LA ECUACIÓN DEL PARAGUAS

La primera irrupción de Federico en mis escritos vino de la mano de la “ecuación del carro” emulando a Platón y su carro alado. En aquella ocasión Federico se presentaba como un profesor ya jubilado y haciendo una especie de “repaso” a la sociedad española de aquel momento, difícil ya de por si. Ahora, una decena y más de años de aquella primera irrupción, este antiguo profesor vuelve a las ecuaciones –por aquello de que las matemáticas y los números parecen guiar la economía y la crisis de nuestro país- para pasar –o no – la reválida de tanto entendido en números –y máxime si éstos son impropios-.

.-Crisis internacional, y no sólo de nuestro país, esto hay que tenerlo en cuenta.
.-Pues no. Ahora ya se puede decir -lo dijo Almunia y no precisamente con la boca pequeña-, de que quienes de verdad lo tenemos difícil somos los españoles y asimilados.
.-Lo que dijo Almunia es que tardaremos un poquito más en recuperarnos.
.-Y con la boca pequeña. Si aún no hemos tocado fondo… Y con tanto despilfarro de dinero por no saber qué hacer, cuando toquemos fondo no tendremos oxígeno para remontar hacia la superficie.
A nuestros directores de orquesta –eso es lo que realmente somos, varias orquestas tocando al mismo tiempo, con directores variopintos y melodías distintas- en alguna convención de verano, se les debió enseñar aquel teórico planteamiento de la caída libre, en la que cuando se llega a un metro del batacazo final, iguala la velocidad y la aceleración a cero, y salta. Y ahora están esperando a tocar fondo….. o casi, para actuar según su entendimiento.
.-Pues con paraguas o sin él, la cosa está j…. ¿Y por cierto, a qué viene lo del paraguas?
.-Pues no es por la caída, no. Es por la lluvia. Cada año compro el paraguas del año. No es que haya un nuevo modelo, marketing y demás, sencillamente es que con el viento que nos azota, por poco que lo uses con lo endebles que son actualmente, a las pocas lluvias, ya está mirando cojo. Y así, con un presupuesto mínimo de menos de diez euros, estrenas paraguas anualmente.
.-¡Y da trabajo a las empresas, intermediarios y comerciantes! ¡Que todo hay que pregonarlo!
.-Pues en esta que esperaba mi vez, cuando una madre se debatía en la compra de unas botas de agua para su hijo. La lluvia volvía a ser el nexo común entre los usuarios de aquella tienda. Para unos pocos días de uso, se resistía a comprar unas botas de una sola temporada. Los pies en pleno crecimiento del menor, obligaban a un gasto extraordinario en las familias españolas por mucho que les regalaran ordenadores en el colegio….., y en plena época de vacas flacas!
Aquello se ponía interesante. Aquel paraguas llevaba a uno a filosofar la política económica de nuestros directores de orquesta.
.-Es que a veces, si se escuchara más al pueblo, saldrían ganando.
.-Ganando, ganando, no creo. Pero que las cosas se harían mejor para todos, sí.
¡Como ellos aún no son conscientes de la crisis….! Por empatía saben que existe, pero en sus bolsillos aún no ha llegado. Y si les llega a ellos, pobres de nosotros.
.-¿Por qué? ¿Habrá represalias?
.-Imagínate que los que tienen la máquina del dinero se quedaran sin él, ¿qué sería de quienes ni la hemos visto?.
.-¿Y compró las botas la señora?
.-Con un número más grande, para así aprovechar dos temporadas. O sea, dos o tres meses en total. Y con el compromiso de la vendedora de reciclarle las anteriores.
.-Mal hecho, dirán los políticos.
.-¿? ¿No es el reciclaje una política sostenible?.
.-Si pero cuando la crisis es energética, no cuando es económica, o ambas a la vez.
