Un paso más, así podría haberse titulado también el escrito de hoy. Hoy me permitirán que hable de mí. En primera y única persona, en un acto propagandístico, que no electoralista –por lo menos, por ahora-. También es verdad que de una forma u otra, los escritos, las novelas, los ensayos de la mayoría de la gente, tienen siempre algo personal de uno. Es inevitable. Todo lo que sucede, todo lo que se discursea, todo lo que se enseña y adoctrina, ya está inventado. Es a partir de la experiencia propia de uno, cuando el discurso suena más o menos tenue, más o menos acelerado, o simplemente con otra melodía, vamos.
Desde que irrumpiera en estas páginas de opinión hace de ello “sólo” trece años, superan ya el número de setecientos los escritos publicados. Unos malos, y otros peores, por supuesto. La capacidad intelectual de uno, no alcanza tampoco para mucho más. Pero bueno, debo decir a mi favor, que cuento con el apoyo incondicional del gobierno central para seguir en esta línea. Y es que, aunque no me lo hayan notificado fehacientemente, sólo apreciando las estadísticas referente al fracaso escolar y el informe Pisa, uno se siente tranquilo del nivel alcanzado en los años de estudiante, y por supuesto, abanderado de nuestro invicto gobierno. Pero claro, mi currículo de estudiante empieza cuando Franco aún vivía, y termina el mismo año del 23-F. Eso, según comentario de un ministro del gobierno, condiciona el nivel de la educación de mis hijos. ¿En qué años estudió el ministro? ¿En qué años estudiaron sus progenitores?
Pero dejemos al gobierno tranquilo, por lo menos en este escrito. Ya vendrán escritos en que Federico & Mô se prepararán para el combate electoral e intentarán arreglar los problemas habidos y por haber. Y es que cuando uno saborea el tema de la política es difícil apartarse de ella. Nos lo han demostrado casi la totalidad de los políticos de nuestras islas. PSOE niega a Barceló su paseo por Madrid. PP se las arregla para disfrazar la siempre polémica disputa de cargos entre Llevant y Ponent, y va y crea más polémica si cabe. Y no digamos del compendio de los que se dicen “nacionalistas y de izquierdas”, que a la primera ocasión se desmontan y van por separado por aquello de intentar conseguir una voz, o sea, la personal e intransferible de uno, en detrimento de lo que favorece la ley de D’Hont.
Dejemos al Gobierno tranquilo y vayamos al grano. Desde hace tiempo… años, Carlos, institución dentro la administración pública, me viene preguntando si algún día publicaré un libro con todos mis escritos. Al principio, su pregunta me hizo gracia. Su continua insistencia ya me hizo pensar. Está claro que mis escritos no siguen una línea adecuada al marketing para publicarse, ya que en unos se critica a la izquierda y en otros a la derecha. ¡Y en otros, a ambas!. Estaba claro también que carecían, entre muchas cosas, de un interés que perpetuara o por lo menos, que alejara la necesidad temporal de su lectura. Pero el tiempo iba pasando y aquella sugerencia de Carlos iba haciendo mella en mí.
Antes que hacer un libro de la recopilación de escritos, había por supuesto que darse uno a conocer. Si no eres importante o por lo menos conocido, no puedes dedicarte a escribir libros, digamos de bajo nivel. También es verdad que, por la calle, siempre encuentras a personas que te leen y te animan a seguir escribiendo. Te sorprendes incluso cuando alguien de otra población menorquina te intenta dar un tirón de orejas por algo que has escrito. ¡Buena señal!, piensas. ¡Me leen!.
Asumo que mi mente va avanzando cada tres años. Cada trienio de vida, es para mí una evolución. Hace cuatro años empecé a enviar los escritos mediante e-mail y esta evolución, además de ser un sistema moderno, rápido y cómodo, facilita el trabajo de todos, aunque quede aquel trato personal un poco más ralentizado.
