La verdad era que el título para hoy tenía que ser distinto. Lo había titulado como “la memoria histórica reciente”, pero los acontecimientos avanzan que impide centrarse en lo de hoy, porque mañana ya ha amanecido y está a punto de finalizar.
¿Y porqué “la memoria histórica reciente”, cuando aún hoy estamos anclados en la guerra civil del treinta y tantos? Pues muy sencillo. El culpable ha sido Pujol, Jordi para más señas. Y no porque él fuera culpable de algo, simplemente porque en la segunda parte de “sus memorias” publicadas recientemente, Jordi Pujol cuenta cosas de las que aunque muchos sabían, muchos intuían e incluso muchos llegaron a publicar como simples insinuaciones, nadie ha sido capaz de denunciar públicamente. Ni el mismísimo Fiscal General del Estado ha solicitado abrir diligencias, al menos informativas, sobre ello.
Y me refiero como no, a la otra versión del 23-F. Y es que en su momento ya se habló de un “presunto” golpe de timón, que unos siempre “supuestos” dirigentes del PSOE con el beneplácito de algunas otras personas – no irreales, no imaginarias-, pretendían imponer, eso sí, con el consentimiento de la mayoría de los representantes del pueblo español –eso hay que subrayarlo- a fin de enderezar aquel clima inhóspito de aquellos primeros años de andadura democrática.
Y como quien lo dice, Jordi Pujol, nadie puede tacharlo de fascista ni mucho menos de golpista, pues habrá que darle cierta credibilidad.
Pero eso ahora mismo no es noticia. Y no lo es, simplemente porque quien gobierna es el PSOE. ¿Qué hubiera pasado si aquel supuesto dirigente del PSOE a quien se refiere Pujol en sus memorias, hubiera sido de la Alianza Popular de entonces? Ya me imagino los titulares de prensa “El Partido Popular de Rajoy instigó el tejeretazo”. Pero no, ni el PP existía, ni Rajoy era conocido, ni mucho menos su decena de diputados podían aprobar aquel golpe legitimista. ¿Por qué entonces no abrir diligencias informativas? ¿Por qué tiene Tejero y Milans del Bosch quedar perpetuados en la historia española como los únicos golpistas del 23-F?.
Pero Jordi Pujol no ha tenido mucho tiempo para hacerse propaganda de su segundo libro. La trama del PP en Valencia, Galicia, Madrid, Baleares…., no deja de ser noticia. Día a día, y ahora más, tras el levantamiento parcial del secreto sumarial, no deja espacio para propagandas que no sean benefactoras hacia nuestro invicto gobierno. Y bien les está a los del PP si de verdad han sido corruptos. Y bien les está a los dirigentes honestos, si no han sido capaces de hacer limpieza en su momento. En la política, como la mujer del César. ¡Faltaría más!.
Sólo un deseo. Que alguna vez, estos funcionarios fiscales, abran su abanico y puedan dedicarse a investigar en otras “presuntas” direcciones políticas -sin dejar claro está, las que tengan abiertas- . Y otro deseo más grande aún, que todo aquel político, asimilado, todo aquel aspirante que en su día fuera condenado, lo fuera a perpetuidad en cuanto a acceder a cargo público y político alguno.
Y con tanto escándalo, con tanto presunto corrupto, ya no nos acordamos que la gripe A está aquí, que no ha llegado, o simplemente ya se ha marchado. Lo cierto es que nadie la teme ya. Pero ahora ya no importa alarmar a la población. La vacuna ya está comprada y por ello, presuntamente, el objetivo ya se ha desarrollado en todas sus fases.
Y hay más. La crisis. También estamos ya convencidos de que la cosa va para largo. Lo supimos desde un principio, mucho antes que nos lo dijeran nuestros mandatarios. Lo supimos también cuando aquellos letreros que cuestan un sueldo y medio, nos decían que había empleo para medio año. Y te lo confirmaron los desplantes de algunos dirigentes de antaño a Rodríguez. Y te lo reafirmaron las penalizaciones de impuestos, IVA y demás que recaerá sobre el consumidor final. ¿Y después que?. Esperabas una reacción del proletariado, pero éste, no dice no contesta. ¿Dónde está la huelga general que se le hubiera planteado a un gobierno del PP?. Pero no. La huelga general se muere de asco por algún rincón de algún sindicato, mientras que otros, se afanan en bloquearse entre ellos. La consigna ya está en los despachos. Aguantar, aguantar, aguantar….
Y allí aguantan los pescadores y los militares. ¿Por qué gastar setenta y tanto millones de euros si somos incapaces de tirar un tiro a un barco pirata? ¿Porqué mandar tropas a una guerra, si estamos en operaciones de paz? ¿por qué gastar casi cuarenta millones de euros en la promoción del Madrid 2016 si la presencia estuvo gafada?.
Y aún así, a lo hecho, pecho. Tenemos tantos frentes que bombardean nuestra sesera que no hay tiempo para digerirlas todas. Así, la unión , ya no de criterios, sino en indicadores, se diluye. Mientras a unos les preocupa la crisis, otros priorizan la corrupción, otros la gripe A, B o C, y otros las vidas de los pescadores y militares en tierras extranjeras. Y el objetivo, y este ya no presunto, también está cumplido. Desviar, derivar la opinión pública hacia otras necesidades de la población. Fabricarlas si son necesarias.
Y con tanto lío en el mercado, ¿quién se preocupa de lo que hubiera podido pasar si un día 23 de febrero, un Miláns y un Tejero, no hubieran hecho de teloneros? Y como dice el dicho menorquín, “qui día passa, any empeny” Y eso lo debió aprender muy bien, nuestro invicto Rodríguez, en sus primeras y últimas vacaciones en Menorca. Y así nos va.
