CAMI DE CAVALLS : ¿UN CAMINO CORTADO?


Uno, desde su infancia ha disfrutado del campo y del mar. Ni ses barreres ni ses parets seques han representado nunca un obstáculo, más bien todo lo contrario. Ellas le iban confirmando que estaba en su Menorca y que la tradición se mantenía. Desde pequeño el folklore menorquín también le acompañaba y aunque siempre había oído la canción del Camí de Cavalls, no fue sino en una excursión de final de curso a final de la etapa de EGB, que apostados sobre la arena de Cala Galdana , aquella tomaba otro cariz.

Pasaron los años y poco o nada se intuía de aquel cariz reivindicativo. Y uno, ajeno a todo, seguía disfrutando del mar y del campo. Y del folklore menorquín. Pasaron las décadas y aquellos lares empezaron a llenarse de postes y placas. Y más postes y más placas, si ahora la herradura, si ahora en tinte rojo, si flechas indicativas, metros contabilizados y presupuesto. Sobre todo presupuesto. Y al unísono, gente y pisadas que lo invaden todo. Y la apuesta del futuro con chiringuito de descanso, posada y fonda….

Y con tanta cosa colgada y por colgar, uno reemprende su trayecto de décadas atrás, y en una de éstas que encuentra una señal que no le deja indiferente. Una señal que atenta contra la imagen de cartón piedra que se pretende vender. Y su significado. ¿Estará cortado su recorrido? ¿Termina el trazo y empieza la civilización?

Pues va ser que no, pero allí está la señal. Y habrá que interpretarla, como todo en la vida. Me imagino primero una reunión de políticos para ponerse de acuerdo en la elaboración de una estrategia común en cuanto al estudio de la cuestión. Tras la reunión de la misma procederá a la elección de una comisión de expertos juristas tratando de ponerse de acuerdo con el contenido de tal indicación. Las fuerzas vivas del entramado social también serán llamadas a consulta para que digan la suya. Y no digamos si a todo ello trasladamos la consulta al populacho para que cada uno también diga la suya. Y el CIS, al menos su homólogo insular o catalán, si se tercia.

Al final, asesores de todos los ámbitos consultados, propondrán subdividir todas las comisiones en dos, a saber si se trata de un camino cortado tal como evidenciaría una parte de la señal, o la existencia de un poblado talayotico en el entorno de la misma. Cada comisión creada al efecto necesitaría de un presidente, una vicepresidencia, un asesor, un técnico, además del chófer y del ordenanza. Incluso para las reuniones a pie de campo se sugería la intervención también de una oficina logística que coordinara al departamento de transportes con el de avituallamiento, incluso se hablaba de un traslado en helicóptero así como algunos marítimos.

Y no digamos del gabinete de prensa, que de ello debería darse suficiente información, canalizada eso sí. Y el mobiliario para tal fin. Y el catering. Y la carpa. Y el aire acondicionado. Y las tomas falsas. Y las preguntas dirigidas. Y el informe elaborado en qué apoyarse tal o cual decisión.

Mientras esto ocurría, y a la espera de que las disposiciones se publicaran en ambas lenguas en los boletines correspondientes, se empezaban –por aquello de la urgencia- en la solicitud de informes a conocidas empresas de informes –nunca mejor dicho- mediante los cuales avalar las iniciativas tomadas por los asesores y técnicos en la materia.

La tardanza obligaría como no al disfrute de los días de asueto a cargo de las vacaciones anuales y la parte correspondiente a los susodichos personales. Y las licencias por bodas, separaciones y reagrupamientos. Y es que los derechos son los derechos. Y los deberes, para septiembre.

Mientras la señal se encontraba en discordia, el presupuesto descendía. Muchos ayuntamientos peninsulares amenazaban con hacer suspensión de pagos por la crisis, y nosotros invertíamos en conocer algo que alguien en algún momento colocó en un punto determinado de la geografía insular. A sabiendas o a escondidas. Premeditado o justificado. También alguien debería interpretar tal acción. Otra comisión tal vez.

Alguien llama la atención. Arrancar la señal podría ser la solución más rápida. La más económica. La más sensata. Algún otro echa el freno. Podría tratarse de un delito ecológico o simplemente de una infracción administrativa. Habría que evaluar las posibles repercusiones así como en caso afirmativo el destino que debía darse y a qué centro de tratamiento de residuos debía derivarse.

