos podríamos ir añadiendo conjeturas y casualidades, y tampoco pasaría nada….

Y uno, para que luego no digan que queda atrás en esto de las adivinanzas, se ha entretenido y ha jugado con la fecha del aburrido de Nostradamus, y con el otro aburrido de las Torres Gemelas. Y allí va la primicia: el 21 de diciembre de 2012, ¡también es 11! ( 2+1+1+2+2+0+1+2= 11). Y el atrevimiento es mayúsculo. Ahora entiende lo que provocan las adicciones, y lo peligrosas que son. Por un momento, empiezo a contar las letras de mis apellidos: s-a-n-s-p-a-y-e-r-a-s ¡son 11!. ¡Socorro!, por suerte, siempre antepongo mi nombre de pila a mis apellidos….. j-o-a-n ¡ya son 15!

Y es que caminos hay muchos, combinaciones y más combinaciones. Elegir el mejor, el más positivo, no tiene porqué ser difícil. Sólo con utilizar la lógica, las costumbres y el buen hacer, superaríamos muchas contrariedades que, no la vida, sino nosotros mismos, nos vamos colocando en el camino. La capacidad de elección también depende del ambiente en que nos situemos y en el que juguemos nuestra realidad.

Y con el deseo puesto en el sorteo de Navidad del año 2012, uno irá ahorrando para mientras tanto, pagar Hacienda y los impuestos municipales, que éstos, por muchas catástrofes que ocurran, serán los últimos en perecer.
PUBLICADO EL 21 DE ABRIL DE 2009, EN EL DIARIO MENORCA.

NUEVOS PERROS, MISMOS COLLARES

Intencionadamente he cambiado el dicho popular. No son los mismos perros con distintos collares a los que se refería Fernando VII al pasar revista a los antiguos milicianos liberales convertidos en soldados leales al monarca, sino que lo he transformado, tal como reza el título de hoy, en que los cambios se han producido sí, pero con la misma instrucción para desarrollar su cometido.

O eso, o todo lo contrario. Y me refiero claro está, al cambio de algunos miembros del Gobierno español. Cambio al que habría que añadir, como no, al producido con anterioridad en el ministerio de justicia con la cacería de Bermejo y acompañantes. Y no se si por motivo de tanta desaceleración y tocar fondo en el tema económico, si por lo esperado del tema, pero la verdad es que nadie, o casi nadie, ha tildado de “crisis” a esta renovación en el ejecutivo.

Y esta vez, Rodríguez, nuestro invicto presidente, Zapatero para más señas, no ha hablado de equivocación, término éste que suele usar para protegerse de las acusaciones de engaño a los españoles. También es cierto que nadie lo ha acusado de engaño en el nombramiento de sus ministros. Además, es una atribución constitucional que sólo a él le afecta, pero por eso mismo, porque le afecta, se le atribuye, y que por ello cobra más, mucho más, que el salario mínimo interprofesional, no puede equivocarse. Y si hace un año se equivocó en la elección de sus colaboradores, es él quien tiene que cargar con el error y no todos los españoles. Es él quien tiene que reconocer su fallo y apechugar con las consecuencias. ¿Acaso si la versión oficial es que Solbes no estaba preparado para la crisis, quién paga sus errores? ¿O es que la crisis ha aparecido ahora y no antes? ¿no cambia el titular para empezar a promover las propuestas ahora, tras el G-20? ¿Antes del G-20 se hacía bien?

¿Acaso ha cambiado tanto el panorama económico mundial tras el encuentro de los G-20 y España , como para hacernos creer que hay que buscar unas nuevas caras para llevar a buen término la nueva política económica que España necesita?¿Tiene el sr. Rodríguez esta nueva política económica? ¿la tiene la nueva ministra? ¿O simplemente es para echar a los leones a Pedro Solbes y su incansable acusación de que la crisis aún no ha tocado fondo, y así dar un respiro a que nuestro invicto presidente, pueda disfrutar de unas vacaciones estivales más reposadas y sin el estrés de la evaluación de septiembre?

