RECICLAR ¿UN AHORRO O UN NEGOCIO?

Uno no puede alejarse de la “vena crítica” por mucho que se lo proponga. Y no es que uno la busque, sino simplemente que se la encuentra en su camino, o se la colocan en medio del camino. ¡Qué le vamos a hacer!. ¡Uno no es de piedra….!.

El otro día, de payés, claro está, o lo que es lo mismo, “made in Menorca”, recordé viejos tiempos en que con mi padre solíamos ir a la zona de Sa Torreta, y decidí hacer parte de aquel recorrido con mis hijos. Antes no necesitábamos indicación alguna, pero ahora, por aquello de justificar oficinas y presupuestos, a cada cincuenta o menos de metros, nos encontramos con un hito que nos iba indicando que estábamos en es Camí de Cavalls, ¡como si uno no lo supiera con los cuarenta y tantos años que lo utiliza!. Y mi vena ecológica se perturba. ¿Saben cuántos árboles habrán cortado para señalizar tantos y tantos kilómetros de camino?

Y en éstas que piensas que “ses peuades de l’amo no fan mal” y que resulta difícil criticar todo lo hecho desde las posiciones que se dicen ecologistas, ¡que de eso saben mucho!. Pero bueno, desde aquella misma posición en que me encuentro estos señalamientos, hecho mirada atrás y me encuentro con otra visión muy por segura compartida por estos mismos ecologistas. El núcleo urbano, antes colonia, y mucho antes simplemente Es Grau, está acompañado en su lateral por dos gigantescas antenas de telefonía móvil, y más a su derecha aparecen los “molinos” de Es Milá. Y la verdad es que afean….. interrumpen el paisaje.
¿Y?, te preguntas irónico. ¿Acaso preferimos pagar más energía, más impuestos añadidos, antes que tener una imagen que puede asegurarnos el futuro?. Pues parece que sí. Mientras unos propugnan por energías renovables, sostenibles y demás calificativos tan de moda, los mismos o parte de los mismos, añaden pegas para que estas energías no estén al abasto de todo el ciudadano. Un “molinillo” de éstos , de los de ir por casa, cuesta casi un millón de pesetas de las de antes, y está claro que no es fácil rentabilizar el coste, pero para las empresas sí…

Crearía impacto, está claro, la construcción de cuarenta nuevos aerogeneradores, ¿pero cuanta energía podría producir? ¿Y placas solares?. Pero no, resulta que la vista, y los pobres pájaros que pudieran embestirse contra ellos, valen más que aquel matrimonio ya mayor, que no podrán utilizar el lavavajillas porque su mísera jubilación no le alcanzará para pagar el recibo de la electricidad, y como no, tampoco podrán pagar la asistencia de una persona que les friegue los platos, ya que su espalda no se lo permite, su sueldo tampoco y la ayuda tan prometida de la ley de dependencia, no llega.

Y como este matrimonio mayor, cientos y cientos de domicilios en que personas mayores, viudas, verán aumentada su crisis con tanta subida. Electricidad, agua… Sí, el agua también dicen que subirá, por aquello que se hacen muchas obras….. ¿Acaso también quien consuma agua, tendrá que pagar aquellos tubos de a metro de diámetro, por la cual navegará toda el agua de los pluviales? ¿Qué relación tiene el agua doméstica que llega de la canalización de los pozos, con el agua de la lluvia que se desaprovecha y se canaliza –ojo, no trasvasa- al mar? ¿Acaso no se podría empezar con reciclar dicha agua y saldría más barata su coste?. Pero no. El agua, como la electricidad, no tiene tanto coste. Se penaliza su uso, pero el precio para las empresas es bajísimo…. Es como el petróleo. Sube el precio del barril, y quien hace el negocio son las refinerías, y no digamos las empresas intermediarias…… y el Estado, con tanto impuesto…. ¡Que cuanta más suba el precio, más suben el porcentaje de impuesto!.

Y si no ahorramos con la energía, ¿cómo pretender que ahorremos con el reciclaje?. Está muy bien que las nuevas generaciones aprendan a reciclar, porque a la vez, inducen y provocan que los de generaciones anteriores nos atengamos a las consecuencias y sigamos su ejemplo. Lo que ya no está normal, es que se penalice la utilización de elementos reciclados. Así, uno por aquello de dárselas de “progre”, va y utiliza tarjetas y sobres de papel reciclado… y hete aquí, que resultan más caras las recicladas. ¿Qué política de reciclaje existe en nuestro país? ¿Acaso por estar de moda tiene que ser más caro?. Ahora, cuando estamos en periodo de “desaceleración económica, que no crisis” ¿creen que vamos a gastar más caro por algo reciclado?. ¿Dónde está la protección estatal a esta filosofía?

