"AVARIZIA"


También faltando adrede a la ortografía,  que en su día nos relataba que la avaricia rompía el saco.  Este último término hoy ya ha perdido todo su valor, al vivir en una sociedad en que quien no corre, vuela. Y el saco no se rompe, sencillamente se transmite mediante internet. Y con testaferro si es necesario.

El hecho de amasar riqueza podríamos decir que es innato a nuestra sociedad.  Incluso como en algunos, el despilfarro.  Otra cosa es cuando el titular del hecho recae sobre entidades bancarias. Entonces  las alarmas saltan. O político o sucedáneo.  Y más en tiempos de crisis.  Y ya no digamos cuando el titular es la Iglesia.  En este caso las alarmas suenan a cañonazos.  O a repique de campanas. Y con razón.

"Avarizia" pretende ser el último cañonazo que se ha disparado contra el Papa Francisco. Digo contra el Papa y no contra la Iglesia, porque precisamente es el Papa quien desde dentro la institución misma intenta poner orden entre tanto fariseo disfrazado con sotana.  Y eso parece molestar a la Curia. O a parte de ella.

Y lo relatado en el libro, no es nuevo.  ¿Quién no ha criticado en alguna ocasión la falta de sobriedad de muchos de los jerarcas de la Iglesia? ¿Quién no ha repudiado  los honores y el boato que acompaña a tantos empleados de la cosa religiosa? ¿Por qué entonces se ataca a quien precisamente toma las riendas para devolver la Iglesia a un estado originario?

España está demasiado contaminada en cuanto al boato.  Lo tenemos a pie de calle.  Los tentados por Mammon son muchos y diversos.  Habrá políticos,  asesores y correveidiles,  colegios religiosos, el tema catalán..  Todos ellos requerirán un grado de análisis en cuanto a su avaricia.  Y a sus otros pecados. Y a sus infracciones, presuntas, claro.

Lucifer también está presente y su campo es la soberbia.  Podríamos repetir los mismos nombres inoculados de este pecado ya societal.  La carrera hacia la Moncloa hace que muchos de estos demonios,  hagan su agosto en las carnes de tanto avaricioso de poder.  Esta misma avaricia les hace perder estrategia y amplitud de miras. 

La ciencia política no es igual a la ciencia matemática, como la fe cristiana no es igual al ejemplo de algunos jerarcas de la Iglesia.  Tal vez por ello, en el ochenta y ocho se dejó de perdonar a nuestros deudores, para en cambio perdonar  a quienes nos ofenden. ¿Sería un cambio de miras y no tan solo de letras?


A Dios rogando….


PUBLICADO EL 12 DE NOVIEMBRE DE 2015, EN EL DIARIO MENORCA.