Mientras, los turistas detectan tal movimiento en el entorno que no dudan fotografiarse junto a ella. Pronto, el nombre del entorno cambiará de denominación y se estudiará un posible origen onomástico que le haga referencia. Otra comisión y otro comité de expertos. Y unos condicionan al otro. Ya son muchas las ingerencias.
Los viejos del lugar intuyen la historia del mismo. Algunos incluso conocen la verdadera historia de su engendro. Hacen mutis. Su versión llega ya tarde. Ni vende ni convence. Su informe carece de pedigree y ellos de titulación que avale cualquier retribución.

Y así, con pedigree o sin ella, aquel poste, aquella señal, seguirá a la espera de una resolución que aclare qué significa y qué debe hacerse con ella.

Incluso alguien ha propuesto la construcción de un talayot con Taula incluida en el entorno, para darle más sentido al hallazgo.

Y es que en Menorca nació lo del huevo y la gallina. ¿Quién fue primero?.

Otra comisión. Otra retribución.
PUBLICADO EL 28 JULIO 2010, EN EL DIARIO MENORCA.

DESDE KOSOVO CON …… TRANQUILIDAD

¡Enmudecidos! Y uno que se pensaba que los, casi millón y medio de catalanes y asimilados celebrarían la resolución del tribunal internacional, pero nada de nada. O al menos no han hecho tanto ruido. Y es que Zapatero dice que no, que Kosovo……, de independencia nada de nada. Y de Catalunya, pues a negociar, claro.

Y la jugada ya está en marcha. A las puertas de las elecciones catalanas no podían jugársela de centralistas y allí aparece Montilla más catalán que el que más. Pero a veces las cosas no salen como uno se propone. Que el TC diría la suya y que ésta, a pesar de ser moderada no sería plenamente satisfactoria para la tesis defendida por los nacionalistas catalanes era de cajón. De cajón también era previsible la reacción de un sector de la población catalana, pero un millón y casi medio, era demasiado.

Demasiados o no tanto, si a ellos les descontamos los posibles votantes socialistas y una parte de los convergentes, o de todos…. Que no todos los catalanes quieren la independencia. Ni todos, ni la mayoría. Y eso lo saben los unos y los otros. Entonces ¿por qué todos actúan como si fuera lo contrario? Son las reglas de juego, sin duda.

Unas reglas en las que unos salen beneficiados y el resto hipotecados. ¡Y no digamos si aún le reducen el sueldo y le suban el IVA a uno!. ¿Qué ocurriría si se sometiera a referéndum a la población catalana la posibilidad de conseguir la autonomía? O al revés ¿por qué no someter a referéndum a todos los españoles si queremos que Cataluña deje de ser española?

Me imagino por un momento un parlamento español sin la presencia de una decena de diputados catalanes y que muchas leyes que pretende sacar el gobierno de Rodríguez bajo unas condiciones hipotecarias, pudieran hacerse por consenso entre partidos y no entre regiones.

Me imagino el desvarío que nuestros llamados nacionalistas, el PSC insular –venden la imagen de ser más catalanes que menorquines- por quererse también independizar de España e integrarnos a este nuevo proyecto, de la nueva Corona de Aragón y su entorno, que por cierto nunca fueron catalanas….. Reino de Aragón, Reino de Valencia, Reino de Mallorca……, ¿dónde estaban los catalanes? Y uno se pregunta ¿por qué estos mismos nacionalistas no permitieron que Fornells consiguiera su segregación de Es Mercadal?

Dejemos los localismos, que la cosa es más seria. Los vascos, enmudecidos desde las últimas elecciones, preparan relevo y camino. Relevo a los catalanes durante estos pocos meses para que tanto unos como otros estén más cómodos, más unidos si cabe en la distancia. El encuentro relámpago -pagado por los contribuyentes- entre Zapatero y la burguesía catalana, nos remontaba a la memoria histórica de aquellos finales de los años veinte y primeros de los treinta. Otra decena de votos decidirán el futuro de cuarenta y tantos millones de españoles y asimilados.

Y España sigue diciendo no a Kosovo. EEUU tiende la mano a Rodríguez, diciendo que ni el País Vasco ni Cataluña son comparables con Kosovo. Los pueblos vascos y catalán permanecen públicamente ajenos a la noticia. Por tanto, el problema no es tal. ¿Cuál es el problema?

No son los nacionalistas, no. Al menos ni los catalanes ni los vascos moderados. El problema es -para Rodríguez- la Constitución. Hace ya tiempo que el proyecto federal se cuece en despachos y no sale ni a la calle ni en los programas. Aborto, matrimonios homosexuales, desaparición del estado de bienestar, congelación de pensiones…., ya son unos hechos que han arralado en la sociedad. Ahora, llega la hora del federalismo. Sin duda el recorrido será un poco más largo. No bastará un decreto ni una votación. Faltarán muchas votaciones, muchas manipulaciones, pero a la larga, puede ser una realidad. Y la crisis, esta tan cacareada como tantas veces negada crisis, puede ser el camino, la ayuda necesaria para este cambio. La excusa más bien.