¿Y el papel para reciclar? ¿Se acuerdan cuando treinta y tantos años atrás, cuando los escolares preparaban sus viajes de estudios? ¿Se acuerdan que recogíamos montones y montones de periódicos usados, revistas? ¿Se acuerdan cuando casa por casa, vecino por vecino, íbamos a recoger estos kilos y kilos de papel? ¿Se acuerdan cuando los vendíamos luego a los chatarreros de entonces? ¿Se acuerdan de que el viaje nos salía mucho más económico por haber recaudado aquel dinero?. Y ahora, resulta que llenamos cientos y cientos de contenedores de papel y cartón, y nadie habla de negocio….. luego, lo reciclado sale más caro…. ¿quién hace negocio?

Y la culpa esta vez no será del “cha-cha-chá”. Será del transporte, del petróleo…. En fin, la pescadilla que se muerde la cola…

Pero no todo está para criticar. Hay casos y casos. Hay otros reciclajes que sí ofrecen beneficios a la ciudadanía, y ahorro. Caucho, calzadas, mobiliario urbano, centenares y centenares de productos sirven para dar una salida ecológica, y a la vez, más económica. Y aquí es donde debe intervenir la administración pública. Valorar, incentivar esos productos reciclados. Para que sean esto, más ecológicos , y más económicos. Mientras la conjugación de estos dos términos, ecológico-económico vayan a la par, muy por seguro que la ciudadanía les apoyará, de lo contrario, se hartará de tanta presión impositiva, y ya se sabe, cuando un sumiso dice “prou”, no hay “¡basta ya!”, que lo iguale.

Ya lo saben, señores políticos, dejen de subir los impuestos, dejen de mentir, y si quieren dar ejemplo, ya lo saben…. Que cobrar diez millones como mínimo al año para firmar, y otros “sólo” cinco millones por levantar la mano al contrario, es un regalo demasiado exagerado…., aunque sean “sólo” de las antiguas pesetas.
PUBLICADO EL 25 JUNIO 2008, EN EL DIARIO MENORCA.

CON CONOCIMIENTO DE CAUSA.

Alguien pensará que la crisis me ha abordado de lleno. Pero no, o al menos, no por ahora. Otra cosa es que la “desaceleración económica” –nunca me ha gustado llevar la contraria al poder legalmente instituido-, me obligue a tomar algunos atajos para llegar a fin de mes. Y eso que aún no estábamos a fin de mes, sino todo lo contrario. Era sábado, y aquella mañana las sobras de la calderilla, aquellas monedas de a uno y a dos céntimos, sirvieron para comprar Es Diari, en la librería del barrio. Era un favor mutuo. Por un lado, limpiaba en parte aquella calderilla pasada y de poca monda, al mismo tiempo, abastecía de cambio pequeño aquella caja registrara. Aquella complicidad con la librera estaba asegurada. En cambio, aquellas miradas de mis seguidores -en la fila, se entiende- daban para muchas conjeturas.

Mientras esto ocurría, mis recuerdos iban años atrás, cuando de tanto en tanto, un bar de aquel mismo barrio, solía poner algún anuncio solicitando cien pesetas en pesetas de a uno, a cambio, claro está de un bote de diez u once pesetas. Aquella costumbre se perdió y la peseta, el casi céntimo de ahora, no vale ya nada. Y no vale, porque el redondeo, este gran invento económico que hizo que las cien pesetas de antaño ascendieran al rango de euro, por mucho que Solbes se empeñe en llamarnos ignorantes en este tema, ha solucionado el tema.

Pero el día da para más. Mientras aún no llegaban las noticias de que la huelga de transportes otorgaba una tregua, los supermercados no esgrimían ninguna precariedad en el abastecimiento de los productos alimenticios. Es más, mientras seguía en la librería llegan los periódicos de la península. Han llegado a la hora establecida. Para ellos la huelga no ha invalidado ninguna primicia, ni ha dejado de conocerse la última verborrea del momento. Y esta verdad, esta puntualidad del transporte me contradice. Sin ir más lejos, una prueba de laboratorio de una clínica privada excusa su envío a su laboratorio de referencia, en Barcelona por supuesto, a causa de la huelga de transportes. ¿Por qué no lo mandan en un periódico?, te preguntas escéptico de la excusa más económica que real. ¿por qué tan poca seriedad en el sector privado? ¿por qué siempre criticamos al sector público y no ponemos los ojos en la privada?.

Y te respondes a ti mismo. Sabes que siempre habrá una excusa para quienes no quieren ver, no quieren escuchar. Seguro que la insularidad, ésta que ha llegado incluso a la doble insularidad, nos avalará del coste de los servicios que se prestan, de los productos que se venden, de los intermediarios que viven de todo este engranaje que se llama comercio. Y nos escudaremos en lo nuestro, para seguir manteniendo estructuras decimonónicas, arcaicos parabienes y tradiciones hechas a medida. El mantenimiento del estatus de algunos, mezclados con las necesidades sicológicas de muchos, harán el resto.