.-El problema es que no hay prioridades. Se hablaba desde antes de la crisis económica, de la crisis energética; que si capas de ozono –que nada tiene que ver con la crisis como tal- y los juegos que se llevan entre sí los países productores de petróleo. Pues bien, para ello empezamos con tímidas políticas –más mediáticas que otra cosa- en este terreno. Que si bolsas, que si molinos, que si tal o cual. A esto, que aparece la crisis económica y liamos todo en el mismo saco. Ponemos impedimentos en el consumo: si congelación salarial, que si subida de impuestos, que si amenazas de cierre, que si esto o aquello…. Y el susto que nos entra en el cuerpo, hace que reciclemos a toda velocidad. Gastamos menos electricidad. Compramos menos. Las eléctricas suben los precios. Volvemos a gastar menos. Empresas que cierran. Trabajadores en el paro. Gobierno que fabrica más dinero. Etc, etc… ¡Ah!, y de molinos nada de nada. Ahora dicen que evitaríamos muchas toneladas de CO2, pero es antiestético….
Y mientras no tengan una política para cada cosa, y para cada momento, no estaremos en disposición de llegar a este punto de “gravedad cero” que les enseñaron en aquellas jornadas de verano.
.-Vamos… que es como el tema de la gripe A.
.-Igualito, pero al revés. Mientras la crisis no existía para el Gobierno y todos los demás países ya estaban tomando medidas, ahora con la gripe A, nuestro mismo invicto Gobierno, nos asusta con la gripe que según los verdaderos entendidos, es mucho más benévola que la gripe que nos visita anualmente….
.-Vamos, que les falta el término medio.
.-El equilibrio, más bien. El tema de los cuatrocientos y tantos euros, otro que tal. Si nos quejamos de falta de infraestructuras, de presupuestos para llevar a cabo mejoras, servicios y demás, ¿no sería más práctico elevar estos cuatrocientos y tantos euros a los casi mil euros que cobran la mayoría de la población trabajadora, y darles trabajo a todo este sector de la sociedad necesitado de empleo. Y además favorecerían el propio estado anímico del trabajador, mejoraría su propia imagen, se vería útil para la sociedad, dejaría de ser un sujeto pasivo….
.-Para esto necesitarían más presupuesto.
.-O menos gasto superfluo. Ahora las políticas van encaminadas a la formación de trabajadores. ¿Cuántos parados van a los cursos de formación? ¿Por qué formar trabajadores si no hay trabajo? ¿Por qué no creamos primero el trabajo y luego según las necesidades, creamos a los trabajadores?
.-Entonces habría que quitar a algunos educadores….
.- Enseñantes, más bien. Que como ha quedado patente en las últimas semanas, la educación también está en crisis.
.-Mundial, ¿no?
.-La tan esperada “Rebelión en las aulas” de finales del siglo pasado, está llegando a nuestras fronteras, y parece que nadie quiere ser consciente de ello.
.-En Madrid, parece que se lo toman en serio.
.-No basta con hacerlo en una sola Comunidad. Falta una política de intenciones, de interés en arreglar todos los problemas. De sentarse y hablar como lo hacíamos en la peluquería. O en la zapatería misma, comprando botas y paraguas. Falta entendimiento.
.-Faltan intenciones.
.-Tal vez, lo que falta y de verdad, es educación. Educación en estos directores de orquesta. Educación en ser sensibles a los problemas ajenos.
.-Falta solidaridad. Y sobra caridad.
.-Es que en muchas ocasiones, uno cree que con la caridad mal entendida, se subsanan muchas deficiencias. Es como las ayudas al tercer mundo. Es más fructífero enseñarles a sembrar que no darles la comida. Pero actuamos por intereses. Tenemos miedo a que formemos competidores. Preferimos dar limosna que enseñar a alguien a sobrevivir, no sea cosa que a la larga nos haga competencia.
.- Lo principal es no llegar al punto de hacer diferencias. Ser justos, vamos.
.-No empecemos con la justicia, que todo es interpretable.
.-Y presunto.
PUBLICADO EL 29 SEPTIEMBRE 2009, EN EL DIARIO MENORCA.