Y los nacionalismos, otras excusas bien pagadas. Pero la Constitución está en medio. Habrá que renovarla, y para ello, necesitamos –necesitan- el voto nacionalista. Al menos si lo que pretendemos –pretenden- es un estado federal monárquico. Y es que en el fondo, el nieto del capitán Lozano es un hombre conservador, burgués y monárquico.
PUBLICADO EL 26 JULIO 2010, EN EL DIARIO MENORCA.

QUIENES NO ENTENDEMOS DE LEYES

España irá bien, parece ser el eslogan de nuestro invicto Rodríguez. Al menos, supongo que a estas alturas ya habrá asumido que de presente, nada de nada. Aunque eso sí, el futuro es prometedor, al menos si escuchamos –y nos creemos- al mismísimo presidente de la cosa pública. De todos modos, eso no lo dice uno, sino que lo dice el CIS en nombre de la mayoría de los españoles encuestados tras el debate sobre el estado de la nación.

Y es que el CIS suele estar atento a la que salta, y por eso mismo cobra –del Gobierno, claro-. También nos dice el CIS que la mayoría de españoles encuestados mantienen como ganador en el debate a Rodríguez, en detrimento de Rajoy que sigue perdiendo. Y uno a estas alturas se pregunta porqué tanto gasto electoral, si el CIS ya nos da los resultados antes y después de celebrarse elecciones. Incluso nos ofrece la opinión de quienes no se acercan siquiera por las urnas.

No voy a hablar del CIS, pero si del debate. De un trocito del debate. La verdad es que ya hace años que me he pasado a esta legión al que le da cierto repelús todo lo relacionado con los estados de nación, autonomía y demás. ¿Para qué un estado de la nación, autonomía y demás si lo que se dice no suele parecerse con la realidad y lo que se acuerda, se suele incumplir?

Y el trocito del debate al que hago referencia no es que fuera importante, ni mucho ni nada. Fue más bien un rato estéril, vacío. Tan vacío que el número de diputados presentes a duras penas debían superar el medio centenar. Y te preocupas por ellos. Y por tu bolsillo. ¿Acaso estarían todos haciendo cola para entrar en los urinarios? ¿O estarían en el bar tomando un café? ¿O fumando en el exterior? En el Congreso de los Diputados se ve que el absentismo laboral de sus señorías está tan presente que nadie se entera hasta que el marcador detecta la ausencia. O lo que es lo mismo, sus señorías sólo son necesarias para apretar un botón de tanto en tanto. Y mientras, pues al patio.

Quien si estaba y hablaba en aquel momento era el invicto presidente Rodríguez. Y hablaba en aquel momento del Estatut, del Tribunal Constitucional y poca cosa más. Y una verdad si que dijo. Y se lo decía a un representante de un partido nacionalista catalán. Vino a decirle en el tema del Estatut, que de una forma u otra se arreglaría, y que el resultado de la sentencia era la esperada, porque las leyes –y sobre todo, la Constitución- dicen lo que dicen. Y añadió que lo que ocurre es que la inmensa mayoría de la población –de la masa electoral, añadiría quien esto opina- no entiende de leyes.

Y cuánta razón tenía Rodríguez. Y si a la inmensa mayoría de ignorantes de leyes, añadimos a quienes se pasan las leyes por el forro..... , ya no le digo.

Y el debate, además de estéril, sordo. Al menos en el retazo de debate que presencié. Así cuando el representante de la Izquierda Unida en Catalunya le recordaba fórmulas para no sacrificar a los obreros, pensionistas y demás, y en cambio recaudar las mismas o más cantidades de euros persiguiendo a los defraudadores fiscales, recuperando el impuesto a las grandes fortunas ..... y demás fórmulas magistrales que cualquier analfabeto de éstos a que se refería nuestro invicto Rodríguez, le hubiera dado con sumo placer y sin coste alguno...., parecía que no iba para con él. El Tribunal Constitucional y el Estatut llenaron todo el contenido de la respuesta y ni una sola referencia a la aportación para con la crisis. Y es que al presidente, la crisis ya no le importa.

No le importa ni le ha importado nunca. Negó su presencia, y ahora, adora su salida. Mientras para algunos sigue siendo una pesadilla, para nuestro invicto Rodríguez, sólo es un sueño.