¿Habrá nombramiento de un nuevo responsable del Banco de España? ¿Será el nuevo responsable del Banco de España, más afín con la ineficacia económica y de credibilidad de nuestro ZP? ¿Por qué no se asesora con las explicaciones del profesor Abadía? ¿Acaso el Sr. Zapatero, es incapaz de elegir una política económica, si ello no conlleva el dejar las arcas vacías? ¿Acaso no tildó de catastrofistas a la oposición cuando en las pasadas elecciones generales ya pronosticaron la crisis? ¿No sería más fácil y económico pagar a los cuatro o cinco millones de parados, que tener que pagar tantos millones de euros en obras faraónicas que sólo dan trabajo a una parte mínima de parados?

¿Y qué me dice de su otro engaño, su otro gran engaño? El de los cuatrocientos euros que nadie creía, pero que todos esperábamos. Ahora, cuando sus asesores se han vuelto a equivocar en el tema de los borradores, la mayoría del pueblo contribuyente español se ha dado cuenta que de aquello, nada de nada. Y es más, ahora, usted y su gobierno, les cobra los cuatrocientos euros que les prometió. ¿Es engaño o equivocación? ¿O simplemente un mal entendido? ¿Están seguros que han cobrado estos cuatrocientos euros?

Y en verdad son muchos los malos entendidos que provoca su forma de gobernar. Si se recurre a la hemeroteca encontraremos una serie de despropósitos que nunca se dieron en otros gobiernos. Desde el incumplimiento de la jornada de reflexión hasta la negación de la crisis y no digamos la provocación de sus aliados, pasando con la bajada de pantalones con los nacionalistas, han sido algunos de los desméritos que podrá ir introduciendo en su base de datos para cuando tenga que ir rellenando currículum en las oficinas de empleo, aunque difícil es , no ya sólo para usted, sino para todo quien ha trepado poder, el quedarse en el paro.

La paga vitalicia que se le otorga por haber sido elegido es ya suficiente burla hacia el españolito de a pié. ¿Será lo suficientemente honrado y socialista, renunciar para usted, y para sus ministr@s, sus diputad@s y senador@s, este montante económico que repercute en la maltrecha economía del país?

¿Acaso necesitamos ministerios, ministros y cargos de confianzas en carteras en que el Estado ya no tiene competencias? ¿Qué hace un ministerio de la Vivienda o el de Cultura? ¿Es tan difícil ser un poco más serios y un poco más responsables?

Y es que para dichos, no importan idiomas, lenguas o variantes de éstas: “De moliner barataràs , però de lladre no fugiràs”.
PUBLICADO EL 16 ABRIL 2009, EN EL DIARIO MENORCA.

LA PASCUA DE HOY. LA PASCUA DE SIEMPRE.

Estamos acostumbrados a simplificar las cosas de tal manera, que muchas de nuestras rutinas, de nuestras cotidianidades, se hacen por inercia, y en muchos casos esta inercia incide en un desconocimiento que nos aleja, más que nos une.

Celebramos la Pascua de Resurrección entre prisas y entre el ajetreo que nos impone la sociedad actual, aunque lo disfracemos con un periodo vacacional y actualmente en una crisis galopante, tanto a nivel económico como a las frustraciones que ésta nos provoca, y aún así, con tantos condicionantes que deberían ayudarnos a reflexionar y obtener así sinceras respuestas, nuestra velocidad interna nos impide que podamos ver y sentir más allá de lo que significa el resumen que se nos ha presentado durante el proceso más reciente.

Vivíamos la Navidad y tampoco reaccionamos ante el mensaje de la nueva Luz. Vivimos la Semana Santa como un morir y resucitar, y poco más. En ambos casos preferimos derivarnos hacia lo festivo-vacacional, que hacia el significado religioso del mismo. Es más, asentiremos a escuchar las voces críticas que intentarán dinamitar toda tradición, toda referencia al entorno religioso. Y a la vez que asentimos a estas voces críticas, observaremos como el fervor popular sigue allí, presenciando y participando en los actos religiosos.