Y la cosa ya se liaba. Aquel popurrí mental que se estaba organizando en apenas unos segundo en la espera de aquella cola se estaba liando y complicándose a marchas forzadas. Había que poner un punto y aparte rápido y un acelerón pausado a todo aquel entuerto. (1)

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Y a ello íbamos. En busca de lo positivo de aquella jornada, tal como dirían nuestros Zipi y Zape, personajes tan de moda últimamente. Y lo positivo de la jornada lo encontrábamos en Fornells. Teníamos una visita pendiente desde que en Navidad, Es Diari nos agasajó con una comida a Es Pla. Y ahora era el momento de ello.

Cambiamos el puerto de Mô, con su Federico y su Mô, por un puerto más coqueto, aunque todo hay que decirlo, más dedicado al turismo. Por unos instantes te imaginas un puerto magonis peatonal, con amplias zonas de terrazas, y amplias zonas de paseo, sin coches, o al menos, en un solo sentido, sin estacionamientos, sin peligros, sin necesidades de estar a la caza y captura del cliente. Y para imaginártelo en las cabezas pensantes de los demás, te imaginas el negocio que harían las administraciones públicas con la recaudación de tasas y concesiones….

Pero no, ahora no estábamos en este puerto magonis. Estábamos en éste lugar denominado Fornells, protegido por otra Mola, una Virgen de Lourdes, una torre de a dos euros la visita y como no, unos lavabos –ya era hora!!- en los aparcamientos. Ahora sólo les falta lo que más anhelan….. , pero ello, ya es de otro cantar. ¡Que uno siempre exige para sí, pero cuesta dar para los demás!.

Y en esta que estamos y nuestra cita se centra en Es Pla. En el restaurante, claro. Allí, Estela, aquella antigua compañera de pupitre de cuando ambos realizábamos aquel primer curso de BUP, nos recibe y nos adentra a unos suculentos y accesibles menús para bolsillos en crisis, eso sí, sin variar por ello la calidad ni la cantidad, que tanto nombre y reputación han dado al restaurante y a la villa. Cuarenta primeros, cuarenta segundos y cuarenta postres para elegir.

Por un momento, mi cabeza me vuelve a hacer de las suyas, e intenta calcular el número de posibles menús disponibles en aquella carta. Permutaciones, combinaciones con y sin repetición…. Era imposible volver tan rápido la memoria a fin de efectuar aquel cálculo matemático. Estaba claro que el número era importante y que no bastaban los días de todo un año para degustar todas estas combinaciones. Y en esta quedamos. Satisfechos del trato, del servicio, y como no, de lo suculento y sabroso de lo consumido, prometimos volver, y a ser posible….. pronto.

Y para finalizar la jornada, una visita a Monte Toro –nuestro Monte Tabor, particular- no podía faltar. De alguna forma, la Virgen, Nuestra Patrona insular por excelencia, se merecía aquel acto de pleitesía, de agradecimiento, por todo lo que se nos ofrece diariamente, por tanto pensamiento y oportunidad de compartirlo. Allí, en lo alto de aquella altura pequeña, nos sentíamos más libres, más humanos, más creyentes…. Y es que Todo, empieza en la libertad….de uno consigo mismo.

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P.D. Confidencialmente se me informa de muchos pormenores que nunca podrán salir a la opinión pública. Te das cuenta entonces de lo manipulados que pueden estar miles y miles de firmantes. ¿Mantendrían la firma si tuvieran tal información?.


(1) el término “acelerón pausado”, lo pongo a disposición de Solbes, por si cree conveniente usarlo en alguna intervención pública. Eso sí, mencionando su procedencia.
PUBLICADO EL 20 JUNIO 2008, EN EL DIARIO MENORCA

DE ONCÓLOGOS Y PALIATIVOS.

Mi intención era el de no opinar públicamente de este tema, no obstante, cuando empiezan a salir públicos comentarios sobre causas y motivos del cese del Dr. Carulla como coordinador del servicio de Oncología, y cuando algunos malintencionados comentarios atacan a una persona y a una Unidad como son el Dr. Lacueva y la Unidad de Paliativos, mi foro interno me obliga a traspasar la línea, a dejar mis pensamientos en voz alta, y trasladarlos al papel de público conocimiento y sobre todo, perenne en el tiempo y en el comentario.

No voy a opinar sobre el actual servicio de oncología en concreto, porque afortunadamente lo desconozco. Digo afortunadamente porque cuando uno no es profesional en la materia y en cambio sí tiene conocimiento de ello, es porque la enfermedad, esta terrible enfermedad, ha posado sobre él o sus más allegados. También hay que decir que es una enfermedad de las denominadas “democráticas”, dado que no hace distinción ni de raza, ni de religión, ni de ideas políticas. Y también habrá que decir, que por las causas que sean, las estadísticas señalan a Menorca, como un lugar donde la incidencia es mayor. Son datos pues a tener en cuenta.