Quienes no entendemos de leyes, sí entendemos de economía, o al menos de la doméstica. Y aquello del “debe” y del “haber”, no suele darse últimamente. O al menos, el debe haber, tal como lo entendemos. Es como si la representación del pueblo se trasladara a este poco más de cincuenta diputados en aquel momento de presencia. ¿Para qué necesitamos más? Si se mantienen las proporciones, ¿Por qué no ahorrarnos trescientas pagas inútiles? ¿Y en el Senado? ¿Y en las autonomías?

¿Cuántas pagas se ahorrarían con la sola simplificación de cargos electos?. Tal vez el problema auditivo es más grave de lo que parece. ¿Lo habrá estudiado el CIS? ¿O también estará aquejado por dicha dolencia?.
PUBLICADO EL 21 JULIO 2010, EN EL DIARIO MENORCA.

EL PROBLEMA CUBANO

Me extrañó la noticia de que Moratinos iba a la par con la Iglesia Católica cubana. Me extrañó y mucho. No era normal que en España no se apreciara la labor realizada por la Iglesia Católica en temas sociales y sí en cambio, se respaldara las acciones de la misma Iglesia en Cuba, encaminadas a la liberación de los presos políticos de dicha dictadura.

No me extrañó en cambio el traslado de tanto disidente cubano salido de la cárcel y de sus familiares, a tierras españolas. No me extrañó porque no es la primera vez que traslados de este tipo ocurren. Pero a pesar de no causarme extrañeza alguna, no leí la noticia de la misma forma con la que se ha escrito por parte de las oficinas diplomáticas. O lo que es lo mismo, disiento de la versión oficial.

Y disiento de la versión oficial porque de lo que verdaderamente carece nuestro Gobierno es de un Ministerio de Propaganda. Un ministerio debidamente formado con entusiastas del régimen y toda la parafernalia de la que suelen hacerse valer las mediocres dictaduras de las que somos ecos publicitarios. Y sin ministerio, nos quedamos cojos. Y sin entusiastas, más cojos aún.

Y disiento de la versión oficial porque antes y después de la fecha de marras, nuestro invicto Rodríguez, y todo su Gobierno, ha apoyado y ha seguido apoyando sin tapujo alguno al régimen totalitario de los hermanos Castro. Y no será ahora que se alinee con la Iglesia Católica cubana para ir en contra de unos vetustos dictadores.

Entonces uno que disiente, se pregunta dónde está la letra pequeña que este desconocido aún ministerio de propaganda, ha dejado sin mencionar. Tampoco hace falta ser uno demasiado lumbrera, para saber que la actuación de Moratinos y del resto del Gobierno español no ha sido a favor de la Iglesia Católica ni de los disidentes, sino que simplemente ha sido la válvula de escape que necesitaba el régimen dictatorial cubano.

Mantener en libertad a unos referentes contrarios al régimen en el propio suelo, no les debía ser muy apetecible a los dirigentes cubanos. Necesitaban pues alejar, sino el problema, a quienes podían creárselo. Porque hay que tener claro que en Cuba, el problema no son los presos ni los disidentes. Hay que tener claro pero, y esto no lo dicen -ni lo diría el ministerio de propaganda de existir-, que en Cuba el problema se llama Fidel y Raúl Castro.

El problema se llama Fidel y Raúl Castro y todo el aparato propagandístico y político que los sustenta tanto a nivel interno como en el externo. Quienes por acción u omisión apoyan al régimen cubano, respaldan a Fidel y Raúl Castro, o incluso dan balones de oxigeno y válvulas de escape a su régimen, son problema también. Por acción u omisión están atacando al pueblo cubano, están en cierta manera justificando un régimen totalitario, justificando un encarcelamiento político y un exilio de ideas.

La acción disfrazada de humanitaria de nuestro gobierno en el tema de las excarcelaciones de presos de conciencia cubanos, vende, pero no tanto. Vende por cuanto a los excarcelados les libera de más represiones, y les facilita vivir en un estado de libertad que nunca han conocido. Pero esto es pan para hoy y hambre para mañana. La verdadera ayuda cubana sería la que propiciara la llegada de la democracia a aquel país.

Y que todos los cubanos pudieran decidir su futuro. Y vivir en su tierra natal en libertad, sin tener que exiliarse, sin tener que vivir alejados de sus orígenes, sin verse extraditados. Sin… necesidad de agradecer gestos ni otras gaitas orquestadas.

Y toda esta ayuda es la que no da el Gobierno español. Tal vez, cuando España alcance la verdadera democracia, estaremos en condiciones de exportarla. Mientras, aceptamos pulpo como animal de compañía…… Y tras el triunfo de la Roja, más.
PUBLICADO EL 17 JULIO 2010, EN EL DIARIO MENORCA.