También es verdad que algunos estarán allí por curiosidad, por turismo, por romper con el hastío. También es verdad que si analizáramos el pedigrí de los activos participantes, algunos rozarían el suspenso en cuanto al ejemplo de vida que durante el resto de año han ido trabajando. Y eso que año tras año, se hace el siempre llamamiento de trasladar este sentimiento al quehacer cotidiano de todos los creyentes. De vivir en la fe cristiana no sólo en unas fechas, sino en hacerlas nuestras en cada uno de nuestros hechos, actitudes y relaciones interpersonales.

Pero esto no importa. Lo importante, lo verdaderamente importante en estas fechas, es que todos, casi todos, estamos allí. La Llamada ha sido correspondida. Ha llegado a los oídos y corazones de todos. Y allí están, como lo estuvieron dos mil años atrás, y muchos más.

Sí, muchos más que dos mil años, porque la Pascua, ya aparece en el Libro del Éxodo, cuando Dios da la orden a Moisés de que “Guardaréis memoria de ese día y lo solemnizaréis como una fiesta en honor del Señor. Por todas vuestras generaciones lo celebraréis como institución perpetua” (Ex. 12,14). Era tiempo de redención y de liberación del pueblo de Israel. “Yo os sacaré de debajo del yugo de los egipcios, que os libraré de la esclavitud” (Ex. 6,6)

Y esta celebración se celebraba en dos etapas. La primera, el sacrificio del cordero pascual y la aspersión de los marcos de las puertas con su sangre y , en segundo lugar, la cena pascual, comida llena de simbolismo, donde se mezcla el cordero inocente que muere por la salvación de Israel y la esperanza de la futura redención. Y aquí entra el sacrificio de Jesús. Juan el Bautista llama a Jesús como “el Cordero de Dios” (Jn 1,36). La Pascua de todas las Pascuas.

La Última Cena es aquella celebración de la cena pascual. Pero en ella no hay cordero. Las leyes decían que si alguien tenía impedimento serio, podía celebrar la cena antes de la Pascua. Jesús tenía que morir la víspera de la fiesta y por este motivo adelanta la cena. Los que adelantaban la cena no podían tener cordero, pues el cordero se sacrificaba en el templo. Jesús tomó esta iniciativa con toda intención porque Él iba a ocupar el lugar del Cordero Pascual.; porque Él es este cordero, el Cordero de la Nueva Alianza.

Y la Luz. Y hoy lo celebramos como este nuevo resplandor que aparece tras la tragedia de la muerte. Pero Jesucristo con su muerte nos enseña que ésta sólo es un paso más, un cambio, una transformación. Que la esencia perdura. Es símbolo de la Vida tras la vida, no tras la muerte. En verdad, para quienes vivimos en la fe, la muerte sólo es el despojo de estas ropas terrenales, de este cuerpo material e intoxicado, y sobre todo, de la liberación del alma. Este alma que nos identifica y nos diferencia, que nos raciocina y nos enaltece.

Hoy pues, celebramos la Resurrección del Señor, sí, pero también celebramos la victoria de la Vida sobre la muerte. Y al aplaudir a las imágenes en su reencuentro, aplaudimos la fe en la creencia de que la vida perdura tras el episodio de la muerte.

Y es Fe y es Creencia, pero para muchos esta fe y esta creencia, es débil. Débil porque la respuesta es necesitada, egoísta. Creen por miedo. Tienen fe por necesidad. No tienen ni creencia ni fe por convencimiento de que tras aquel episodio de la muerte, existe una vida llena de amor y de felicidad. Creemos, creen, eso sí, en la resurrección de Jesucristo, nuestro Señor. Pero ¿Creen, creemos, de verdad, en la resurrección de todos nosotros? ¿Somos capaces de separar el cuerpo y el alma? ¿Entendemos el verdadero significado de la resurrección del alma?