Desconozco por los motivos que he expuesto en el párrafo anterior cuál es este proyecto que trajo el Dr. Carulla desde Barcelona, ni el grado de desarrollo actual del mismo. Pero este desconocimiento no me ha impedido hacer una apreciación muy personal, una intuición digámosle por caso, de lo ocurrido. Este sexto sentido, por llamarlo de alguna forma, intuido desde las pocas manifestaciones fehacientes que se han ido publicando, me ha hecho pensar que esta coordinación, de alguna manera, quería aglutinar no tan sólo el servicio de oncología, sino que quería coordinar todo los servicios y demás unidades del hospital en sí.

Y lo comprendo. Comprendería si así fuera, que por su promotor, su “creador”, su instigador, se intentara barrer hacia su servicio, hacia su proyecto. Además, los enfermos de cáncer, también lo necesitan. Y creo que nadie, absolutamente nadie pueda estar en contra de este posicionamiento.

Y comprendo también, comprendería también si así fuera, que los demás servicios, las demás unidades, también intentaran “barrer” hacia sus propias necesidades. El paciente debe ser lo más importante para su médico. Y todos los pacientes tienen urgencias y necesidades. Y todos los pacientes, tienen ganas de vivir, todos.

Y entre tiras y aflojas, entre posibles tiranteces, será la dirección del centro quien debe imponer la solución, o por lo menos las directrices. Y esto da la sensación que viene desde hace tiempo. La carta aparecida en los medios de comunicación por parte del Dr. Carulla, dejó un cierto mal sabor a quienes ignorábamos todo lo que se estaba cociendo entre ambos.

Aquella carta nos dio la sensación de rabieta y sobre todo, de pulso. Pulso, chantaje, amenaza, digámoslo como queramos, pero entre líneas se leía mucho más de lo que se podía leer en aquellos renglones. Y evidentemente así fue.
El cese, tras la publicación de aquella carta, también era lógico que llegara. La pérdida de confianza en aquel momento era pública. Y llegó el cese como coordinador, pero nadie cuestiona su trabajo como médico. Y hasta aquí, el episodio normal de una situación personal, de un tira y afloja entre personas de carácter e intereses diferentes.

Incluso llegado el cese, entendería que el Dr. Carulla, y sus familiares, de creerlo oportuno, ya fuera por orgullo, por solidaridad, por prestigio o por conciencia y ética, decidieran terminar el contrato laboral que les unía a la institución pública y protagonizaran los actos que ellos, eso sí, dentro de la elegancia que se deben por sus cargos y reputación que ostentan, creyeran oportunos.

Pero no ha ocurrido así. La elegancia ha dado paso a otro pulso. Algunos médicos del servicio de oncología han decidido dar el preaviso de que abandonan dicho servicio y que los pacientes se van a quedar con un solo oncólogo. Pues aquí no. Si era lógico y respetable que el Dr. Carulla abandonara el servicio, no lo es que lo abandonen los demás médicos. ¿Dónde está el servicio a la sociedad? ¿Dónde está el espíritu de servicio? ¿Dónde está la humanidad?. ¿Saben el daño moral, que les han hecho a todos estos enfermos de cáncer? ¿Acaso se ha pretendido hacer un pulso y que sean los pacientes y sus familiares quienes, sin conocer las verdaderas causas del cese, se posicionen por uno u otro?. Y lo dicho, no es digno.

No es digno ni humanitario. Tampoco es solución que vengan oncólogos de Son Dureta. El paciente y el familiar, quiere y necesita que su oncólogo sea como un médico de cabecera. Un médico a quien conozcas y te conozca, al que puedas llamar ante cualquier contrariedad y que sepas que su respuesta siempre será serena y acogedora.

Y como ejemplo de ello, tenemos al Dr. Guillermo García Gasulla. Al doctor García Gasulla lo conocí hace de ello ya siete años en el Hospital Montetoro, cuando se encargaba ya de los enfermos de cáncer. En alguna que otra ocasión me dio la sensación que también él tenía problemas con su quehacer y recibía presiones por parte de otros médicos que en aquellas ocasiones no entendían que la humanidad y el cariño hacían mucho bien en los pacientes de cáncer y en sus familiares. Y nunca aprecié en él, ninguna crítica, ningún desaliento, ni tanto a nivel personal ni por supuesto en la opinión pública. Ahora, sin duda, este carácter nuestro que él representa, servirá para que la humanidad, la sencillez y la humildad propia y el cariño hacia los pacientes tomen de nuevo cabida en este servicio.

Y otro ejemplo de ello es sin duda el Dr. Javier Lacueva y todo su equipo de la Unidad de Paliativos. Es verdad que el enfermo cuando es derivado a su servicio es ya un enfermo terminal del que, desgraciadamente la ciencia ya no puede salvarlo. Es verdad ¿y?. ¿Acaso prefieren que el paciente se muera de dolor, además sabiendo que se está muriendo, y que nadie puede ya salvarlo? ¿Han oído hablar alguna vez, del buen morir? ¿han oído hablar de calidad de vida? . Calidad de vida, tanto del paciente como de los familiares…. Y después del triste desenlace, ¿saben qué es el acompañamiento del duelo?. ¿Lo creen menos importante?

