TOREANDO EL VERANO

Al menos esto no está prohibido, en Catalunya me refiero, y en el resto, menos, claro. Al menos por ahora. Al revés. Incluso da la sensación de que es Catalunya quien nos torea a nosotros. Pero no. O si. Vaya uno a saber. Lo que me extraña es que en nuestra isla no haya habido ninguna personalidad política relevante, que haya presentado alguna moción para la prohibición de los espectáculos taurinos, al menos en nuestra isla. Incluso creo que hubiera podido haber en este caso, consenso entre todos los grupos políticos.

Quienes si lo tienen claro son Siena y Elena. O al menos en el primer caso, la ministra de la cosa del turismo italiano. Pero es que Italia no necesita de las carreras del Palio de Siena como reclamo turístico. Ni Italia ni Siena misma. Y la infanta, también lo tiene claro. Y en sentido contrario. O al menos así debió entenderse al presenciar una corrida de toros, junto a pocos centenares de aficionados taurinos, en Palma.

Y no hablemos de la pava que tiran desde el campanario de Cazalilla en Jaén, ni del toro de cuerda de Chiva, que por brutos nadie nos gana. Sino, que se lo pregunten a aquellos antiguos habitantes de Menorca que, según dice la leyenda negra, fueron arrojados por la borda por aquella bona gent catalana y que forzosamente debieron perecer de pura necesidad.

Y no creo que el Parlamento Catalán se reúna y acuerde pedir perdón por las atrocidades de aquella bona gent catalana, como suelen hacer actualmente muchos gobiernos, el último de ellos, Japón, por su participación en la segunda guerra mundial. Y la excusa será buena, no eran catalanes, eran de la corona catalano-aragonesa. Y es que a veces damos más importancia a los animales que a los propios seres humanos. O peor aún. Algunas veces incluso parece que tratamos de forma diferente a los seres humanos según sea su raza, su religión, su ideología. Y tampoco los animales son iguales. ¿Por qué no prohíben los correbous? ¿A caso serían capaces de prohibir los “embolados” –por aquello del castellano, claro-? ¿Y el boxeo?

Pero quienes de verdad parece que nos torean fuera de España, es sin duda nuestro país vecino, Marruecos. Nos torean o nos dejamos torear, vaya usted a saber. Y que algo se mueve al norte de África, también es cierto. O al sur de España. O de Europa, como se quiera titular. Y la prueba de ello no son los fotomontajes ni los desabastecimientos, que para esto hay soluciones, como por ejemplo cerrar la frontera y llevar los alimentos y los materiales de construcción por barco desde España. La prueba de ello es que así de pronto, nos venden la noticia de que el Rey ha hablado con su homónimo. ¡Y el españolito de a pié no se había dado cuenta de nada!. Y el españolito melillense vivía el ambiente con normalidad. ¿Qué pasó entre noticia y noticia? Sin duda, es el tira y afloja de siempre. ¿Se imaginan lo de la isla del Perejil gobernando Zapatero? Pues lo mismo. Ahora sí gobierna Zapatero.

Y de Melilla a Madrid, que no al cielo. Allí ya se ha levantado la veda en la familia socialista. La democracia interna aparece como saludable, aunque algunos salgan con la ventaja del aparato, con todo lo que ello representa. Y es como si el aparato dijera que la ministra de sanidad, una vez caducadas las vacunas contra la gripe, poco o nada tiene que hacer en este gobierno. Y es que la sanidad estatal poco o nada tiene ya. Como en cultura o vivienda, pongamos por caso. Y no digamos en igualdad..... Y quien parece estar en el blanco de las miradas es el idem, quien tras fracasar con los controladores y mostrar la parte menos tolerante, nos amenaza a todos los españolitos y asimilados con una nueva subida de impuestos.

Y es que Blanco sabe mucho de números. Como todos, vamos. Y nuestro invicto presidente Rodríguez, Zapatero para más señas, no sabe no contesta. Se sacrificó sin vacaciones, y no aparece de momento. De momento nos torean subalternos. Y así nos va. ¿Qué nos pasará cuando nos toree el maestro?.

Mientras tanto, nosotros, los de a pié, toreamos el verano, el paro, la crisis y los impuestos. A torear, nadie nos gana.

¡Hasta que nos lo prohíban también!.
PUBLICADO EL 23 AGOSTO 2010, EN EL DIARIO MENORCA.