El alma no muere, perdura. Y aquí nace la verdadera inmortalidad del hombre, en la inmortalidad del alma. A medida que seamos capaces de desmaterializar nuestras vidas, nuestros pensamientos, nuestras obras, iremos ganando en Fe y en la creencia de esta inmortalidad, de la que tanto anhelamos.

La Resurrección de Cristo, nuestro Señor, debería ser, un buen punto de partida en este cambio de necesidad cognitiva. Luego ya no hará falta esperar la resurrección para creer, porque ya creeremos, ya tendremos fe, en la inmortalidad del alma, en definitiva, del hombre en sí.

PUBLICADO EL 12 ABRIL 2009, EN EL DIARIO MENORCA.

CARITATIVO Y DESANIMADO…..

“En el día de hoy, caritativo y desanimado, los G-20 han obtenido sus últimos objetivo bursátiles. La crisis ha terminado”. No habría caído indiferente si tras la reunión de los G-20 en Londres –por cierto ¿qué hacía España entre los veinte más grandes del mundo?- nuestro invicto presidente Rodríguez –Zapatero para más señas- hubiera lanzado tal alocución al más puro estilo franquista al finalizar la guerra. No habría caído indiferente porque simplemente, lo otro sí que ha provocado una indiferencia, incluso entre los miembros de su propio Gobierno.

Le faltaría eso sí, aquello de “1º año de crisis. Año de la Solución”, o de la “Victoria” misma, porque quien lo ve, analizando sus rasgos, sus expresiones, sus gestos, está claro que para él, para nuestro invicto presidente, todo son victorias. Al menos, y eso hay que reconocerlo, intenta por todos los medios habidos y por haber, que el pánico no cunda. Todo lo contrario que hace su ministro responsable del sector y no digamos el Banco mismo de España. Algo parece no funcionar entre ambos. Mientras uno dice blanco, los otros dicen cuando menos, gris –y no digamos si este blanco es además pepiño-. Y cuando más, negro carbón.

Y sólo le falta esto al pobre trabajador y al rico empresario. Si quien más sabe de economía dice negro, por muy presidente que uno sea, ya puede decir blanco y todos los colores del arco iris, que lo que de verdad queda, es el negro carbón. Y en esto estamos. También es cierto que este lapsus de tiempo, este descanso obligatorio por las festividades –o vacaciones, según por quien se mire- de Semana Santa colaboran en que el ambiente se serene e incluso que la economía se reactive. ¿Pero cómo reactivar la economía si no hay dinero en movimiento y no hay confianza? ¿Cómo reactivar la economía si todos desconfían de todos? ¿Quién se atreve a gastarse un millón de pesetas en un vehículo de ocasión si no sabe si su empresa lo seguirá contratando o simplemente le dará “puerta”? ¿Cómo ir a cenar a un restaurante si los sueldos se recortan mientras los productos como mínimo se mantienen? Y lo más temible. ¿Cómo derrochar, si la amenaza de Hacienda –y este año no hace propaganda- y de los impuestos municipales –y éstos que no digamos- están a las puertas de dejarnos en números rojos? ¿Quién se atreve a dar el primer salto so pena de que le quiten la red?

………………….
La otra mañana cuando Federico fue a comprar el pan se encontró a un individuo que hablaba con la dependienta. A su entrada, aquella conversación parecía que daba a su fin y el individuo en cuestión, tranquilamente se largó. Era un hombre ya hecho, cuarenta y tantos, por no decir los cincuenta ya cumplidos. Tras su salida del establecimiento, Federico se enteró de lo que minutos antes había ocurrido dentro del mismo. Aquel individuo había solicitado a la dependienta “si le podía dar el dinero de la caja”, a lo que la misma se lo negó. Y punto pelota, como se diría. Pero no. Federico aquello no le dejó tranquilo. Por un momento, su cabeza empieza a tesitar posibles reacciones, contra-reacciones y no digamos fallos y más fallos.