Y un dato importante y desconocido para muchos. Aunque por desgracia la magnitud de las estadísticas presentan al enfermo terminal como un enfermo oncológico, también hay enfermos terminales que provienen de otras dolencias, de otras unidades y servicios. ¿Porqué la coordinación de oncología debe de aglutinar, englobar a esta Unidad de Paliativos, si los pacientes pueden venir de otros servicios hospitalarios? ¿Quién intenta manipular esta información? Y no tan sólo el sujeto, sino las causas, ¿por qué se intenta manipular esta información? ¿En interés de qué?. Y esto, no se ha dicho.

Otra cosa que tampoco se ha dicho ni se ha dejado reposar. Si el cese es de una persona, y nadie ha mencionado que el proyecto no fuera válido, y se entiende que su sucesor llevará adelante el proyecto si así se cree oportuno, ¿por qué tanta crítica si el proyecto sigue adelante? ¿por qué no se critica a quienes han dado el aviso de marcharse? ¿acaso el proyecto llevaba copyright?.

Son muchas preguntas al vuelo, pero creo que antes de tomarse posiciones, se necesitan conocer muchos datos, de los que sin duda desconocemos. Datos que en algunos casos no podrán salir a la opinión pública, y otros que tal vez estén manipulados por intereses de índole personal. Y así, con los intereses personales no puede uno guiarse. Ante mi desconocimiento de lo ocurrido, me amparo en el conocimiento de las personas, y en especial al del Dr. Lacueva y de los miembros de su equipo. Digan lo que digan, la Unidad de Paliativos cada vez es más necesaria, su personal está altamente cualificado tanto profesional como humanamente, y nadie puede dudar de ello. Sirvan estas líneas como respaldo a su gestión, y en lo posible un aliento de aire puro y sano, que les motive para seguir en la misma línea que han mantenido desde su implantación.

Ánimo, que quienes os conocemos, os apoyamos.
Y también, como no, el deseo a la Gerencia, a los afectados, y a las asociaciones que se implican, en el buen desarrollo de encontrar oncólogos que puedan servir a sus pacientes, más por vocación y dedicación, que por motivos personales.

Suerte a todos, os lo merecéis.
PUBLICADO EL 12 JUNIO 2008, EN EL DIARIO MENORCA.

AYER MISMO, UNA DÉCADA.

El pasado primero de mayo, festividad de San José Obrero, mientras efectuábamos la visita a la Isla del Rey, como integrantes de aquella Unitat Pastoral de Santa Eulalia, Sant Francesc y el Carme, Joan y Bel me recordaron que este mes de junio se cumplían diez años de la peregrinación diocesana a Tierra Santa. ¿Diez años, ya?, fue mi respuesta con asombro. Diez años ya, ayer mismo para muchos, toda una década, de aquel miércoles 3 de Junio de 1998 que ilusionados, cuarenta y tantos menorquines nos embarcamos en aquella aventura de visitar las tierras que vieron nacer, predicar, morir y como no, resucitar, a Jesús, Nuestro Señor.

Fue una semana intensa. Intensa en cuanto a las vivencias, intensa en cuanto al contacto con aquellas tierras que, a pesar de diferenciarnos casi dos mil años de aquel episodio histórico, mantenía viva aquella esperanza de vida, de resurrección, a pesar de encontrarnos en un ambiente minoritario y a veces con semblante hostil. Minoritario y semblante hostil, porque en aquellas calles, en aquella Vía Dolorosa, en todo el entorno, te encuentras con miradas que te hacen recordar que para ellos, los actuales nacionales de aquel territorio, eres extranjero, y además, creyente de una religión minoritaria.

Y esta mirada desafiante, te ayuda a entender. Te imaginas mientras efectúas el Vía Crucis por aquella Vía Dolorosa, lo que debieron decir y hacer aquellas gentes al paso de Jesucristo mientras portaba la cruz. Y aquellas miradas desafiantes, te hacen más humilde, más cercano, más humano …

Han pasado diez años, y nuestras vidas han cambiado. Y mucho. Muchos acontecimientos se han cruzado en nuestro camino. Unos buenos, buenísimos, otros más tristes. Pero sin duda, aquel viaje marcó y dejó sellado, un antes y un después. Fue como un nuevo bautismo en la fe, un redescubrimiento de la filosofía cristiana. Un estímulo para encarar las vicisitudes de esta vida, de la que cada día, estás más convencido que perdura, que es un proceso hacia la Vida Eterna.