¿Y porqué “la memoria histórica reciente”, cuando aún hoy estamos anclados en la guerra civil del treinta y tantos? Pues muy sencillo. El culpable ha sido Pujol, Jordi para más señas. Y no porque él fuera culpable de algo, simplemente porque en la segunda parte de “sus memorias” publicadas recientemente, Jordi Pujol cuenta cosas de las que aunque muchos sabían, muchos intuían e incluso muchos llegaron a publicar como simples insinuaciones, nadie ha sido capaz de denunciar públicamente. Ni el mismísimo Fiscal General del Estado ha solicitado abrir diligencias, al menos informativas, sobre ello.
Y me refiero como no, a la otra versión del 23-F. Y es que en su momento ya se habló de un “presunto” golpe de timón, que unos siempre “supuestos” dirigentes del PSOE con el beneplácito de algunas otras personas – no irreales, no imaginarias-, pretendían imponer, eso sí, con el consentimiento de la mayoría de los representantes del pueblo español –eso hay que subrayarlo- a fin de enderezar aquel clima inhóspito de aquellos primeros años de andadura democrática.
Y como quien lo dice, Jordi Pujol, nadie puede tacharlo de fascista ni mucho menos de golpista, pues habrá que darle cierta credibilidad.
Pero eso ahora mismo no es noticia. Y no lo es, simplemente porque quien gobierna es el PSOE. ¿Qué hubiera pasado si aquel supuesto dirigente del PSOE a quien se refiere Pujol en sus memorias, hubiera sido de la Alianza Popular de entonces? Ya me imagino los titulares de prensa “El Partido Popular de Rajoy instigó el tejeretazo”. Pero no, ni el PP existía, ni Rajoy era conocido, ni mucho menos su decena de diputados podían aprobar aquel golpe legitimista. ¿Por qué entonces no abrir diligencias informativas? ¿Por qué tiene Tejero y Milans del Bosch quedar perpetuados en la historia española como los únicos golpistas del 23-F?.
Pero Jordi Pujol no ha tenido mucho tiempo para hacerse propaganda de su segundo libro. La trama del PP en Valencia, Galicia, Madrid, Baleares…., no deja de ser noticia. Día a día, y ahora más, tras el levantamiento parcial del secreto sumarial, no deja espacio para propagandas que no sean benefactoras hacia nuestro invicto gobierno. Y bien les está a los del PP si de verdad han sido corruptos. Y bien les está a los dirigentes honestos, si no han sido capaces de hacer limpieza en su momento. En la política, como la mujer del César. ¡Faltaría más!.
Sólo un deseo. Que alguna vez, estos funcionarios fiscales, abran su abanico y puedan dedicarse a investigar en otras “presuntas” direcciones políticas -sin dejar claro está, las que tengan abiertas- . Y otro deseo más grande aún, que todo aquel político, asimilado, todo aquel aspirante que en su día fuera condenado, lo fuera a perpetuidad en cuanto a acceder a cargo público y político alguno.
Y con tanto escándalo, con tanto presunto corrupto, ya no nos acordamos que la gripe A está aquí, que no ha llegado, o simplemente ya se ha marchado. Lo cierto es que nadie la teme ya. Pero ahora ya no importa alarmar a la población. La vacuna ya está comprada y por ello, presuntamente, el objetivo ya se ha desarrollado en todas sus fases.
Y hay más. La crisis. También estamos ya convencidos de que la cosa va para largo. Lo supimos desde un principio, mucho antes que nos lo dijeran nuestros mandatarios. Lo supimos también cuando aquellos letreros que cuestan un sueldo y medio, nos decían que había empleo para medio año. Y te lo confirmaron los desplantes de algunos dirigentes de antaño a Rodríguez. Y te lo reafirmaron las penalizaciones de impuestos, IVA y demás que recaerá sobre el consumidor final. ¿Y después que?. Esperabas una reacción del proletariado, pero éste, no dice no contesta. ¿Dónde está la huelga general que se le hubiera planteado a un gobierno del PP?. Pero no. La huelga general se muere de asco por algún rincón de algún sindicato, mientras que otros, se afanan en bloquearse entre ellos. La consigna ya está en los despachos. Aguantar, aguantar, aguantar….
Y allí aguantan los pescadores y los militares. ¿Por qué gastar setenta y tanto millones de euros si somos incapaces de tirar un tiro a un barco pirata? ¿Porqué mandar tropas a una guerra, si estamos en operaciones de paz? ¿por qué gastar casi cuarenta millones de euros en la promoción del Madrid 2016 si la presencia estuvo gafada?.
Y aún así, a lo hecho, pecho. Tenemos tantos frentes que bombardean nuestra sesera que no hay tiempo para digerirlas todas. Así, la unión , ya no de criterios, sino en indicadores, se diluye. Mientras a unos les preocupa la crisis, otros priorizan la corrupción, otros la gripe A, B o C, y otros las vidas de los pescadores y militares en tierras extranjeras. Y el objetivo, y este ya no presunto, también está cumplido. Desviar, derivar la opinión pública hacia otras necesidades de la población. Fabricarlas si son necesarias.
Y con tanto lío en el mercado, ¿quién se preocupa de lo que hubiera podido pasar si un día 23 de febrero, un Miláns y un Tejero, no hubieran hecho de teloneros? Y como dice el dicho menorquín, “qui día passa, any empeny” Y eso lo debió aprender muy bien, nuestro invicto Rodríguez, en sus primeras y últimas vacaciones en Menorca. Y así nos va.
PUBLICADO EL 12 OCTUBRE 2009, EN EL DIARIO MENORCA.