Por un momento Federico se inviste de fiscal y acusa al individuo como un presunto, eso siempre, autor de un delito –en grado de tentativa, todo hay que decirlo- de robo con intimidación. ¿Pero qué robo ni ocho cuartos, se le responde él mismo disfrazado de abogado defensor?. ¿Acaso le ha sacado una navaja y la ha amenazado con hacerle algún tipo de daño?. Pues la verdad es que no. ¿Acaso no vamos, íbamos más bien, a una entidad bancaria y solicitábamos un crédito, pedíamos el dinero de la caja, y nadie nos acusaba de atraco alguno, sino todo lo contrario? Ninguna diferencia tenía pues que haber entre una solicitud de lo más educada con la nuestra en la relación con nuestro banco….

¿Y si Federico se hubiera enfrentado con el individuo de marras? Pues lo tenía claro. La atenuante que se le aplicaría al susodicho por aquello de la crisis o del “estado de necesidad” en caso de condenarlo –cosa improbable que ocurriera-, no se le aplicaría, ni mucho menos a Federico. Se le acusaría de un montón de preceptos infringidos, presuntos eso sí, y muy posiblemente tanto el fiscal de turno como el juez encargado de la causa le harían saber lo que es saltarse el código a la ligera.

Y es que hay cosas que uno, varios o todos, difícilmente entenderemos. El otro día un tertuliano sacaba en antena un caso real, como los que suelen explicar en clase, vamos. Caso A) : Un individuo es condenado a tres años de cárcel, y al no haber delinquido nunca –mejor dicho, al no habérsele condenado nunca- se le perdona la condena, a condición de que no vuelva a ser condenado. Caso B): Un individuo que nunca había delinquido ni volverá a hacerlo en su vida, a causa de una discusión con su vecina, condenan a ambos por una falta de insultos, al pago de una multa de 30 euros. Y uno se pregunta ¿porqué el titular del caso B, no puede pedir que se le perdone la pena igual que ha ocurrido con el del caso A?. ¿Acaso los treinta euros son bien llegados a las arcas del Estado mientras que un preso en la cárcel es un sobrecoste?

Tampoco quiere tratar el tema de las injusticias jurídicas, porque de haberlas, haylas. Si no, sólo basta repasar las últimas movidas en el tema de la sanidad pública. Mientras a un electricista, a un cocinero o a un jardinero se le exige conocimientos de catalán por el simple hecho de querer ingresar en la administración pública, ahora algunos políticos exigen que se les exima a los médicos y enfermeros. Y uno se pregunta, ¿por qué no piden que se eximan de ello también a los electricistas, cocineros y jardineros? ¿Acaso para hablar con las flores mejor en catalán que en castellano? ¿Dónde está la justicia de la clase política?

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Y con cara de caritativo y desanimado entró Federico en su entidad bancaria. Más que en su entidad bancaria, rectificaría diciendo que es donde le gestionan los recibos de las compañías y que administran la pensión de uno, más bien. ¿Para qué, sino va alguien ahora mismo al banco? Negociar retrasos de hipotecas y pago de recibos, nada más. Y la hospitalidad cambió. No es que el personar fuera más reacio, no. El personal excelente como todas las ocasiones en que Federico ha aparecido por aquella puerta. El sitio, la decoración, el ambiente en sí, cambiado, frío. Parecía como si el eslogan hubiera cambiado de texto y color. Si antes era un “venga, siéntese y cuéntenos”, ahora parecían decirle “diga y váyase”.