Este viaje, esta peregrinación, dejó un buen sabor de boca. Dejó unas amistades que aún hoy perduran, una reflexión que se ha ido madurando, perfilando, acrecentando durante todo este tiempo, y que aún hoy, utilizas como referencia. Y unos recuerdos, inolvidables. Recuerdas también a quienes de aquel viaje, ya están en la Casa del Padre. Te los imaginas felices a su vera. Y no es para menos.

Te acuerdas de aquellas sensaciones individuales que cada uno de nosotros encontró en particulares rincones de aquellos Santos lugares. El mío particular fue en Getsemaní. Y para mí, diez años después, sigue siendo un referente, un enigma, una señal.

Han pasado diez años y parece que fue ayer. Y sigues aún saboreando aquellas vivencias, experiencias que vinieron en tu bagaje. Aquellos registros en el aeropuerto, aquellos scanners y aquellos cacheos no pudieron evitar que vinieras lleno de una riqueza espiritual que nada ni nadie te podrá arrebatar. Aquel contrabando, aquel souvenir que te portabas de aquella Tierra Santa, no pagaba peaje, ni aduana, ni exceso de equipaje. Venía adherido a tu alma, a tu corazón. Y poco a poco, sin prisa, pero sin pausa, se te ha ido dosificando, insuflando la cantidad que has ido necesitando, y te ha llenado por completo.

Recuerdas aquella anécdota de antes de tu partida. Manifestaste en una ocasión que te encontrabas muy lejos de poder llamarte “beato”, y ante la sabia contestación de tu interlocutor, no tuviste más remedio que rendirte a las evidencias. Ser beato, era ser feliz. Poco a poco, vas entendiendo aquellas palabras.

Te das cuenta que la vida terrenal es un soplo, un nada. Y quieres vivirla serenamente, sin prisas, sin ganas de acabarla, pero con aquella tranquilidad que te da, el saber que el camino sigue, que tras un valle viene una montaña y así sucesivamente. Y que aquellos valles, que aquellas montañas, en realidad no tienen desnivel ni pendientes. Que la vida es así, Vida.

Cada vez que el periódico da cuenta de una nueva peregrinación parroquial a Tierra Santa, te identificas con ellos, y sigues sus relatos, como si tú mismo estuvieras en aquella fotografía. Y es que no hay más. Te recuerdan aquellas zonas verdes y hermosas de Galilea, el Tiberiades, Cafarnaum, el monte Tabor, Nazaret, Caná, la montaña de las Buenaventuranzas , el desierto, Jericó, el baño en el Mar Muerto, Belén, Jerusalem, y tantos y tantos lugares sagrados dejaron de ser una incógnita de libros y películas y pasaron a pertenecer a tu propia experiencia.

Veinte siglos después, aquellos lugares por muchos cambios habidos, seguían teniendo su peculiaridad. Para ti, aquellas tierras, aquellos mares, incluso aquellas calzadas, aquellas piedras, tenían su historia que contarte. Y sin duda, te ibas con el corazón lleno de mensajes. Y estos mensajes, quedaron grabados en el corazón, en la mente, en todos y cuantos aspectos cotidianos que la vida pone ante tus ojos. Veinte siglos siguen vivos en nosotros. Si sin verlo, creemos, ¿cómo no creer, cuando te han hablado, te han susurrado?

Y lo dicho, si veinte siglos no cambian, diez años, es ayer.
PUBLICADO EL 11 JUNIO 2008, EN EL DIARIO MENORCA.

RECTIFICAR ES DE ……

Pues no, no es de sabios. O por lo menos en esta ocasión. Y más aún cuando quien rectifica es quien esto escribe. Y si se rectifica, es sencillamente porque uno ha errado. Y el error, dentro de lo posible, hay que enmendarlo. Y esta vez no voy a criticar a nuestro invicto presidente Rodríguez, Zapatero para más señas. Ni a él, ni a ninguna de sus ministras, ni por supuesto, ministros. No. El escrito de hoy, va a ser todo lo contrario.

Si en mis últimos escritos he intentado –por activa y por pasiva, como suele decirse- criticar el abusivo engaño con el que ZP, en calidad de candidato a renovar la presidencia del Gobierno, se nos dirigía a todo el potencial electorado prometiéndonos una paga de cuatrocientos euros, si con nuestros votos, conseguía permanecer en la poltrona del banco azul, y ahora cuando llegaba el momento de pasar por caja, eliminaba de un plumazo a la mayor parte de la clase pasiva, y por ende, a la más necesitada; política ésta claramente de carácter conservador y negadamente social –por lo de socialista- , ahora me he dado cuenta que iba equivocado. ¡Equivocadísimo!.

Y a eso vamos. Y toca rectificar. Y es que ahora me he dado cuenta, calculadora en mano, que Zapatero, Rodríguez, ZP, o como toque llamársele en este momento, invicto presidente del Gobierno español, en esta decisión que ha tomado posteriormente a la toma de posesión del cargo, si no ha beneficiado a los pensionistas, por lo menos no los ha perjudicado. Y eso lo digo, lo escribo, convencidísimo. Y aunque parezca mentira, es cierto. Supongo también, que en su decisión, algo habrá tenido que ver la opinión experta del ministro de la economía –o de la crisis económica- señor Solbes. Y es que de eso, sabe mucho.

