CHORRADAS ANTICRISIS

Cuando oyes hablar de medidas anticrisis, actualmente te preguntas por el sujeto pasivo a quienes van dirigidas tales medidas. Hablar de medidas anticrisis y erradicar la ayuda de cuatrocientos y tantos euros que se les daba –se les da, todavía- a los parados de larga duración, no parece que intenten paliar la parte que les afecta a ellos, sino todo lo contrario, aumentarla.

Cuando oyes hablar de medidas anticrisis y descubres que el Gobierno de Rodríguez vende AENA y las Loterías, tus pensamientos te remontan a los tiempos del negocio de na peix frit. ¿Cómo es posible vender las Loterías si no tienen ni pizca de déficit? Y al revés, si AENA tiene déficit ¿quién osará comprar algo que pierde dinero?. La razón es otra, el Gobierno quiere y necesita dinero rápido y fácil. ¿Qué mejor manera que vender empresas públicas al mejor postor, por no decir otra cosa?

La privatización de empresas de la administración es una práctica demasiado usual actualmente. No se entiende que los gestores de la administración pública decidan privatizar servicios aduciendo el elevado coste de los mismos, cuando en manos privadas, dichas gestiones se llevan a cabo sin ningún menoscabo en el servicio y con probado superávit. ¿Habría que buscar responsabilidades en la mala gestión de estos mal llamados gestores? ¿O habría que mirar otros datos de empresa?

Es significativo además, que tras la reunión mantenida por el Gobierno con los treinta y tantos grandes de España, se reúna el Consejo de Ministros y se decida una batería de medidas que favorecen a los grandes empresarios y a su vez, perjudican al obrero.

Es significativa también la poca o nula reacción que ha tenido la noticia en medios sindicalistas y mucho menos, entre los obreros y parados. También es cierto que la “coincidencia” de la reunión del Consejo de Ministros con el acueducto de la Constitución ha ayudado a atenuar la reacción, así como el plante de los controladores aéreos que también entraban en las medidas. Y a vueltas del acueducto, ya nadie se acordará. Pasarán Navidades y Reyes, y la visa nos pasará factura en la cuesta de enero. Luego, en febrero….., ya se verá.

La última maniobra del Gobierno de Rodríguez a uno le recuerda aquel Sábado de Gloria del año 1977, cuando otro gobierno integrado por gentes formadas en el franquismo, hábilmente legalizaron el Partido Comunista de España. Pero esta vez no ha sido una decisión en beneficio de la democracia, sino todo lo contrario. Esta vez ha sido una decisión con connotación al estilo cubano, marroquí o venezolano, pongamos por caso. Y eso que aún no se hablaba de militarizar a los controladores aéreos.

Y los sindicatos callan. Y callarán, so pena que también se les militarice. ¿Se imaginan que el Gobierno, pretenda militarizar a los sindicatos? Ya me imagino que la próxima convocatoria de alguna medida orquestada como huelga general, se nos imponga un estado de excepción o de sitio, y que no podamos ni manifestarnos, ni movernos de nuestros domicilios. Que se nos obligue a trabajar vestidos de caqui, y que se nos jerarquice según la antigüedad del carnet del partido. Me imagino el panadero con los galones de sargento y el conductor del autobús con los de brigada. Y nosotros, los de a pié, y sin carnet de partido alguno, de reclutas y con el paso cambiado.

Y si Rodríguez no fuera tan como es, le daría algún consejo. Se a ciencia cierta que no me los va a aceptar. ¿Por qué tiene tantos asesores en nómina si no les escucha? Y le diría sencillamente que retire las tropas de Afganistán, Líbano y demás, y vería cuanto dinero ahorraría. También le diría que a los diputados, senadores y demás, al perder el escaño, que se quedaran sin sueldo y vería cuánto se ahorraría. Y si lo que pretende es jugar a soldados, pues que vuelva a imponer la mili obligatoria, y vería cuánta gente quitaría del paro.

Así, sin ser tan impopular, ganaría más dinero y podría repartirlo entre los grandes de España. Y si aún pretende ahorrar más, diga a sus ayuntamientos que quiten alumbrado navideño y verá como también se ahorra energía…., vamos, lo que se llama política sostenible.

Dirán que todo lo dicho no son más que chorradas. Y es verdad. Aunque tampoco se diferencian mucho de las decretadas por quienes mantenemos para que lo arreglen. Y así nos va.
PUBLICADO EL 9 DICIEMBRE 2010 EN EL DIARIO MENORCA.