EL PROBLEMA CATALAN

Pues no es problema, y si lo es, no se llama catalán. La justicia -y no me refiero precisamente a la que proviene de la judicatura- de tanto en tanto suele hacer acto de presencia. Y esta vez, la última vez que lo hizo, genéricamente hablando, lo hizo en nombre de la Roja. Principalmente al darle el campeonato del mundo. Y lo hizo, por cuanto premió, justificó y como no, reconoció el buen trabajo, el noble trabajo realizado por unas decenas de hombres que nos representaban.

No hubiera sido digno, no hubiera sido “justo”, el que una selección como la holandesa, con su juego sucio, con su desprecio a la nobleza de juego, hubiera ganado la copa del mundo. España, más bien, nuestra selección, se lo mereció y además, la ganó. Pero nuestra selección, no tan sólo ganó la copa del mundo, sino que ganó mucho más. Nuestra selección ganó protagonismo. Nuestra selección ganó también patriotismo. Nuestra selección ganó lo que muchos políticos y demás energúmenos de la cosa pública perdieron tras años de tibiezas e indecisiones.

El millón y medio de catalanes que se apresuraron a salir a la calle pidiendo no sabe uno qué, quedaron eclipsados por aquel otro millón y medio que salió en las calles de Madrid, sin convocatoria alguna, sin necesidad de liderazgo y sólo guiado por un sentimiento personal.

Personal y mucho más real. Y eso sin contar los miles y miles que a lo largo de la geografía española –catalana también- salieron a la calle para expresar la alegría tras finalizar el partido.

Un millón y medio de catalanes son muchos, sin duda. Siete millones y medio, son más. El que un veinte por ciento de la población catalana saliera a la calle a pedir no sabe uno que, puede ser preocupante o no. Depende de lo que ocurra, de lo que piense, de lo que vote el ochenta por ciento restante.

Y depende también, del número de disidentes que hubiera en este millón y medio. De las boquillas pequeñas, vamos. ¿Cuántos integrantes de este millón y medio se sienten y hablan catalán? Si en Catalunya un quince por ciento de sus habitantes son extranjeros y sólo un sesenta por ciento de sus habitantes han nacido en Catalunya ¿donde están los verdaderos sentimientos patrióticos que tanto esgrimen estos días, dirigentes políticos encuadrados dentro del cuarenta por ciento nacido fuera de las fronteras catalanas?.

Y el problema no es catalán, al menos estadísticamente hablando. El problema es de los políticos y de los filólogos, venía a decir Esteve Molist Pol, periodista y abogado, en una entrevista publicada en Es Diari. Y el tema del Estatut y la sentencia del Tribunal Constitucional sigue siendo problema de unos pocos. Tan pocos que no alcanza tanto por ciento alguno.

El problema no se llama catalán, sino político. El problema son quienes sabedores de su inconstitucionalidad decidieron burlar toda ley que en unas urnas, los españoles, catalanes incluidos, decidimos darnos. El problema son quienes en el parlamento catalán, y en el Congreso español, decidieron, a sabiendas de su inconstitucionalidad, burlarse de toda ley, de toda norma. Y de quienes tuvieron obligación de reseñar en informes su inconstitucionalidad y no lo hicieron. Y de quienes no la persiguieron de oficio. Y de ….

Y la Roja hizo posible que aquellos millón y medio de catalanes-españoles-extranjeros que se encontraban en las calles de Barcelona, pasaran a un segundo o tercer plano, y que el futbol tomara el protagonismo. Incluso la crisis, el paro, la subida del IVA, la cada vez más ruina hogareña, pasara desapercibida durante semanas, y quien sabe si durante todo el verano.

El problema ya no será catalán. De vueltas del verano, la crisis volverá a marcar la política de las movilizaciones, y Cataluña volverá a tener los mismos problemas que el resto de España, y seguirá siendo lo que siempre ha sido. Ni más ni menos. Y con Estatuto bendecido, aunque con algunos nombres censurados. ¿Y? ¿Acaso se vive de un nombre o de una definición?

El verdadero catalán sabe negociar y sacar beneficio del mismo. Un nombre, un término, no condiciona su ser. El problema no es catalán. El problema es de algunos de los políticos.
PUBLICADO EL 15 JULIO 2010, EN EL DIARIO MENORCA.

EL PULPO PAUL

El fútbol, como cualquier otro elemento societal, a veces nos da lecciones que podríamos aplicar a nuestra vida cotidiana. El error arbitral es un ejemplo de lo que hoy en día, no tendría por qué existir, máxime cuando la tecnología actual –la moviola de antaño- puede aplicarse al mismo instante. El partido de Uruguay-Holanda, con el fuera de juego que propició uno de los tres goles holandeses, hubiera alargado el encuentro hacia la prórroga y tal vez, el resultado hubiera sido otro. Y por ende, el contrincante de España en la final, también. Y el resultado. Y ...