Por un momento le dio la sensación que se había equivocado de tiempo y lugar. Habían suprimido las mesas y no digamos las sillas. Un mostrador, más bien bajo en el que no se podía uno apoyar, fue lo único que encontró en aquel reducido habítáculo. Había desaparecido la amplitud de espacio, de vistas, y todo lo que induciera a cierta tranquilidad. Si, no, y adiós, parecían las únicas palabras posibles en aquel reducido espacio. Se ve que el cambio de chip ya ha entrado en las entidades. Hay que recoger velas, dinero y demás. No hay competencia alguna con la que luchar, ni cliente nuevo al que prestar.

Tal vez, aquel, ahora ya pobre hombre, que había solicitado el dinero de la caja en la panadería, ni siquiera se atrevería a solicitar un préstamo en la entidad. Ni siquiera tal vez lo haría en los Servicios Sociales de su municipio. ¿Por cierto, de qué municipio?. ¿Quién paga las ayudas sociales a estas personas itinerantes? ¿Puede haber posibles “efectos llamadas” en algún municipio más que en otro? ¿Y las obras con fondos estatales? ¿Son sus operarios, residentes en aquella misma municipalidad o por el contrario, nos vendrán contratados de la península en detrimento de los que vivimos y padecemos la crisis insular?

De momento, Federico quedó como la mayoría de españoles, desanimado. Su presidente, nuestro presidente, como suelen ser quienes manejan el dinero de los demás, caritativo. Esta vez, ni cautivos ni desarmados, fueron los términos que se hubieran usado. La Memoria Histórica, quizá tampoco lo permitiría.

Aunque uno va creyendo, que ante la crisis, mejor llamarnos cautivos y desarmados, ¿acaso no hemos perdido la guerra, no la nuestra, sino la de los banqueros? Y no digamos si además de cautivos, nos encontramos con algún desalmado……
PUBLICADO EL 8 ABRIL 2009, EN EL DIARIO MENORCA.

DE “GUÍAS “ Y “HORARIAS”

El sábado se celebró la hora del planeta –es un decir esto de las celebraciones-. Alguien se le ocurrió la brillante idea de apagar la luz durante una hora, y listo, quien no la apagara, pues ya sabe, insolidario completo. Y quienes sí lo apagaron pues, también se sabe, que si solidarios, que si responsables, que si “progres”… Muy bien, y uno, escéptico que es muchas cuestiones terrenales, se pregunta ¿qué gana uno –ganamos todos- con ello?. Que si tomar conciencia, que si el ahorro, que si la capa de ozono, etc. etc., ¿y?, te preguntas ya más sarcástico.

¿Y?. Hace años, pero no tantos como para olvidarse uno de ello, la mayoría de las poblaciones tenían el alumbrado público dividido en dos tipos, a saber, uno llamado “guías” y otro llamado “horarias”. Así, las guías permanecían encendidas durante toda la noche, mientras que las horarias, tal como indica su nombre, hasta una determinada hora. ¿Se imaginan el ahorro económico de entonces? O lo que es lo mismo, ¿se imaginan el coste que sobrevino a las arcas municipales cuando alguna mente iluminada –por jugar con las palabras- decidió erradicar las horarias y hacerlas fijas discontinuas?

Dirán los entendidos en la salvaguarda del medio ambiente que aquellas guías y aquellas horarias provocaban mucha contaminación lumínica y para salvaguardarnos del problema creado por tales faltos entenderes, deberíamos cambiar las bombillas e instalarlas de bajo consumo y como no, con el añadido además de que no contaminaran. Pero se ve que la fábrica, la empresa que las debió suministrar o subcontratar –vaya uno a saber a estas alturas de quien debería ser familiar o amigo, si era contratada o subarrendada, si era virtual o real-, no las tenía ni a por menor, ni sueltas, ni en columna de a tres. Y tanto que es así, que en vez de cambiar las bombillas muchos municipios decidieron cambiar bombilla y farola, no fuera que por culpa de la farola aún estuviéramos atacando la dichosa capa de ozono…..