Y el montante del error, no son cuatrocientos euros, no. Calculadora en mano, las cuentas salen duplicadas: son ochocientos los euros en juego. Pero al Gobierno, las cuentas, de una forma u otra, le tienen que salir. Y vaya si le salen…..

A uno, no le salen las cuentas. Resulta que al gobierno, poco o nada le importa que los jubilados, viudas y demás clases pasivas del Estado puedan o no gastarse estos cuatrocientos euros. Lo que de verdad le importa al Gobierno es que estos cuatrocientos euros sean los de cada uno, no del Gobierno. ¡Y luego van y dicen que con esta ayuda se quedan sin dinero!. ¡Si el dinero es nuestro…..!

Ahora resulta que el Gobierno no da el dinero, sólo lo presta, eso sí, sin interés alguno. Bueno, interés en términos bancarios, porque lo que fue “interés político” vale más no abrir boca, y más teniendo en cuenta que hoy no toca criticar al Gobierno, sino todo lo contrario.

Y el Gobierno nos presta el dinero –máximo cuatrocientos euros- hasta el mes de mayo del año que viene. Así, en el 2009, cuando hagamos la declaración de la renta, o bien nos lo cobrará, o bien se lo pagaremos. O sea, que se lo queda el Gobierno. Y es más, insiste nuestro invicto Gobierno, en que el año que viene nos dará cuatrocientos más. Aunque eso sí, con las mismas condiciones. Tal vez, algún año víspera electoral, nos regalen este fondo perdido… y bien perdido.

Pero no son cuatrocientos los euros que habremos perdido, no. Serán ochocientos los euros que saldrán del bolsillo y no volverán a entrar jamás. Cuatrocientos saldrán en este mismo mes de junio de muchos bolsillos de españolitos inocentes, porque aprovechando la paga extra -que no doble para muchos-, intentarán disfrazar esta amenaza de crisis, gastando y derrochando.

Y eso es lo que quiere el Gobierno actual –el mismo que ha perdido el superávit conseguido por otros gobiernos-, y así ralentizar la llegada de la crisis a la economía doméstica, a la comercial, y a la industrial. Estos meses que pueda ganar de tiempo, repercutirá en el beneficio de algunas empresas y sectores, así como intentar llegar a fin de año, con unas cuentas no tan desastrosas.

Y los otros cuatrocientos, serán los que no teniéndolos ya, deberemos aportar a la hacienda pública en el mes de mayo del próximo año. Pero a esto, que cada cual saque sus propias conclusiones. Lo que más me impacta, no es la promesa, falsa y embustera promesa, de nuestro presidente. Lo que más me impacta, es que ninguna voz de ningún partido, de ningún sindicato, de ningún agente social, haya abierto boca en este asunto.
¿Estaré equivocado?. ¿O simplemente será que a estos agentes sociales, calculadora en mano -por supuesto-, con más inteligencia que uno, sí que les han salido las cuentas? ….. las suyas por supuesto.
PUBLICADO EL 6 DE JUNIO 2008, EN EL DIARIO MENORCA.

LA QUE NOS ESPERA…..

Y no lo digo yo, sino el mismísimo Solbes, vicepresidente de la cosa esta de la crisis. Y digo vicepresidente de la crisis, porque parece que era él quien nos había de salvar de ella, y según sus últimas declaraciones –y las anteriores- parece que ni se había enterado de que la crisis estaba al acecho. Y es que cuando hay que mentir, por el bien del país, o del partido, según se mire, se miente, y mucho. Pero bueno, a lo hecho pecho, y a la crisis, cinturón.

Cinturón sí, pero no de castidad. O por lo menos eso es lo que parece indicar el Gobierno con tantas ayudas a la natalidad. Hay que fomentar el consumo, a la vez que hay que abrir las arcas públicas para que unos pocos, puedan seguir manteniendo el estatus comercial. Así, en vez de reducir beneficios que sería lo más lógico, se apuesta por obviar la crisis, aplazarla –o al menos, aminorarla- durante un ejercicio o dos, vaciar el superávit del presupuesto de este mal llamado estado del bienestar, mediante ayudas a este mismo consumo y practicar la política del avestruz.

Los bancos publican sus beneficios y a pesar de esta desaceleración, se muestran optimistas en cuanto, al menos, a la memoria del año pasado. Y tienen motivos para estar contentos. Unos beneficios que rondan el treinta por ciento, son muy pocos quienes pueden esgrimirlos. Aunque eso sí, tendrán que empezar a practicar políticas sociales, o sea, ampliar los plazos de las hipotecas y/o abaratar las mensualidades. Ello, si quieren algún momento cobrar, porque de lo contario, se convertirán en el mayor mercado inmobiliario del estado, y esto de momento no les interesa.