Y como el error arbitral, muchas otras aberraciones. La más indecorosa actualmente, española claro. La prima de seiscientos mil euros por cabeza de conseguirse el primer puesto en este mundial, es una aberración a la penuria que muchos de los españoles que ahora chillan y tocan el claxon, están pasando. Y por mucho que la Federación sea un organismo privado, las subvenciones que recibe del Consejo Superior de Deportes, no lo son tanto.

¿No sería una aberración que se abonaran primas por trabajar? Es como si a un empleado público -éstos que tanto están en el punto de mira actualmente-, además de su sueldo, se le abonara una prima por hacer bien su trabajo. O las primas que se les dan a los consejeros de las entidades bancarias cuando cesan en sus funciones, por muchas inyecciones de dinero público que se les haya administrado. Y a los futbolistas de la “roja”, les está pasando lo mismo.

Y nadie abre boca. La selección ha dejado aparcada la crisis durante algunas semanas, y quien sabe si durante todo el verano. Y eso ya es rentable, al menos para el Gobierno. Ya lo era en tiempos en que España era una dictadura oficialmente constituida. ¿Acaso no se disipaban las energías reprimidas en los campos de fútbol? ¿Acaso las rivalidades políticas no se representaban en los colores de las camisetas y de los clubes? ¿Y ahora, cuando la dictadura oficial ya no existe, dónde está la voz de Pajín manifestando tal despilfarro? Pero claro, los políticos no pueden hablar mucho de despilfarro, no sea que sus sueldos, sus retiros, sus prebendas, estén en peligro. ¿Y los sindicatos? . Y lo peor, aún, ¿dónde están los propios pensionistas, viudas, trabajadores y parados? ¿quien se atreve a criticar tal medida?

Y es que Marx, no el humorista, sino el padre del socialismo científico junto con Engels, debería de reinterpretar su doctrina. El opio del pueblo ya no es la religión sino el fútbol. O el baloncesto. O la corrupción política. O los políticos. O todos juntos. O todos por separados. O todo lo contrario. Vaya uno a saber.

Y Rodríguez, ¿que nos dice Rodríguez?. Pues mejor que permanezca callado. Ahora sólo falta que se abstenga, como así lo hizo su socio catalán. Se abstenga a ir a presenciar la final. Y no por el gasto de protocolo, aviones, sequito y demás, sino simplemente por aquello del mal augurio que algunos le reprochan. Aunque, tal vez, su presencia y la ley de probabilidades de que la selección pinchase en un cincuenta por ciento, nos evitaría a los españolitos contribuyentes un buen pico.

Lo que si podríamos proponer a Rodríguez, es un relevo en su plantilla. Aunque también podríamos hablar de un relevo en el entrenador, pero eso ya no depende de él, sino de su comparsa, de su alirón. ¡Que los sacrificios personales hace tiempo que se alejaron de la ética política!.

Y para que luego no me acusen de criticar y no dar soluciones, ahí va una. Sencilla, claro, como la que le toca dar un mileurista, sin garantía de alcanzar la jubilación –o al menos la parte económica de ella-. Y la propuesta que le haría al nieto del capitán Lozano, es que contrate como ministro de economía al pulpo Paul, y si ello no le es posible por alguna ley de protección animal, siempre hay la posibilidad de contratarlo como asesor en temas económicos.

Seguro que con la colaboración del pulpo Paul las cosas irían mejor.

La duda, pero, es saber si irían mejor porque es pulpo, o simplemente porque es alemán.

Para eso, ya necesitamos otro asesor.
PUBLICADO EL 10 JULIO 2010, EN EL DIARIO MENORCA

JULIO, AGOSTO Y MAHON…

Así empieza la frase que le valió el nombre de una calle y el de un grupo de viviendas al almirante Andrea Doria, “Julio, Agosto y Mahón….los mejores puertos del Mediterráneo son.” Mejores, porque el abrigo natural –en aquella época no existían las obras faraónicas actuales, o al menos no se practicaban- de nuestro puerto era la seguridad buscada por muchos de los que navegaban por aquel Mediterráneo, que tanto tráfico debía tener.

Ahora, las cosas han cambiado, sino para los mahoneses, sí para el comercio exterior. El puerto de Mahón, Magonis, Port-Mahón, el de Maó simplemente –uno ya no sabe con qué término quedarse- o el nuestro y propio Mô con el plagio de sirenita incluida.