Y aquella evolución en cuanto al envío por e-mail, lloviera o hiciera sol, fuera de noche o madrugada, además facilitaba el archivo informatizado de los escritos, tarea ésta que, podría en su día facilitar la sugerencia de Carlos. Y ha sido ahora, tres años y pico después, cuando uno empieza a familiarizarse con las nuevas tecnologías y crea un blog. Más que crear, lo crea el propio asistente que te lo da todo hecho. Un blog de momento sencillo. Un blog en el que de momento sólo están “colgados” los escritos aparecidos en Es Diari.
Un blog huérfano. Huérfano de momento, de comentarios, de gente que entre en él y le manifieste su disconformidad o conformidad con el mismo. Un blog en que, como dice en su subtítulo, sea “un lugar para disentir”, bajo eso sí, la atenta presencia de la emblemática fortaleza de Isabel II, lugar en que muchos, por disentir, se domiciliaron en ella. Y sobre todo, un lugar que no sustituya al papel.
Ya tenemos blog. Ya tenemos otro paso andado. Y como digo en el margen del mismo “sin prisa, sin pausa”. Paso a paso, evolución tras evolución, a ser posible, rehusando y huyendo de las revoluciones. Sin prisa, pero sin pausa. Un caminar seguro, aunque incierto. Un caminar trazado, aunque variante. ¿Quién sabe el destino?. Por lo menos, necesitamos metas, caminos, directrices. Y en ésta estamos.
El árbol ya creció e incluso dificultó el avance del patio. Joan y Josebi ya han nacido. La próxima, un libro. Pero no un libro de compendio de artículos, no, por lo menos por ahora. Un libro que todos lo entiendan. Un libro de calle. Un libro para los niños y los mayores. Un libro que hable de filosofía, de psicología, de sociología…. Es decir, la vida misma. Tu vida, la de tus vecinos, la de cualquier anónimo. Y un título.
Sobre todo, un título. Y un subtítulo, y un prólogo, y un final….Y lo más importante, un contenido. No sea que la culpa de la falta de comprensión lectora se me atribuya luego a mí por parte del ministro del ramo. Pero para ello, faltarán aún trienios y más trienios. Quinquenios más bien. Tampoco hay prisa. Sin prisa, pero sin pausa. De momento, la intención, ya está allí. Y todo, por culpa de Carlos.
Gracias, Carlos.
¡Ah, se me olvidaba!. Si queréis criticar, ya sabéis: http://www.joansans.blogspot.com/
P.D. También se aceptan halagos.
Desde que irrumpiera en estas páginas de opinión hace de ello “sólo” trece años, superan ya el número de setecientos los escritos publicados. Unos malos, y otros peores, por supuesto. La capacidad intelectual de uno, no alcanza tampoco para mucho más. Pero bueno, debo decir a mi favor, que cuento con el apoyo incondicional del gobierno central para seguir en esta línea. Y es que, aunque no me lo hayan notificado fehacientemente, sólo apreciando las estadísticas referente al fracaso escolar y el informe Pisa, uno se siente tranquilo del nivel alcanzado en los años de estudiante, y por supuesto, abanderado de nuestro invicto gobierno. Pero claro, mi currículo de estudiante empieza cuando Franco aún vivía, y termina el mismo año del 23-F. Eso, según comentario de un ministro del gobierno, condiciona el nivel de la educación de mis hijos. ¿En qué años estudió el ministro? ¿En qué años estudiaron sus progenitores?
Pero dejemos al gobierno tranquilo, por lo menos en este escrito. Ya vendrán escritos en que Federico & Mô se prepararán para el combate electoral e intentarán arreglar los problemas habidos y por haber. Y es que cuando uno saborea el tema de la política es difícil apartarse de ella. Nos lo han demostrado casi la totalidad de los políticos de nuestras islas. PSOE niega a Barceló su paseo por Madrid. PP se las arregla para disfrazar la siempre polémica disputa de cargos entre Llevant y Ponent, y va y crea más polémica si cabe. Y no digamos del compendio de los que se dicen “nacionalistas y de izquierdas”, que a la primera ocasión se desmontan y van por separado por aquello de intentar conseguir una voz, o sea, la personal e intransferible de uno, en detrimento de lo que favorece la ley de D’Hont.
