¡Enmudecidos! Y uno que se pensaba que los, casi millón y medio de catalanes y asimilados celebrarían la resolución del tribunal internacional, pero nada de nada. O al menos no han hecho tanto ruido. Y es que Zapatero dice que no, que Kosovo……, de independencia nada de nada. Y de Catalunya, pues a negociar, claro.
Y la jugada ya está en marcha. A las puertas de las elecciones catalanas no podían jugársela de centralistas y allí aparece Montilla más catalán que el que más. Pero a veces las cosas no salen como uno se propone. Que el TC diría la suya y que ésta, a pesar de ser moderada no sería plenamente satisfactoria para la tesis defendida por los nacionalistas catalanes era de cajón. De cajón también era previsible la reacción de un sector de la población catalana, pero un millón y casi medio, era demasiado.
Demasiados o no tanto, si a ellos les descontamos los posibles votantes socialistas y una parte de los convergentes, o de todos…. Que no todos los catalanes quieren la independencia. Ni todos, ni la mayoría. Y eso lo saben los unos y los otros. Entonces ¿por qué todos actúan como si fuera lo contrario? Son las reglas de juego, sin duda.
Unas reglas en las que unos salen beneficiados y el resto hipotecados. ¡Y no digamos si aún le reducen el sueldo y le suban el IVA a uno!. ¿Qué ocurriría si se sometiera a referéndum a la población catalana la posibilidad de conseguir la autonomía? O al revés ¿por qué no someter a referéndum a todos los españoles si queremos que Cataluña deje de ser española?
Me imagino por un momento un parlamento español sin la presencia de una decena de diputados catalanes y que muchas leyes que pretende sacar el gobierno de Rodríguez bajo unas condiciones hipotecarias, pudieran hacerse por consenso entre partidos y no entre regiones.
Me imagino el desvarío que nuestros llamados nacionalistas, el PSC insular –venden la imagen de ser más catalanes que menorquines- por quererse también independizar de España e integrarnos a este nuevo proyecto, de la nueva Corona de Aragón y su entorno, que por cierto nunca fueron catalanas….. Reino de Aragón, Reino de Valencia, Reino de Mallorca……, ¿dónde estaban los catalanes? Y uno se pregunta ¿por qué estos mismos nacionalistas no permitieron que Fornells consiguiera su segregación de Es Mercadal?
Dejemos los localismos, que la cosa es más seria. Los vascos, enmudecidos desde las últimas elecciones, preparan relevo y camino. Relevo a los catalanes durante estos pocos meses para que tanto unos como otros estén más cómodos, más unidos si cabe en la distancia. El encuentro relámpago -pagado por los contribuyentes- entre Zapatero y la burguesía catalana, nos remontaba a la memoria histórica de aquellos finales de los años veinte y primeros de los treinta. Otra decena de votos decidirán el futuro de cuarenta y tantos millones de españoles y asimilados.
Y España sigue diciendo no a Kosovo. EEUU tiende la mano a Rodríguez, diciendo que ni el País Vasco ni Cataluña son comparables con Kosovo. Los pueblos vascos y catalán permanecen públicamente ajenos a la noticia. Por tanto, el problema no es tal. ¿Cuál es el problema?
No son los nacionalistas, no. Al menos ni los catalanes ni los vascos moderados. El problema es -para Rodríguez- la Constitución. Hace ya tiempo que el proyecto federal se cuece en despachos y no sale ni a la calle ni en los programas. Aborto, matrimonios homosexuales, desaparición del estado de bienestar, congelación de pensiones…., ya son unos hechos que han arralado en la sociedad. Ahora, llega la hora del federalismo. Sin duda el recorrido será un poco más largo. No bastará un decreto ni una votación. Faltarán muchas votaciones, muchas manipulaciones, pero a la larga, puede ser una realidad. Y la crisis, esta tan cacareada como tantas veces negada crisis, puede ser el camino, la ayuda necesaria para este cambio. La excusa más bien.
Y los nacionalismos, otras excusas bien pagadas. Pero la Constitución está en medio. Habrá que renovarla, y para ello, necesitamos –necesitan- el voto nacionalista. Al menos si lo que pretendemos –pretenden- es un estado federal monárquico. Y es que en el fondo, el nieto del capitán Lozano es un hombre conservador, burgués y monárquico.