Pero nos espera otra sorpresa para los que dependemos de unas subidas salariales irrisorias, de unos elevados gastos en los comercios –ellos sí que pueden elevar ganancias- . Aunque la primera sorpresa -el de la crisis- no nos cogió por idem, por mucho que repitieran por activa y pasiva los señores Solbes y Rodríguez, Zapatero para más señas, esta segunda nos obligará a cambiar el chip, a los nativos de esta Menorca nuestra.

Estamos pocos acostumbrados a gente pidiendo en la calle. Y cuando lo observamos, son incluso los comercios que presionan para que esta visión no estorbe la vista a sus comercios. Pero ahora el tema es más serio. Si hasta ahora, la asistencia social se encargaba de solucionar los problemas de los verdaderos necesitados, y los que estaban en la calle eran los “profesionales” del sector, por denominarlos de alguna forma, llegará el momento –más pronto, que tarde-, que nos encontraremos con ambos sectores en la calle.

La asistencia social de cada municipio, la estatal y la autonómica, se verán imposibilitados para dar abasto a tanta gente que invadirá y hará suya la calle, una por verdadera necesidad, otros por que su “profesionalidad” les indicará que se da la coyuntura precisa para que sus “beneficios” aumenten al estilo de la banca.

Los menorquines, que no estamos acostumbrados a ello, tendremos que cambiar el chip. Aquella visión de las Ramblas de Barcelona, ya no se nos hará extraña. Deberemos vivir constantemente con ella, a no ser que el sr. Solbes tenga alguna inspiración para solucionar el problema. Y nos encontraremos dos tipos, o más. A saber: el profesional con aires de artista, el profesional de la cosa, el vago, el necesitado y como no, el delincuente o extorsionador.

Estos cinco elementos tipo, competirán en la calle y en los domicilios particulares para hacerse con el sobrante de la crisis particular de cada uno. El profesional con aires de artista, lo tenemos de sobra conocido. Es el típico bohemio que sin cotizar en la sociedad, quiere beneficiarse de sus productos, y a cambio hace unos trabajos como tocar el violín, guitarra, recortar siluetas, hacer trenzas, etc……

El profesional de la cosa, es quien también quiere beneficiarse de la sociedad sin cotizar en ella, pero sin ofrecer ningún arte a cambio. Es el típico que encontraremos actualmente en los centros de salud, repartiendo unas tarjetas para recoger la solidaridad de los demás usuarios del servicio. No trabaja, pero no intimida.

El vago, es quien espera, busca y se las imagina para vivir de la excusa de la crisis, sin necesidad siquiera de mover las posaderas. Espera que la lástima de la sociedad remueva los corazones y se abran los bolsillos. De éstos, ha habido siempre.

El necesitado es quien tiene todos mis respetos. Por causas muy diversas, unas más justificadas que otras, la vida no le ha sonreído o no han sabido elegir el camino de esta sonrisa y se encuentra en una situación límite. Aquí, es donde actúan las asistencias sociales. Y aquí es donde deberán seguir actuando. Es una forma de hacer justicia social.

Y ahora viene el último eslabón, que englobará a un sin fin de posibilidades. Encontraremos en él al delincuente, al extorsionador, al timo bien planificado. Y de esto también hay muchos. Y de cada día en aumento. Invadirán calles y domicilios. Intentarán vaciarnos los bolsillos con palabrerías, y en caso contrario, nos amenazarán, nos insultarán….. Y cuando menos, intentarán engañarnos con trabajos de arreglos o inspecciones. Y allí está nuestro potencial futuro.

Y habrá que cambiar chips, muchos chips. Nos tendremos que acostumbrar a diferenciar al nuevo mobiliario urbano. Saber dar a quien de verdad lo necesita, sabiendo decir “no, gracias”, cuando hay otras opciones más reales. Si Barcelona, Madrid, y las demás grandes poblaciones se han acostumbrado a ello, y lo han sabido compaginar con la vida diaria, también lo alcanzaremos nosotros.

Y habrá que moderar el miedo, aumentar las precauciones, acostumbrarnos que Menorca ya no será la que era hace un par de años, y que las cosas cambian. Y sobre todo, tener la mente clara y no dejarnos embaucar por otros intereses. Y un consejo, los profesionales de la cosa, los profesionales de la mendicidad, no tienen porqué venir de fuera. Y de momento, no lo vienen. Son gente con documentación española, y por eso mismo, más astutos y precavidos, más vivos y con más argucias para conocer las lagunas legales de su actividad.

Así que, ya lo saben. La que se nos viene encima….. Consejo número uno, cambiar el chip. Consejo número dos, esperar que Solbes, de con la solución. Consejo número tres, sólo hacer caso al primer consejo.
PUBLICADO EL 3 JUNIO 2008, EN EL DIARIO MENORCA