Pero es más. Aparte del sobre-coste de la farola –un mínimo de mil euros, tirando bajo- y de la bombilla, se olvidaron el conectar el sistema de “guías” y “horarias”. Se “olvidaron” por decir algo, vamos. También es cierto que hay que reconocer que a mayor iluminación, mayor sensación de seguridad. La psicosis de la ciudadanía transformada en votos, también debe ser tenida en cuenta. Otra cosa y tema aparte sería, claro está, el estudio de cómo y porqué se produce esta inseguridad. Pero claro, ahora con la excusa y la benevolencia de la crisis, se presenta un tanto difícil convencer a ciertos sectores, de los errores en cuanto a ciertas rebajas, pactos y demás entresijos de los llamados adoctrinamientos de la reinserción.

Pero uno que es ignorante en todo, y mucho más en temas energéticos –alguien se estará frotando las manos al leer esto-, se pregunta ¿acaso no podría colocarse en cada farola unas placas solares que alimentaran su propio consumo? ¿Y por qué no añadir un sensor lumínico –o como se llame- para que se encienda la dichosa farola de mil y pico de euros, sólo cuando la intensidad lumínica de la zona lo demande, y viceversa?.

Todo esto está claro que es de dominio público, y con copyright patentado si cabe. ¿Pero porqué nuestras ciudades todavía están pagando o debiendo religiosamente –por decir algo afín a estas próximas fechas- un consumo desorbitado? ¿Se imaginan el montante económico que se ahorrarían y que podría ser invertidos, por gracia o desgracia de esta tan cacareada crisis, en ayudas sociales?.

Y lo que ganaríamos en estética, que ello también vende, aunque no sea verde…¿Se imaginan las farolas de quita y pon? Al no necesitar de cableado, éstas podrían ser colocadas y recolocadas a demanda…. Que si molesta para la cochera, que si me da luz en la salita de estar, que si no me da y me ahorraría encenderla, que si tal o cual excusa que hace que la relación administración-administrado sea fluida y como no, gratificante….. ¡Y las zanjas, -el polvo, las humedades, los ruidos, las molestias- que nos ahorraríamos!.

Pero lo del ahorro parece reñido con lo de la crisis. Las inyecciones de capital con las que nos bombardean diariamente con tanta excusa de trabajo y más trabajo, necesitan de la parte psicológica. Sino no entiendo el porqué en momentos de crisis, la necesidad de colocación de carteles que, muy probablemente superarán los mil o más euros por cartelito, diciendo a un viento que aquellas obras se han realizado “gracias” a la aportación estatal para recolocar a personas en el paro. ¡Que más da quien haya pagado la carretera, el balcón o el trozo de acera, si la cuestión es que está realizado con la aportación de nuestra parte de impuestos! ¿Por qué no colocan tal vez la lista de todos quienes hemos contribuido y además de todos los que pisarán en diez años aquella obra? Así, con un poco de suerte, el cartelito de marras será un poco más grande, dará a más vientos y como no, costará más dinero…..

La verdad es que quien esto escribe no cambió sus hábitos. Y no por ello se siente menos responsable ni menos solidario. Tampoco tuvo necesidad de hacerlo, no en vano, a la hora de marras, en el día –tarde noche- de marras, sólo el frigorífico, la luz de la habitación, la televisión y el ordenador consumían. ¡Ah! Y la bombilla, esta bombilla que siempre suele pintarse sobre el cabeza de alguien en el cómic semanal. La bombilla de la inspiración, del soplo o del chivatazo. Pero esta, no consume energía, o al menos, no cuesta dinero. Y por tanto, no computa. O sea, no existe.

La iluminación existió, si, claro. ¿por qué no crear una hora, un día si se quiere, sin televisión ni radio? ¿Se imaginan un día sin conocer de asesinatos, de crisis, de políticos y más políticos? ¿no creen que, ya no el planeta, sino la propia salud nuestra ganaría de estar desconectados de tanta mala noticia?.
PUBLICADO EL 2 ABRIL 2009, EN EL DIARIO MENORCA.