Y la jugada ya está en marcha. A las puertas de las elecciones catalanas no podían jugársela de centralistas y allí aparece Montilla más catalán que el que más. Pero a veces las cosas no salen como uno se propone. Que el TC diría la suya y que ésta, a pesar de ser moderada no sería plenamente satisfactoria para la tesis defendida por los nacionalistas catalanes era de cajón. De cajón también era previsible la reacción de un sector de la población catalana, pero un millón y casi medio, era demasiado.
Demasiados o no tanto, si a ellos les descontamos los posibles votantes socialistas y una parte de los convergentes, o de todos…. Que no todos los catalanes quieren la independencia. Ni todos, ni la mayoría. Y eso lo saben los unos y los otros. Entonces ¿por qué todos actúan como si fuera lo contrario? Son las reglas de juego, sin duda.
Unas reglas en las que unos salen beneficiados y el resto hipotecados. ¡Y no digamos si aún le reducen el sueldo y le suban el IVA a uno!. ¿Qué ocurriría si se sometiera a referéndum a la población catalana la posibilidad de conseguir la autonomía? O al revés ¿por qué no someter a referéndum a todos los españoles si queremos que Cataluña deje de ser española?
Me imagino por un momento un parlamento español sin la presencia de una decena de diputados catalanes y que muchas leyes que pretende sacar el gobierno de Rodríguez bajo unas condiciones hipotecarias, pudieran hacerse por consenso entre partidos y no entre regiones.
Me imagino el desvarío que nuestros llamados nacionalistas, el PSC insular –venden la imagen de ser más catalanes que menorquines- por quererse también independizar de España e integrarnos a este nuevo proyecto, de la nueva Corona de Aragón y su entorno, que por cierto nunca fueron catalanas….. Reino de Aragón, Reino de Valencia, Reino de Mallorca……, ¿dónde estaban los catalanes? Y uno se pregunta ¿por qué estos mismos nacionalistas no permitieron que Fornells consiguiera su segregación de Es Mercadal?
Dejemos los localismos, que la cosa es más seria. Los vascos, enmudecidos desde las últimas elecciones, preparan relevo y camino. Relevo a los catalanes durante estos pocos meses para que tanto unos como otros estén más cómodos, más unidos si cabe en la distancia. El encuentro relámpago -pagado por los contribuyentes- entre Zapatero y la burguesía catalana, nos remontaba a la memoria histórica de aquellos finales de los años veinte y primeros de los treinta. Otra decena de votos decidirán el futuro de cuarenta y tantos millones de españoles y asimilados.
Y España sigue diciendo no a Kosovo. EEUU tiende la mano a Rodríguez, diciendo que ni el País Vasco ni Cataluña son comparables con Kosovo. Los pueblos vascos y catalán permanecen públicamente ajenos a la noticia. Por tanto, el problema no es tal. ¿Cuál es el problema?
No son los nacionalistas, no. Al menos ni los catalanes ni los vascos moderados. El problema es -para Rodríguez- la Constitución. Hace ya tiempo que el proyecto federal se cuece en despachos y no sale ni a la calle ni en los programas. Aborto, matrimonios homosexuales, desaparición del estado de bienestar, congelación de pensiones…., ya son unos hechos que han arralado en la sociedad. Ahora, llega la hora del federalismo. Sin duda el recorrido será un poco más largo. No bastará un decreto ni una votación. Faltarán muchas votaciones, muchas manipulaciones, pero a la larga, puede ser una realidad. Y la crisis, esta tan cacareada como tantas veces negada crisis, puede ser el camino, la ayuda necesaria para este cambio. La excusa más bien.
Y los nacionalismos, otras excusas bien pagadas. Pero la Constitución está en medio. Habrá que renovarla, y para ello, necesitamos –necesitan- el voto nacionalista. Al menos si lo que pretendemos –pretenden- es un estado federal monárquico. Y es que en el fondo, el nieto del capitán Lozano es un hombre conservador, burgués y monárquico.
PUBLICADO EL 26 JULIO 2010, EN EL DIARIO MENORCA.