ESPAÑA 2 CATALUÑA 2


El título es un poco irónico, pero más irónico fue que dos extranjeros fueran los que marcaran los goles del partido.  Irónico porque no era un partido cualquiera, ni tan siquiera era entre los dos rivales de siempre.  No.  Era una antesala a los próximos comicios del 25 de noviembre.  Si en vez de empatar, el Barça hubiera ganado el partido, la lectura hubiera sido otra.  Muy distinta.

También reconozco que el título pudiera haber sido otro, continuando siendo irónico, claro está.  ¿Por qué llamarlo España si Cataluña también es España? ¿Por qué no haberlo llamado como “resto de comunidades” contra  Cataluña, por ejemplo?  Pero tampoco hubiéramos acertado.  La rivalidad ya les viene bien a ambos.  Madrid representa el centralismo, la monarquía y el dominio de unos sobre el resto.  Y en parte, se les comprende.

Y lo comprendemos porque en cierta manera, Menorca viene arrastrando el centralismo desde siempre.  Primero Madrid, después Palma.  Y entre tanto, Cataluña lanzando tentáculos por aquello de la cultura y la proximidad.  Y el tema catalán es serio. 

Demasiado serio.  Una mala jugada política ha puesto en juego mucha historia y bastante futuro.  Al igual que una cacería ha puesto en peligro la monarquía, la hucha vacía ha puesto en peligro la propia existencia de la nación española.  Pero al igual que  le ha ocurrido a la monarquía, la hucha sólo ha sido el detonante.
La pólvora ya estaba latente desde el mismo momento que se invento el  café para todos.  Lo que se hizo para que la igualdad entre los españoles no dependiera del lugar de origen o residencia de uno,  ha provocado que al cabo de los años, estas desigualdades geográficas siguieran su camino natural.

Y digo camino natural  como podría decir humano.  Porque el ser humano pretende desigualdades.  Ganar más, saber más, mandar más, tener más…. Siempre más.  Y vaya, y nos sale el Sr. Mas y que quiere más.  Más dinero, claro. Más autogobierno. Más independencia.  Y detrás de Mas, saldrán los vascos.  Y poquitos más.

No creo que los andaluces se arriesguen a querer la independencia.  Ni los extremeños.  Si acaso, Menorca, pero solos, sin acompañamiento ni comparsa, como dice Miguel H. “el poble menorquí comença a la Mola i acaba a Bajolí”. Y de paso les regalamos Gibraltar. ¿Se imaginan  volver a ser británicos, ahora cuando Escocia prepara también su independencia?  Aunque no perdiéramos de vista a la monarquía, ya que seríamos súbditos de una graciosa majestad.  Y no digamos la imagen del heredero con falda…, escocesa.  O tal vez ya no.

Y si uno es irónico, otros son fanáticos.  Ya lo dijo Rajoy que no mandaría a las tropas para impedir la declaración de independencia.   Y es lógico, al menos a estas alturas democráticas y en los tiempos que corren.  Lo que tampoco sería lógico que parte del dinero del rescate a la banca que avala el Gobierno español fuera a bancos catalanes, ni a las industrias catalanas. 

Porque la independencia viene a ser como un divorcio.  Y no sólo un “cese temporal de convivencia” al que estamos tan acostumbrados los súbditos de nuestra majestad.  Y para lo bueno y para lo malo.  Un todo incluido, vamos.

¿Qué pasará con los residentes en Cataluña? ¿Saldrán en estampida, los sacarán como sin papeles o se sumirán a los ganadores? ¿Seguirán viniendo de vacaciones a sus segundas residencias en Menorca o tendrán problemas de visado?.  Pero claro, seguirán siendo europeos.  ¿Por qué independizarse de España y no de Europa? 

¿Acuñarán las propias monedas con la Sagrada Familia en el anverso o pedirán a España que se las acuñe?  Y quién costeará las pensiones de los jubilados catalanes, ¿España o Cataluña?.  En parte, la decisión a tomar, también depende del resto de España.  Ya no sólo por la Constitución.   Por simple interés nacional.

Peor lo tendremos nosotros, que compraremos en libras, conduciremos por la izquierda y seremos miembros de la  Commonwealth..   Entre otras cosas. 

Mientras llega el momento seguiremos siendo europeos, celebraremos nuestro “primero de abril” y jugaremos a los “mervils”. 

Y que nos quiten lo bailao

PUBLICADO EL 12 OCTUBRE 2012, EN EL DIARIO MENORCA.