Dejemos al Gobierno tranquilo y vayamos al grano. Desde hace tiempo… años, Carlos, institución dentro la administración pública, me viene preguntando si algún día publicaré un libro con todos mis escritos. Al principio, su pregunta me hizo gracia. Su continua insistencia ya me hizo pensar. Está claro que mis escritos no siguen una línea adecuada al marketing para publicarse, ya que en unos se critica a la izquierda y en otros a la derecha. ¡Y en otros, a ambas!. Estaba claro también que carecían, entre muchas cosas, de un interés que perpetuara o por lo menos, que alejara la necesidad temporal de su lectura. Pero el tiempo iba pasando y aquella sugerencia de Carlos iba haciendo mella en mí.
Antes que hacer un libro de la recopilación de escritos, había por supuesto que darse uno a conocer. Si no eres importante o por lo menos conocido, no puedes dedicarte a escribir libros, digamos de bajo nivel. También es verdad que, por la calle, siempre encuentras a personas que te leen y te animan a seguir escribiendo. Te sorprendes incluso cuando alguien de otra población menorquina te intenta dar un tirón de orejas por algo que has escrito. ¡Buena señal!, piensas. ¡Me leen!.
Asumo que mi mente va avanzando cada tres años. Cada trienio de vida, es para mí una evolución. Hace cuatro años empecé a enviar los escritos mediante e-mail y esta evolución, además de ser un sistema moderno, rápido y cómodo, facilita el trabajo de todos, aunque quede aquel trato personal un poco más ralentizado.
Y aquella evolución en cuanto al envío por e-mail, lloviera o hiciera sol, fuera de noche o madrugada, además facilitaba el archivo informatizado de los escritos, tarea ésta que, podría en su día facilitar la sugerencia de Carlos. Y ha sido ahora, tres años y pico después, cuando uno empieza a familiarizarse con las nuevas tecnologías y crea un blog. Más que crear, lo crea el propio asistente que te lo da todo hecho. Un blog de momento sencillo. Un blog en el que de momento sólo están “colgados” los escritos aparecidos en Es Diari.
Un blog huérfano. Huérfano de momento, de comentarios, de gente que entre en él y le manifieste su disconformidad o conformidad con el mismo. Un blog en que, como dice en su subtítulo, sea “un lugar para disentir”, bajo eso sí, la atenta presencia de la emblemática fortaleza de Isabel II, lugar en que muchos, por disentir, se domiciliaron en ella. Y sobre todo, un lugar que no sustituya al papel.
Ya tenemos blog. Ya tenemos otro paso andado. Y como digo en el margen del mismo “sin prisa, sin pausa”. Paso a paso, evolución tras evolución, a ser posible, rehusando y huyendo de las revoluciones. Sin prisa, pero sin pausa. Un caminar seguro, aunque incierto. Un caminar trazado, aunque variante. ¿Quién sabe el destino?. Por lo menos, necesitamos metas, caminos, directrices. Y en ésta estamos.
El árbol ya creció e incluso dificultó el avance del patio. Joan y Josebi ya han nacido. La próxima, un libro. Pero no un libro de compendio de artículos, no, por lo menos por ahora. Un libro que todos lo entiendan. Un libro de calle. Un libro para los niños y los mayores. Un libro que hable de filosofía, de psicología, de sociología…. Es decir, la vida misma. Tu vida, la de tus vecinos, la de cualquier anónimo. Y un título.
Sobre todo, un título. Y un subtítulo, y un prólogo, y un final….Y lo más importante, un contenido. No sea que la culpa de la falta de comprensión lectora se me atribuya luego a mí por parte del ministro del ramo. Pero para ello, faltarán aún trienios y más trienios. Quinquenios más bien. Tampoco hay prisa. Sin prisa, pero sin pausa. De momento, la intención, ya está allí. Y todo, por culpa de Carlos.
Gracias, Carlos.
¡Ah, se me olvidaba!. Si queréis criticar, ya sabéis: http://www.joansans.blogspot.com/
P.D. También se aceptan halagos.
PUBLICADO EL 16 ENERO 2008 EN EL DIARIO MENORCA