El puerto de Mahón ya no tiene importancia alguna externa. Sólo parece tenerla para la Autoridad Portuaria, pero esto es trigo de otro granero. Las mercancías nos vienen vía Palma o Barcelona, con el consabido aumento arancelario, tasas o demás impuestos que quieran inventarse. No somos ni autosuficientes, ni siquiera para elegir proveedor ni vendedor. Somos sin duda un apéndice, un “cul de sac” en el que absorbemos el reducto de los demás. Incluso nuestra ganadería se marcha a la península para después comprar su carne. ¡Vaya chollo!

Y lo nuestro, lo propio, la tramontana, ahora ya no nos sirve ni para crear energía, ni nuestro sol, con lo barato que dicen que es, por aquello de la estética y del impacto ambiental.

Y el Porto Magonis sólo sirve para el uso turístico y empresarial, el de bares y cafeterías, vamos. Y poco más. Y con la crisis, menos. Y ni eso, ahora. Mô-Maó-Mahón-Magón es una ciudad muerta turisticamente hablando. Comercialmente escuchado.

Ciutadella al otro extremo de la isla es todo lo contrario. Con o sin puerto de cruceros todavía. Kilómetros y kilómetros de costa urbanizada dan cabida a muchas plazas hoteleras. Las calles de la ciudad están llenas a todas horas. Sus comercios abiertos. Sus calles renovadas y cuidadas. Lo nuestro, cerrado, apagado y vámonos.

Maó-Mahón-Magonis sigue anclado por su nombre y su historia. Y nada más. Da sensación latente, eso sí, en busca del príncipe encantado o de la princesa de sus sueños.

Adiós a aquellos paseos junto a la orilla, adiós a aquellos baños y aquellas cañas que esperaban el repiqueteo de aquel cascabel, de aquel “suro” que se hundiera bajo la línea de flotación. Adiós a aquel despedir de embarcaciones. Prohibido, prohibit, prohibited. Barreras y más barreras, espacios vallados y negados al ciudadano. Mesas y sillas, tenderetes, terrazas y marquesinas, coches, barcas y demás artilugios de última generación. Esta es la fotografía actual de aquel puerto de Andrea Doria.

Una ciudad sobre el puerto, pero de espaldas al mismo. Una ciudad que crece, pero que olvida su historia, su pasado, su herencia marítima. Estamos a un paso del puerto y mucha parte desconocida aún. S’ALTRA BANDA es aún desconocida por muchos mahones y menorquines. Y es el último reducto de aquel puerto que conocieron nuestros padres y abuelos. Tal vez por eso, por su desconocimiento.

Y si ahora, poco o nada nos sirve el dicho de Andrea Doria, sí nos debería importar para mantener su estado “natural” ante cualquier arbitrariedad que implique más separación, más distancia, más divorcio, entre la sociedad y su puerto.

Habremos tenido intentos de recuperar nuestra bajada al mismo, Sant Pere, es capellet, las fiestas de Gracia con la jornada en el puerto, intenciones buenas y aplaudibles; pero no suficientes. No sólo la noche vive en el puerto. El paseo matutino, el canto de las gaviotas, el footing por sus húmedas brisas, el olor de aquellas redes que se limpian y secan, aquel ajetreo de las barcas recién llegadas y desembarco del pescado, aquel ….

Eran otros tiempos…., eran otros julios, y otros agostos. Y era, otro Mahón, sin duda.

PUBLICADO en el número del mes de JULIO-AGOSTO de 2010, en EL BULLETÍ DEL CENTRE DE PERSONES MAJORS. Area de Acció Social. Consell Insular de Menorca

DE PELLIZCO EN PELLIZCO

Dicen que la justicia cuando es lenta, no es justicia. Dirán también algunos que cuando es demasiado rápida puede que adolezca de fallos que tampoco la hagan justa. Buscar un punto medio entre ambos, el equilibrio, puede que sea la tendencia a la que aspira toda teoría en el tema. Pero la teoría nada tiene que ver con la praxis, y en lo jurídico, menos aún. Y de ello, nuestras mentes pueden coleccionar demasiados ejemplos de ello. Como la verdad misma. Como la interpretación de ella. Como la politización –real o perceptiva- de ella.

Pellizco número 1. Se esperaba desde hacía ya años. Otros, debieron tenerlo derivado en el baúl de los recuerdos. Otros, lo removían para mantenerlo activo, máxime cuando los pronósticos económicos no eran su fuerte y cualquier disparo de castillos de fuego era necesario para el despiste del contrario, que del populacho ya se encargaría la roja de hacerlo.

Te da la sensación de un post-parto electoral. Los unos y los otros –nacionales, claro- han ganado. Esta vez sí, ha habido perdedores –o al menos, de boquilla-. PSOE y PP nacionales levantan bandera y reniegan del contrario. Los nacionalistas, reniegan y buscan salidas.

