DICIEMBRE 2012

Parece un título de película futurista, aunque no tanto, por lo menos desde la perspectiva actual, pero de película sí. Y según cómo se mire, también de película de terror. Pero por suerte, ni lo uno ni lo otro.

¿Se acuerdan de cuando estábamos a punto de celebrar la llegada al segundo milenio? ¿Se acuerdan cuántos disparates se lanzaron…. si la fin del mundo, si un cambio en todos los niveles, si eso o aquello…? Y bueno, tuvimos que inventarnos lo del efecto 2000, por aquello de hacer un poco más creíble el tema de tanto suspense y misterio. Al final, llevamos ya nueve años en este milenio –ocho, como dirán otros- y todo sigue igual. Bueno, igual, igual, no. Zapatero es presidente, la crisis amenaza con volvernos sesenta años más jóvenes y así poder recordar aquellos tiempos en que la electricidad casi no existía, ni los televisores, ni los lavavajillas ni secadoras, pero bueno, de sobrevivir, sobreviviremos a pesar de los pelotazos de unos y de otros.

Y ahora cuando el efecto 2000 está ya superado y la crisis, esta crisis que pronto vamos a remontar según la versión oficial del nuevo Gobierno, no nos causa efectos secundarios, es cuando aparece alguno y nos remite, nada más y nada menos a Nostradamus –o Notre-Dame, para los más entendidos-.

Según los estudiosos de las profecías, o sea, de los aburridos rebuscadores entre los libros de la antigüedad, ponen en letra de Nostradamus la profecía de que el mundo, éste que debía desaparecer en el año dos mil de nuestra era, desaparecerá nada más y nada menos que el 21 de diciembre de 2.012. ¿Y?.

Pues nada. Si desaparece nada podemos hacer, sólo eso sí, una súplica al Gobierno de turno. ¡Que adelante el sorteo de Navidad de aquel año!. No sea que quienes apostamos parte de la paga extraordinaria –que no doble- en las probabilidades de dejar de ser pobres, no tengamos ocasión de conocer al menos si hubiéramos desaparecidos ricos o simplemente, un poco más pobres….

Tres años y medio es lo que nos queda, según estos aburridos estudiosos. ¿Y qué podemos hacer en estos tres años y medio?. Pues muchas cosas. Sin duda no acabaremos de pagar las hipotecas, y ni por supuesto alcanzar la jubilación. Tampoco estarán las cosas como para irse uno de viaje al extranjero. A lo mucho, irse uno a Barcelona para comprar en las rebajas, eso siempre y cuando el transporte sea aún asequible a los bolsillos de los trabajadores. Pero tampoco va a importarnos, porque de acabar el mundo, nada de nada.

Nada de nada porque falta mucho trabajo que hacer. Falta pagar la hipoteca, aumentar las arcas del Estado, mantener más sueldos de políticos y éstos, que sí saben de aburrimientos, no van a permitir que el mundo se acabe así como así. ¡Y menos un día antes del sorteo de Navidad!.

Otros adivinos de nuestros días, van publicando más curiosidades. ¿Se acuerdan de las fechas de la Memoria Histórica? ¿Se acuerdan de la fecha del inicio de la Guerra Civil española y del final de ella y la relación que tienen ambas con la fecha del fallecimiento de Franco? Si sumamos la fecha del inicio a la del final (18 – 07 -36 + 01-04-39) de la contienda civil española, nos da como resultado el de 19- 11- 75 y ¡qué casualidad! Franco falleció oficialmente en la madrugada del 19 al 20 de noviembre del año 1975. ¿Curioso no?.

Pues bien, otros aburridos se han dedicado a hacer más conjeturas. Aquí van algunas: New York City, Afghanistan, Geroge W Bush, tienen once letras. New York, es el estado número 11. El primer avión que se estrelló contra las Torres Gemelas fue el vuelo número 11. El vuelo número 77 que también se estrelló contra las Torres Gemelas llevaba 65 pasajeros (6+5 = 11). El día once de septiembre ( 1+1+9= 11). El once de septiembre es el día 254 del calendario ( 2+5+4 = 11). Las explosiones de Madrid, sucedieron el once de marzo de 2004, ( 1+1+3+2+0+0+4= 11). La tragedia de Madrid sucedió 911 días después de las Torres Gemelas (9+1+1= 11)….. bueno, y supongo que si nos lo propusiéramos podríamos ir añadiendo conjeturas y casualidades, y tampoco pasaría nada….

Y uno, para que luego no digan que queda atrás en esto de las adivinanzas, se ha entretenido y ha jugado con la fecha del aburrido de Nostradamus, y con el otro aburrido de las Torres Gemelas. Y allí va la primicia: el 21 de diciembre de 2012, ¡también es 11! ( 2+1+1+2+2+0+1+2= 11). Y el atrevimiento es mayúsculo. Ahora entiende lo que provocan las adicciones, y lo peligrosas que son. Por un momento, empiezo a contar las letras de mis apellidos: s-a-n-s-p-a-y-e-r-a-s ¡son 11!. ¡Socorro!, por suerte, siempre antepongo mi nombre de pila a mis apellidos….. j-o-a-n ¡ya son 15!

Y es que caminos hay muchos, combinaciones y más combinaciones. Elegir el mejor, el más positivo, no tiene porqué ser difícil. Sólo con utilizar la lógica, las costumbres y el buen hacer, superaríamos muchas contrariedades que, no la vida, sino nosotros mismos, nos vamos colocando en el camino. La capacidad de elección también depende del ambiente en que nos situemos y en el que juguemos nuestra realidad.

Y con el deseo puesto en el sorteo de Navidad del año 2012, uno irá ahorrando para mientras tanto, pagar Hacienda y los impuestos municipales, que éstos, por muchas catástrofes que ocurran, serán los últimos en perecer.
PUBLICADO EL 21 DE ABRIL DE 2009, EN EL DIARIO MENORCA.