Pero no es parto ni post-parto electoral alguno. Estoy despierto. Simplemente se comenta la decisión publicada –que no la sentencia íntegra- del Tribunal Constitucional sobre la inconstitucionalidad o no, de parte del Estatut.
Pellizco número 2. Las amenazas suenan a chantaje, las advertencias suenan a pacto electoral. Los convergentes inician la precampaña o el fin de la legislatura. Tanto da, significa lo mismo. Zapatero se enfrenta ante el examen de la ciudadanía de todo o lo nada actuado con y para la crisis. Para Cataluña el horizonte es más urgente. Zapatero no existe ni habla catalán. Ni en público ni en privado. Incluso a Montilla le cuesta y su pedigrí dista mucho de ser oriundo. Y no hablemos de Carod.

Suenan recordatorios y adelantos. Suenan timbales y no se habla, precisamente ni de toros ni de cornadas. El caldo de cultivo está servido. Ya hemos dejado de presidir Europa y todos se alegran por ello. Ahora empieza la Europa de las regiones, la Europa dividida en una y mil más. Y las cuentas no salen.

Es el caso de otro pellizco, el que los catalanes permitieron. Sigo despierto.

Pellizco número 3. Los empleados públicos, menos claro está RENFE y AENA –no sea que se paralicen los transportes del Estado- han recibido vía decreto de incompetencia manifiesta por parte del patrono, una reducción en sus haberes. Y no digamos a los jubilados y las viudas. Una reducción que anualmente puede alcanzar los tres mil euros si añadimos la subida del IVA, inflación y no hablemos de las pérdidas acumuladas. Mientras, los parlamentarios siguen con los mismos privilegios. Y los bancos. Y las subvenciones. Y los pactos.

¿Cuánto nos costará el coste de la abstención? ¿Cuánto nos costará la decisión del Tribunal Constitucional? ¿Qué pasaría si Catalunya no fuera España? ¿Seguiría Zapatero en el gobierno? Uno empieza a gustarle la idea de la independencia. Me pellizco, pero no. Esta vez me estaba en vías de Morfeo. Una independencia catalana llevaría consigo una posible confederación menorquina al reino catalán de Carod. Y no soy monárquico. Prefiero ser juancarlista. Me asusta cualquier otro experimento humano. Las máquinas aún no son autónomas.

Pellizco número 4. El que la mayoría parlamentaria propició a los trabajadores. O a los parados. El empleo se llama ahora despido. El trabajo se llama paro. Y quien para se llama ilegal. No así la usura de otros. Ni el negocio ni la trata.

¿A dónde hemos llegado? ¿Nos hemos vuelto autómatas? ¿Dónde está nuestra conciencia? ¿Dónde está nuestra personalidad? ¿Dónde está nuestro orgullo?.

Y es peligroso. Nos falta un líder. Un carisma a quién seguir. Y eso es peligroso. Muy peligroso. La historia nos lo ha ido enseñando continuamente. Me pellizco. Dejo de ensoñarme y me vuelvo sumiso. El destino ya no es nuestro. No lo ha sido nunca. Nuestro destino se llamaba cultura, educación e inteligencia. Pero nunca respondió a ninguna llamada.

Nuestro destino se llama ahora anónimo. O no se llama.
Yo más bien lo llamaría pellizco. El que más o menos grande se puedan llevar unos. El que más o menos grande se llevan algunos pocos que cada día son más. Y el reparto sigue siendo necesario. La compra de opiniones, la compra de decisiones aún existe. La compra y la venta. Y la reventa.

Un buen pellizco decidirá nuestro futuro. Y nuestro futuro habla catalán aunque nos manden andaluces, asturianos o aragoneses.

Un buen pellizco nuestro, aquel pellizco traidor y con ganas, podría decidir nuestro futuro y el de nuestros dirigentes. Esta vez ya sueño. Morfeo me ha derrotado. Morfeo me ha dado mejores momentos. Y me ausento de pellizco alguno.

Mientras, los catalanes y asimilados, políticos y demás, sueñan en dónde pellizcar de nuevo.

El sol calienta y el verano nos brinda su terapia. La roja también.
El otoño, pues también caliente. Y la excusa, el cambio climático de siempre. Los ecologistas subvencionados y los nitratos en aumento. El pellizco está a la orden del día. Otros recortes deberán ponerse en la agenda. De lo contrario, las porciones no darán para todos.

Recortar partícipes no se encuentra en la agenda. Eso sí está consensuado.
La Constitución tampoco está consensuada. El Estatut, seguro que sí.
PUBLICADO EL 4 JULIO 2010, EN EL DIARIO MENORCA.